martes, 28 de diciembre de 2010

Volveremos


Cuando las cosas se estabilicen un poco.

Buenas noches.



domingo, 5 de diciembre de 2010

Cositas sueltas 29


- Estoy ansioso por contestar una encuesta de opinión donde me pregunten mi opinión sobre las encuestas.

- Si los piratas tuvieran elecciones, Bríos ganaría por escándalo.

- No se conforme con ser mediocre. Sea el mediocre más extraordinario de todos.

- Me verán marchar por la vida con la frente en alto. Es que así disimulo la papada.

- La mayoría de los consejos para vivir más, implican vivir menos.

- El que pide permiso para hacer un favor, está pensando en cobrárselo.


Buenas noches.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Clarísimo

Leo por ahí, en la reseña de una...digamos, de una conferencia:

"En tanto, XXXXXXXX, disertará sobre XXXXXXXXXXX, un recorrido por proyectos con ejes comunes en su obra como el formalismo de la herencia moderna ofrece instrumentos limitados para abordar acontecimientos contemporáneos; por lo tanto se trataría de ensayar la opacidad del lenguaje artístico como una forma de subjetivación en tanto experiencia transformadora".


Probablemente yo sea un bruto, un limitado, un inculto. 
Pero entre los amables lectores ¿habrá algún intelectual que sepa y quiera explicarme el significado de ese párrafo?
¿Lo tiene?


Buenas noches


PD: Seguramente los amables lectores sabrán cómo utilizar Google para descubrir el origen del párrafo. Yo no fui. 

lunes, 22 de noviembre de 2010

Solo puede haber uno

Siendo una persona que carga sin dificultad un número respetable de variados prejuicios, naturalmente me opongo a los prejuicios que tienen los demás, que son absurdos. Particularmente me resulta ridículo que alguien diga que no le agrada algo que no ha probado jamás. Entiendo que sí existen algunas actividades cuyo resultado muy probablemente sea un profundo displacer o al menos una incomodidad pasajera que no hace falta experimentar, y que se puede deducir de la propia naturaleza de esas mismas actividades. Por ejemplo, no es necesario untarse el antifonario con miel y luego sentarse sobre un hormiguero para averiguar qué sucederá, y si resultará agradable.  Al menos, para una amplia mayoría de las personas la deducción será inmediata. (Existe una minoría que querrá experimentar de todas maneras, pero sus razones serán poco científicas).
Pero no me refiero en esta oportunidad a pasatiempos extremosos , sino a ese tipo de cosas que sin razón aparente decidimos que no nos gustan. Porque sí. Poniendo como ejemplo a la persona que tengo más a mano, que soy yo mismo, pasé toda mi niñez y parte de mi juventud convencido de que los mariscos eran algo repugnante, viscoso, de olor fuerte y un sabor acorde. Y todo eso sin haberlos probado. Siendo todo un adulto me vi acorralado en una situación social y tuve que ingerir una porción de moluscos, y descubrí que no estaban nada mal, y ahora me gustan los mariscos. Algo parecido me ocurrió con la salsa blanca : siempre me causó repulsión su aspecto y hace mucho tiempo comprobé que su sabor era perfectamente compatible y me produce arcadas. He ahí un prejuicio que se convirtió en un juicio con todas las de la ley.

En conclusión, hay algunas cosas que conviene probar para conocer si nos sirven o nos agradan o las dos cosas.

En alguna ocasión he relatado mi experiencia con una de las más famosas redes sociales, y tal vez eso debería haberme bastado para terminar con el asunto. Pero las cosas no funcionan de esa manera en el mundo real. Los asuntos nunca se terminan del todo, son como esos yuyos que uno cree que los arrancó con todo y raíz pero resulta que en algún momento escupieron semillas o esporas o quién sabe qué cosas y a la semana ya están otra vez ahí rompiéndonos las baldosas y matándose de la risa o disfrutando de su equivalente vegetal al observar la frustración de un enemigo declarado.  En este caso, el Facebook arrancado de raíz resurgió en forma de Twitter.

Y es que me explicaron que no, que Twitter no es como Facebook, que se puede conservar el anonimato, que no se tiene por qué estar haciendo toda clase de cosas que no le interesan a uno, que es más como acercarse a un grupito de personas en una fiesta, conversar dos minutos y después marcharse. Esto último  me sonó como algo que no me agrada particularmente, pero también me di cuenta que uno puede acercarse al grupito, soltarles una barbaridad y alejarse silbando una tonadilla irlandesa, y eso sí que es divertido.
Con todo, llegué a la conclusión de que Twitter era una de esas cosas a las que uno podría darle una oportunidad.

Bueno, hay que darse de alta, así que, como todo el mundo, me puse un nombre ficticio, y luego procedí a elegir el nombre de usuario por el cual habría de ser reconocido en el mundo de los ciento cuarenta caracteres. 
Y allí surgió la primera y última dificultad.
Hace más de quince años que utilizo el mismo nickname en el ciberespacio. No soy, por supuesto, el único en el mundo que lo utiliza, como tampoco, pongamos por caso, Rogelio Paolantonio es una combinación de nombre y apellido irrepetible en la sociedad civil. Pero Rogelio es conocido por su nombre dentro de un amplio círculo de personas que abarcan desde sus familiares directos a individuos que tienen su tarjeta de negocios porque se lo cruzaron una vez en una reunión. Rogelio es Rogelio para todos ellos. 
En mi caso, Bugman está tan incorporado a mi persona, que incluso en algunos círculos me llaman así en lugar de utilizar el nombre que figura en mi DNI.
Entonces, ante esto:

















¿Qué debería hacer? Ya hay un Bugman en Twitter, no soy yo y solo puede haber uno. 
¿Debería resignarme y comenzar a  llamarme, no sé,  bugman232, bugman_de_los_sinlogismos, el_auténtico_bugman_no_acepte_imitaciones_caracho ?

No. Lo siento. No quiero. Me gané mi nombre. No voy a cambiarlo. 

¿Y quién es este Bugman que está en Twitter?
Es esta persona:



O sea, un tipo que está construyendo una cascada hace quién sabe cuánto tiempo(*). Así y todo hay seis personas que están interesados en saber qué más tiene para decir (lo cual me recuerda mis prejuicios contra las redes sociales, pero puedo estar equivocado).

Así las cosas, mis estimados lectores, si alguno entre ustedes es usuario de Twitter, y esperaba encontrarme por allí ahora o en el futuro, sepa que eso no será posible, porque ya hay un Bugman . Y no soy yo. Y solo (**)puede haber uno. Y a menos que el señor de las cascadas decida dejarme su lugar, esto es un asunto terminado, al menos todo lo que puede serlo en el mundo real.

Buenas noches.





(*) En realidad sí se sabe. Desde el 4 de octubre de 2007, por lo menos.
(**)Escribo solo y no sólo, en concordancia con la nuevas normas de la RAE. Para que vean. Y aprendan.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Protocolo

Hace un par de semanas me mudé de oficina. Todavía tengo trastos en el piso, cajas debajo de la escalera, objetos que se niegan a encontrar espontáneamente un lugar y otros que se acomodan peligrosamente en sitios que deberían ser provisorios y para que no se conviertan en definitivos requerirán de ingentes esfuerzos dirigidos  contra la entropía. Pero no es esto lo que me preocupa.

A diferencia de mi antigua oficina, que estaba ubicada en un edificio de tipo familiar, esta está en uno de oficinas, de esos modernos que hay ahora, con puertas de vidrio, mucho metal y ascensores que hablan.
Entre las novedades que ofrece la flamante locación, tenemos un servicio de seguridad, es decir un señor (tres en realidad, que se van turnando) que está sentado detrás de un mostrador a la entrada del inmueble, y pregunta que adónde va usted y a quién viene a visitar. A mí ya no me preguntan eso, porque ya me conocen y además tengo una tarjeta de proximidad para accionar el molinete que regula el acceso. Ah, porque además tiene molinetes y tarjetas de proximidad, el edificio. No, si es de lo más moderno, el edificio ¿no les dije?

Cuando llego por las mañanas, saludo al vigilante, le digo "buenos días" y si acaso agrego algo muy ingenioso, como "qué calor", o "cómo llueve". Terminada mi jornada laboral, un cordial "hasta mañana" suele alcanzar para cerrar la interacción social hasta el día siguiente, a menos que sea viernes, oportunidad en que haciendo gala de mi innegable don de gentes, digo "buen fin de semana".

Ahora bien, tengo la costumbre de salir de mi oficina y dar un paseo cada dos o tres horas, para despejar la mente y estirar un poco las piernas. También puede ser que baje a procurarme algo de alimento, o deba concurrir al banco, o necesite ir a buscar algo al auto, el asunto es que salgo y entro por la puerta principal del edificio no menos de tres veces al día, sin contar la primera ni la última.
Y en cada oportunidad, me encuentro con el señor de seguridad.
Y el señor me mira, porque no tiene otra cosa que hacer que mirar a la gente que entra y sale, y yo lo miro también, porque no puedo dejar de notar que me está mirando, y en cada oportunidad me pregunto cual es la conducta aceptable, la convención social que se aplica en estos casos. ¿Debería hablarle? ¿Debería ignorarlo? ¿Sería preferible hacer un gesto, como levantar las cejas, o inclinar levemente la cabeza?  He tratado de observar a otros vecinos, y al parecer todos intercambian una o dos palabras con el caballero. Pero no puedo saber si lo hacen en todas la oportunidades, o si tienen una frecuencia de interacción parecida a la mía. Digo, a lo mejor todos los demás entran al edificio y no salen hasta la tarde, o se van al mediodía, o vienen por la noche y se van por la mañana. Tal vez yo sea la única persona que entra y sale tantas veces por día. Ha adoptado diversas estrategias para ocultar mi ignorancia del protocolo de encuentro, algunas veces simulo estar revisando concienzudamente mi teléfono celular, otras me escabullo disimuladamente por detrás de un grupo de personas que va entrando o saliendo, en alguna ocasión pongo cara de estar completamente abstraído concentrando todos mis recursos mentales en un complicado problema imaginario.

No se si lo estoy haciendo bien.

Cualquiera que me viera evitando cualquier contacto con mis ocasionales compañeros de ascensor, o en todo caso limitándolos al mínimo indispensable, se preguntaría cuál es la razón que me compele a ser tan cuidadoso en mis relaciones con el personal de seguridad.

Es que, estimados lectores, esos muchachos tienen un considerable poder sobre nosotros. Pueden bloquear nuestra correspondencia, franquearle el paso a nuestros acreedores sin avisarnos para que tengamos tiempo de escondernos, impedir que un cliente pueda encontrarnos, quedarse con un regalo o devolver una compra que hicimos por teléfono. En resumidas cuentas, pueden complicarnos la vida con un mínimo esfuerzo, sin dejar rastros verificables. Imagino o sospecho que si no le caigo bien al guardia, cualquier día desactivará mi tarjeta y al intentar pasar por el molinete este no se va a abrir y la inercia va a hacer su trabajo y me voy a clavar una barra de acero en una zona ubicada peligrosamente cerca de mis partes nobles. O va a arrojar a la basura una citación judicial y me va a venir a buscar la policía  con patrullero y esposas. O, complotado con el encargado, me va a cortar la luz cinco minutos cada hora. O va a mezclar la líneas telefónicas y alguien de la competencia va a atender a mis clientes y se va a quedar con ellos porque los atenderá mucho más amablemente que yo, que estaré con los nervios de punta porque me cortan la luz a cada rato y me incrusto el molinete en la entrepierna todos los días.

Estoy preocupado. Tal vez mudarse no haya sido tan buena idea. Quizás deba intentar el teletrabajo.

Buenas noches.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

99,9



Los vendedores de desinfectantes y otros menjunjes de similares propósitos anuncian con indisimulable orgullo que sus productos eliminan el 99,9% de bacterias, gérmenes y otros bichos de porquería. Esta afirmación demuestra una irresponsabilidad mayúscula, estimados lectores.



Usted, obnubilado por los porcentajes que estos mercaderes de la higiene le arrojan por la cabeza, podrá pensar :"Bueno, 99,9% es casi 100%. No está nada mal. Ya quisiera yo que algo me saliera 99,9% bien", y se quedará tan tranquilo mientras rocía "Defendonol" por toda la casa.

Comencemos por entender qué quieren decir esos números tan alegremente barajados. Un 99,9 % de cualquier cosa significa "novecientos noventa y nueve de cada mil". Sí, de verdad. Esto a su vez implica que uno de cada mil no está comprendido dentro de ese porcentaje. Vamos, es fácil, 1000-999=1. ¿Me sigue? Ah, porque me pareció que miraba al techo. 
Ahora bien, si el matabichos que usted compró bajo la impresión de que, luego de aplicado, su baño iba a ser más estéril que un quirófano elimina el 99,9 % de los microbios malos, entonces, suponiendo que en su baño había mil microbios, ¿cuántos quedan con vida después de la operación "Tormenta del Excusado"? ¡Oiga! ¿Qué está haciendo? No necesita una calculadora par...caramba, deje, deje, yo le digo, queda un microbio vivo. ¿Uno solo? ¡Lo piso y listo! , dirá usted, y yo me quedaré indeciso entre ilustrarlo sobre el significado de la palabra microscópico e irme a dormir con la convicción de que todo está perdido. 
Pero supongamos que usted no dijo eso, aunque le parezca razonable pensar que un solo bichejo tan pequeñito que ni puede verse no le va a causar ningún problema.

¡Ahí está! ¡Eso es lo que quieren que usted crea los fabricantes de desinfectantes!

Lamento decirle que está en un error. No es cierto, no lo lamento nada. Me encanta decirle que está en un error. 

A ver, póngase por un momento en el lugar del solitario bacilo, rodeado por los 999 cadáveres de sus parientes (porque estas sabandijas son todas parientes, no se si sabía). Un poco mareado por los efluvios tóxicos, tal vez tosiendo y sintiéndose débil, ¿cuál sería su reacción ante la brutal matanza? Le doy a elegir:

a) Pensaría : ¡Oh, Gran Citoplasma, qué horrible tragedia acaba de ocurrir! ¡Todos mis cófrades han sido exterminados!  ¿Y a quién debo señalar como artífice de esta masacre? ¿Acaso al humano, que no ha hecho otra cosa que defenderse de nuestro ataque? ¿Acaso al fabricante que puso en sus manos el arma letal que nos ha derrotado con tanta eficacia? No, los responsables somos nosotros mismos, que hemos llevado adelante esta absurda confrontación desde el principio de los tiempos. Es hora de detener esta locura. Transformaré este dolor en sabiduría, y me dedicaré a hacer el bien: en vez de esparcir horrendas enfermedades entre hombres y animales, iré a vivir con mis semejantes en la flora intestinal, donde prestaré valiosos servicios descomponiendo alimentos y reforzando el sistema inmunitario. O tal vez me dedique a comer petróleo y ayude a evitar desastres ecológicos.  Será el mejor homenaje que pueda hacerle a la memoria de Carlitos, Etelvina, Marcelo, Raúl, Adriana, Hilario...(siguen 993nombres).

b) Pensaría : ¡ARGHHHHHH! ¡VENGANZA! ¡MALDITOS, MALDITOS HUMANOS! ¡Han exterminado a toda mi familia, pero no nos han derrotado! ¡YO ESTOY VIVO, COBARDES! Esta fue una batalla, la guerra continúa. Seguramente habrá más como yo, sobrevivientes, inmunes a la tecnología destructiva de estos ridículos seres llenos de células. ¡Nos reuniremos, y formaremos una resistencia! ¡Inventaremos nuevas enfermedades, tan raras que les tendrán que poner el nombre de cada enfermo! ¡Los vengaremos, Carlitos, Etelvina, Marcelo, Raúl, Adriana, Hilario...(siguen 993 nombres) ! ¡MHUEJEJEJEEE! ¡MBHUEHEHEE...COF! ¡COF! ¡COFCOFCOFCOF! ¡ARGHHH....MALDICIÓN!

Obviamente el gusarapo supérstite reaccionaría como en b), habida cuenta de que los bacilos son dañinos por naturaleza. No es un prejuicio mío, vaya y pregúntele a un bacilo cuál es su ocupación, e invariablemente le contestará "causar enfermedades, por supuesto". Son así, es lo que hacen. Se les podrá cuestionar su vocación, pero nunca su coherencia.

Y es así, estimados lectores, que los fabricantes de matagérmenes nos están condenando a un futuro espantoso, porque dejan vivo a uno de cada mil que matan.  No sé por qué lo hacen. Tal vez hayan negociado algún salvoconducto, un pacto por el cual ellos y sus familias serían respetados en las plagas venideras. Y todo a nuestras espaldas. Pero, traidores de pacotilla, han vendido a la raza humana por nada.
Las bacterias no tienen honor.

Buenas noches.

sábado, 30 de octubre de 2010

lunes, 25 de octubre de 2010

Dos consejos

Señor Fugitivo:

Sabemos que la Policía, el FBI, los Bomberos Voluntarios o el Gobierno a través de alguna Agencia Supersecreta lo están persiguiendo, ya sea por un crimen que no cometió o porque descubrió algunos asuntitos medio turbios que pueden hacer tambalear a toda la Administración si salen a la luz. En resumen, sabemos que usted no es un criminal, porque de otra manera no estaríamos aquí dándole consejos.
Ya que hemos establecido esto, entendemos que el hecho de que usted no tenga una larga carrera dentro del crimen organizado significa que su situación de fugitivo es totalmente novedosa, y tal vez no esté al tanto de las reglas básicas de la actividad.
Por eso, y repetimos, en la convicción de que no ha cometido tropelía alguna y lo persiguen injustamente, y para darle un poco de tiempo para pensar de qué manera va a salir de su predicamento, le damos estos dos consejos:

1) ¡No compre nada con tarjeta de crédito, pedazo de pasmarote!
¿Acaso no sabe que los malos (en términos relativos, claro está, no estamos afirmando que el Gobierno ni ninguna de sus Agencias Supersecretas, mucho menos la Policía, el FBI, o los Bomberos Voluntarios sean malos, por favor, faltaba más) tienen a unos tipos mirando fijamente monitores de computadoras donde apenas un empleado de un minimercado de Wichita Falls pasa su tarjeta por el lector, aparece una cartel así de grande diciendo "Calle Maple 345, Wichita Falls"?. De ahí a largar una flotilla de helicópteros tras su búsqueda hay un "¡lo tenemos!" de distancia.
Compre solamente en efectivo, hombre, y no me diga que salió apurado, que no le pagaron el aguinaldo, que se maneja mejor con el resumen de la tarjeta, que con la inseguridad que hay es mejor no andar con billetes encima y todas esas cosas. Usted se metió en esto de ser fugitivo, hay cosas que caen de maduras. Piense, si llega a necesitar un pasaporte falsificado, ¿lo va a pagar con tarjeta, también? Ah, claro, el señor no pensó que iba a necesitar documentos falsos. Mejor digamos que el señor no pensó. Punto.

2) ¡No compre en lugares donde hay cámaras de seguridad, so atolondrado!
¿A que no sabe quién está al lado del que está mirando un monitor esperando que le aparezca el cartel de la tarjeta de crédito? No, claro que no sabe, usted es un fugitivo aficionado. Se lo vamos a decir nosotros: ¡Hay un tipo mirando las imágenes que muestran todas las cámaras de seguridad de todos los pequeños comercios del país, hombre!
Y no diga que eso no es posible. ¡Son del Gobierno, y tienen computadoras! ¿Cómo quiere que se lo digamos?
Basta que usted se ponga en la cola de la caja de la Farmacia de Big Fart, Kansas, felicitándose por su insuperable astucia porque acaba de comprar tintura para el pelo y una afeitadora para quitarse el bigote, para que su imagen aparezca en la pantalla de este otro tipo, con la leyenda "Main Street 345, etcétera". Y ahí vamos, "lo tenemos", helicópteros y todo eso.
Mire, todo el asunto de ser un fugitivo se basa en mantener un perfil bajo. Bajísimo. Usted debe alejarse de cualquier notoriedad, no competir por el premio del fugitivo más popular. Antes de entrar a un lugar verifique la existencia de cámaras de seguridad. Claro, ahora nos va a decir que cómo va a saber si hay cámaras antes de entrar, y que cuando vea las cámaras ya va a ser demasiado tarde.
Bueno, es cierto, pero ese no es nuestro problema. El fugitivo es usted.

Buenas noches.



PD: Se acaba de confirmar que tanto Los Sin-Logismos de Bugman (en la categoría "Mejor Blog Personal") como MEN IN BLOG (en la categoría "Mejor Blog de Humor") han llegado a la final de los Premios Bitácoras.com, edición 2010. 
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS VOTANTES! 
Nunca mejor dicho, esto no hubiera sido posible sin ustedes. 
(Ya pueden descruzar los dedos, por favor. Ahora hay que convencer al Jurado, y para eso es mejor tener los puños libres).


martes, 19 de octubre de 2010

A cruzar los dedos



Todavía falta un poquito, así que si alguien tenía la intención de votar y aún no lo hizo, ahora es el momento. Pero no quería dejar de informarles y agradecerles que me están dando una pequeña gran alegría. ¡Muchas gracias a todos!
(Una mención especial a Fabiana , que hace campaña en su blog y todo).

Buenas noches.

sábado, 16 de octubre de 2010

Cositas sueltas 28



-Nacemos. Crecemos. A veces nos reproducimos. Morimos. En realidad no es para tanto.

-Los descuentos son paralelos, los recargos son seriales.

-El aburrimiento es la forma más literal de matar el tiempo.

-Detesto a las personas que dicen las cosas como si estuvieran dudando. O eso creo.

-No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mi mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo y yo soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo (Oscar Wilde)

Buenas noches.

jueves, 7 de octubre de 2010

¡Gracias!

Una pequeña interrupción de la pausa para agradecer a los amables lectores que siguen votando en el concurso de Bitácoras.com, y que inexplicablemente mantienen a este blog en lo alto de las clasificaciones parciales.
Esto es una muestra cabal de que LSB mejora notablemente cuando no lo arruino escribiendo cosas.
¡Gracias!

viernes, 24 de septiembre de 2010

Pausa

La vida nos está golpeando un poco duro. Ya veremos qué nos depara el destino. Por ahora solo puedo decir hasta siempre, y muchas gracias por todo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Bitácoras 2010 - Repercusiones


¿Ya votó a Los Sin-logismos de Bugman en la categoría "Mejor Blog Personal" en los Premios Bitácoras.com 2010? ¿Ah, no sabe cómo? Bueno aquí le decimos. Muchas gracias.

Buenas noches

ACTUALIZACIÓN (20/09/2010): ya están saliendo las primeras clasificaciones parciales . No se los digo para que se fijen que por ahora vamos primero (ejem), porque esto es muy volátil, la procesión es larga y hay que administrar la vela. Es para que aquellos estimados lectores que haciendo gala de una integridad a toda prueba, han manifestado su interés en conocer a los potenciales competidores de LSB antes de decidir su voto. Bien, allí están, caramba. Ya pueden votar guiados por sus inquebrantables principios.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Instrucciones para bajar (o subir) la tabla.


Un estudio de la Universidad de Worcesterforhamshire ha determinado que el 23.456543545 % (1) de los divorcios podría evitarse si se eliminara el conflicto que resulta de omitir la acción de bajar (o subir) la tabla del inodoro después de que alguno de los integrantes de la pareja termina de expulsar sus aguas menores.

Siempre me ha resultado un misterio que las parejas se peleen por esta nimiedad. Por abrumadora mayoría, se señala al integrante masculino como responsable de no bajar la tabla. Aunque también existen quienes se quejan de la omisión inversa.
Es conocida la diferencia anatómica entre los sexos que determina su idiosincrasia a la hora de expeler orina: los hombres lo hacen parados, las mujeres, sentadas. La tabla del inodoro que sirve de asiento suele ser levantada por el macho de la especie al ejecutar estos menesteres, ya que de esa manera se aumenta la probabilidad de evitar salpicaduras, mientras que las hembras la bajan para que, justamente, les sirva de asiento. (No se observan diferencias significativas entre los sexos cuando de deposiciones sólidas se trata).

Los diseñadores de inodoros han tenido en cuenta este dato y aplicando el concepto de estandarización han dotado a la tabla de un par de bisagras que facilitan la operación de subida o bajada. Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que dicha operación no supone un esfuerzo descomunal ni requiere de un entrenamiento especializado. 

Sin embargo, la queja y el conflicto existen. Una de las posibles explicaciones es que los individuos que acaban de orinar sufren de una clase de amnesia selectiva que les hacen olvidar todo lo relacionado con el uso del inodoro. Esta condición mental transitoria estaría relacionada con el ruido de descarga (fluossssshhhh) del artefacto.

La solución es tan obvia que no me extraña que a nadie se le haya ocurrido antes:  pegar en un lugar visible, probablemente cerca del botón de descarga, un papel conteniendo las siguientes instrucciones:

ACCIONES A EJECUTAR LUEGO DE SATISFACER LA NECESIDAD FISIOLÓGICA DE EXPELER ORINA.

1.-Identifique la tabla del inodoro. Es una parte móvil del mismo que presenta la particularidad de poseer un agujero suficientemente grande como para acomodar un trasero humano sin permitir que su propietario se caiga dentro de la taza. Es necesario distinguirla de la otra parte móvil, comúnmente llamada "tapa", que no posee agujero alguno.

2.-Una vez identificada la tabla, evalúese la posición en que se encuentra. Existen dos posibilidades :
a) La tabla descansa en posición horizontal (posición baja).
b) La tabla está apoyada en un ángulo ligeramente mayor a 90 grados sobre la pared del baño, encima de la otra parte móvil, la tapa (posición alta).

3.-Identifique su sexo. Si no lo sabe de memoria, puede examinar su aparato reproductor, recordar su nombre o preguntarle a su pareja a viva voz. Es importante que no abandone el cuarto de baño para realizar esta pesquisa.

4.-Si como resultado de la acción 3, usted ha determinado fehacientemente su pertenencia al sexo femenino, pase al punto 5. En caso contrario, proceda de la siguiente manera de acuerdo a la posición de la tabla relevada en el punto 2 :
a) Si la tabla está en la posición consignada en 2.-a) (baja), pase al punto 6.
b) Si la tabla está en la posición consignada en 2.-b) (alta), ponga una mano en el borde más alto de la misma y mediante un leve tirón, rompa la inercia de la misma y sepárela de su punto de equilibrio. Una vez superado el mismo, notará que el elemento tenderá a desplazarse de manera de ir acercándose a la posición baja, pivotando sobre sus bisagras. No suelte la tabla, acompáñela en su movimiento manteniéndola suavemente agarrada, hasta que se detenga. Si ha seguido usted las instrucciones en forma correcta, ahora la tabla estará reposando en su posición baja. Pase al punto 6.

5.-Proceda de la siguiente manera de acuerdo a la posición de la tabla relevada en el punto 2 :
a) Si la tabla está en la posición  2.-a) (baja), tome con una mano el borde de la misma más alejado de la pared. Ejerciendo una fuerza moderada, tire hacia arriba hasta que la tabla no ofrezca resistencia, y suéltela. Si ha seguido usted las instrucciones en forma correcta, ahora la tabla estará reposando en su posición alta.
Pase al punto 6.
b) Si la tabla está en la posición consignada en 2.-b) (alta), pase al punto 6.

6.-¡Felicitaciones! Ha dejado usted la tabla en una posición óptima para que su pareja pueda utilizar el inodoro sin complicaciones. Es usted una bellísima persona, y si su pareja se queja es porque tiene problemitas. Si no tiene otra cosa que hacer, puede abandonar el cuarto de baño. Pero antes, lávese las manos. No sea roñoso (a).

FIN DE LAS ACCIONES A EJECUTAR LUEGO DE SATISFACER LA NECESIDAD FISIOLÓGICA DE EXPELER ORINA. 



Este ha sido un aporte de Los Sin-logismos de Bugman en favor de la felicidad conyugal, y en contra de la prosperidad de los abogados de divorcios.

Buenas noches.



(1) La Universidad de Worcesterforhamshire es famosa por la precisión de sus estudios.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Al vuelo IX


La verdad es que ya estoy cansado de trabajar para ganarme la vida, siendo que la vida que me gano trabajando tampoco es una vida de esas que uno dice, ah, esto es vida. Porque cuando uno dice eso, normalmente no está trabajando. No me imagino a alguien diciendo eso mientras , pongamos por caso, carga una carretilla con cuatrocientos ladrillos. A menos que esté loco. Pero los locos no trabajan. Eso es vida. Casi todo el mundo dice que si de pronto tuviera un montón de dinero no trabajaría nunca más, y después se corrigen diciendo que a la larga se aburrirían de no hacer nada. El tema merece un estudio profundo, y me ofrezco como sujeto experimental, dénme ese montón de dinero y veamos cuánto tiempo soporto sin aburrirme. 
Claro que la diversión está sobrevalorada. Si todo el mundo se estuviera divirtiendo todo el tiempo, imagínese lo que sería una cirugía a corazón abierto, la mitad de los pacientes moriría porque le caería papel picado en el ventrículo derecho. 
¿Y cuándo empezó la gente a decir que tal o cual color era divertido? ¿Qué les pasa cuando ven ese color? ¿Se ponen a tocar pequeñas trompetas y a bailar haciendo trencito? Los colores pueden ser fuertes, claros, oscuros, suaves, chillones, si quiere, pero no divertidos, caramba. O usted alguna vez vio a un verde contando chistes, un amarillo haciendo imitaciones, un azul malabarista o un marrón claro haciendo juegos de palabras. ¿No, verdad? Porque de lo contrario, es probable que usted esté loco. Y que no trabaje. Ah...eso es vida.
Buenas noches.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Premios Bitácoras 2010: PQUNPPPTVAPYYQELLAVSMEDA



Como una guía para los amables lectores, publicamos una serie de PQUNPPPQTVAPYYQELLAVSMEDA  (Preguntas Que Usted Ni Pensaba Preguntar Pero Que Tal Vez Alguien Preguntó Y Ya Que Estamos Las Leo A Ver Si Me entero De Algo) acerca de los Premios Bitácoras, edición 2010.




1.-Bugman, ¿qué son estos premios?

Son unos premios organizados por la gente de Bitácoras.com, un portal español acerca de bitácoras, o sea blogs, (o weblogs ,como les decíamos antes ¿sabe?).

2.-¿Y usted qué tiene que ver ahí?

Bueno, yo me presento, o mejor dicho, presento a los Sin-logismos de Bugman en el concurso, a ver si lo puedo ganar.

3.-¿Y yo qué tengo que hacer?

Lo que (si quiere) puede hacer, es votar por Los Sin-logismos de Bugman en la categoría "Mejor Blog Personal" para que quede seleccionado en una lista de tres finalistas y así pueda ser considerado por el Jurado como candidato a ganar uno de los premios.

4.-¿Y si no quiero?

Y, no, si no quiere no vote, no le estoy imponiendo nada, se lo estoy solicitando.

5.-¿Y no le da vergüenza andar así, pidiendo votos?

Bueno, la verdad es que sí, un poquito de vergüenza me da, pero no tengo más alternativa, si no le pido su voto, ¿usted cómo se entera de que ha que votar?

6.-Pero entonces ¿tengo que votar? usted me había dicho que si no quería no votara. Ahí, en la respuesta a la pregunta nro. 4, me dijo.

Es una forma de decir, usted no "tiene" que votar, a menos que quiera hacerlo. Me refería a que a lo mejor usted lo haría de buen grado, pero si no se lo dijera no se enteraría de que puede hacerlo.

7.-Ya me enteré y no quiero, ¿qué hago?

Nada, no haga nada, muchas gracias ¿eh?.

8.-De nada.

Estoy siendo sarcástico.

9.-Yo también.

Me alegro por usted.

10.-Bugman, yo sí quier votarlo, ¿cómo hago?

Bueno, muchas gracias, lo más fácil sería que hiciera clic en el aviso que está en la barra lateral, ese que dice "Premios 2010 Bitácoras.com" y loguearse si tiene usuario de Bitácoras, o también lo puede hacer con su usuario de Facebook o Twitter (si no tiene nada de eso, dese de alta, es gratis, y no le va a llevar demasiado tiempo). Entonces se va a donde dice "mejor Blog Personal", y hace click sobre la Crucecita, y automáticamente ahí le va a aparecer http://buguert.blogspot.com, que es la dirección de este blog. (ya que está ahí, peude ir a donde die "Mejor Blog de Humor" y escribir http://men-in-blog.blogspot.com, y así vota a Men In Blog como "Mejor Blog de Humor", gracias). Después completa las palabras esas raras que aparecen al final, le da click al botón "votar" y listo el pollo, digo el voto.

11.-¡Jajajaja! ¡Lo engañé, Bugman, soy el de la pregunta 7! ¡No lo voy a votar nada! ¡Gilipollas!

Je,je. Qué gracioso. Usted me suena conocido. ¿No nos habíamos encontrado antes en otra serie de preguntas

12.-No sé de qué me está hablando (jiji).

Bueno, me habrá parecido.

13.-Oiga, Bugman, y si gana, ¿qué le dan? ¿Plata?

No, plata no hay. En principio el ganador recibe una especie de trofeo, y  hay también unos regalos donados por los anunciantes.

14.-¿Y a nosotros? ¿Nada?

Bueeeeno....el año pasado me dieron un regalito (de 300 euros) y yo se los regalé a ustedes, quién sabe si este año no hago lo mismo (guiño).

15.-¿Qué le pasa en el ojo?

Nada, es un guiño (guiño), una especie de señal de complicidad, de que hay un acuerdo tácito entre nosotros...

16.-Yo no quiero ser cómplice de nada. ¿esto es ilegal? Ya me parecía.

¡No, no! ¡es una forma de decir! Complicidad en el sentido de que entre usted y yo hay cosas que no hace falta aclarar...

17.-A mí me tiene que aclarar todo. Yo a usted no lo conozco.

Bueno, está bien, olvídelo. (guiño)

18.-¿Otra vez el ojo ese? ¿Y ahora de qué me quiere hacer cómplice?

No, ahora me entró una basurita.

19.-Bugman, esto de votarlo a usted me parece mucho trabajo, ¿por qué debería trabajar para usted, me va a pagar?

Caramba, tampoco es que sea tanto trabajo. Son unos minutos, nada más.  Vea, yo he dedicado cientos de horas a proporcionarle entretenimiento y nunca le he pedido ninguna retribución, ¿verdad? Una vez al año, nada más, le solicito que haga una cosita de nada por mí. No me parece demasiado pedir.

20.-Eso de "proporcionarme entretenimiento" es discutible. Su blog me aburre mucho.

Entiendo, pero piense que tampoco le cobro nada por aburrirlo. 

21.-¡Bugman, Bugman! Yo ya lo voté, pero me parece que es muy poco agradecimiento para todo lo que nos da, ¿qué mas puedo hacer por usted?

Pero, qué amable es usted, no sabe cuánto le agradezco su voto, y su actitud. Si realmente quiere hacer algo más por mí, puede hacer campaña para conseguir más votantes para Los Sin-logismos de Bugman en la categoría "Mejor Blog Personal" en los Premios Bitácoras.com 2010. Si tiene blog, puede hacerlo ahí, o en Twitter, si tiene cuenta, o en Facebook, o mandando mails, o...

22.-¡Jajajajaja! ¡Badulaque! ¡Lo engañé otra vez! ¡Soy otra vez el de la pregunta 7! ¡Ni pienso hacer nada de todo eso!

Uf, es usted un maestro de disfraz, lo felicito. ¿Entonces no me va a votar, verdad?

23.-No sólo eso. Voy a hacer campaña por otro candidato, y lo voy a desprestigiar a usted en todas las formas posibles, y no voy a detenerme hasta verlo viviendo en la calle, completamente loco y hablando con gatos imaginarios. 

Oiga, ¿por qué me odia tanto?

24.-No lo sé, se me da naturalmente, como la caspa.

Usted está un poco enfermito, ¿sabía?

25.-Sí.

En fin, espero que por lo menos al resto de los amables lectores les haya quedado más o menos claro el asunto. Cualquier cosa me preguntan. No, no me molesta en absoluto. Buenas noches

26.-¿Bugman?

¿Sí?

27.-Rómpase una pierna.

Gracias.

28.-Lo decía en sentido literal, no como como "que tenga suerte"

Ya lo sé.



lunes, 6 de septiembre de 2010

¿La tercera es la vencida?



ACTUALIZACIÓN (07/09/2010) : Ya se puede votar. Ahí arriba tienen un botón grandote, que dice justamente "Premios 2010 Bitácoras.com". Hay que hacer click ahí. Claro, ¿qué creían? ¿Que el botón era de adorno? Tampoco es que sea muy bonito. Igual si no se entiende cómo es el asunto después se los explico. Hay mucho tiempo.  Mi intención es competir por el premio en la categoría "Mejor Blog Personal".  es decir, que dentro de lo posible, deberían emitir su voto por este blog en esa categoría. Aunque no se me ocurre una razón por la cual no pudieran. Pero vieron cómo es la gente. Si después quieren votarme también en otra, adelante, diviértanse, pero si cada uno vota en una categoría distinta perdemos, porque no se suman todos los votos. No, no creo que ganemos en todas las categorías. Además que el jurado no...bueno, no importa, yo después se los explico todo, clarito, clarito.

martes, 31 de agosto de 2010

Tránsito ligero





11 excusas para justificar un exceso de velocidad ante el agente de tránsito


1.-Es que quería llegar rápido a mi casa antes de que se me acabara el combustible.

2.-Estoy por dar a luz. No, cómo voy a estar embarazado. Es que soy electricista.

3.-¿Cuál es su sistema de referencia no inercial? Para mí en este momento usted está girando alrededor del eje terrestre a 1669.79225 km/h. ¿Y acaso yo lo detuve?

4.-Soy una entidad extraterrestre del planeta Zorg, y he tomado posesión de este cuerpo. Lléveme con su líder, terrícola.

5.-Mi automóvil fue fabricado en la República de Pinerovia. Allá los kilómetros tienen 400 metros. Así que yo venía a 60.

6.-¿Pero cómo? Vengo borracho, drogado, medio dormido y hablando por teléfono, ¿y usted me detiene por exceso de velocidad? Pero qué irresponsable.

7.-¿Pero usted sabe quién soy yo? ¿Ah, no? ¿Y eso es mi culpa?

8.-Lo siento, pero no puedo aceptar su medición. Me opongo al sistema métrico decimal. ¡No puede detenerme por ser opositor! ¡Muerte al tirano!¡Libertad! ¡ Libertad!

9.-No es posible que yo estuviera circulando a 190 kilómetros por hora. Apenas llevo conduciendo quince minutos.

10.-Soy alérgico a los radares, intentaba pasar el puesto de control antes de que me diera un shock anafiláctico.

11.-Tiene usted toda la razón, oficial, hágame la multa. La única razón por la cual le estoy diciendo esto es que de otra manera la lista tendría diez puntos, y yo ya había dicho que eran once.



Buenas noches

miércoles, 25 de agosto de 2010

Cocina era la de antes

¿Usted hace mucho que no va a comer afuera, joven? A un restaurante, le digo, no me venga con ese chiste de que siempre sale a comer al patio de su casa, porque ya lo hacíamos antes de que usted aprendiera a atarse los cordones de los zapatos, y ya era viejo. No, yo no era viejo, el chiste era viejo.

El otro día mi sobrino que trabaja en una empresa muy importante, que ahora no me acuerdo cómo se llama, nos llevó a comer afuera. Pero, no me acuerdo cómo se llama...bueh...ya me va a salir. A un restaurante, fuimos, uno todo moderno de esos que hay ahora, ¿sabe? Porque festejaba que lo habían ascendido en esa empresa donde trabaja, una muy importante. Y no me puedo acordar....bueh. 

En fin, le decía, ¿hace mucho que no va a comer afuera? Claro, usted seguro que come en esos Mac Pato, que hacen cosas con lombrices, me dijeron.  Cuídese, joven, comer mucho de eso no es sano, claro, ahora qué le importa, pero cuando llegue a mi edad y el médico le prohíba las milanesas va a ver. Porque en esos Mac Pato no sirven milanesas ¿no? ¡Milanesas! Eso era lo que yo quería comer el otro día, que mi sobrino nos llevó a un restaurante porque quería festejar que lo habían ascendido en la empresa. No me acuerdo, no hay caso, no me acuerdo cómo se llama...Pero bueno, resulta que en ese restaurante todo moderno no había milanesas, ¿a usted le parece joven? ¿Cómo no va a haber milanesas en un restaurante? Es como que no haya ..¿eh? ¿qué médico? Ah, no, el médico no me deja comer milanesas. ¿Pero cómo sabe eso, joven? ¿Usted es médico? No, le pregunto porque me salió un bultito acá que no me gusta nada...ah, no, claro, mejor lo veo en el consultorio...¿Cómo que no es médico, joven? ¿Y entonces para qué quiere que le muestre...oiga, ¿usted no pretenderá algo conmigo, no? Porque está muy bien, que se casen y todo, pero conmigo no que yo soy chapado a la antigua. Cómo será que con la patrona nada hasta la luna de miel...¿eh?

Ya está. Ahora sí que me olvidé lo que le estaba contando. ¡Ah! ¡Mi sobrino que trabaja en la empresa, que no me acuerdo el nombre! Sí, al restaurante, fuimos, y uno de los mozos, porque vio cómo es en esos lugares, que hay como cuatro mozos, uno le trae el pan, el otro le sirve agua, el otro le trae la comida y el otro le trae el pan. No estoy repitiendo nada, joven, le traen pan dos veces, ¿usted vino conmigo el otro día? Bueno, entonces escuche, no me interrumpa que me olvido de...de algo. 

Uno de los mozos, digo, porque había como cuatro, trajo la carta y yo no entendía nada, mitad porque los platos tenían unos nombres raros y mitad porque no había llevado los lentes de ver de cerca, y entonces le pedí a mi sobrino que pidiera por mí, que después de todo pagaba él, no sé si le dije que nos invitó a todos porque lo ascendieron en la empresa. Ay, casi me sale el nombre, pero no. Bueno, entonces mi sobrino agarró y pidió para comer algo que no escuché bien, pero seguro que milanesas no era porque ahí no había, y cuando pregunté el mozo, uno de los cuatro, medio que ser rió y mi sobrino un poquito también, y yo pensé y estos de qué se ríen, pero no dije nada porque a ver si mi sobrino se enojaba o algo y me parecia que a mí la plata para pagar la cuenta no me iba a alcanzar. Ah, porque era carísimo, ese restaurante todo moderno. Yo la carta mucho no la pude leer, pero alcancé a distinguir unos números y a no ser que ahora al lado de los platos de la carta pongan el teléfono del cocinero eran bastante salados. No, los platos no eran salados, ¿cómo sabía lo que le iba a contar ahora? ¿Además de médico es adivino, joven? 

Sí, justo, la comida que trajeron era distinta a la comida que come la gente, y además tenía cosas dulces, como frutas, y yo le dije a mi sobrino que era un chambón, que por hacerse el vivo y no preguntar se había equivocado y había pedido un postre. Pero igual para postre también era raro, ¿sabe? Porque vea, tenía una cosa que parecía flan, pero con gusto a pollo, otra que parecía puré pero con gusto a melón, y una pelotitas azules que me dieron miedo de probar pero parecían uvas, aunque quise pinchar una con el tenedor y se partió como si estuviera hecha de galletita . Yo no quería despreciarle el plato a mi sobrino, porque la cuenta le iba a salir carísima, pero vea, joven, a mí tráigame un pollo que parezca un pollo, un melón que parezca un melón, y en lo posible separados, que primero me como el pollo y después el melón de postre. Y bueno, al final le pregunté a mi sobrino si él entendía algo de eso, que a lo mejor en la empresa lo llevaban a comer esas cosas raras y...casi, casi me acuerdo el nombre de...pero no. Y me explicó que eso era cocina molecular y que era lo más moderno que había, y que cada plato de esos raros llevaba un montón de tiempo y unos trabajos como de laboratorio y aparatos modernos y no sé que cosa más. Y a mí me dio no se qué, porque mi sobrino la verdad es que iba a gastar mucha plata y aunque a mí no me gustaba ni medio que el pollo tuviera forma de flan me lo comí igual y le dije que estaba rico y que de postre podíamos comernos un helado de merluza. Bueno, mi sobrino está con todas esas cosas nuevas, que para mí que se las enseñan en esa empresa importante donde trabaja...no, no hay caso, no me acuerdo.

Al final cuando volví a casa me fui a la heladera y me comí unos fideos fríos, que eso sí, tenían forma, y gusto de fideos, porque ¿sabe? está muy bien que ahora hagan esas cosas raras para comer, y tendrá lo suyo ponerse a inventar eso, y hay gente como mi sobrino que va y paga un platal por esa comida moluscular , pero yo a pesar de que el médico no me deja me hubiera comido una milanesa, de esas que hacía la patrona antes, cuando...¡Guillermo! Guillermo, se llama mi sobrino, no me podía acordar, caramba.


Buenas noches

domingo, 22 de agosto de 2010

Cositas sueltas 27

Foto cortesía de Choripanboy

-Violencia doméstica es cuando la señora que limpia golpea la aspiradora contra todos los rincones.
-Todo el mundo muere por causas naturales : por ejemplo si a uno lo pisa un tren, es natural que se muera.
-Nada suena amenazante dicho en francés, nada suena amistoso dicho en coreano.
-Si uno persiste en un error durante suficiente tiempo, puede comenzar a llamarlo estilo.
-Desgraciadamente, la única manera que he encontrado para dejar de preocuparme por pequeñas cosas es preocuparme por cosas enormes.
-Algunas veces arrojo una moneda para tomar una decisión. No necesito ver de qué lado cae: cuando la moneda esta en el aire, ya sé lo que quiero.
-Usted no puede probar que todo el mundo está en su contra, justamente, porque todo el mundo está en su contra.
-Dejamos de ser jóvenes el día que necesitamos a un escribano; dejamos de ser felices el día que necesitamos a un abogado.


Buenas noches.

viernes, 13 de agosto de 2010

Una campaña escatológica


La palabra mojón designa indistintamente al hito que se coloca para demarcar fronteras y a la porción compacta de excremento que se expele de una sola vez.
En Argentina (y tal vez en otros países) tenemos otra palabra que responde a la segunda acepción : sorete. Sin embargo, mojón es una palabra aceptada por la Real Academia Española, y sorete no. Los Sin-logismos de Bugman denuncia esta evidente injusticia.




Todo comenzó con un mensaje de correo electrónico de la lectora Mariela, argentina residente en Barcelona, quien además de preguntarme la razón de mi habitual uso de expresiones típicas españolas ("cortar el bacalao", ponía como ejemplo), me trasladaba la inquietud sobre la palabra de referencia. Inmediatamente contesté a su pregunta confesando mi aprecio por ese tipo de giros (en otras palabras, los uso porque me place, maja) y tomé nota de su preocupación lingüística.
Porque la lectora Mariela no se quedó en la queja estéril, se dirigió a la mismísima fuente de la injusticia, interpeló a la Real Academia Española.
He aquí su consulta:

"Soy argentina y me llama la atención que en el diccionario esté incorporada la palabra "acabar" como "alcanzar el orgasmo" y no se incluya "sorete" ...Ya se que suena escatológico y soez, pero es que hace 2 años vivo en España y van surgiendo palabras que usamos en mi país y que aqui no lo hacen, y esta es una de muy larga trayectoria."


 La respuesta de los académicos no se hizo esperar:

   " En relación con su consulta, le remitimos la siguiente información:

     De momento no figura sorete por la suma de restricciones de tal voz, pues se ha de sumar a la restricción geográfica, la de su no excesivo uso y la de su claro carácter de vulgarismo. Por otra parte, no tenemos constancia de que las Academias hermanas de América hayan propuesto su inclusión en el DRAE, aunque sí se encuentra la voz en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española que se acaba de publicar hace apenas unos días.

     Reciba un cordial saludo.
__________
Departamento de «Español al día»
Real Academia Española "


Debemos reconocer la amabilidad del Departamento de "Español al día" de la Real Academia Española, pero  no por eso dejar de atacar sus argumentos:

"Restricción geográfica" : La Academia supone que el uso de la palabra sorete es privativo de Argentina. Podría ser así (no estamos seguros) , pero de todas maneras ya se han incorporado al diccionario de la R.A.E. otras voces propias de un país. Como ejemplo, encontramos en el diccionario de marras purrete :1. m. coloq. Ur. Niño de corta edad. Nótese la abreviatura "Ur." en la definición, que significa no otra cosa que "Uruguay". Entonces la Academia acepta incluir en su diccionario palabras con restricción geográfica, y desde el punto de vista del territorio y la población, Uruguay es más restringido que Argentina.

"No excesivo uso" : ¿De veras? Señores Académicos, les aseguro que si vienen a visitarnos, escucharán muchos más soretes que purretes. Además, con ese criterio deberían empezar a quitar del diccionario las palabras que ya no se usan. Pero aceptemos que el criterio es para incluir palabras, no para sacarlas. En todo caso, Señores Académicos, Argentina tiene aproximadamente once veces la población de Uruguay. Aún suponiendo que ninguno de los  uruguayos (u otros sudamericanos) haya pronunciado jamás la palabra sorete, es altamente probable que cualquier vocablo de uso en Argentina será más repetido que cualquiera de uso en Uruguay, por una simple cuestión matemática. Entones ¿por qué purrete sí y sorete no?

"Claro carácter de vulgarismo" : Bueno, en este punto los entiendo, Señores Académicos. Yo mismo estoy en contra del uso de palabras vulgares, de hecho he reflexionado mucho antes de escribir este artículo. Como la política de la R.A.E. es no incluir en su diccionario ningún vulgarismo entonces no tengo nada que decir y ...un momento. ¿Por qué entonces la Academia tiene en su diccionario la abreviatura "Vulg.", que significa justamente "vulgarismo"? No será que...¡ohhhhh! ¡Miren, figura pelotudo, y una de su acepciones, la primera en realidad,  es :1. adj. vulg. Arg., Chile y Ur. Dicho de una persona: Que tiene pocas luces o que obra como tal. U. t. c. s. ! Qué vergüenza, Señores Académicos, incluyen vulgarismos en su diccionario pero no lo quieren decir...gente grande, caramba.


Ya hemos demostrado la invalidez de las objeciones que el  Departamento de "Español al día" de la Real Academia Española presenta para no incluir la palabra sorete en su diccionario.

Sepan, Señores Académicos, que los argentinos (y probablemente los habitantes de otros países hispanohablantes) nos negamos a utilizar la palabra mojón como sinónimo de sorete. Porque a la eufonía de esta última, se suma su precisión, cualidad importante de cualquier lengua que presuma de su riqueza, como la nuestra. En efecto, si un mojón es al mismo tiempo un sorete y un hito para demarcar fronteras, cualquiera podría pensar que las fronteras argentinas están hechas de materia fecal, o que los esforzados habitantes de estas latitudes excretan bloques de concreto (lo cual explicaría su afición al tango). Imagínense los Señores Académicos a la Gendarmería Nacional sometida a una estricta dieta anti estreñimiento para que pudiera cumplir con su deber de resguardar los límites nacionales a pura deyección. Las fuerzas armadas deberían tener siempre a mano una abundante provisión de Activia, y tal vez una táctica militar para doblegar a un eventual vecino expansionista sería bombardear a sus habitantes con toneladas de queso sardo.

Por todo lo expuesto, Los Sin-logismos de Bugman solicita a la Real Academia Española que incluya la palabra sorete, con el significado que actualmente tiene la cuarta acepción de la palabra mojón en su prestigioso Diccionario de la Lengua Española.

Y desde aquí, hacemos un llamado a todos los bloggers argentinos, a todos los bloggers hispanohablantes en realidad, para que se unan a esta campaña.

"No sea sorete, apoye esta campaña" podría ser un buen lema.

Buenas noches.

ACTUALIZACIÓN (14/08/2010): Adenoz nos envía un logo de campaña:






miércoles, 4 de agosto de 2010

La teoría de la conspiración


conspiración.
(Del lat. conspiratĭo, -ōnis).
1. f. Acción de conspirar (‖ unirse contra un superior).
2. f. Acción de conspirar (‖ unirse contra un particular).

(Diccionario de la Lengua española, Vigésima segunda edición)

Mi acendrado racionalismo me dicta que todas la cosas que pasan deben tener una explicación satisfactoria y completa, aunque a veces encontrarla sea una tarea de investigación ingrata y dificultosa, llena de marchas y contramarchas, pistas falsas y caminos sin salida.
Es importante aclarar que cuando me refiero a "las cosas que pasan" no incluyo aquellos fenómenos simples o complejos cuyas causas y efectos han sido revelados hace siglos y pueden encontrarse en los libros. Es decir, aunque para usted sea un misterio el hecho de que la madera flote, con poco o ningún esfuerzo conseguirá encontrar un texto que le expondrá claramente las razones de tal milagro. Puede que sea un poco más arduo comprender cosas como la física nuclear, pero poniéndole algo de voluntad y años de estudio es perfectamente posible. Bueno, eso dicen.
En el contexto de este artículo, las "cosas que pasan" son aquellas en las cuales las decisiones humanas tienen una influencia decisiva. (Volviendo al ejemplo de la madera, esta flotará aunque usted se oponga con todas su fuerzas).
La buena noticia es que la mayoría de las cosas que pasan nos importan un comino, y podemos vivir felices e ignorantes. Incluso algunas personas están convencidas de que una condición es garantía de la otra.

Es decir, ante un acontecimiento complejo y lleno de aristas donde hay involucradas personas cuyas decisiones son trascendentes tenemos dos caminos: o nos ponemos a investigar sus causas y las consecuencias, o nos olvidamos del asunto y nos quedamos tan tranquilos.

En realidad, hay un tercer camino: inventar las causas y las consecuencias, y darles un nombre atractivo: conspiración.

Los caminantes de este tercer camino están convencidos o intentan convencernos a nosotros de que existen en el mundo ciertas fuerzas oscuras encarnadas en un reducido grupo de personas que manejan en secreto todos los asuntos importantes.
Para decirlo en buen romance, hay unos tipos que cortan todo, pero todo el bacalao y usted ni se imagina quiénes son. No, yo tampoco.

No me diga, Bugman, ¿y a ver, qué hacen estos tipos?, preguntará el lector haciendo gala de un escepticismo verdaderamente encomiable.
Se dedican a conspirar, naturalmente, contestaré yo, un poco desilusionado porque el lector no ha podido deducirlo él mismo a pesar de todo lo que escribí más arriba.
¿Conspirar para qué? me preguntaré yo mismo, habida cuenta de que el lector ya se ha retirado vencido por el aburrimiento.

Lo cierto es que no podría contestar eso. Es que por lo general las conspiraciones denunciadas por los entusiastas de..bueno, de las conspiraciones, son un poco difusas. Casi nunca está muy claro para qué se supone que los Grandes Conspiradores se toman los trabajos que se toman. Se me dirá que su objetivo final es "conquistar el mundo", pero esa es una meta nebulosa si las hay, a ver quién me dice qué indicador hay que tener en cuenta para considerar al mundo "conquistado", "un poco conquistado", "casi-casi conquistado" o "a medio conquistar".

Los conspiracionistas tampoco ofrecen muchas pruebas de lo que afirman. Mejor dicho, ofrecen montones de pruebas, pero hay que tener muy pocas ganas de analizarlas para tomarlas como tales. Y este es el secreto de su éxito: la mayoría de la gente no tiene muchas ganas de analizar la información, y por otra parte las historias de misterio, poder detrás del poder, alianzas secretas y gobiernos invisibles son muchísimo más entretenidas que, pongamos por caso, la Tabla Periódica de los Elementos (aunque a mí el kurchatovio siempre me causó mucha gracia, jiji...kurchatovio...).

Para terminar, y para que se entienda mejor de qué demonios estuve hablando durante todo este artículo, veamos algunas de las teorías conspirativas más populares.

-La llegada del hombre a la Luna fue falsa, en realidad fue un montaje cinematográfico realizado por Stanley Kubrick para el gobierno de Estados Unidos.

-Paul Mc Cartney murió en 1966, y desde entonces fue reemplazado por un doble llamado William Campbell que era policía en Canadá.

-El Club Bilderberg. Este grupo existe, y está formado por personas realmente influyentes (millonarios, dueños de medios de comunicación, miembros de la realeza, presidentes). Se reúnen anualmente y vaya usted a saber de lo que hablan (a mí nunca me invitan a esos lugares), entonces les endilgan cosas tales como haber creado a los Beatles y a los Rolling Stones para controlar a la juventud.

-La mayoría de los líderes mundiales, entre ellos Barack Obama y la familia real británica, son reptiles humanoides de 2,1 metros de altura que beben sangre y provienen del sistema de estrellas Alfa Draconis. (No me digan que esta no es buena).

-Chemtrails.Las estelas que dejan los aviones en vuelo a gran altura no son fruto de la condensación, sino un reguero de productos químicos arrojados deliberadamente sobre la población. El objeto de esta fumigación masiva puede ser el control mental, o esparcir nuevas enfermedades para luego vender la cura, o controlar el clima, los conspiracionistas no se ponen de acuerdo.

-Existe un grupo de seres humanos que han mutado hacia una forma de vida superior, y lentamente se van apoderando del mundo. Una característica que los distingue del resto de la población mundial es la ausencia de cabello y la posibilidad de mover sus cejas en forma independiente y a voluntad.




Buenas noches.

lunes, 26 de julio de 2010

Vuelvo enseguida


Estoy un poco ocupado, volveré apenas pueda solucionar unos problemitas laborales, legales, familiares, capilares, administrativos, sentimentales, impositivos, contractuales, habitacionales, automovilísticos, musculares, constructivos, testimoniales, dermatológicos, óseos, municipales, bancarios, crediticios, informáticos, nutricionales, económicos, dentales, financieros, sexuales, comunicacionales, regionales, culinarios, políticos, literarios y gástricos.
Calculo que la semana que viene.

Buenas noches.


viernes, 16 de julio de 2010

Suerte


Como veníamos diciendo, el azar es parte insoslayable de las actividades humanas, y si bien tenemos formas de protegernos de él o al menos incluirlo en nuestros cálculos, no nos queda otra alternativa que aceptar que no podemos controlarlo. Pero esto no nos gusta. Tan así es, que para conjurarlo inventamos la suerte.

La suerte es un vergonzoso intento de domesticar al azar. Como en el fondo sabemos que a este último no hay manera de evitarlo, entonces creamos una especie de intermediario, que, dentro de la concepción mágica, es pasible de ser sobornado.

Es que la suerte se puede mejorar, y también se puede empeorar. No hay mal azar o buen azar, pero si hay buena o mala suerte. Prácticamente todas las supersticiones se refieren a eso. Y los amuletos no nos protegen de una inspección de Hacienda o de los gérmenes, sino de misteriosas fuerzas malignas. (De acuerdo, los inspectores de Hacienda pueden ser calificados como malignos, pero son personas de carne y hueso, o al menos ejercen una simulación bastante solvente).
Cuando alegremente un brujo o bruja anuncia que es posible hacerle un daño a un prójimo que nos cae gordo, normalmente se trata de producirle un inesperado acceso de mala suerte. Pero claro, el prójimo afectado también tiene a su disposición cierta cantidad de recursos para contrarrestar la excomúnica. O sea que va a haber dos tipos pagándole a dos vivillos que se las dan de hechiceros para que al final las cosas queden como estaban. Cuando no es el mismo brujo es que hace los dos trabajitos. Una estafa, señor, una estafa y todo porque usted cree en esa paparruchada de la suerte.

Una de las reacciones más frecuentes con las que me encuentro cuando me subo a las mesas de los restaurantes y los techos de los automóviles para proferir a voz en cuello que la suerte no existe, es que mis ocasionales acompañantes me digan que baje de ahí, que deje de hacer papelones y que si sigo así me van a meter preso. La que le sigue en frecuencia es una objeción basada en el anecdotario personal del objetor, que refiere a un conocido al que siempre le van bien las cosas, es decir, tiene buena suerte. (Curiosamente, nunca hablan de un individuo al que todo le sale mal, probablemente porque la gente suele alejarse de tales personas, entendiendo que la mala suerte es contagiosa). Mi respuesta a ello es que en efecto, hay quienes disfrutan de un don especial, pero no es el de atraer la fortuna porque sí (o porque se compraron el Adoquín Electromagnético del Dr. Zamudio) sino el de reconocer las oportunidades y tomarlas. Además, uno se entera de los éxitos, pero no de los fracasos a menos que sean señores fracasos, de esos que nos dejan caminando desnudos por la calle y arrojándole nuestras propias heces a los transeúntes. Y por último estos señalados sujetos suelen tener la virtud de la persistencia.
En mi adolescencia, yo tenía un amigo que parecía tener suerte con las mujeres. No había prácticamente oportunidad en la que el muchacho no hiciera algún contacto exitoso. Y me apresuro en aclarar que no estaba   particularmente bendecido por la genética. El caso merecía cierto estudio, aunque más no fuera para ir juntando lo que él desechaba, y rápidamente advertí que el petiso tenía una virtud invaluable, que nada tenia que ver con influjos misteriosos: era inmune al rechazo. Nunca se desanimaba, interpretaba una negativa como una cuestión de opiniones, y sin disminuir un ápice su autoestima, se dirigía a la próxima candidata. Desde el punto de vista de la probabilidad, el tipo lo que hacía era aumentar la frecuencia de casos favorables repitiendo el suceso una y otra vez. Ninguna suerte.

Una manifestación de ese deseo de influir sobre el desarrollo de los acontecimientos por medio de acciones descabelladas (adelante, hagan el chiste fácil, no me ofendo) es la que se pudo observar recientemente con motivo de ese asunto del mundial. Las cábalas. Gentes que uno podría calificar de perfectamente razonables, se volvieron majaretas y juraron que usar el mismo par de calcetines que usaron en el partido de la tercera ronda del campeonato de 1986 habría de mejorar la oportunidad de triunfo para unos millonarios que corrían en calzoncillos a 8000 kilómetros de distancia. Hay que decirlo de una vez, esto es completamente irracional : ninguna persona decente guarda un par de calcetines durante veinticuatro años.

La suerte, si existiera, sería injusta. Porque quienes tuvieran más talismanes indudablemente tendrían más suerte, y probablemente en desmedro de los que no tuvieran ninguno. Me pregunto por qué entonces no hay revueltas reaccionando ante  esa injusticia y por qué los suertudos no son tan atacados como los ricos. ¿Será porque se piensa que la suerte es caprichosa y le puede tocar a cualquiera? En ese caso sería bastante parecida al democrático azar, y los talismanes no servirían más que para acrecentar la fortuna (desde el punto de vista crematístico) de quienes los comercializan. Una curiosa contradicción, diría yo si no estuviera acostumbrado a las contradicciones que aparecen casi fatalmente cuando uno rasca un poquito sobre la superficie de las patrañas.

Otro aspecto muy antipático de la suerte se produce cuando alguien, en forma completamente arbitraria y fruto de una malintencionada interpretación de las casualidades, es tildado de yeta, mufa o piedra, apelativos que se utilizan para denominar a una persona que presuntamente atrae la mala fortuna. Quien sea estigmatizado de esta manera verá dificultada su vida sin ser efectivamente responsable de nada. (Estamos hablando, claro, del aspecto supersticioso de su responsabilidad, de su pretendida influencia en el clima o la performance de un caballo en el hipódromo, no de sus decisiones, pongamos por caso, como Presidente de la Nación).
Lo curioso de estos personajes es que se dice que atraen la mala suerte para los demás y no para sí mismos, lo que los convierte en algo digno de repudio. Pero, como las paparruchadas siempre se equilibran con otras paparruchadas, hay métodos para defenderse de las influencias de los mufas, que son sencillísimos y gratuitos. (Sin embargo no son adecuados para ejercerlos con mucha ostentación y en ceremonias formales, como podría ser la jura de legisladores en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación).

Finalizando, la suerte no es más que la representación mágica que las personas supersticiosas tienen de los fenómenos aleatorios, y si bien la palabra se usa a veces para denominar al azar, no son la misma cosa.

Y si no están de acuerdo conmigo, pues mala suerte.

Buenas noches.


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