sábado, 27 de septiembre de 2008

Elogio del papanatas

Los lectores habituales de este blog me han visto (figuradamente, claro) mofarme, quejarme y despotricar en general contra papanatas, gaznápiros, salames, tontorrones, estúpidos, ineptos, bobalicones y tarados, sin perjuicio de reconocer que soy uno de ellos unas doce veces al día. Un poco menos los domingos porque duermo hasta tarde.

Pero lo que nunca he dicho hasta ahora es que gran parte del avance científico y tecnológico se debe a la existencia de individuos con aptitud por debajo del promedio, que una asombrosa cantidad de personas tienen trabajo gracias a los torpes y que un porcentaje apreciable de la producción mundial de bienes y servicios debe su existencia a los duros de entendederas. Intentaré fundamentar mis afirmaciones.

En primer lugar, los papanatas son los mejores sujetos de prueba de cualquier producto imaginable. Nadie mejor que un idiota expone una falla de diseño, una debilidad o un potencial peligro, porque ellos harán cosas que los diseñadores jamás hubieran pensado. Su falta de sentido común los libera de reflexiones y consideraciones limitantes. 

Por otra parte, los papanatas suelen ser audaces. Cuando los laboratorios farmacéuticos necesitan probar nuevas drogas en humanos,  ponen avisos en los diarios astutamente redactadoss para atraer papanatas cuyo mecanismo de cálculo de riesgo contra beneficio no esté especialmente desarrollado.  

Si no hubiera papanatas los aparatos electrónicos vendrían sin manual de instrucciones. A lo sumo tendrían un dibujo señalando para qué sirve cada botón. La proliferación de gaznápiros obligó a las empresas a describir muy detalladamente todo, pero todo todo lo que se puede hacer con cada producto, de manera que hasta el pelandrún más empedernido lo pudiera comprender. Claro que fracasaron miserablemente. Nadie lee los manuales, y algunos son crípticos hasta para los ingenieros. Pero miles de redactores de manuales tienen trabajo, y eso no puede ser malo.

Los papanatas no se desmoralizan, no se hartan, no se rinden. Ante un mundo que se vuelve cada vez más complicado presentan un optimismo insobornable. Tal vez sea debido a que les cuesta identificar magnitudes: si algo les resulta incomprensible, multiplicar su complejidad por catorce no hará ninguna diferencia.  

Los papanatas suelen ser crédulos. Eso los hace presas fáciles para toda clase de inescrupulosos. Esto es bueno para el resto de la humanidad. Si no fuera por ellos los pillos estarían tras nosotros y al no ser tan fáciles como víctimas probablemente dejarían de lado la técnica del engaño para recurrir al más inapelable balazo. En conclusión, si no hay más crímenes violentos se lo debemos a los papanatas que alimentan a parte de la población de malandrines y los mantienen  estafando pacíficamente.

Lo único inquietante del asunto es que si algunos papanatas obtienen el poder tal vez algun día la humanidad vuelva a la edad de piedra en menos de lo que se piensa "¿Eh, para qué será este botón rojo?".  

Eso pasa por no leer el manual de instrucciones.

Buenas noches. 

Actualización 29/09/2008:

Octavio, de Noticias de Octavio, ha tenido la gentileza de darnos un premio, que procederemos a agradecer con el protocolo habitual. Bajamos la cabeza y repetimos en voz baja pero audible: No somos dignos, no somos dignos.

martes, 23 de septiembre de 2008

Monografías eran las de antes

Vea, jovencito, cuando yo tenía su edad, porque yo alguna vez tuve su edad, ¿sabe? y en la escuela me encargaban una monografía sobre algo, vamos a decir, no se, el cultivo de la caña de azúcar, yo sabía que me esperaba mucho trabajo, no como ahora que con esto del Google escriben ahí nomás "Cultibo de la caña de asucar" así con faltas de ortografía y todo y el Google enseguida entiende que el papanatas no sabe escribir pero quiere encontrar algo del cultivo de la caña de azúcar y le sale una lista así de larga de cosas que otros escribieron sobre el cultivo de la caña de azúcar y ahí va el vago y las copia y las pega con fotos y todo y las imprime en la impresora y zás, en dos minutos tiene la monografía y ni siquiera se molesta en leerla y eso que a lo mejor lo que copió se trata de la vida de un jugador de fútbol de Nicaragua que le decían "el caña de azúcar" porque era alto y flaco. 

No, porque cuando yo tenía su edad no había esto del Internet, ¿sabe?. No me mire así, jovencito, ¿qué pensaba, que Internet hubo siempre?. No, no había, ni computadoras, había. Bueno, computadoras sí, pero eran uno aparatos enormes con rueditas y lucecitas y uno les preguntaba cosas y respondían con una voz medio rara y las lucecitas se prendían y se apagaban como siguiendo a la voz rara. O no, espere, no, eso lo ví en una serie de cuando yo tenía su edad, se llamaba algo del tiempo creo, en blanco y negro era la serie, porque tampoco había televisión en color, ¿sabe?.

Pero qué me hace hablar de series, que yo le estaba hablando de la caña de azúcar, no se que tiene que ver una cosa con la otra, imagínese una serie de tipos que cultivan caña de azúcar, sería de lo más aburrida. ¿Sabía que la cosecha de la caña de azúcar se llama zafra? Esto lo se porque cuando yo tenía su edad en el colegio me encargaron una monografía sobre el cultivo de la caña de azúcar, y como no había ni Google ni Internet ni estas cosas que hay ahora que en un periquete te hacen una monografía entonces yo tuve que buscar en libros, ¿sabe?. En libros, en enciclopedias, que tenían varios tomos y ahí uno buscaba en el primer tomo "azúcar, caña de" y si tenía suerte salían un montón de datos y una foto o un dibujo, porque algunas veces la enciclopedia era muy vieja y tenía dibujos, la que teníamos en casa por ejemplo era tan vieja que le faltaban países que los habían inventado después, como Letonia o Catamarca. No, espere, Catamarca estaba, pero no era un país. No, ya sé que ahora tampoco, jovencito, me va a decir a mí, que tengo un sobrino nieto en Catamarca que es médico. Y yo fui a visitarlo el año pasado y no tuve que llevar pasaporte ni nada. Me acuerdo de que me impresionó ver desde la ruta los campos donde estaban cultivando la caña de azúcar, y como justo yo cuando estuve en la escuela tuve que hacer una monografía sobre el cultivo de la caña de azúcar me dio una nostalgia de la época en que el médico me dejaba ponerle azúcar al té digestivo. 

Ya está, me sacó de tema otra vez. Oiga, usted así de disperso como es nunca va a llegar a nada, jovencito, lo que usted tiene que hacer es concentrarse en un asunto y desarrollarlo, como en una monografía. Que cuando en la escuela nos tocaba hacer una, había que investigar, en libros había que investigar. Una vez tuve que investigar sobre el cultivo de la caña de azúcar, y no sabe la cantidad de libros que tuve que consultar. Tres. Y después tuve que escribir todo con letra prolijita, y hacer dibujos de la caña de azúcar, y de los tipos que cultivaban la caña de azúcar, y cuando la cosechaban que se llama zafra. No, el tipo no se llama zafra, ¿qué clase de nombre es zafra? Bueno, tengo un nieto que se llama Kevin, ahora que lo pienso. Zafra es la cosecha de la caña de azúcar, y ahí tuve que dibujar al tipo con un machete cortando las cañas, y escribir abajo "zafra", porque así se llamaba el tipo. No, no, se llamaba Kevin, creo. Bueno, la verdad no se como se llamaba el tipo que tenía el machete, póngale que era Roberto. Y entonces lo dibujé a Roberto y escribí todo lo que saqué de los libros con letra prolijita, porque no tenía computadora y esas cosas que hay ahora, yo escribía a mano, ¿sabe?. Bueno, y escribí todo y lo puse en una carpeta y le hice una carátula que decía bien grande "Kevin". No, no, Kevin es cuando cosechan la...pero, mire las cosas que me hace decir, joven, eso es porque usted se distrae con Google y el chat y los flogoglos, y no se puede concentrar en una sola cosa. Como en una monografía. Que hice cuando estaba en el colegio. Ocho, me puso la maestra, porque dijo que el dibujo de Roberto lo había hecho mi papá. Qué lo va a hacer mi papá, que es diabético.

Buenas noches

 

domingo, 21 de septiembre de 2008

Feliz Día

Hoy es el Día Internacional de...de....eh....de qúe era...pero...si era tan...no, eso ya pasó...era de un alemán...pero...lo tengo en la punta de la lengua...caramba.

Buenas noches.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Lo que es la tenolojía.

Cuando ustedes lean este mensaje yo estaré muy lejos. Bueno, eso es relativo. No se dónde viven ustedes, así que puede ser que en realidad esté muy cerca. En todo caso, estaré lejos de donde estoy ahora. Que es en Buenos Aires. Ahora cuando estoy escribiendo, estoy en Buenos Aires, porque ahora, cuando ustedes están leyendo, no. Oh, inmensa paradoja, oh, milagros de la tecnología que me permite escribir un mensaje con anticipación. Asusta un poco. Miren si me pasa algo, si me secuestran los extraterrestres (que no existen, en todo caso serían los Noruegos) y resulta que esto que leen es mi último testimonio. Digo, no hay que andar pensando en calamidades, pero quién te dice. Ahora me puse nervioso. A lo mejor debería escribir algo trascendente, una especie de legado final para la blogósfera, para la humanidad toda. Déjenme pensar algo. A ver..."En la moto, la carrocería es uno". No, no, disculpen. Esto de las últimas palabras no se me da muy bien. "El que guarda siempre tiene". Eso. Claro que si guarda, no sé, digamos lechuga, al poco tiempo se le pudre. Y para qué sirve la lechuga podrida. No, no me gusta. Otro: "No haga a lo demás lo que no te guste que te hagan a tí". Pero no, eso es una tontería, si justamente lo divertido es hacerle cosas a los demás y salir impune. Yo por ejemplo puedo ir por la vida tirándole del pelo a la gente sin sufrir jamás una venganza del mismo tenor. 

Bah, mejor me cuido para que no me pase nada.

Me voy a Córdoba a jugar un torneo de golf. Sí, soy así de petitero. Vuelvo en un par de días (¿tres días son "un par"? No, creo que no).

Buenas noches. Aunque ahora no es de noche. Pero quizás están leyendo esto de noche. En todo caso, que la noche inmediatemente posterior a la lectura de este mensaje sea buena. (Qué difícil que es todo).

martes, 16 de septiembre de 2008

Cosas que son dos cosas

-Pinza cocodrilo.

-Cama jaula.

-Pollera portafolios.

-Portero Visor.

-Llave tubo.

-Tapa corona.

-Cierre relámpago.

-Pan flauta.

-Canario flauta.

-Chicle globo.

-Puerta ventana.

-Pez gato.

-Papel madera.

-Mesa libro.

-Oso hormiguero.

-Moto velero.

-Hermafrodita.

Sí, estoy en una etapa que podríamos llamar : "Hago listas porque puedo". Ya se me va a pasar. 

Buenas noches.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Lecturas para gente apurada

-Blancanieves y los dos enanitos.

-Las diez y una noches.

-Alí Babá y la media docena de ladrones.

-Dos semanas de soledad.

-La vuelta al mundo en catorce días.

-Ciento cincuenta metros de viaje submarino.

-Los dos mosqueteros.

-Eran tres o cuatro indiecitos.

-La única revelación.

-El Señor del arito.

-Un rato en globo.

-Viaje a un pozo bastante hondo.


Veamos quiénes de entre los amables lectores pueden deducir los nombres originales de las obras, vamos, que se los puse muy fácil.


Buenas noches

martes, 9 de septiembre de 2008

Cositas sueltas 16 (especial lectores)


Haciendo realidad esa remanida frase que reza "Este espacio lo hacen ustedes, queridos lectores", presentamos una edición especial de Cositas Sueltas compuesta exclusivamente por colaboraciones que nos han enviado por correo electrónico los inadapta...digo, los amables visitantes de este desprestigiado rincón. Gracias a todos, no somos dignos, no somos dignos


Nota: La fotografía es gentileza de Choripanboy, el paparazzi de los blogstars.






-En el momento mismo en que se afirma que algo es indescriptible, deja de serlo.

(TheJab)

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-Si todos los hombres del mundo se toman de las manos, luego muchos no muy machos no querran soltarlo!

(Adriana)

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- El Sindicato Unido de Duendes entró en estado de alerta y movilización desde que se admitió que los hombres fuéramos a trabajar en casual. No consiguen ballenitas para hacer desaparecer.

- Desde que el mundo es mundo, nunca jamás nadie, pero nadie nadie, absolutamente nadie que haya colocado una cerveza en el freezer para enfriarla más rápido, recordó sacarla de ahí antes de que se le congelara.

- Si el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos, el triángulo de la hipotenusa, ¿es igual a la suma del triángulo de los catetos?

- Comer pochoclo salado es de maricón, o de canadiense.

(Lic.Juan de los Palotes Medrano)

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- Las personas que acomodan sus billetes de menor a mayor, son proclives al ahorro ; quienes lo hacen de modo inverso, suelen endeudarse; aunque los golpes de suerte, habitualmente favorecen a quienes no los ordenan en absoluto.

- Ocio creativo es un oxímoron. Y también es una falta de respeto para con los ociosos.

(Mensajero)

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- Cuando vos recién estás yendo, yo ya vine.Es el problema de laburar de noche. No nos vemos nunca.

- Más vale pájaro en mano que piraña en la bañera.


(Moonport)

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- La gente que mira mucho por sobre sus hombros es así de arisca por tener tortícolis?

- No es irónico que cuando se llama a "Atención al cliente" el mayor tiempo uno lo pasa sin que lo atiendan?

- No importa ranking de qué se haga, siempre habrá alguno con ganas de ganarlo, cueste lo que cueste.

(El Charlo)

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-Las plegarias no deben tener respuesta; si así fuera, dejarían de ser plegarias y se convertirían en correspondencia. O.Wilde

-Puritanismo: el perturbador temor de que alguien, en algún lugar, pueda ser feliz.

-Un hombre sin religión es como un pez sin bicicleta.

(Colaboraciones de Cerrwiden, autores varios)

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-Solo y maduro, maricón seguro.

(La Bobe de Blackmamba)

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Buenas noches

(Bugman)


PD: Gracias también a los que enviaron textos varios que no pueden ser clasificados como Cositas Sueltas, ya encontraré alguna oportunidad para publicarlos.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Cabotaje

Interrumpimos la programación para hacer unos anuncios:

-Coki, de Nanopoder, me acaba de dar un premio más para la colección. Se trata del "Brillante Weblog 2008" (sí, weblog, como les decíamos antes, ¿sabe?), y desde aquí le respondemos con el ritual estipulado: Bajamos la cabeza, decimos "no somos dignos, no somos dignos", y nos negamos a continuar la cadena.

-No se qué estará pasando en México, pero en los últimos días una cantidad inusual de amigos de ese país han llegado a estas páginas buscando la definición de la palabra horrísono, y han aterrizado en este artículo, lo cual no les debe causar mucha gracia. Queridos mexicanos, la definición es la siguiente: 

horrísono, na.
(Del lat. horrisŏnus).
1. adj. Que con su sonido causa horror y espanto.

De nada, de nada, para eso estamos.

-Voy a publicar una edición especial de Cositas Sueltas compuesta únicamente por colaboraciones de los amables lectores. El que quiera participar, ya sabe lo que tiene que hacer. Ah, ¿no sabe?. ¿Todo, les tengo que explicar? Ufff...bueno, envíeme un mail a la dirección que figura en mi perfil. Las frases tienen que ser originales,  prometo publicar al menos una de cada uno que colabore. Por favor, en los comentarios no, por mail. Gracias. Para que pierdan la timidez, les informo que el Licenciado Juan de los Palotes Medrano ya me envió unas cuantas. ¿Hasta cuándo tienen tiempo? Qué se yo, hasta que me aburra.

Gracias por su amable atención. Este blog continúa con su programación habitual. Circulen, señores, circulen, aquí no hay nada que ver.

Buenas noches

martes, 2 de septiembre de 2008

Marita, no consigo olvidarte

Por pedido especial, un capítulo más de El Grito desesperado de Bugman




No creas, Marita que no he intentado olvidarte. Que no he tratado de seguir con mi vida, sanar mis heridas (que a esta altura están casi todas cicatrizadas, menos esa que me hiciste con el tenedor aquella vez en en que almorzando, distraído, te robé una papita del plato, que de vez en cuando se vuelve a abrir y supura, y la verdad empieza a preocuparme un poco) y armarme de coraje para dar vuelta esta página. Vaya si he intentado.

Pero es inútil, Marita, a cada paso tu recuerdo me asalta, me muele a golpes, me desnuda y me deja semiinconsciente en un descampado. 

Lo peor es que ahora que no ocupo mi día en cumplir con esas pequeñas comisiones que solías encomendarme ("Escuchame bien, pelado, a ver si lo entendés porque sos un poco lento, llevá este paquete a la calle Capitán Tarambuso y Juan de la Mocha, golpeá la puerta verde, deciles que vas de parte de la Carnicera, te van a recibir el paquete y te van a dar dos sobres, el más gordo me lo traés y el otro lo dejás en el estadio de Chacarita, debajo de la butaca 120 de la tribuna norte, si ves que te siguen abrís el paquete y te comés lo que hay adentro, ¿me entendiste bien , estúpido?") tengo mucho tiempo para estar a solas con mis pensamientos.

¿Qué nos pasó, Marita? ¿La rutina? No, no puede ser, nuestra vida era una caja de sorpresas. Yo nunca sabía a qué hora volvías, y con quiénes. Me pregunto qué habrá sido de la vida de ese ruso que vivió en casa dos semanas, y que se la pasaba mirando a la calle por un agujero de la cortina y  cuando me descubría observándolo hacía el gesto de pasarse el canto de la mano por el cuello. Recuerdo que un día te encerraste en la habitación con aquel extraño personaje y pasaste toda la noche con él, y yo en la sala me sorprendía y me admiraba de que supieras hablar en ruso y tan bien como para tener una conversación tan larga con un nativo. Rutina. Yo nunca supe lo que esa palabra significaba hasta ahora, que no estás.

Y entonces trato de olvidarte pero entre el correo aparece una cuenta que dejaste de pagar y otra vez vuelvo al principio. 

No lo soporto más, Marita, voy a salir a buscarte. No me importa que me hayas dicho que si te seguía me ibas a colgar de los pulgares, el dolor que eso pudiera causarme será apenas una molestia comparado con lo que estoy sufriendo ahora. Además, yo se que no siempre cumples tus amenazas. Como esa vez que dijiste que me ibas a romper las dos piernas si no juntaba ese dinero que me pediste para un asunto que no era de mi incumbencia (y yo siempre respeté tu privacidad) y al final solamente me rompiste un brazo. 

Voy a buscarte, Marita, tal vez empiece por ir a Capitán Tarambuso y Juan de la Mocha y preguntar por la Carnicera. Me pregunto por qué te hacías llamar así. No te imagino desempeñando una tarea tan rústica, tan poco adecuada para tu estampa angelical. Ahora que lo pienso, nunca me dijiste qué hacías. Deduzco que alguna clase de negocio, y con proyección internacional, a juzgar por la cantidad de extranjeros que venían a casa. Ay, Marita, la verdad no me importa. Por mí, podrías ser narcotraficante, no me molestaría. 

Voy a buscarte, Marita, mañana mismo. Y cuando te encuentre me vas a mirar con esa mirada tan especial tuya, un poquito estrábica, me vas a sonreír con esa sonrisa tuya, un tanto escasa de dientes, y tal vez hasta eructes de alegría al verme. Será duro controlar mi ansiedad hasta que llegue ese momento, hasta que vuelva a escuchar esa voz inconfundible de barítono alcoholizado diciendo : "¿Qué estás haciendo acá, pedazo de imbécil?"

Buenas noches

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