jueves, 31 de mayo de 2007

*Pi


Si usted es usuario de la red de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, habrá notado que en todos los vagones hay un cartelito indicando que en caso de emergencia puede pedir ayuda marcando "*31416" en su teléfono celular.




Aquellos de entre mis amables lectores que tengan inclinación hacia las ciencias o simplemente buena memoria habrán notado que el numerito les resulta familiar.
Por supuesto, es el famoso
Pi (eliminada la coma decimal), que representa el valor del cociente entre la longitud de una circunferencia y la longitud de su diámetro.

¿Por qué eligieron ese número? ¿Qué les hizo pensar a los encargados de la empresa de subterráneos de Buenos Aires que la gente en general tiene presente al querido
Pi (y por consiguiente recordarán el número de emergencia) como si todo el tiempo anduvieran ocupados en asuntos geométricos?

Suponemos que algún profesor desocupado fue parte de la comisión encargada de asignar el dichoso número. Nos imaginamos a este personaje con una fuerte personalidad, o por lo menos con una tenacidad a prueba de balas. ¿Habrá hecho alguna otra propuesta, por ejemplo el número
e, base de los logaritmos neperianos (2,7182), o la constante de Stefan-Boltzmann o la de Planck, que hicieran que Pi resultara sencillo en comparación? (1)

Como sea, le hicieron caso, y es así que ahora para pedir ayuda en el subterráneo más le vale a usted que haya memorizado el *31416 o tenga la suficiente formación científica para establecer la regla mnemotécnica de
Pi.

A mí el asunto me plantea un problema. El valor de
Pi no es, estrictamente 31416, o mejor 3,1416. Resulta que este simpático numerito tiene infinitos decimales. En el año 1994 se lo calculó con 16 mil (si quieren verlo aquí está, les presento a Pi con 16 mil decimales ) y en 2000 lo escribieron con 5 millones (no, no tengo ganas de mostrárselos). Mi formación ingenieril me exigió que en algún momento de mi vida registrase en mi sesera a Pi con 9 decimales (3,141592653), y desde entonces me ha quedado marcado a fuego. Por eso para mí la mnemotecnia funcionaría en forma inexacta.

En efecto, sabiendo que el número de emergencia es de 5 dígitos, mi primera reacción sería marcar a Pi tal como lo conozco hasta llegar a 5 posiciones, o sea *31415 en vez de *31416. Mala cosa. Los del subterráneo decidieron aplicarle a Pi un redondeo simétrico en lugar de truncado (o sea si el dígito significativo siguiente a la posición donde queremos truncar es mayor o igual a 5, sumamos uno, si no, lo dejamos igual, y como en este caso tenemos 3,14159, al redondear simétricamente queda 3,1416)(2).

Así las cosas, la regla mnemotécnica sería para mí algo como: "Pi, redondeado simétricamente al cuarto dígito decimal significativo, multiplicado por 10 elevado a la cuarta potencia para eliminar la coma decimal". Estarán de acuerdo conmigo en que como regla mnemotécnica es un asco.

Otra alternativa podría ser andar por ahí con una circunferencia, y en caso de emergencia medirle la longitud, el diámetro y usar una calculadora para obtener el cociente, previa programación de la misma para que me diera el resultado convenientemente truncado. Pero tengo la impresión de que si estuviera intentando salir de un vagón en llamas , sufriendo un ataque cardíaco, o un malhechor estuviera apuntándome con un revólver la concentración y tranquilidad necesarias para completar el citado procedimiento serían bastante difíciles de conseguir.

¿Y por qué no memoriza el dichoso número de emergencias y se deja de incordiar? se estarán preguntando ustedes, mis amables lectores. Porque no. Porque el que propuso ese número, y precisamente ese, es un tipo con inquietudes científicas. Me parecería una falta de respeto aprendérmelo así nada más, memorizándolo como si fuera el teléfono de una pizzería cualquiera, anotarlo en un papelito o guardarlo en la agenda del teléfono celular.

Antes que eso, ante una catástrofe subterránea prefiero gritar ¡SOCORRO! como cualquier persona sensata.

Buenas noches.



(1) Si no tiene la menor idea de a qué diantres me refiero, no se preocupe. Miles de millones de personas están como usted, y ahí andan, felices por la vida.
(2) Insisto, no se preocupe.

lunes, 28 de mayo de 2007

Que telecontra

Ya en otra oportunidad me referí al curioso oficio de esas gentes que lo llaman a uno por teléfono en momentos por demás inoportunos para ofrecerle productos y servicios que no necesita a precios y mediante condiciones por demás inconvenientes, pero aquella vez era una especie de cuentito, un ejercicio de ficción.

(Aprovecho la ocasión para anunciar gozosamente: ¡esto es un acápite!)



Tengo la convicción de que quien se dedica a vender por teléfono es un ser desesperado que detesta profundamente su trabajo y lo hace porque no tiene más remedio, mientras fantasea con encontrar algo mejor. No concibo que alguien haga algo tan desagradable por gusto. Nunca jamás encontré un test vocacional que contuviera la pregunta: "¿Disfrutaría usted de un trabajo que consistiera en molestar a la gente a toda hora ofreciéndole cosas que no desea comprar, recibiendo por respuesta todo tipo de insultos y cuya remuneración dependiera de los improbables casos en que usted tuviera éxito?".

O tal vez sí haya telemarketers que gozan importunando a desconocidos, imagino que serán aquellos que odian a las personas pero no tienen ganas de estudiar una carrera para conseguir un título que los habilite legalmente a causarles dolor (dentista, abogado) o no poseen suficientes músculos para molerlas a palos.

Como fuera, debe ser un trabajo realmente espantoso, y el grado de horripilancia deber ir de la mano de la clase de cosas que se deben vender. No parece lo mismo ofrecer unas vacaciones en el Caribe que una parcela en un cementerio, un crédito para comprar un automóvil que un ungüento contra las hemorroides.

Pero no estamos aquí para compadecernos de ellos, sino para aprender algunas formas de combatirlos.
Por supuesto, la más aconsejable sería decir simplemente "gracias, pero no me interesa" y colgar el teléfono, pero vamos, eso no tiene nada de divertido y además estaríamos desperdiciando las ideas que se me ocurrieron hoy mientras me encontraba pasando revista a mis cabellos supérstites (se ha ido Alfredito, lo extrañaremos). Veamos:

Táctica 1: Mí no comprende.
Telemarketer: -Buenas tardes, caballero, lo llamamos del Banco don Ernesto para comunicarle que ya tiene pre-aprobada una tarjeta de crédito internac...
Usted: -Mí no comprende. Mucho rico churrasco argentino.
TM: -Eh...decía, usted tiene una tarjeta...
U: -¿El tarjeto? Mí baila tango.
TM:-Disculpe la molestia...
U: -El samba baile de garotas, mí gusta de Carnaval.


Táctica 2: Una voz en el teléfono.
TM: -Buenas tardes, mi nombre es Juana, del Club de las Vacaciones Insuperables, y lo estamos...
U: -¿Marita?¿Sos vos, Marita?
TM:-No señor, mi nombre es Juana, del Club...
U:-No me engañes, Marita, reconocería esa voz en cualquier parte.
TM:-No, señor, yo...
U: -¿Por qué me dejaste, Marita?. ¿Por qué?
TM:-Debe haber una confusión, yo no...
U:-Tu hijo me pregunta todos los días, ¿cúando vuelve mamá?¿No me quiere más?
TM:-Juana, mi nombre es Juana, y...
U:-Yo también te extraño, Marita, volvé, te juro que no te pego más, o te pego despacito...
TM:-Señor...
U:-Cambié, Marita, cambié por vos, ahora trabajo, me baño, me emborracho solamente los viernes. (Snif) ¡Volveeeeee, Maritaaaaaaaaaa!
TM:¡CLICK!

Táctica 3: Quiero, pero no puedo
TM: -Buenas tardes, etcétera, etcétera.
U:-Mire, estoy realmente interesado en su maravillosa oferta.
TM:-¡Estupendo!¿Le puedo pedir algunos datos?
U:-Claro que sí, adelante.
TM:-¿Tiene tarjeta de crédito?
U:-No.
TM:-Eh...bueno...después vemos eso...¿Cuáles son sus ingresos mensuales aproximados?
U:-No, ninguno, estoy desempleado.
TM:-¿Este...su esposa trabaja?
U:-Mi esposa me abandonó hace seis años.
TM:-Ah, lo siento señor, pero en esas condiciones no podemos...
U:-¿Marita?

Táctica 4: El amperio contraataca
TM:-Buenas tardes, caballero, lo estamos llamando de la Compañía de Seguros "El Buen Siniestro", para ofrecerle nuestro...
U: Buenas tardes, señorita, le estamos contestando el llamado de la Compañía de Accesorios para telemarketers "La Oreja Cansada".
TM:-Eh...¿estaría usted interesado en un seguro contra aerolitos?
U:-¿Estaría usted interesada en nuestros exclusivos auriculares telefónicos intrauterinos?

Táctica 5: Algo contigo.
TM:-Buenas tardes, señor, ¿le puedo robar cinco minutos de su atención?
U:-Para vos toda la vida, preciosura...
TM:-Ehhh...gracias, lo estamos llamando...
U:-Pero qué linda voz, seguro que tenés unos ojazos haciendo juego.
TM:-Qué amable, pero lo que yo...
U:-Basta, tontita, yo sé lo que estás buscando.
TM:-No, señor, no se confunda...
U:-Vamos, ya somos grandes, decime qué te gusta, chanchita.
TM:-Señor, me está faltando el respeto...
U:-Sí, sí, y te gusta, cómo te gusta, pervertidita, ¿cómo estás vestida? Mhhhhh....


A partir de ahora, mis estimados lectores, si ustedes compran porquerías es porque quieren. O porque el telemarketer que les tocó compro mi libro "Técnicas para telemarketers: Cómo engatusar a cualquier pelafustán que hace el vivo".

Buenas noches.

viernes, 25 de mayo de 2007

El sol del 25




Permítaseme, sólo por hoy, ir en contra de la corriente, reivindicar la antigualla, rescatar el valor de los símbolos.
Permítaseme, si es posible, sostener una primitiva y arcaica inclinación, desconfiar de quienes no reclaman para sí lugar de pertenencia alguno.
Permítaseme, por un momento, refugiarme en mi pequeño y mezquino sentimiento localista y dejar de ser un ciudadano del mundo.
Permítaseme, aunque sea un segundo, creer que hay un concepto que todavía nos iguala.
Permítaseme, en este día, un particular y señalado exhabrupto:


¡VIVA LA PATRIA , CARAJO!


Buenas noches.


martes, 22 de mayo de 2007

Cositas sueltas 8


-Hoy me pareció escuchar al encargado de mi edificio murmurando entre dientes "Estamos sonados". Tuve miedo de preguntarle los detalles. A ver si estamos sonados en serio, y yo debería estar haciendo algo que no estoy haciendo.

-Me despierto cada mañana y hago un minucioso inventario de cada parte del cuerpo que me duele. Después llego tarde al trabajo, pero eso sí, mucho más informado que el resto.

-Me gusta la palabra acápite. Trato de introducirla en mis conversaciones cotidianas, pero es una palabra un tanto gruesa, y mis conversaciones cotidianas son cada vez más estrechas.

-Ultimamente el único exceso que me puedo permitir es el exceso de moderación.

-Cuando alguien se refiere a una computadora que está lenta y dice "Está pensando", no puedo resistir la tentación de replicar "Usted debería seguir su ejemplo".

-Una vez me quisieron presentar una mujer, y como parte de su descripción me informaron que ella "decía todo lo que pensaba". Todavía estoy huyendo.
-Gracias a la moda actual, dentro de 40 años el mundo va a estar lleno de ancianas con tatuajes.

-Si no puedes vencerlos, no me llames. Yo ya me uní a ellos.

Invitados especiales

-Están lloviendo tecnologías de punta
-Me gustaría hacer una serie de televisión sobre aviación solo para poder llamar al primer capítulo "Piloto".

(Gustav, otra vida desperdiciada, Pensares de Vuelo Gallináceo)

-
Lo único que espero es que, llegado el Día del Juicio Final, se ponga en consideración que he sido una persona notablemente más esforzada en el pecado que otros muchos en sus virtudes y que, a partir de ahí, se proceda a analizar la posibilidad de una (importante) reducción de condena.

(Bijou, fragmento)

-
Esta mañana dije ‘hola’, y dije ‘buenos días’, pero eran despedidas.
Conciencia de la fugacidad, que va matando.

(El subte viene lleno, fragmento)

-"Un blog es una web con un vestido largo lleno de bisutería, baratijas y colgantes"


(Sky4you)

-
La gente en el desierto no muere de sed. Muere porque no tiene con quién comentar el clima.
-Los farmacéuticos trabajan todo el día a menos que no quede más remedio.

(Korochi Industrias)


Buenas noches
(Bugman)

viernes, 18 de mayo de 2007

R


Recuerdo recurrentemente a Raquel. Residía en Rosario. Regordeta, rubicunda y risueña, reparaba relojes. Su risa retozona remedaba un rebuzno .
Yo requería sus requiebros con regalos y ramos de rosas rojas.
Ella retenía sus remilgos, resistiendo con recato.
Mi romanticismo refinado reclamaba recompensa. Sin rendirme, yo renovaba mi repertorio.
Repentinamente, ella respondió.
La reluctante Raquel renunció a la resistencia.
En rústico redil realizamos el retozo, radiantes y renacidos.
Recogiendo la ropa regada por rincones, respiramos reposados.
Repetimos romances y ramilletes de risas rubricaron la relación sin reproches ni reclamos.

Recuerdo la ruda revelación que recabaron mis retinas: recuerdo a Raquel revolcándose ruidosamente con Ricardo, mi rival. Recuerdo el rígido retrato de la rabia royendo mi razonamiento, el rencor recorriéndome. Me rebajé replicando: "¡Réproba, ramera, rapaz, rastrera!". Ricardo recurrió al revólver. Rápidamente reflexioné, reculé y rajé.

Raquel, tu recuerdo regresa. Reclamo que revientes, rata.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Paranoia made in USA


Cualquiera que haya viajado a USA recientemente se habrá dado cuenta de que los muchachos del norte están de lo más paranoicos. Lo único que falta que le hagan al pasajero aéreo es un examen rectal (espero que los de Homeland Security no lean esto). Claro, se podría pensar que desde que la gente que antes se quedaba en sus países odiándolos tranquilamente a la distancia ahora se dedica a tirarles avionazos la cosa se puso un tanto espesa. Pero no es esta la verdadera razón del celo de la autoridades inmigratorias norteamericanas.
Los Sin-logismos de Bugman tuvo un topo en la Casa Blanca durante algunos años, hasta que un jardinero lo encontró comiéndose unos almácigos y le pegó con una pala. Fue bastante triste, el topo se llamaba "Wally" y le habíamos tomado cariño. De todas maneras el jardinero era un chismoso y nos contó la verdadera historia.

Para entrar a Estados unidos, ya sea que usted sea de uno de esos países VIP que no necesitan visa o tenga que sufrir el trámite de obtenerla (me referiré a eso en otra ocasión), usted debe llenar unos formularios. En uno de ellos hay una serie de preguntas que hay que contestar marcando una casilla con SI o NO.
Entre las preguntas hay una que al final dice "¿...pretende entrar en los Estados Unidos para realizar actividades criminales o inmorales?" (1)

Acabáramos. Supongamos que usted es un terrorista. Quiere ir y volar Disneylandia con ratón Mickey y todo, afeitarle la cabeza a Paris Hilton y si le queda tiempo ponerle un laxante poderosísimo al café matinal de Bush.
Está frito, porque no le quedará más remedio que contestar marcar el casillero "SI" en la pregunta, y ahí nomás los de Inmigraciones lo mandarán a casa o a la prisión de Guantánamo si hay vacantes.
También se verá en problemas si usted quiere montar un espectáculo de sexo con electrodomésticos en la escalinata del Congreso, o vender drogas en un jardín de infantes.

Durante muchos años, los Estados Unidos estuvieron seguros: esa pregunta los protegía inexorablemente de toda clase de degenerados, locos, criminales y tirabombas. De hecho, algunos casos aislados de personas que habían contestado "NO" y de todas maneras intentaban hacer barbaridades en el país de Ronald Mac Donald fueron motivo de durísimas represalias, no tanto por la criminalidad de los actos cometidos sino por haber mentido en el formulario. "Pero cómo...si usted declaró que no iba a hacer nada de esto...", decían atónitas y heridas en sus sentimientos las autoridades al apresar al individuo descarriado. (Sin embargo algunos se salvaron de las condenas alegando que "Si bien no habían entrado a los Estados unidos con la intención de cometer actos criminales o inmorales, una vez adentro les habían dado ganas")

Pero esa etapa de seguridad y tranquilidad terminó, cuando en fecha que no podemos revelar y en lugar que tampoco podemos decir (en gran parte porque lo desconocemos), los Muy, Pero Muy Malos (MPMM) se reunieron para decidir qué podían hacer ante el insalvable obstáculo que les impedía cometer toda clase de tropelías en el gran país del norte.

Asistieron al mitín toda clase de personajes poco recomendables: narcotraficantes, criminales seriales que ya no tenían a quién asesinar en sus países, fundamentalistas, terroristas, pornógrafos, adoradores de Satán, ex participantes de gran Hermano, abogados y escribanos.

En un momento, quien presidía la reunión (no insistan, no podemos decir de quién se trataba, es que no lo sabemos) tomó la palabra y dijo: "Señores, los tiempos han cambiado. Nuestra organización se enfrenta a un cambio necesario... (hizo una pausa para mayor efecto dramático)...Tenemos que empezar a mentir en el formulario".

Un silencio profundo se produjo en el auditorio. Segundos después un delegado se retiró indignado, diciendo "No, señores, no. He estado años introduciendo heroína en iglesias, he vendido jovencitas de 14 años a explotadores sexuales, maté a tres de mis esposas por diversión, pero esto...esto ya es demasiado". Algunos otros asistentes se levantaron y se fueron en silencio, un grupo de pedofílicos comenzó a gritar con indignación, varios terroristas del grupo "Alá es el más pulenta, y al que no le gusta, revienta" hicieron unos disparos al aire para expresar su repudio, pero al final, la moción fue aceptada.

Desde entonces, no se pudo confiar más en que la respuesta a la dichosa pregunta fuera sincera, y por lo tanto los estadounidenses luego de comprobar azorados la cantidad de extranjeros que ingresaban al país ocultando sus oscuros propósitos no tuvieron más remedio que reforzar la seguridad en los aeropuertos.
Es por eso y no por causa de Bin Laden y su circo aéreo que ahora los agentes uniformados de los aeropuertos nos hacen sacar los zapatos, nos escanean hasta los esfínteres y si están de mal humor nos llevan a un cuartito aparte y nos hacen quién sabe qué cosas. Nunca vi a nadie que fuera al cuartito y regresara para contar su experiencia.

Buenas noches.


(1) Fragmento real del formulario I-94W del Servicio de Inmigración y Naturalización (Department of Homeland Security) de USA.

domingo, 13 de mayo de 2007

Comentario comentado.

A veces recibo comentarios a viejos artículos y los contesto sabiendo que su autor va a poder encontrar la respuesta rápidamente gracias a la barra de la izquierda (aunque Gustav proteste con cierta razón porque tarda en cargarse).
Normalmente esto queda entre el autor del comentario y quien escribe, pero como en esta oportunidad el comentarista se manifiesta indignado por el contenido del artículo y lo hace de manera algo florida, vamos a aprovechar la ocasión para analizar el asunto y ver si aprendemos algo.

Empezaremos por exponer el comentario completo, que se refiere al artículo "Ricardo Arjona es grasa", escrito el 3 de octubre de 2006. Dice:

"BARATA Y SIMPLE ENVIDIA.. sencillamente Arjona se atreve a decir lo q NADIE se ha atrevido y dudo si se atreverán.. Toca temas q muy pocos se atreverían a tocar.. por qué? porq SABE q en la vida no todo es amor, q hay guerra, conflictos sociales, religiosos etc y q hay gente como uds MALINTENCIONADAS Y BURDAS.. y creeme mas exitoso q TU, es!!, el q escribe todo eso de Arjona es un pobre diablo, q se gana la vida criticando y unos pocos lo siguen y apoyan.. sin embargo a Arjona cuántos? ;) compara y sincérate contigo mismo IGNORANTE "

Veamos.
"BARATA Y SIMPLE ENVIDIA"

El comentarista anónimo (o tal vez la comentarista anónima) comienza con una afirmación contundente, pero incurre en lo que se llama falacia de causa cuestionable. Se presume que lo que me hace cuestionar a Arjona es la envidia, sin tener en cuenta otros factores probables. Por ejemplo, el buen gusto.

"...sencillamente Arjona se atreve a decir lo q NADIE se ha atrevido y dudo si se atreverán..... por qué? porq SABE q en la vida no todo es amor, q hay guerra, conflictos sociales, religiosos etc"

Sin ensañarnos con la sintaxis del comentarista anónimo, esto podría ser considerado un argumento ad ignorantiam. En este caso el comentarista se basa en una supuesta ignorancia sobre la obra completa de Ricardo Arjona para afirmar ciertas cosas. El razonamiento sería así: "Ricardo Arjona dice lo que otros no se atreven a decir. No conoces la obra completa de Arjona. Por lo tanto, lo que digo de Arjona es cierto". Puede ser cierto o no, lo que falta es probarlo, estimado comentarista anónimo. Por lo que he escuchado, el cantautor no parece muy comprometido con las grandes tragedias de la humanidad, sino más bien con cursilerías de tres por dos pesos.

" q hay gente como uds MALINTENCIONADAS Y BURDAS."

Aquí el comentarista la emprende contra el autor y los demás comentaristas, utilizando la falacia lógica preferida de todos los tiempos: el argumento ad hominem. Este consiste en atacar al que declara en vez de a la declaración. Mediante esta falacia, se descalifica al borracho que dice que beber es malo, al gordo que te señala tus rollitos o al pelado que te critica el peinado. A veces se va más allá de toda relación. (-Creo que la coliflor hervida huele horrible. -Y vos que sabés, que siempre votás a la derecha).

"y creeme mas exitoso q TU, es!!"

Académicamente esto se denomina argumentum ad populum, es decir contestar un argumento refiriéndose a la supuesta opinión que sobre el tema tiene la gente en general. Yo prefiero llamarlo "el argumento de los millones de moscas"(1). En este caso el razonamiento funciona así: "La gente piensa que Arjona es bueno, entonces es bueno y estás equivocado". La medida del éxito es la popularidad. Es natural, moscas son lo que sobran.

"el q escribe todo eso de Arjona es un pobre diablo, q se gana la vida criticando y unos pocos lo siguen y apoyan."

Otra vez el ad hominem, pero ahora el comentarista supone que yo me gano la vida criticando. ¡Qué daría yo porque eso fuera cierto, sobre todo en el caso de Ricardo! (A esta altura ya es como si lo conociera, me tomo el atrevimiento de llamarlo por su nombre). Sería un dinero ganado con tan poco esfuerzo que prácticamente constituiría un robo. Unos pocos me siguen y apoyan, eso es cierto, pero a veces unos pocos valen mucho. Pregúntele a Leónidas.

"sin embargo a Arjona cuántos? ;) "
Otra vez la falacia de las moscas, pero ahora con un simpático guiño final. No sabemos si el comentarista anónimo se quiere congraciar con nosotros luego de echarnos tanta tierra encima, pero no hace falta. A mí me caía bien desde el principio.

"compara y sincérate contigo mismo IGNORANTE "
Un ad hominem grande como una casa. ¿Ven por qué digo que esta es la falacia lógica más utilizada?. Anónimo me trata de ignorante, perdón, de IGNORANTE con mayúsculas. Por supuesto que aquí hay que darle la razón. Ignoro muchísimas cosas, el saber humano es inabarcable. Lo malo es que este es un sayo que nos cae a todos, incluyendo al comentarista. Le juro, mi estimado anónimo, que hago lo posible para mejorar, pero parece que no alcanza. Gracias por notarlo.

Mi querido comentarista anónimo, no se vaya a tomar el asunto en forma personal. Por mi parte le agradezco su comentario tan encendido, porque me dio la oportunidad de jugar (un poco torpemente) con las herramientas de la lógica, cosa que no hubiera sucedido si usted simplemente hubiera escrito "A mí me gusta, ¿y qué?".

Pero que quede claro que sigo en mis trece: Arjona, en mi opinión, es grasa.

Buenas noches.

(1) Millones de moscas no pueden estar equivocadas, coma mierda.

sábado, 12 de mayo de 2007

The critic




Antes de ir al cine a ver una película (no, no es una obviedad, yo tengo una empresa que hace software para cines, así que bien puedo ir al cine a trabajar, ya ven cómo se apuraron). Decía, antes de ir a ver una película suelo leer las críticas que aparecen en el diario, o mejor en los sitios
especializados de Internet .
Lo mismo antes de ir al teatro (no, ahí todavía no voy a trabajar).





Uno podría pensar que los críticos son personas despreciables que al no poder producir lo mismo que critican se ensañan maliciosamente con actores y directores. Imagino a los damnificados por una crítica poco favorable pensando "A ver si hacés vos una película, parásito inmundo." Oficio ingrato si los hay.

Siendo las actividades humanas tan diversas y tan sujetas al escrutinio, existen críticos de toda laya: los citados de cine y teatro, de restaurantes, de hoteles, de automóviles, de productos, de libros, de deportistas, de bailarines, de performances amorosas, de moda, de peinados y de tornos a control numérico.

¿Por qué no habrían de existir los críticos de blogs?

Un crítico de blogs no debería ser acusado del pecado de no poder hacer lo que critica: necesariamente tiene que tener un blog, ser parte del medio y entender sus particulares códigos. Más allá de sus opiniones, es alguien que critica desde adentro.

Hace algún tiempo me percaté de la existencia de varios de estos escrutadores de la blogósfera. Un clásico es Borjamari , otro que yo solía leer y que ya no escribe pero dejó sus cuchilladas (nunca mejor empleada la palabra) para la posteridad es Jack el Destripablogs , también hay una suerte de personaje llamado Actor Secundario Bob y por último también me he paseado por las opiniones de Cyber Warrior.

¿Qué autoridad tienen los nombrados para meterse con los blogs ajenos?
Muchísima o ninguna, ¿qué importa? Todos nos metemos con los blogs ajenos cuando hacemos comentarios. A mí me han tratado siempre muy bien, cosa que agradezco y a veces no me explico, pero los bloggers tenemos el ego grande y a la vez frágil como un elefante con osteoporosis.
Esto viene a cuento porque en los blogs de estos analistas se pueden leer comentarios con insultos que harían persignar a un estibador, provenientes de víctimas de críticas adversas y sus seguidores.
Sí, entiendo que no es bonito que alguien te diga "Tu blog es tan estúpido que debería estar en una lista de sustancias controladas, y además eres feo", pero ¿y qué?. Es una opinión, caramba. Deje ese revólver, saque la cabeza del horno, aléjese del balcón, no pasa nada.
Tampoco deberíamos suscribirnos a la superstición inversa y creer que porque alguien nos regala un elogio ya tenemos un lugar en el Olimpo de los blogs (y digo esto cuando todavía estoy recibiendo ditirambos debido al tercer aniversario de este opúsculo).

Algunas veces me he preguntado cómo sería ser criticado por alguno de estos muchachos, y entonces, casi como si me hubiera escuchado o leído, Cyber Warrior me dedicó su atención.

Lo más distintivo de este crítico es que no se limita a escribir su opinión personal (también lo hace) sino que además tiene una serie de parámetros de valoración de los cuales resulta un puntaje. Tiene método. A mí me calificó con una combinación 68-85-72 (o sea que vengo flojo de arriba, tengo menos cintura que un alfajor y estoy estrecho de caderas, adiós mi carrera de modelo). Sería de agradecer que en el blog apareciera una explicación detallada de cómo Cyber Warrior asigna estos valores (a lo mejor está y yo no supe encontrarla), pero en general se entiende a qué se refiere.

Le agradezco al "Ojo de la blogósfera" por haberse tomado el trabajo de leerme, de analizarme y clasificarme. Vean, no es poco. Y claro que estoy contento (con las precauciones del caso) porque me deja bien parado, que uno no es de policarbonato. Es más, mis puntos flojos son, según el Guerrero, que tengo pocos lectores, pocos enlaces externos y que mi blog adolece de orden y buen diseño. O sea que de tres cosas malas, ¡dos son culpa de ustedes, queridos lectores, que no me hacen famoso de una vez por todas!.
Por otra parte gracias a la reseña algún desprevenido podría venir a posarse en estos lares, decidir que le gusta lo que lee y convertirse en lector habitual (no se rían, cosas más raras han sucedido).

¿Que si Cyber Warrior me hubiera destrozado yo no sería tan asquerosamente razonable y respetuoso de los criticones?
Vayan ustedes a saber, amables lectores. Soy humano, si me pinchan me duele.

Pueden leer la crítica completa aquí.

Buenas noches






jueves, 10 de mayo de 2007

Dr. Bugman


Para aquellos que no la conozcan, "Dr. House" es una magnífica serie de televisión que relata las peripecias de un grupo de doctores especializados en diagnosticar enfermedades rarísimas. La estructura de los capítulos es siempre la misma: el futuro paciente está haciendo algo, sufre un ataque, lo llevan al hospital y los doctores liderados por Gregory House lo ponen al borde del deceso tres o cuatro veces, hasta que una chispa de inspiración ilumina al galeno, que da con la respuesta, y lo salvan (casi siempre).
Pero lo más interesante de este programa son los caracteres de los personajes, especialmente el del protagonista que le da nombre.

Y es que el Dr. House es un tipo absolutamente poco recomendable. Adicto a los calmantes a raíz de una afección en su pierna, es mentiroso, desconsiderado, irónico, sarcástico hasta la repugnancia. Desprecia olímpicamente a los pacientes que no tienen una enfermedad interesante, y se los hace saber. Los humilla. Para él, las normas elementales de cortesía son una atroz pérdida de tiempo. Por una décima parte de las cosas que hace este hombre, a uno le darían un puntapié en el trasero suficientemente fuerte como para ser viejo al caer. Es, en suma, una porquería de persona.

Sin embargo todos tienen que soportarlo porque es un genio. Miren, si tuviera que elegir entre un doctor amable que me tratara con dulzura pero no tuviera ni peregrina idea de lo que me está matando y una bestia sociópata como House que me hiciera sentir como una basura pero me salvara la vida, díganme donde firmo.

Pero no escribo esto para recomendarles la serie. Lo que sucede es que una de mis mayores aspiraciones siempre fue ser lo suficientemente avezado en alguna disciplina como para que todos tuvieran que respetarme hiciera lo que hiciera.

Imagínense ser tan bueno en lo sea que uno pudiera llegar al trabajo cuando quisiera, mascullar un gruñido a modo de saludo, recibir un problema fresquito, burlarse de los inútiles que no pudieron resolverlo, estudiarlo unos minutos, y largarse bufando una respuesta genial que lo arregla todo, dejando a todos babeando de admiración.
Les concedo que no es imprescindible ser un individuo detestable, que se puede incluso decir "buenos días" al llegar. En el caso de un genio de esa talla, este simple acto al que no está obligado sería una especie de regalo para los saludados.

Claro que debe haber gente que son a la vez maravillosamente competentes y bellísimas personas, pero eso se acerca más a la santidad que a la ruda, fría y despiadada inteligencia. No aspiro a tanto.

Lo más cerca que estuve de parecer (ya que no de ser) uno de estos individuos fue cuando, trabajando para una compañía de software británica, me llamaron de la sucursal de México porque llevaban meses sin poder resolver un problema con un cliente en Perú, que ya estaba a punto de llamar a los abogados. No era un gran problema en realidad, pero el cliente estaba harto de que le dieran vueltas.
Me tomé un avión desde Buenos Aires el viernes por la tarde, llegué a Lima por la noche, me fuí directamente a ver al cliente, y en un par de horas encontré lo que estaba pasando y lo resolví. Dormí unas horas y el sábado por la tarde ya estaba de vuelta. Tuve suerte, y seguramente me ayudó el hecho de que al no estar enfrascado en el asunto durante tanto tiempo yo tenía una perspectiva diferente de la que tenían mis colegas mexicanos.
Ahhhh...fue por pocos días, pero me trataron como a un Dr. House del software. Nadie me molestó por un tiempo, no me asignaron ningún trabajo, ni me exigieron ningún informe. Tuve algo de ese hálito invisible que rodea a los genios, esa reverencia, ese temor. Qué placer.
Como dije, más tarde o más temprano las cosas volvieron a la normalidad, pero fue bueno sentirse así mientras duró.

¿Es pecado querer eso...siempre?

Buenas noches.

PD: Acabo de darme cuenta de que este artículo no es nada gracioso. Ya ven, tampoco soy un genio en esto.

lunes, 7 de mayo de 2007

3 años


El 8 de mayo escribí el primer artículo de este blog.
Desde entonces he escrito 179 artículos más, recibiendo alrededor de 1350 comentarios que he respondido meticulosamente.

No vale la pena hacer un recuento de las visitas, más que nada porque me da vergüenza (estoy un poco lejos del millón), y además por ahí pueden ver el contador.

Una vez descubrí que alguien me estaba copiando artículos enteros sin mencionar la fuente y armé flor de escándalo (el responsable desapareció de la blogósfera, junto con las pruebas del delito).
En esa ocasión recibí el comentario más enigmático que recuerdo. Era : "No se qué decir, lo que si es que definitivamente no me podras contar entre tus lectores, evitaré cualquier blog que no me parezca escrito por un mortal". Hasta este momento no estoy seguro de qué me quiso decir.

Un día una españolísima lectora me dejó un mensaje encantador, que decía simplemente :"¡Aupa Buguerto!"

El 27 de octubre de 2006 me uní a Detestables como colaborador, y luego me dejaron a cargo, así que ahora administro dos blogs.

No conozco personalmente a ninguno de mis lectores, o mejor dicho, a quienes conozco personalmente ya los conocía de antes.

Casi todos mis lectores viven en Argentina, México o España.

Hasta ahora, no me he planteado ni una sola vez la posibilidad de dejar de escribir.

He recibido exactamente 3 mensajes de correo electrónico de gente que aparentemente me odia. Los 3 fueron enviados desde direcciones inexistentes.

A pesar del humor corrosivo, la ironía y el sarcasmo que intento destilar en mis artículos, nadie (exceptuando esos 3 anónimos) se ha sentido lo suficientemente ofendido como para dejarme un comentario insultante.

Nunca he censurado ningún comentario.

La he pasado muy bien hasta ahora con mis insolventes escritos, con los comentarios de mis pocos pero fieles lectores, con todos esos viejos y nuevos amigos que no conozco.

Señores, señoras, señoritas, ya llevamos tres años.

Lo mejor está por venir.

Buenas noches.

viernes, 4 de mayo de 2007

Mis respetos, Dr. Wiseman.


La fotografía que ven es del Dr. Richard Wiseman, y la obtuve de su página web.
El Dr. Wiseman es un investigador de la Universidad de Hertfordshire.
El estudio sobre la velocidad de los peatones del que tanto nos mofamos en el artículo anterior es, entonces, cierto y legítimo.

Resulta que este muchacho que empezó siendo mago y ahora dirige la Unidad de Investigación Perrott Warrick en la Universidad de Hertfordshire, se dedica entre otras cosas a la investigación sobre las evidencias relacionadas con toda clase de estupideces paranormales. Las investiga y demuestra que son falsas. Cómo no me va a caer bien un tipo así.

En una oportunidad desafió a un grupo de esos tipos que dicen caminar descalzos sobre las brasas sin quemarse porque los protege una especie de "campo energético". Bueno, dijo Richard, si el campo energético te protege durante una caminata de tres o cuatro metros sobre brasas, ¿por qué no habría de funcionar en un trayecto de unos 15 metros igualmente calentito?. Los caminantes milagrosos lo intentaron...y fracasaron ignominiosamente: a los pocos metros salieron saltando con los pies chamuscados.

Otro experimento que hizo el buen doctor fue darle la misma cantidad de dinero "virtual" a un experto corredor de bolsa, a una niña de 5 años y a una astróloga, para que los invirtieran en la bolsa de Londres. El experto aplicó sus conocimientos, la astróloga consultó a los planetas y la niña arrojó al aire unos papelitos con los nombres de las acciones y agarró uno. Después de dos semanas, la niña era la que había ganado más dinero, seguida por el experto y en último lugar había quedado la astróloga.
(Ahora que me pongo a analizarlo, el experimento no demuestra nada. Dos semanas no son suficientes para evaluar la capacidad de ganar dinero en la bolsa, pero igual me pareció divertido, y me hubiera gustado ver la cara del corredor.)

Entonces si Wiseman se dedica a destruir patrañas, ¿de qué la iba el estudio de la gente que camina rapidito?
Es que una de las líneas de investigación de Richard es un tanto inusual. Se dedica a algo llamado Quirkology , "la curiosa ciencia de la vida cotidiana". Y uno de los experimentos de su investigación fue el de los peatones.

La verdad, la Quirkología me suena medio traída de los pelos, pero se lo perdono. No puedo evitar sentir una enorme simpatía por cualquiera que invierta tiempo y esfuerzo en dejar en evidencia a toda esa caterva de brujos, manosantas, parapsicólogos, horoscoperos y terapeutas alternativos que increíblemente pululan y medran para horror de quienes pensamos que...para horror de quienes pensamos.

Claro que el chiste de Wiseman podría haber sido perfectamente un chiste de Bugman: además de todo lo dicho, el Dr. luce impecable y orgullosa calva.

Buenas noches.


miércoles, 2 de mayo de 2007

Rapidito

Según el diario La Nación, un estudio hecho por una Universidad británica indica que la gente camina un 10% más rápido que hace diez años. No nos dicen la Universidad, pero sí que el supuesto responsable del estudio es el psicólogo Richard Wiseman. Flor de apellido (wise man= hombre sabio).

Me parece estupendo que la misteriosa Universidad británica tenga fondos para darle a un tipo que se dedique a ver cómo camina la gente por la calle. De alguna manera estos estudios deben resultar de lo más útiles para alguien que se dedique a, no se, perseguir gente caminando por las calles.

Lo que no voy a aceptar de ninguna manera es que el psicólogo este me haya robado la oportunidad de hacer un chiste sobre el tema.

Porque el muy simpático de Wiseman declaró: "a este paso, para el 2040 vamos a llegar a un lugar antes de salir. Es decir, nos ahorraremos el pasaje y quizá también hagamos nuestra contribución al medio ambiente."

A ver, don Richard, ¿yo me pongo a diagnosticar problemas mentales? ¿Yo me pongo a hacer estudios de dudosa aplicación práctica con la plata que me da una innominada Universidad británica? No, ¿verdad?. Bueno, entonces déjeme hacer las observaciones jocosas a mí, caramba. O póngase su propio blog, llámelo "Los sin-logismos de Wiseman" y hágase el chistoso todo lo que quiera. A ver si le sale. Ya lo quiero ver.

Buenas noches
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