domingo, 27 de diciembre de 2009

A pedido del público



Bueno, no exactamente del público, es más bien a pedido de parte del público. No, tampoco, en realidad me lo pidió una sola persona que además pidió reserva de identidad. Menos público que eso no debe haber, digo yo.
El hecho es que esta persona cuyo nombre no vamos a revelar me solicitó una prórroga para participar del concurso...¿Cómo que qué concurso? El ¡HIPERMEGAFANTASTIBULOSO CONCURSO! 
No me diga que no estaba enterado. Pero qué barbaridad.
En fin, que yo le iba a contestar a esta persona que no, que bastante tiempo había tenido, que las reglas por algo estaban, que mire que pasaría si todos se ponen a pedir excepciones para todas las cosas, que así no llegamos a ningún lado y etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, por que cuando quiero enfatizar mi posición yo utilizo cuatro etcéteras.
Pero por otro lado, la participación viene hasta el momento bastante escasa, tanto para la categoría competitiva (los que quieren ganar el premio) como para la vocacional (los que mandan sus trabajos solamente por diversión). Sí, sí, estoy un poco molesto por eso, pero no me voy a descargar ahora, descuiden.


En resumen, anuncio que los trabajos para el concurso, que originalmente se recibían hasta el 29 de diciembre de 2009, ahora se van a recibir hasta el 1ro de enero de 2010 inclusive, y el período de votación será desde el 2 de enero hasta el 15 de enero.


Bueno, persona cuyo nombre a pedido suyo me reservo, espero que ahora sí envíe su participación.
Y el resto de ustedes, no sé qué esperan. La verdad, no sé. No sé.




Buenas noches


PD: La imagen que ilustra el artículo no participa del concurso, la hice yo con un software que se llama Corel Painter X y una tableta digitalizadora.

lunes, 21 de diciembre de 2009

¡Funciona!

Hace algún tiempo un amigo me enseñó un truco para aumentar el alcance del control remoto de cierre de puertas del auto. Mucho no le creí, pero, oh, maravilla, ¡funciona! El asunto es así:


1) Tenga automóvil. Esta es tal vez la parte más importante del truco, debido a que es aplicable principalmente a automóviles.
2) Asegúrese de que su automóvil tiene un control remoto para el cierre de puertas (que utilizado convenientemente, sirve también para su apertura, claro, no es que podamos cerrar las puertas y después para abrirlas haya que llamar al cerrajero o a un ladrón amigo, seamos serios). Es ese cosito que viene con las llaves. Como una cajita cuadrada con uno o dos botoncitos. No, eso no. Eso puede ser, sí.
3)  Si está usted dentro del automóvil, bájese. Debo decirle que estoy admirado por su habilidad para leer este blog desde su auto, pero para realizar esta experiencia es muy importante que usted esté fuera del vehículo.  Hágame caso.
4) Desde una distancia prudencial de su automóvil, accione el control remoto de cierre/apertura de las puertas.
5) Si todo va bien, escuchará como las puertas se cierran. Tal vez también se enciendan las luces, o haga un ruidito, o si tiene usted una de esas alarmas que hablan, le dira "ALARMA X 34, ACTIVADA".
6) Ahora aléjese unos metros, e intente abrir las puertas.
7) Si funcionó, escuchará el ruidito, o el robot anunciando "ALARMA X 34 DESACTIVADA", o las luces, o lo que sea. Aléjese unos metros más e intente cerrarlas nuevamente.
8) Si funciona, aléjese otro par de metros.
9) Continúe alejándose y probando, hasta llegar a un punto en que el control remoto ya no responda. Pero asegúrese de que el automóvil todavía está visible. Esto es muy importante. Es casi seguro que si su vehículo está, por decir algo, en Buenos Aires, Argentina y usted se alejó hasta llegar a Frankfurt, Alemania, el control remoto no funcionará, pero el objetivo de esta experiencia es que usted pueda accionar las puertas desde una distancia razonable. Además no se cómo se daría cuenta de que las puertas no se abren desde Frankfurt. Sí, puede tener a un amigo con teléfono celular al lado del auto y llamarlo, pero no es la idea. Sea razonable, caramba.
10) Entonces, desde una distancia prudencial, desde la cual usted pueda ver su auto, pero no pueda accionar sus puertas y alarma por medio del control remoto debido a que se haya superado el alcance operativo del adminiculo, haga lo siguiente: UBIQUE EL CONTROL REMOTO CERCA DE SU CUELLO.
11) Accione el botoncito correspondiente.
12) ¡VOILÁ!, ¡FUNCIONA!

La explicación es que el cuerpo hace de antena o algo así. Probablemente el hecho de atravesar sus órganos internos con ondas de radio cada vez que quiera abrir o cerrar las puertas de su automóvil termine produciendo horribles mutaciones en su ADN, que le causarán a la larga enfermedades aún desconocidas por la ciencia, y tal vez su descendencia tenga un dedo supernumerario, no pueda distinguir el color magenta o se afilie al Partido Demócrata Progresista, pero vamos,  el truquito bien lo vale.
Así que ya sabe, cuando impresione a su cita del próximo sábado, a su jefe o a su sobrino, cuando gane apuestas en base al desafío "A que yo puedo abrir las puertas desde mayor distancia que usted", cuando sea conocido en el barrio como "El gran Puertini", recuerde que esto lo aprendió aquí, en Los Sin-logismos de Bugman.

Buenas noches.



PD: ¿Ya envió su dibujo para participar en el HIPERMEGAFANTASTIBULOSO CONCURSO? ¿No? ¿Y qué espera? Mire que termina el 29. Sí, sí, hay mucho tiempo, pero vio cómo es esto, en esta época del año los días pasan volando y al final se nos viene todo encima. No, le digo, nada más. Usted es grande y sabe lo que hace. No, qué va a saber.




martes, 15 de diciembre de 2009

F.P.P. (Frecuentemente Preguntadas Preguntas) del ¡HIPERMEGAFANTASTIBULOSO CONCURSO!

Parece que no he sido claro. La historia de mi vida. También puede ser que los lectores tengan algunos problemitas con la comprensión de textos.  No, no puede ser. Debe ser culpa mía. Como sea, a ver si con esto se despejan las dudas de lo no tan amables lectores:

1)¿Este concurso es de verdad? 
Sí, es de verdad. Voy a regalar un aparato por valor de 299 euros.

2) Si no vivo en España, ¿puedo participar?
Sí, claro que puede, pero si quiere el premio se va a tener que hacer cargo de los gastos que su envío e importación desde España requieran. Porque el premio está en España. Los gastos pueden variar según el país. Averigüe. A lo mejor no le conviene.

3)Ah, pero qué vivo, ¿qué clase de premio es este que lo tengo que pagar?
No, no tiene que pagar el premio, solamente los gastos de envío e importación.

4) Pero algo tengo que pagar, o sea que no es gratis, así cualquiera da premios.
Bueno, organice usted su propio concurso y ortorgue un premio de 299 euros. A ver, adelante ¿donde está su concurso? Lo suponía.

5) Pero con esa plata que me costaría traer el premio, yo me lo podría comprar en una tienda de electrónica.
No le creo. Mire, justamente los países que tienen ridículas barreras arancelarias no se caracterizan por tener electrónica barata en sus tiendas. Porque, no se si usted lo sabe, el dueño de la tienda también tiene que pagar aranceles de importación. Y otros impuestos. De manera que si el aparato cuesta 299 euros en origen, difícilmente cueste menos en la tienda. Eso sin mencionar que esta clase de dispositivos aún no están en los comercios de todo el mundo.

6) Igual usted es un atorrante, Bugman, organiza un concurso y resulta que el premio hay que pagarlo.
Que no, que yo no le cobro nada. ¿Cómo se lo tengo que decir?

7) No sé, si usted me dice que me da un regalo, pero para obtenerlo tengo que poner dinero, no es un regalo.
Bien. Perfecto, ¿sabe qué? No participe. Sí, puede hacer eso. No le costará ni un centavo. ¿Vio que cosa maravillosa es la libertad?

8) Yo sí quiero participar, pero no pienso pagar nada. ¿Le puedo pedir a un amigo que vive en España que me traiga el juguetito?
Claro que sí, hombre, si tiene a alguien que se lo pueda traer, disfrútelo. Pero primero participe en el concurso y gánelo, claro.

9) Mi amigo que vive en España dice que nunca en su vida piensa venir a mi país, pero yo igual le tengo cariño y le quiero regalar a él el aparatito, ¿puedo?
Por supuesto, si participa en el concurso, y lo gana, sólo tiene que darme el nombre, la dirección y el teléfono de su amigo, y se le enviará el premio a su casa. Puede ser que tenga que pagar algo por el envió. No sé, 20 euros, algo así.

10) ¡Ah, pero entonces síempre hay que pagar algo! ¡Esto es una estafa!
Demonios, ¡20 euros por un premio que vale 299! ¿Qué clase de estafa sería esa? ¡Sería expulsado de la Asociación de Estafadores si propusiera semejante estupidez!

11) Yo vivo en España, y quiero participar, y no me importa gastar 20 euros, ¿puedo?
Indudablemente, usted está en condiciones envidiables para recibir el premio. Si es que gana el concurso, claro.

12) Pero lo que no le dije es que no soy lector de su blog, caí aquí de casualidad.
Bueno, tengo la esperanza de que se convierta en un lector. Por lo pronto, vaya y anótese como seguidor.

13) Pero no me gusta su blog, yo solamente quiero el premio. ¿Puedo participar, ganar el concurso y después decirle a todo el mundo que usted es un calvo gilipollas y que lo engañé?
Bueno, eso no sería muy amable de su parte, pero no  tengo manera de impedírselo.

14) ¿Y puedo participar, ganar el concurso y después decirle a todo el mundo que su blog es una porquería, que usted es un calvo gilipollas y que nadie debería leerlo?
Para decir todo eso ni siquiera necesita participar en el concurso. Si le divierte, adelante.

15)¿Y puedo participar, ganar el concurso y después decirle a todo el mundo que su blog es una porquería, que usted es un calvo gilipollas y que nadie debería leerlo, y después hackearle el blog  y publicar fotos de pornografía infantil y denunciarlo a las autoridades y hacer que usted se pudra en la cárcel y su familia vaya a la ruina?
Oiga, ¿yo qué le hice a usted?

16) Nada, es que así me divierto yo.
Bueno, está bien. Pero después no me venga a pedir intercambio de enlaces.

17) Yo quiero participar, me divierte pero no me importa el premio, no me conviene traerlo a mi país ni tengo amigos en España, ¿puedo jugar igual? 
Sí, adelante, me encanta ese espíritu lúdico. Mándeme su dibujo y aclare que no va a querer el premio, para no restarle oportunidades a quienes sí lo quieren.

18) ¡Ahhhh, lo engañé, Bugman! ¡Soy el  de la pregunta 11 ¡JAJAJA! ¡USTED ES UN GILIPOLLAS!
En fin. Si usted lo dice.

19) ¿Por qué hace estas cosas, Bugman? ¿No se podía conseguir a alguien que le trajera el aparatito y quedárselo usted, o venderlo?
Sí, probablemente hubiera podido hacer algo así. Pero es que soy un gilipollas, y me pareció divertido organizar un concurso.

20) ¿Y si nadie le manda un dibujito, Bugman?
Bueno, en ese caso le daré el premio a quien yo decida.

21) ¿Y por qué no hizo eso desde el principio?
Ver respuesta  a la pregunta 19.

22) ¿Por qué en las bases del concurso dice que el ganador no podrá rechazar el premio? Yo rechazo lo que se me da la gana. 
La idea es que quien participe lo haga con la voluntad de ganar y acepte los gastos que eso pudiera ocasionarle. Que no haya participantes de mentira que le quiten posibilidades a los que honestamente quieran ganar el premio. Otra vez, como le dije al graciosillo de la pregunta 17, si quiere puede hacer una participación honorífica, aclarando que no desea optar por el premio, y de todas maneras publicaré sus dibujos.

23) ¡AHHHJAJAJAAAA! ¡GILIPOLLAS! ¡EL DE LA PREGUNTA ANTERIOR ERA YO OTRA VEZ! ¡GILIPOLLAS! ¡BADULAQUE! ¡MEQUETREFE!
En fin, qué tal, cómo le va. Ya lo estaba extrañando.

24) ¿Puedo mandar un dibujo que no haya hecho yo? Soy amigo de un dibujante profesional, y me debe un favor.
Vea, no tengo manera de saber si usted es el autor del dibujo o no. Ese es un asunto que deberá tratar con su conciencia.

25) ¿Puedo mandar más de un dibujo?
Sí, puede.

26) Ay, me encantaría participar, pero yo no sé dibujar, ¿qué hago?
Vea, éste no es un concurso de arte, ni hay un jurado de notables. El ganador va a ser decidido por votación, así que a lo mejor usted hace un garabato que al público le resulta simpatiquísimo y gana. Anímese, la idea es divertirse.

27) Bugman, vivo en España, estoy muy interesado en su concurso, me parece una idea magnífica, es una pena que los lectores de otros países estén en desventaja, pero haré mi mejor esfuerzo para ganar y desde ya le agradezco que haya pensado en nosotros.
Bueno, es usted muy amable, la verdad es que valoro mucho su opinión en medio de tantas críticas.

28) ¡JAJAJAJAAAA! ¡CALVO GILIPOLLAS! ¡LO ENGAÑÉ OTRA VEZ, EL DE LA PREGUNTA ANTERIOR ERA YO! ¡CAPULLO!
Ay, ay, ay.


lunes, 14 de diciembre de 2009

¡HIPERMEGAFANTASTIBULOSO CONCURSO!

Porque sí, porque los estimados lectores lo merecen, porque soy una maravillosa persona y etcétera etcétera, he decidido lanzar otro ¡HIPERMEGAFANTASTIBULOSO CONCURSO!
"¿Uh, otro más?" dirá el lector acostumbrado a mis entusiasmos injustificados, y yo lo entenderé, pero este concurso es diferente, porque tiene un premio ES-PEC-TA-CU-LAR, una "cosa" de verdad, con botoncitos y pantallita y que se puede usar, nada de reconocimiento, y felicitaciones y todo eso que es gratis.

"¿Cómo?" dirá el lector, ahora un poco más interesado.
"Así como le digo", contestaré yo. El premio es un aparato, un chiche electrónico que cuesta 299 euros.
"¿En serio?" replicará el lector incrédulo.
"Claro que sí, hombre", le diré yo, un poco ofendido por su falta de confianza.

No se si ustedes sabrán pero como resultado de la última edición del concurso de Bitácoras.com , los organizadores me dieron un regalito. Como vivo en Argentina, traerlo me cuesta casi lo mismo que comprarlo, por esas cuestiones de Aduanas y gastos de envío. Entonces, ¿qué mejor que regalárselos a ustedes, estimados lectores?

"Ah, caraaaaamba, ¿qué tengo que hacer, qué tengo que hacer, quéquéqué?" se entusiasmará ahora el lector.

Bien, vamos a describir la bases del concurso.

1) Podrá participar cualquier lector de este blog, siempre y cuando sea, además, seguidor. (Sí, se pueden anotar como seguidores ahora, no voy a andar controlando eso, en fin, ustedes sabrán lo que hacen).
2) Quien decida concursar deberá aceptar hacerse cargo de los gastos de envío y si correspondiera, de los derechos de importación del premio (es que el juguete está en España, sepan disculpar). Es por esto que sugiero que no participen lectores de países donde los gastos de Aduana y envío resulten elevados. (Por ejemplo, en Argentina deberían pagar el 50% del precio del aparato más el envío como derechos de importación, es decir unos 200 euros a ojo de buen cubero). En cambio, los lectores españoles solamente deberían pagar unos 20 euros en concepto de envío.
3) Los participantes deberán enviar por e-mail a la dirección que figura en mi perfil, UN DIBUJO DE BUGMAN, en la situación en que prefieran retratarme. No se aceptará la fotografía del perfil retocada con un software de procesamiento de imágenes para que parezca un dibujo. Puede ser a lápiz, tinta, color, blanco y negro, tableta gráfica, acuarela, témpera, oleo, la técnica que prefieran, pero debe ser un dibujo original. La imagen del dibujo deberá ser escaneada o fotografiada.
4) Los dibujos participantes se expondrán en este blog, numerados y sin mencionar a los autores y los lectores votarán por su preferido, enviando su voto a la dirección que figura en mi perfil. El asunto del mensaje deberá ser : "Concurso dibujo Bugman",  y en el cuerpo deberán declarar su voto. Por ejemplo, "Voto por el dibujo número 4". No, no tiene que votar todos por el número 4, es un ejemplo.
5) Resultará ganador el que acumule mayor cantidad de votos. El organizador (es decir yo mismo) estará inhibido de votar, salvo que se produzca un empate.
6) No se aceptarán votos anónimos, y cualquier participante que revele cuál es su dibujo será automáticamente descalificado.
7) El ganador no podrá rechazar el premio.
8) Etapas del concurso
a) Recepción de dibujos: Desde este preciso instante hasta el día 29 de diciembre de 2009
b) Exposición de las obras y período de votación: Desde el 1 de enero de 2010 hasta el 15 de enero de 2010.
c) Anuncio del ganador: 16 de enero de 2010.


El ganador deberá darme su nombre, apellido, dirección y número telefónico, que serán enviados a la gente de Bitácoras.com para que se pongan en contacto y coordinen el envío del premio.


¿Cómo que cuál es el premio? ¿No hicieron click allá arriba en el link? ¿Todo servido, les tengo que dar? En fin, el premio es un lector de e-books Inves Book 600, con un valor de 299 euros, no se si les dije.
Miren, éste es el chiche:


¿Qué otro weblog les podría dar un premio así? ¿Eh? ¿Eh? No señores, esto se ve solamente en Los Sin-logismos de Bugman.


¡Señores, a dibujar! 




Buenas noches.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

V.I.P. (Very Important Pelado)

Por ser cliente del mismo banco desde hace muchos años, hace poco me enviaron una tarjeta que me identifica como miembro de algo llamado Banca Personal.  El envío venía en un sobre muy grueso lleno de folletos de esos que se nota que son caros, que procedí a tirar a la basura sin leer. Se supone que contenían buenas noticias, pero yo desconfío de las buenas noticias que provienen de los bancos. Casi siempre son una forma de comunicarle a uno que descubrieron una nueva manera de cobrarle cosas. 



La tarjeta no es nada especial, es un reemplazo de mi anterior tarjeta de débito con otro diseño, sirve para lo mismo y los cajeros automáticos la tratan de igual manera. No sé, yo esperaba que me saludaran más efusivamente que antes, que me hicieran algún guiño cómplice, algo. A los efectos prácticos, ser miembro de la Banca Personal parecería que no sirve de nada.

Pero resulta que la semana pasada tuve que ir al banco en persona a hacer un trámite en una caja atendida por un cajero humano.

El banco tiene un sistema para entregar turnos que consiste en un aparato con varios botones entre los cuales uno debe escoger según la naturaleza de su diligencia. Así, hay un botón que dice "Cajas", otro que dice "Plazos fijos", otro que tiene la leyenda "Inversiones". Presionando el botón correspondiente, el dispositivo entrega un número impreso que contiene una serie, "A", "B", y así hasta no sé que letra. Había un botón que decía "Banca Personal", y elegí ese. Para algo estaba. Digamos que de la ranura correspondiente salió el número "4C".

Munido Provisto del papelito codificado, me dirigí a la sala donde, en una pantalla, iban a apareciendo los turnos.
Había unas cincuenta personas esperando que exhibían diversos grados de impaciencia e incomodidad.
Entre ellos, un señor se postulaba al premio del cliente más indignado de la comarca. Vociferaba sus amargas quejas con la esperanza, supongo yo, de organizar una pequeña revuelta y obligar a la Gerencia del banco a contratar más cajeros en forma perentoria. Las palabras "barbaridad", "indignante", "falta de respeto", "perder el tiempo" y otras de calibre un tanto más grueso surgían a borbotones de su inflamada garganta. En un momento se dirigió directamente a mi persona y me dio su interpretación de la frase que figura en la puerta del Infierno, según El Dante (Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate), dando a entender que mi espera sería eterna como la suya. (No, claro que no lo dijo en italiano, y tampoco mencionó al Dante, pero permítaseme esta ocasión para hacerme el culto). Yo simplemente me encogí de hombros.

Cuál no sería la sorpresa del combativo cliente (y la mía propia) cuando apenas un minuto después la pantalla mostró el número mágico : 4C.

Por supuesto, se quejó. Rápidamente se desplazó hacia la caja donde un aburrido empleado se disponía a atenderme y le espetó que él había llegado hacía casi una hora, y en cambio yo era uno de las más recientes incorporaciones al ejército de maltratados.
El empleado le contestó que el sistema que llamaba por turnos estaba programado de manera que los clientes de Banca Personal tenían prioridad sobre los otros.

Me miró. Lo miré. Nos miramos. Nuevamente me encogí de hombros. El señor me dirigió una mirada asesina y pidió hablar con el Gerente. Yo terminé mi tramite y me fui silbando una tonadilla galesa.

Y comprendí, una vez más, que los privilegios son insoportables. Los privilegios de los otros, claro.

Buenas noches.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Global Calenting

Supongo que a esta altura del partido  los amables lectores estarán enterados del petit affaire de los datos masajeados en la Universidad de East Anglia, que eran el principal sustento de la teoría sobre el calentamiento global producido por el hombre. No, no, hablo del hombre en general, no de su vecino. Bueno, a lo mejor su vecino también.
Ah, ¿no saben a qué demonios me refiero? Caramba, ¿cómo hacen para vivir tan desinformados? En fin, aquí pueden leer algo sobre el tema
Sí, ya sé, siguieron de largo y no fueron a leer nada. Así estamos. 


De todas maneras no es importante, todos se equivocan. 
Expondré ahora mi teoría (y como de costumbre, la llamo así por una cuestión de humildad intelectual, porque en realidad es una certeza grande como una casa).
Primero, para establecer una base empírica, hágase el siguiente experimento:


1) Ubíquese un aparato de aire acondicionado, preferentemente de los que no tienen el compresor separado (los llamados split).
2) Asegúrese de que funciona.
3) Encienda el aparato.
4) Posicione su mano (cualquier de ellas) de manera que intersecte el flujo de aire que sale por las rejillas del equipo, del lado del frente.
5) Anote en un papel la sensación que esto le produce, limitándose al aspecto térmico. A los efectos de este experimento, poco importa si el aire acondicionado lo pone triste, le trae recuerdos de cuando trabajaba en un banco o le genera el irrefrenable impulso de cantar la milonga "Durazno a Cuarenta el Ciento".
6) Identifique la parte trasera del aparato de aire acondicionado, la que normalmente está expuesta a la intemperie. Tal vez esta operación sea un tanto arriesgada si es que el dispositivo está instalado en el piso vigésimo tercero de un edificio. No le recomiendo caminar por una cornisa, pero tal vez pueda asomarse un poquito a la ventana y estirar el brazo.
7) Si pudo realizar la tarea detallada en el punto anterior, sitúe su mano de la misma forma referida en el punto 4, pero ahora con respecto a la rejilla posterior.
8) De manera análoga a la relatada en el punto 5, anote sus sensaciones en un papel. (Sí, puede ser el mismo que utilizó antes, pero del otro lado). Continúan siendo válidas las limitaciones anteriormente planteadas, es irrelevante si el flujo de aire hacia el exterior le produce una alegría insobornable o una imperiosa necesidad de cocinar empanada gallega, concéntrese en la percepción térmica.


Si ha seguido las instrucciones al pie de la letra, usted tendrá ahora dos anotaciones en sendos papeles (o un papel escrito en ambas caras, sí, también puede ser), y en la anotación correspondiente al punto 5 dirá "frío", mientras que en la restante dirá "calor". Las variantes idiomáticas (fresco/calentito, frescolari/calenturi, ofri/lorca) de estos dos conceptos no invalidan el resultado de modo alguno.


Llegado a este punto usted habrá deducido algo muy importante: el aire acondicionado escupe aire fresquito para adentro, y calentito para afuera. 


Ahora bien, imagine un  aire acondicionado muy grande. No, más grande. Enorme, masivo, colosal, capaz de enfriar el aire de todo un país.
Piense ahora cuánto aire caliente produciría ese acondicionador monumental. La respuesta es muchísimo.  


Preparé este gráfico para que aquellos lectores que no estén familiarizados con el lenguaje científico puedan seguir mi razonamiento:







Bien, me dirá usted, si existiera algo como un aire acondicionado gigantesco, probablemente lanzaría mucho aire calentito a al atmósfera, y eso haría que todos tuviéramos un poquito de calor, todos menos los que estuvieran justo en frente del aire acondicionado gigantesco. Pero Bugman, ¿qué país en el mundo sería capaz de hacer semejante cosa y por qué?


Vamos, piense un poco, estimado lector. Haga un esfuerzo más, mire hasta donde llegó casi solito. 
-Debería ser un país cuyos habitantes prefirieran el frío. Mucho frío todo el tiempo.
-Deberían tener un nivel tecnológico tal que les permitiera construir el aparato.
-Deberían ser capaces de ocultarlo de la vista de aviones y satélites.
-Deberían tener un nivel de vida tal que se pudieran dar el lujo de tener el aire acondicionado encendido todo el año sin preocuparse por la factura de electricidad.


¿Todavía no adivinó? ¿De veras? ¿Entonces se lo tengo que decir, así, groseramente?
Qué barbaridad.


El calentamiento global es producido por un enorme aparato de aire acondicionado capaz de mantener la temperatura de todo un país a unos 2 grados bajo cero durante todo el año. 
Y ese país, es, por supuesto, Noruega.




Buenas noches.

martes, 1 de diciembre de 2009

Un poco ocupado



En cuanto encuentre un minuto libre, vuelvo.
(¿Alguien tiene un minuto libre para prestarme?)

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