sábado, 29 de mayo de 2010

Títulos

El hombre está intentando seducir a la señorita de buen ver. En un momento de la velada, ella le pregunta a qué se dedica, y el contesta, con cierto afectado orgullo:
-Soy Director Adjunto de la Subsecretaría de Programación Regional para la Coordinación de Subsecretarías Regionales del Plan Nacional de Recuperación y Descentralización de la Administración de Recursos Marginales.
-Oh -dice ella- qué interesante.
-¿De veras?
-No, pero no me gusta ver llorar a los hombres. ¿Está usted llorando?
-No, no, es una alergia.
-¿Alergia a qué cosa?
-A mi patética vida.


Ya sea que usted trabaje en un empresa privada o sea un eficaz y productivo (jiji) miembro de la Administración Pública, hay una manera bastante precisa de determinar qué grado de influencia tiene en las decisiones que realmente importan: mientras más largo sea su título, más alejado estará de quienes cortan el bacalao.
Así, el infortunado muchacho del acápite probablemente pase sus jornada laborales escribiendo memorandos  que nadie leerá y fantaseando con abandonar todo y dedicarse al tráfico de válvulas solenoides (vamos, no me diga que usted nunca ha fantaseado con dedicarse al tráfico de válvulas solenoides).
En cambio, imaginemos el siguiente diálogo (el hombre intentando seducir a la señorita y todo eso...)

-Trabajo en la Policía Secreta.
-Oh, ¿y cuál es su puesto?
-Soy el Jefe.
-Qué impresionante. ¿Puede mandar a matar gente?
-No puedo darle esa información. Pero digamos que le conviene que esta velada termine en una sesión de sexo particularmente salvaje.

Nótese la extrema brevedad del título del segundo muchacho. "Jefe". Simple, conciso (y en este caso  perturbadoramente sugerente).
Y es que cada palabra añadida a su tarjeta de negocios representa un nivel de responsabilidad por encima del suyo. Un título de una sola palabra es poderoso (Presidente), una palabra compuesta un poco menos (Vicepresidente), dos palabras ya no son tan buenas (Gerente General), y si seguimos descendiendo podemos encontrar al Asistente del Subjefe de Departamento de Contabilidad, que ya comienza a darnos un poquito de pena.
Algo parecido pasa con los nombres de las empresas. Si le nombran a la Compañía Integral de Recreación Canina, puede ser que a primera vista le suene muy profesional, pero no es más que un tipo y su cuñado, que sacan a pasear los perros de gente ocupada (probablemente redactando memorandos inútiles). 
La empresas realmente poderosas tienen nombres cortos (Apple, Microsoft, Samsung, Coca-Cola), y si en alguna época fueron largos (International Business Machines, Minnesota Mining and Manufacturing)  luego los reemplazaron por siglas o abreviaturas (IBM, 3M). Los máximos jerarcas de esas mismas empresas tienen títulos que se escriben con siglas de tres letras: CEO, CFO, CIO.
Incluso las personas adoptan nombres mas cortos a medida que ganan dinero y poder: William Henry Gates III, es simplente, "Bill".

Entonces, estimado lector, si usted tiene un trabajo cuya descripción sea de una o dos palabras, felicitaciones.  También es digno de mi respeto si no existe descripción alguna (por ejemplo, trabaja en Mueblerías "Roberto", y usted es Roberto).
Pero, si en cambio tiene una tarjeta de presentación que se pliega como un mapa de carreteras porque no hay otra manera de que su título quepa en una tipografía legible, tal vez sea hora de que empiece a hacer un pequeño estudio de mercado sobre las válvulas solenoides.

Buenas noches.


Bugman
Asistente del Subdirector Interino de Generación de Contenidos de la Dirección de Publicaciones en Medios no Tradicionales de Los Sin-logismos de Él Mismo.


PD: Me acabo de enterar de que falleció Dennis Hopper. Y bastante cerca de mi fecha de cumpleaños. Perturbador.


sábado, 22 de mayo de 2010

Infarcitación a la colpoza

¡Albritia, albritia, sinófantica meterogla, el riboluzo del dafado se refuliza de federio!
¡Márcicos incalates , rebunzad, rebunzad!
Cantotando la esperiola se refulgan las mérgolas, no imparciten antes de erfiselar porque estrofa federio.
Hartarán las mariglacias, el refulzo esperiolará grusmos, not varses, not varses.

Burlat noctiara.


jueves, 13 de mayo de 2010

Cositas sueltas 25


-Si en su vida se cuentan más victorias que derrotas, es probable que usted no haya vivido lo suficiente.
-Yo no sé cómo hay gente que todavía cree en la Justicia, si los jueces no hacen más que producir fallos.
-Uno debería prestar especial atención a los verbos y sus conjugaciones cuando escribe. Fuera la mejor manera de no metiendo la pata.
-Mis derechos terminan donde comienzan los de los demás. Por eso trato de alejarme todo lo posible de los demás.
-Nada suena serio dicho en portugués, nada suena gracioso dicho en alemán.
-Lo curioso de los malentendidos es que todo el mundo los entiende.
-Un pedante es un estúpido adulterado por el estudio (Miguel de Unamuno).

Buenas noches.

sábado, 8 de mayo de 2010

Seis



DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SR. BUGMAN EN OCASIÓN DEL 6to. ANIVERSARIO DE LOS SIN-LOGISMOS DE ÉL MISMO


Su Majestad Harald V, Rey de Noruega, distinguidos comentaristas, apreciados suscriptores, estimados seguidores, visitantes ocasionales, curiosos de toda calaña, damas y caballeros:

Hace seis años iniciamos este incierto sendero con el entusiasmo y la alegría propia de los principiantes. En aquellos tiempos, en los que a estos espacios les llamábamos weblogs, porque les llamábamos weblogs, ¿saben?, no teníamos intención alguna de llegar a ningún lado.
Y hoy, podemos decir con satisfacción y orgullo, que lo hemos logrado: ¡No hemos llegado a ningún lado! (aplausos).
Si en aquellos duros principios que, dulcificados por el tiempo transcurrido se nos antojan románticos y heroicos, la fortuna nos fue esquiva, la fama huidiza y el reconocimiento escaso, este  aniversario nos encuentra en una situación muy diferente: ¡la fortuna es escasa, el reconocimiento huidizo y la fama esquiva! (más aplausos).
Es tiempo de...(continúan los aplausos)...es tiempo de cambios, señores. Las nuevas tendencias, el avance de la tecnología y el incesante devenir de la Historia nos marcan el rumbo, y no podemos quedarnos quietos si queremos seguir adelante. Por eso, porque queremos avanzar, mis estimados lectores, es que ¡seguiremos haciendo lo mismo de siempre! (aplausos, cánticos, una señora arroja una bombacha al estrado).
Y cuando nos asalte la duda, cuando nos ataque la desesperanza, cuando nos enfrentemos al desasosiego, ¡nos rendiremos de inmediato,les daremos todo lo que pidan y les rogaremos que al menos nos dejen los documentos y plata para volver a casa! (aplausos, gritos, pequeños desmanes, un señor arroja un calcetín al estrado).
Durante estos años, nuestras escasas aptitudes han sido puestas a la consideración de un Jurado internacional no en una, sino en dos ocasiones. Me refiero, naturalmente, a aquellos prestigiosos concursos en los que hemos participado en 2008 y 2009. Y si bien en esas oportunidades la victoria no fue conseguida, yo les prometo que en el futuro la derrota no será una posibilidad, ¡será una certeza! (la multitud ruge, grazna, barrita, muge, relincha y berrea).
Por todo esto, porque aquí estuvimos, estamos, nos iremos un ratito a ver la tele, volveremos, nos arrepentiremos y seguiremos viendo la tele, regresaremos porque no hay nada que valga la pena, nos haremos un sándwich y llenaremos de migas el teclado, pero estaremos, por eso, decía, porque el esfuerzo lleva al triunfo pero es mucho trabajo y uno se cansa, es que estamos donde estamos porque somos los que somos y hacemos lo que hacemos. (Silencio. Una anciana pregunta "¿Por acá pasa el 68?").
¡La inmarcesible entelequia de la inacabable profusión se ha internalizado en los actores del ágora virtual de forma tal que su manifestación es axiomática!. (Silencio. Se escuchan algunas toses. Un niño llora. Bugman mira a la madre levantando una ceja).  
¡Señores! ¡El futuro nos espera! Y yo les digo: ¡Que siga esperando! (La concurrencia delira. Ve elefantes vestidos con faldas escocesas, enanos húngaros con destornilladores láser y políticos irreprochables). 
Gracias, gracias a todos por haber venido, por haberme acompañado estos seis años. Yo les prometo que si alguna vez los he defraudado, de aquí en adelante ¡no estará en mí la intención ni la capacidad de cambiar esa circunstancia! (El público aúlla. Un perro aplaude).
Y ahora, me despido de todos ustedes con una palabra del corazón: ¡Cardiopatía! (Aplausos. Algunos se toman el pulso con cara de preocupados).
¡Gracias! , y...
...
...¡Buenas noches!

(Aplausos, gritos, corridas, empujones y manoseos. La multitud se dispersa rápidamente en desorden y se roba todo lo que encuentra a su paso. Lo que está pegado o atornillado es incendiado. El Rey Harald se retira discretamente, no sin antes patear un tacho de basura. En medio de la confusión, un señor bajito pierde los lentes, una diseñadora de interiores se come un muestrario de alfombras y un Contador Público se convierte al Budismo).


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