Los Sin-Logismos de Bugman inaugura esta nueva sección, destinada a ser una guía para todos aquellos que deciden abandonar la casa paterna y declarar su independencia.
Volcará el autor en estos artículos las experiencias ganadas a pulso a lo largo de quince años de práctica (con algunas interrupciones).
Volcará el autor en estos artículos las experiencias ganadas a pulso a lo largo de quince años de práctica (con algunas interrupciones).
Introducción
A los efectos de este Manual, denominaremos Soltero Urbano (SU) al individuo varón que vive sin pareja ni acompañante humano de ninguna clase en una vivienda ubicada en una ciudad de tamaño respetable.
Esta definición podrá pecar de estrecha, sin embargo resulta adecuada a nuestros propósitos porque cada ampliación introduce en el tema elementos completamente extraños a la experiencia del autor, que se declara incompetente en temas como El Soltero Rural, La Pareja Interracial Aldeana, El Matrimonio Insular o La Familia Antártica.
Esta definición podrá pecar de estrecha, sin embargo resulta adecuada a nuestros propósitos porque cada ampliación introduce en el tema elementos completamente extraños a la experiencia del autor, que se declara incompetente en temas como El Soltero Rural, La Pareja Interracial Aldeana, El Matrimonio Insular o La Familia Antártica.
La familia de la que provendrá el SU será de las llamadas tradicionales, donde los padres y los hijos viven bajo el mismo techo y los primeros atienden las necesidades primarias de los segundos.
Esta segunda limitación también tiene un motivo: Debido a que el objeto de este Manual es analizar las situaciones a las que se ve expuesto un individuo que deja de tener el soporte de sus progenitores en una variedad de aspectos, su utilidad se vería seriamente disminuída si tomáramos como ejemplo a alguien que saliera de un hogar donde desde los cinco años se hubiera visto obligado a prepararse sus alimentos, lavar sus ropas y ganarse el sustento. Un ejemplar de esta clase estará perfectamente dotado para dejar la casa paterna a los doce años, casarse a los quince, divorciarse a los diecisiete y tener una úlcera a los diecinueve. Probablemente se desempeñará en profesiones u oficios liberales, detacándose a temprana edad como exitoso abogado, escribano público, artista o asesino serial (es posible que a pesar de ser una persona ferozmente independiente y adaptable a entornos adversos haya quedado un poco mal terminado en el aspecto afectivo).
Esta segunda limitación también tiene un motivo: Debido a que el objeto de este Manual es analizar las situaciones a las que se ve expuesto un individuo que deja de tener el soporte de sus progenitores en una variedad de aspectos, su utilidad se vería seriamente disminuída si tomáramos como ejemplo a alguien que saliera de un hogar donde desde los cinco años se hubiera visto obligado a prepararse sus alimentos, lavar sus ropas y ganarse el sustento. Un ejemplar de esta clase estará perfectamente dotado para dejar la casa paterna a los doce años, casarse a los quince, divorciarse a los diecisiete y tener una úlcera a los diecinueve. Probablemente se desempeñará en profesiones u oficios liberales, detacándose a temprana edad como exitoso abogado, escribano público, artista o asesino serial (es posible que a pesar de ser una persona ferozmente independiente y adaptable a entornos adversos haya quedado un poco mal terminado en el aspecto afectivo).
La primera advertencia que habrá que hacer a quienes decidan seguir el camino de la Soltería Urbana, es que la vida no es como la vemos en las series de televisión. Esta afirmación parece perogrullesca(1), pero la influencia de comedias de situaciones como la popular Friends ha llevado a más de un futuro SU a pensar que pasaría sus días rodeado de amigos que trabajan un promedio de quince minutos por semana, se reúnen todo el tiempo en el bar o en los departamentos de otros SUs, no tienen ningún problema económico aparente y salen de cualquier aprieto poniendo caras graciosas.
Olvídelo.
Lo que usted ve en su pantalla no es una vida maravillosa, es un guión interpretado por actores que ganan en dos minutos lo que usted en toda su existencia y llevan una vida realmente maravillosa.
(Y señoritas, aunque este Manual no está dirigido específicamente a ustedes, me temo que no, que la cosa tampoco es como en Sex and The City. )
Tradicionalmente este paso recomendable para todo varón se daba al final de la adolescencia, pero se verifica en los tiempos que corren una alarmante tendencia a demorarlo cada vez más.
En efecto, no es extraño encontrar en estos días a un señor de 35 años cuyas sienes empiezan a salpicarse de canas al que su madre todavía le lava los calzoncillos.
No está dirigido a estos adultescentes el presente Manual, sino a los verdaderos y audaces SU, jóvenes que apenas encuentran que su salario les permite salir al mundo quieren bebérselo de un trago y se lanzan a la aventura de vivir solos.
Deseamos que este Manual les sea de utilidad.
Olvídelo.
Lo que usted ve en su pantalla no es una vida maravillosa, es un guión interpretado por actores que ganan en dos minutos lo que usted en toda su existencia y llevan una vida realmente maravillosa.
(Y señoritas, aunque este Manual no está dirigido específicamente a ustedes, me temo que no, que la cosa tampoco es como en Sex and The City. )
Tradicionalmente este paso recomendable para todo varón se daba al final de la adolescencia, pero se verifica en los tiempos que corren una alarmante tendencia a demorarlo cada vez más.
En efecto, no es extraño encontrar en estos días a un señor de 35 años cuyas sienes empiezan a salpicarse de canas al que su madre todavía le lava los calzoncillos.
No está dirigido a estos adultescentes el presente Manual, sino a los verdaderos y audaces SU, jóvenes que apenas encuentran que su salario les permite salir al mundo quieren bebérselo de un trago y se lanzan a la aventura de vivir solos.
Deseamos que este Manual les sea de utilidad.
Continuará.
(Y buenas noches, aunque nunca jamás vi que en un manual el autor se despidiera así de los lectores).
(1) Referido a Pero Grullo, que a la mano cerrada le dice puño.