domingo, 10 de diciembre de 2006

¿Se acuerdan de Bugman? ¡Volvió! ¡En forma de blog!

Ya es hora de poner las cosas en su lugar. (Lo digo literalmente, porque Emeefe y Gustav me dejaron todo desordenado).

El experimento de hacer un concurso y dejar a los ganadores a cargo del blog durante toda una semana tuvo resultados un poco inesperados, pero en realidad no debo sorprenderme. Mis lectores son cualquier cosa menos previsibles, y es así como me gustan.

Yo creía que los muchachos iban a escribir un artículo cada uno, con sendas introducciones diciendo que era un honor, que esperaban estar a la altura y ese tipo de frases de compromiso para luego despacharse con reflexiones acerca del agua que discurre cerca del cordón de las veredas o la influencia del queso manchego en las mediciones de la ionósfera, pero en vez de eso se dedicaron a quejarse de lo difícil que era ser yo, a desprestigiarme, a conspirar contra mí, a atentar contra mi vida en dos ocasiones (incluso trataron de envenenarme con polonio, pero me parece que les vendieron otra cosa porque no solo no me morí, sino que mi cutis está más terso que nunca) y en resumen, a divertirse salvajemente a mis expensas.

Lo curioso es que yo también me divertí mucho, así que voy a desistir de las 25 causas penales que les había levantado y voy a continuar únicamente con la demanda civil (lo siento , pero no pienso pagar los 150 mil dólares que se gastaron comprando una Ferrari en mi nombre). Sin embargo lo voy a pensar muy bien antes de hacer otro concurso de esta naturaleza. O por lo menos voy a conseguir que lo auspicie una clínica neuropsiquiátrica para que el tratamiento al que los tres nos vamos a tener que someter en estos días nos resulte más barato.

Dicho esto, les cuento que no permanecí del todo inactivo en la semana que pasó, estuve escribiendo un artículo que resultó extremadamente largo (y que ni siquiera terminé), de manera que probablemente lo vaya publicando por entregas.

Pero para no presentarme en mi regreso con las manos vacías, les traje unos inspirados versos que compuse por fechas lejanas y que gracias a Laura, arqueóloga documental, han sido rescatados de un justo y merecido olvido.


Rupturas Rimadas

Lo nuestro ha terminado,
-le dije muy seriamente
Y ella me ha contestado
escupiéndome en la frente.

Lo nuestro ha terminado,
-le dije en tono austero
Y entre ella y su abogado
me hicieron flor de agujero.

Lo nuestro ha terminado,
-le dije apesadumbrado
Y ella me ha preguntado:
-Cómo, ¿ya habia empezado?

Lo nuestro ha terminado
-le dije casi llorando
Y ella me ha contestado:
-Callate y seguí bombeando.

¡Lo nuestro ha terminado!
-le grite en tono iracundo
Y ella dijo, sin mirarme
-Este es mi amante, Facundo.

¡Lo nuestro ha terminado!
me dijo ella una tarde
y yo en vez de enojarme
¡Como un loco he festejado!


Sepan disculpar.

Buenas noches.

4 comentarios:

Emeefe dijo...

Bienvenido Bugman!
Me hizo acordar que buen poeta que era!
Digo yo, el artículo largo ese que está escribiendo, es muy pero muy largo? No me diga que está escribiendo un ensayo!
Cambiando de tema, y hablando de cosas importantes, que tal le fue con el número de visitas esta semana?

Bugman dijo...

Emeefe: El artículo es muy largo, es casi un cuento, pero en realidad es...bueno, espere a leerlo, caramba.
En cuanto a las visitas, hubo muchas, pero una vez que hice un minucioso análisis, descubrí que la mayoría eran suyas. (Felicitaciones,ya es todo un blogger, entrando cada 10 minutos a ver si alguien dejó un comentario).

Gustav dijo...

Me alegra mucho que se haya divertido Bugman, la verdad que yo también me he divertido mucho aprovechándome de su imagen. Y también aprovecho para mandarle un saludo a Emeefe, ha sido un excelente compañero de blog.

Bugman dijo...

Ya ven, ya ven, quién sabe quién lo crió, pero ustedes se amontonan solos.

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