lunes, 8 de marzo de 2010

Buenos vecinos

En mis épocas de soltero urbano yo tenía un vecino bastante pintoresco. Digamos que se llamaba Ernesto. Porque además me parece recordar que ese era su nombre, entonces sería la mar de apropiado que dijéramos que se llamaba así. De todas manera nada le agregaría ni le quitaría a la narración que le llamáramos con otro nombre. Por ejemplo, Alberto. No, no, me gusta más Ernesto. Dejémoslo así.
Alberto, digo Ernesto, era un muchacho que promediaba la treintena cuando lo conocí, y vivía con su esposa (cuyo nombre nunca supe) en el departamento que estaba pegado al mío, de cual estaba separado por una de esas paredes internas que hacen ahora, que son tan finitas que si a uno le pica el vecino se rasca.
Apenas llegué al edificio Ernesto se presentó y me dio la bienvenida, como un buen vecino. 
Solíamos salir a trabajar por las mañanas más o menos a la misma hora, Ernesto, su esposa y yo, así que nos deseábamos buenos días y hablábamos del tiempo en el ascensor. Lo que se dice, una relación cordial.
Promediando el segundo año de nuestra correcta y para nada íntima relación, tanto Ernesto como su mujer dejaron de trabajar. El Servicio de Inteligencia del edificio (es decir el encargado) se ocupó de informarme que eran empleados de una repartición oficial y se habían acogido a un plan de retiro voluntario, de esos que permiten que uno siga cobrando su sueldo durante un año entero después de la renuncia.
Luego de eso, Ernesto empezó a presentarse cada vez más desaliñado hasta que adoptó un atuendo prácticamente invariable, que consistía en una camisa que mostraba indicios de haber sido cuadriculada alguna vez con sus faldones adentro de un pantalón de gimnasia deformado y pringoso, todo esto rematado con unos mocasines marrones con las costuras reventadas que dejaban ver las medias blanco grisáceas. Completaba el conjunto una barba de anacoreta, unos cabellos abundantes que formaban una masa indefinida y casi rígida sobre su cabeza, y un aroma decididamente intoxicante, en el sentido en que inhalarlo durante más de treinta segundos podía ocasionar ceguera, convulsiones y pérdida del deseo de vivir. Parte de los efluvios que componían el poderoso almizcle eran identificables como provenientes de la combustión de las hojas de la cannabis sativa, y de la ingesta de grandes cantidades de cebada convenientemente fermentada. 
La mujer de Ernesto directamente dejó de aparecer en público. 
Ernesto, que anteriormente era bastante reservado, se puso muy locuaz y adoptó la desagradable costumbre de hablarme a escasos centímetros del rostro, lo cual me exponía a su pesadísimo aliento, que evocaba a un recital de Bob Marley celebrado en un matadero.
Me hablaba de cosas inentendibles, pero con mucho entusiasmo. Solía agarrarle por el lado místico, a veces decía que estaba en contacto con Los Galácticos y yo le preguntaba en broma cómo iba el Barcelona y él no entendía. Claro, después me enteré que Los Galácticos eran del Real Madrid. Es que de fútbol yo algunas cosas no las conozco, otras las ignoro y el resto ni siquiera las sospecho.
Esta locuacidad que desplegaba Ernesto por los pasillos continuaba paredes adentro de su departamento, sólo que unos decibeles más alto, y con la participación especial de su esposa que gritaba como un marrano. Se peleaban noche por medio, y alguna que otra vez se escuchaba un plato estrellándose. Y en ocasiones se prodigaban unas reconciliaciones igualmente ruidosas.
A fuerza de costumbre, prácticamente dejé de prestarles atención, era como vivir cerca de las vías del tren, con el tiempo uno ya no se sobresalta cuando pasa el expreso de las 20:15 sonando el silbato.
Pero un noche las escaramuzas de rigor se pusieron un poco más animadas. Los gritos fueron más fuertes, y los objetos voladores más abundantes y variados. Ernesto parecía sufrir de una especie de visión religiosa, porque exclamaba cosas como "¡ Ángel caído, yo te voy a salvar!" y su mujer tenía todos los síntomas de haber sido poseída por un demonio que la hacía hablar en lenguas, porque los insultos que profería no eran propios de una señora por más enojada que estuviera. Me preocupé un poco. 
Entonces se produjo una ráfaga de insultos y frases bíblicas y ruidos de golpes y cosas que se rompían y más gritos y unos chillidos muy agudos y unos cuasi rugidos y luego, el silencio. Me preocupé un poco más.
Pegué la oreja a la pared, y no escuché nada. Ni un sonido. Me preocupé más todavía.
Y entonces, escuché un sollozo. Muy suave al principio, fue creciendo en intensidad y volumen hasta que llegó a convertirse en un lamento hecho y derecho. Era Ernesto, que lloraba a los gritos y repetía "¿Por qué? ¿Por qué?".
Me preparé mentalmente para el testimonio que debería prestar en cuestión de minutos, tal vez incluso frente a cámaras de televisión. Me prometí no hacer lo que suele hacer la gente, que adopta espontáneamente la jerga policial cuando se la interroga sobre algún hecho delictivo. No, señor, yo no saldría por la tele diciendo cosas como "el hecho", "heridas cortantes", "arma blanca" o "la occisa". 
Porque a esas alturas estaba perfectamente claro que Ernesto había matado a su mujer y aunque quedaba determinar el método que había utilizado, yo hubiera apostado a que primero la había estrangulado y ahora la estaba cortando en pedacitos mientras lloraba. Me aposté en la puerta de mi departamento acechando al asesino. Quería atraparlo cuando sacara el cadáver trozado en grandes bolsas chorreantes. O quizás fuera más conveniente llamar a la policía, que a lo mejor en las bolsas quedaba espacio para un vecino curioso.
Estas y otras cavilaciones ocupaban mi mente mientras Ernesto alternaba el sollozo y algunas frases ininteligibles.
Y entonces otro sonido golpeó mis sentidos. Bueno, uno de ellos. Un sonido sorprendente, uno que no estaba preparado para escuchar. 
Clara, nítida, potente, se escuchó una voz femenina, que decía:
-¿¿Ernesto, te podés dejar de joder, que quiero dormir??


Buenas noches.



56 comentarios:

Elio Puntieri dijo...

Y digo yo... ¿Ernesto no habrá sido una especie de Norman Bates, que simulaba la voz de su esposa a quien ya había matado años antes, y que mantenía momificada en una silla?

Sí, tiene razón... debo dejar de fumar porquerías. Buenas noches.

loro711 dijo...

¿Con quién batallaba Ernesto?
¿Qué ángel quería salvar?


Lo sabremos en el próximo capítulo de... El secreto de Ernesto.

Anónimo dijo...

pobre loro, no entendió el secreto de ernesto.
bugman, el relato es espléndido, pero el asterisco sobra. Con esa frase tan recursiva no hay por qué dar explicaciones.

Bugman dijo...

Waitman, no, que la mujer de Ernesto no era un supermodelo, pero tampoco estaba taaaan mal.

Loro711, alguna vez voy a contar lo que vi cuando entré a la casa de Ernesto.

Anónimo, me parece que tiene toda la razón, le voy a hacer caso, gracias.

Rebeca dijo...

Mr. Bugman no se preocupe... suele suceder, de hecho a mi me sucedió algo parecido...
Ser testigos de un crimen no es algo de todos los días, sino solo cuando nuestra mente está en estado de "delirium tremens".

Au revoir!

Stella dijo...

¡Pero pordióssssss! ¡Qué vecinos desagradecidos y egoístas!
Una vez que Ud tiene la oportunidad de tener sus cinco minutos de fama en la TV, le hacen esto!
No hay derecho, Bugman, no hay derecho!

Canoso dijo...

Su historia me hace acordar a Misterioso asesinato en Manhattan, película de Woody Allen pero en ella, el asesinato era real. Bueno, real en la película, se entiende, no?
Lo de las paredes mínimas es tan cierto.
Cuando yo vivía sólo, una vez me dormí profundamente con el televisor prendido y con el volúmen bastante bajo.
Lo cierto es que me despertó un ruido repetitivo que dormido, atribuí al programa que estaban pasando en el canal en el que había quedado sintonizado el aparato.
Era un "cuick, cuick, cuik..."
Deseoso de seguir en brazos de Morfeo apague el televisor y con sorpresa me percaté que el sonido venía del departamento de arriba y no solo eso, sino que el "cuick, cuick, cuick" empezaba a acelerar su frecuencia hasta hacerse "cuicuicuicuicuicui" y además, éste sonido venía acompañado por unos gritos de mujer a la que parecía que la estaban degollando.
Ya imagina lo que estaba aconteciendo en el piso superior.
Por la mañana, al cruzarme con la pareja de dicho departamento la chica me saludo como siempre, un tanto tímida y yo pensé para mis adentros "quién lo hubiera creído? De día, tímida como un gatito pero de noche gritona como una tigresa..."
Saludos!

LadyMarian dijo...

Yo también quiero saber! Estoy como Loro. Qué vio cuando entró en la casa de Ernesto? Dele, cuente un poco más!

A esa altura yo creo que hubiera llamado a la policía o les hubiera tocado el timbre o... no sé, algo. No lo hubiera hecho por buena sino simplemente por miedo a que alguno muriera y después quedarme con culpa por haber sido indiferente.

Me encantó el post!
Besos

ADENOZ dijo...

- Ernesto.
- Bugman.
- Todo Bien?
- Todo bien. Vos?
- Bien. Tu esposa?
- Qué esposa?
- Ehh... Tu mujer, tu pareja...
- No tengo mujer, nunca la tuve.
- Pero si...
- No.
- Si el otro día...
- No.
- Seguro que...?
- NO!
- Ehh.. Ok... me bajo acá.
- Pero estamos en la mitad del quinto con el cu...
- No importa, chauuu!

MateoRamirez dijo...

Diablos. Cuanta emocion y sosobra por una pinche jodida!!!

Elvis dijo...

Bugman, su relato me ha dejado sobrecogido..., ¿de verdad fué capaz de compartir ascensor con semejante personaje? ¿Nunca tuvo tentaciones de ponerse una máscara antigás antes de entrar al ascensor? y es más ¿nunca tuvo miedo a morir intoxicado?

dispersa dijo...

con su pregunta me hizo creer vecina de María Castaña,la rspuesta es: el vendedor de churros pasa por Castelar,también a la salida de los boliches de Ramos(lo sé por mi hijo)Acá en el conurbano hay un retroceso de 30 años,justo el tiempo q los esperaba los vendedores por mi casa de Capital.

Con su relato,afirmo todos vivimos alguna vez con un Ernesto,pero por qué no le fue a pedir un pocillo de azúcar? agradezca q no hay angeles ..sería un poco complice.

Atrapante su historia

dispersa dijo...

disculpe.. sobra un "los"( esperaba ) y falta un "a"( los vendedores )

nadie sobrevive sin mancharse de salsa

Mona Loca dijo...

¡ Pero al final usted tenía una vida de lo más interesante, con la novela proporcionada por Ernesto y su mujer!

¿¿E igualmente prefirió irse a vivir a otro lugar??

Enfin.

beso

choripanboy dijo...

Cómo puede ser,después que la mataron la jermu todávía quería
dormir?
No sería la mujer de Alberto la que habló ?
Uhmmm,doble personalidá?

Lord,creo que no entendí bien su mensaje ó lo que bebí anoche todavía me dura...

Alelí dijo...

me encantó el relato, sobre todo me pude imaginar a ese muchacho devenido en pordiocero...que ashco!

pero que pasoooooooooooooo??? porque lioraba ernest?? quiero saber!

Yoni Bigud dijo...

No sería del todo descabellado demandar a la constructora por el grosor de las paredes. En la vida moderna vivimos varias intimidades, la mayoría de ellas no deseadas (no al chiste marital). Por mucho menos que esto, en Estados Unidos uno se hace millonario.

Tengo un vecino en el séptimo piso (yo vivo en PB) que discute a menudo con su mujer. A los gritos, no es que yo ande subiendo siete pisos por ascensor para pegar la oreja en alguna pared finita. Y siempre termina las discusiones con un "EN ESTA CASA EL QUE LABURA SOY YO, Y VOS PELOTUDEÁS". Todo se escucha desde mi cocina, y asumo que desde todas las cocinas del edificio. Pero fuera de eso es un encanto de señor. Siempre me dice buenos días y le sonrie a mi pequeña yoni.

Qué lindo es tener buenos vecinos.

Un saludo.

Yoni Bigud dijo...

Y... 18.

No me diga que no soy un buen vecino.

Anita la bibliotecaria dijo...

pero...y qué paso realmente con Ernesto y la mujer,eh????

QUEEEEEE PASOOOOO????

Anita la bibliotecaria dijo...

Ud se queja del grosor de la pared. Mire, cuando vivia en Japón, era terrible, xq se sabia todo del/los vecino/s, alli el grosor es como de carton de 2 mm. Todas las edificaciones son de paredes delgadas. Es una reverenda...( uh cierto aca no se puede insultar,no?)

Cariños

El enmascarado) dijo...

Estimado Bugman, su interesante relato me ha suscitado algunas incógnitas: ¿por qué razón Ud. entró al departamento de Ernesto? ¿Estaba Ernesto presente?
Dado que la mujer de Ernesto no estaba taaaan mal, ¿estaba solamente la mujer de Ernesto? ¿Fue ella la que lo invitó a entrar?

En el caso de que la respuesta a la última pregunta sea afirmativa, le agradeceré nos cuente sin mayores detalles ya que, supongo, su mujer (la suya, no la de Ernesto) leerá su blog, cuál fue la excusa por la que esa mujer gritona lo hizo pasar a su casa en ausencia de su marido.

Pongo freno a mi imaginación desbocada ante las posibilidades que su historia me sugiere.

Pablo dijo...

Diga la verdad, se relamía pensando que cuando se llevasen a Ernesto iba a poder dormir mejor y bajar por el ascensor com mayor tranquilidad. Confiese que pensaba para sus adentros "no debo decirle a la prensa que estoy contento. No debo decirle a la prensa que estoy contento".

A veces uno está tan cerca de la locura. A un durloc de distancia.

Bugman dijo...

Rebeca, ¿usted quiere insinuar que yo en aquella época estaba bedodo... bedeado...digo...borrassscho?
Infamm...infas...mentiras.

Stella, y hasta tenía pensado decir "atroz", con el tono de Mario Mactas.

Carugo...me hizo acordar a otras épocas en las cuales yo era el que molestaba a los vecinos.

Adenoz, le aseguro que luego de haber entrado Ernesto a su etapa bohemia hubiera sido imposible mantener con él un diálogo tan coherente.

Mateo, para contestarle debería saber a cual de las múltiples acepciones de la palabra "jodida" se refiere usted.

Elvis, fue en esos tiempos en que rompí el récord mundial de apnea.
No me lo homologaron porque no estaba debajo del agua, dijeron.

Dispersa, yo viví en Martínez cuando era chico, y le aseguro que pasaban varios comerciantes ambulatorios, pero churreros, nunca. Se ve que es algo zonal.
No, pedrile algo a Ernesto era clavarse media hora escuchando cosas rarísimas, se la regalo.
(llame a la línea directa Skip).

Mona Loca, vio cómo son estas cosas, un capítulo semanal se disfruta, pero la tira diaria desgasta.

Chori, no, lo que pasaba era...bah, usted entendió todo. Pero igualmente deje de beberse los perfumes.

Alelí, ¿Y usted piensa que yo tenía ganas de ir a tocarle la puerta y preguntarle? Seguramente un mal viaje como dicen los españoles.

Yoni, habría que ver si la señora está realmente dedicada a esos menesteres a...digamos, las tres de la tarde. Tome partido, hombre, si no es aburrido.
(Esto es LSB, aquí no nos fijamos en absurdas supersticiones...psss...)

Anita, por lo que me cuenta el inquilino del departamento, ambos siguen vivitos y escandalizando.

Anita, ¿usted vivió en Japón? pero los japoneses son muy discretos, su vecino podría cortar en tiritas a la mujer y hacer un teriyaki y usted ni se enteraría. Bah, qué se yo, lo estoy inventando, la que vivió en Japón es usted.

Enmascarado, todas esas preguntas tienen respuesta. Pero ¡ay! esa, es otra historia.

Bugman dijo...

Pablo, en realidad se me cruzó por la cabeza otra cosa, que a lo mejor podría comprar el departamento de Ernesto a buen precio, voltear la pared y hacerme un flor de loft.
Que uno estará loco, pero no por eso deja de pensar.
...Y 24. (¡¡Maldito, maldito Yoni!!)

Elvis dijo...

Malditos burócratas de Washington... Qué importancia tendrá que sea debajo del agua o encima de ella, como si nunca se cambiara de posición...
Será cuestión de renovar el Kamasutra de la apnea.

ElFlaco dijo...

Existen los buenos vecinos ???? yo le juro que mi proxima casa no va a tener los dormitorios pegados con el vecino aunque tenga que vivir abajo del tanque del agua.

Garfio dijo...

Supongo que a mí me habría pasado lo mismo que a usted. Por el retrato que ha hecho de Ernesto, lo más normal era que su señora hubiese pasado a mejor vida, si no asesinada, tal vez porque resbaló con la grasa del suelo en el fragor de la batalla o porque se clavó los cabellos de Ernesto en la yugular o por ...

eMe dijo...

Jajajajajaaa Ernesto resultó un molesto!

wendy balsam dijo...

Claro, porque al final si el tipo no la mató a su mujer, celebramos una víctima menos de la violencia familiar pero nos sitúa en la realidad de un tipo cualquiera. de lo contrario, usté hubiera tenido tela para largo, "sí, si, yo vivía al lado, del tipo que la cortó en padacitos y se la mandaba al buche todas las noches..."

Anita la bibliotecaria dijo...

Don B: no todo lo q brilla es oro. y sí, vivi en Japón, en la época q por aqui gobernaba un patilludo y regresé cuando se estaba por ir.

Mis vecinos del piso de arriba, se la pasaban discutiendo, nunca les habia visto la cara, tampoco sabia q tenian un hijito, hasta q un dia ella empezo a pegarle y lo encerraba en el placard y se iba del depto. Empecé a indagar y era asi como le cuento. Por ser extranjera no podia hacer una denuncia, asi q le conte todo a una compañera de trabajo japo y ella lo hizo. No sé como siguio el tema, xq me mude al poco tiempo.

Ochurus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Profe dijo...

Muy interesante estimado Bugman, siempre y cuando no sea un simple caso de rechazo por náusea. Tiene un potencial espeluznante. Saludos.

Ochurus dijo...

Ernesto qué es esto?!!
¡Planchaste con apresto!Sabés que lo detesto...con esto apesto!
(Juana Molina dixit)







Me tuvo en vilo todo el relato (bueno, todo no, al principio más que nada me reí).
Y para vecinos molestos parece que elijo los edificios, siempre me toca algún loquito!



un saludo

Winter dijo...

No cabe duda: Menem lo hizo.

JuanRa Diablo dijo...

Sólo una palabra esta vez: SUBLIME.

El resto son carcajadas.

Rebeca dijo...

No como se le ocurre Mr. que yo voy a sugerir semejante cosa!!
Por otro lado dije que a mí me había sucedido algo parecido, por lo que sería tratarme de borracha a mi también...

shhh Hic! entendiosh Mistressss Pullman?

Maga h dijo...

Sr. BUGMAN... estará usted escuchando la carcajada que me disparó leer:
":-¿¿Ernesto, te podés dejar de joder, que quiero dormir??"

Así, de la misma manera que usted no esperaba escuchar eso, sospechando las escenas más morbosas de las cuales somos capaces, a mi no se me ocurrió que la iba a leer, sospechando que su perspicacia nos llevaría a un final tormentoso y aterrador.
Además, teniendo en cuanta que ayer las mujeres nos regodeamos en el morbo de nuestro día e hicimos cuentas claras sobre las estadística y lo que dicen sobre la violencia de género.

Brillante Sr. Bugman!

PD: Diga, no sabe lo que me ocupo por que no haya manchas de salsa en mi remera… espero que todo esté bien.

Mariela Torres dijo...

Y bueno, que los vecinos hagan lo que quieran en su casa, mientras saluden...

Saludos.

Un par de neuronas... dijo...

Pues yo tengo uno que está como una cabra, por las mañanas hace gárgaras a voz en grito, parece que está moliendo café con los dientes, se oye en todo el barrio y por las noches, cuando saca la basura, se pone un pañuelo en la cintura, atado como un cinturón, y canta pasodobles como un loco berrenado por la calle... Te lo regalo, bueno no, que al final creo que le echaría de menos!!!

Besos a montones.

La Ruiva dijo...

Ahhh! vos escribiste el guión de Mi Vecino el Asesino??

Jazmin dijo...

Se ve que algunas veces, acogerse al mismo tiempo no resulta exitoso.
Excelente relato.
(Sr.Bugman, el tono de Mactas le iría como anillo al dedo)

El año pasado se mudó un inquilino al depto de al lado. Me tranquilizó saber que se trataba de un señor mayor, no sé por qué. Hasta que lo vi un día en su cocina, desde la ventana de la mía, como Dios lo trajo al mundo (sin la hoja de parra). La cantidad de ocurrencias que se dispararon en mi cerebro se resumían en una: pervertido. No salía de casa si sentía que estaba en el pasillo esperando el ascensor, por ejemplo. Un día siento que me llama desde el balcón de su cocina "Señora! Señora!" (me encanta que me digan señora, pone distancia, bah, salvo Arjona) Me asomo a mi ventana con el palo de amasar en la mano apuntando al piso. "Sí?" No sé qué problema tenía con la cerradura, que no podía abrir de adentro, si por favor podía yo abrirle desde afuera de su depto. "Ok, pero sepa que estoy con una conjuntivitis epidémica y no debe acercarse para nada a la puerta". Le abrí el picaporte y salí disparada. Resultó ser un buen hombre.

El enmascarado) dijo...

Estimado Bugman: Kipilg estaría orgulloso de la respuesta que dió a mis preguntas. Quedo a la espera de la continuación de la historia.

Permítame que saludo a una conocida.

Jazmín, ingeniosa su excusa ocular para mantener alejado a su vecino, pero su relato también me suscita algunas incógnitas: ¿Cómo llegó a determinar que "resultó ser un buen hombre"? No continúo para no parecer un chusma. Mis cordiales saludos.

El enmascarado) dijo...

Me corrijo: donde dice Kipilg (¿) debe leerse KIPLING

Julieta dijo...

Quiero saber qué hacía Ernesto para que la mujer le dijera que se dejara de joder !! mirá que estoy pensando cualquier cosa !! contá todo bien y con detalles ,o querés guardar material para otro post ??

depre forever dijo...

Jajaja buenísmo el relato, es verdad, los nabos que hablan en jerga policial son insoportables.
Dígame, Bugman, cuando el masculino y el femenino vecinos suyos se pelearon, Ud no habrá pensado en quedarse con el departamento, no?

Bugman dijo...

Elvis, bueno, la verdad es que en esos momento no pensaba en récords sino en supervivencia.

Flaco, lo mismo me propuse yo, ahora estoy en un barrio donde no hay medianeras.

Garfio, hasta podía ser que Ernesto se hubiera quitado las medias y los ruidos que se escucharon fueran de las convulsiones que tuvo la pobre señora.

eMe, un molesto y con olor a pesto.

Wendy balsam, sí, ya me veía en el programa de Chiche Gelblung.

Anita, jeje, parece que se le ocurrió volver en el momento justo.
No puede ser, si los japoneses son todos buenos, "con esa sonrisa celestial que tienen cuando se levantan temprano" (Gabriel García Márquez).

Profe, eso también entra en las probabilidades. En lugar destacado, diría yo.

Ouchurus, a que yo le gano, con Ernesto le peleo a cualquiera. Todavía hoy me sigo enterando de sus hazañas.

Winter, ?

JuanRa Diablo, muchas gracias.

Rebeca, sheeentiende...no seaggga problemasss.....¡sshalud!

Magah, muchas gracias, me alegro de que lo haya disfrutado.
No, faltaba más, su blusa de seda está impoluta.

Mariela Torres, no crea, para mí el mejor vecino es el que trata de pasar lo más desapercibido posible.

Verónica, su vecino es un tipo muy alegre, es mejor que muchos que tuve.
Déjelo cantar (aquí iba la letra de un pasodoble, pero no me sé ninguno).

Ex Rubia, si hubiera escrito un guión para Hollywood, ¿sabe dónde estaría ahora? En Hollywood. Y no, no estoy.

Jazmin, pero caramba, lo suyo es un prejuicio. ¿Cómo está eso de que un señor desnudo es automáticamente un pervertido?
Cuando yo vivía solo, algunas veces disfrutaba de andar descalzo hasta las orejas.
Pero es interesante que usted haya descubierto al final que "era un buen hombre".

Enmascarado, no sabía que Ernesto y su mujer podían resultar tan interesantes. Tal vez tenga que abrir una nueva sección: "Ernesto Cómo salgo de esto".
(Sí, sí, a mí se me ocurrió lo mismo cuando leí el comentario de su amiga).

Julieta, la verdad es que nunca lo supe, pero pensé que se refería al ruido que hacía Ernesto al lloriquear y decir incoherencias. De hecho, el reclamo de su mujer "Dejate de decir idioteces y dejame dormir" lo escuché en varias oportunidades.

Depre forever, como se lo confesé a otro distinguido comentarista, me puse a especular con comprarlo a precio vil.
Circule, circule.

Elvis dijo...

Sr. Bugman, hace bien, lo primero es la supervivencia.
Dicen que el cementerio está lleno de batidores de records. O mejor dicho, de gente que intentó batir records...

Unknown dijo...

Madre mía, lo nunca visto... la gente está loca, y con mucho gusto xD

Jazmin dijo...

Enmascarado! Placer de leerlo...
Me di cuenta que era un buen hombre por un hecho simple: puso cortinas en la ventana de su cocina. Lo cual viene a corroborar la noción del Sr. Bugman sobre que un buen vecino, busca pasar desapercibido.
Claro que tal vez detrás de esas cortinas sea tan capaz como Ernesto de mutilar en lonjas a alguien. Pero mi prejuicio no llega a tanto.
Admiro esa libertad innata en los hombres de pasearse desnudos. Desnudez propia y ajena me incomodan. Supongo que es la consecuencia de pasar la adolescencia leyendo autoras del siglo XIX.

Alelí dijo...

NO SÉ M´HIJO! COMO TODO ARTISTA UD. SE DEBE A SU PUBLICO, CUESTE LO QUE CUESTE! EL MAL VIAJE ES UN PROBLEMA SUYO, NO MIO...OK?

LE DIJE QUE ACEPTÉ UN "RETIRO VOLUNTARIO"? TENGA CUIDADO...

Bugman dijo...

Rocío, ¿lo dice por mí o por Ernesto?
Porque en ambos casos un poco de razón tiene.

Alelí, bueno, tampoco era para que se pusiera así, caramba. Me parece que no se entendió lo de "mal viaje", los españoles se refieren con eso a un malestar inducido por las drogas, en estas latitudes diríamos "le pegó mal".

Titi dijo...

¿Es por una cuestión de admiración a su vecino que luego llamó a su exitosa operación retorno en MIB como "Operación Don Ernesto"?
Por otro lado, cuando la NN esposa de Ernestogritó como "marrano", ¿estaba poseída por un maligno ser masculino? Si no, supongo que usted, a quien no se le escapa detalle, hubiera escrito "marrana".
Ah, claro, es que dejó el dato para que el buen lector pudiera leer entre líneas e inferirlo, ¿no?
Muy buen relato, Sr. B. Me tuvo al borde de la silla esperando el final.

Claude dijo...

Pero ¿qué demonios estaba haciendo Ernesto? El caso no está resuelto para mí.

RELATO DEL PRESENTE dijo...

A mi lo que me preocupa es la vecina de arriba. Y es que vivo en uno de esos edificios de paredes de 60 cm internas y no se cuanto externas y unos buenos cielorrasos.

La muchacha todas las noches empieza a gemir quejidos hasta que termina gritando. Pero vive sola y nunca ha entrado nadie a su depto. Nadie que se quede a pernoctar.

Raro, no?

Jazmin dijo...

Relato del Presente, por qué raro? Si es lo más normal cuando una vive sola y... Ejem... ¿Su dirección no será la misma que...?
No sé, realmente, no sé. Hay gente desubicada, no? Cof... cof...

el charlo dijo...

Che... Con todo respeto... Me explica Ud. el párrafo del Real y el Barcelona? Porque si le preguntaba por dicho equipo es porque entendía de fútbol... O sea... Qué nos quiere ocultar? Acaso de cometer una tropelía como la que intenta narrar a fin de que lo perdonemos de antemano??? EEEh!?!?!

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