De frente y de perfil.

Tweet

Todos los bloggers tienen un perfil. Probablemente la palabra provenga del inglés profile, que significa aproximadamente currículum. (Solamente a mí se me ocurre definir una palabra en inglés con una palabra en latín. Sepan disculpar). En buen cristiano, el perfil es una especie de ficha donde, dependiendo la plataforma de publicación que haya escogido, el blogger describe sus aficiones, preferencias, ocupaciones y publica una fotografía o una imagen que lo identificará ante sus lectores. Detengámonos en ese detalle.

Salvo algunas excepciones (periodistas, políticos, artistas, lunáticos), los bloggers se presentan bajo un seudónimo para proteger su intimidad. Eso está muy bien, habida cuenta de que la gente está loca y cualquier día un tipo ofendido porque en el blog hablamos mal de los bomberos de Chacarita nos toca el timbre y nos parte la pensadera de un hachazo. O peor aún, consigue nuestro teléfono y trata de vendernos una rifa.

Sin embargo, una cosa es nuestra dirección, número telefónico, lugar de trabajo, clave del cajero automático y balance de cuentas bancarias y otra nuestro rostro.

Aparte de lo evidente de la afirmación (no nos dejan sacar plata del banco mostrando solamente la cara. Por lo menos a mí no, a lo mejor usted es amigo del cajero), el hecho es que si no somos personajes públicos nuestro rostro es anónimo por definición. Vamos, haga la prueba. Vaya y plántese enfrente de todos y cada uno de los seis mil millones de habitantes del mundo y pregúnteles quién es usted. Vaya. Yo espero. ¿Ya regresó? Ah, no fue. Bien, le ahorro el trámite, un puñado insignificante de personas reconocerán su faz, y no, aunque usted diga (y no le creo) que un millón de personas acertaron su nombre eso no deja de ser un puñado.

Le prometo que ya voy al grano. Tenga paciencia. Yo estuve dispuesto a esperarlo mientras iba y le preguntaba a todo el mundo si lo conocía.

Así las cosas, puedo entender a quien en su imagen de perfil coloca un dibujo, la foto de un animalito, un símbolo abstracto, un personaje, un actor famoso, una caricatura, una fotografía pero de espaldas, una parte del cuerpo (ya los conozco y sé lo que están pensando, pero hasta ahora no me he topado con nadie que use eso como imagen de perfil), una letra, un logotipo. Por alguna razón prefieren que su cara no se conozca. No, no se la razón. Pero puedo inventar algunas: son feos y quieren que los aprecien por su talento. O son lindos y quieren que los aprecien por su talento. O son tímidos y se sienten expuestos. O como escriben pornografía y publican fotos de sexo con electrodomésticos les da vergüenza que sus hijos (*) descubran que él es el El Pornofálico Cachondón. En definitiva, no importa la razón, no quieren publicar un foto de ellos mismos y no tengo nada que decir al respecto, a pesar de que ya dije todo lo que antecede.

Bueno, sí voy a decir algo: procediendo de esta manera, esos bloggers no engañan a nadie. Hacen uso de su derecho a mantener oculta su estampa, con toda claridad y sin dejar lugar a dudas. Es trabajo de nosotros como lectores figurarnos cómo es la persona detrás del avatar. (A mí como no me gusta trabajar me los imagino iguales al muñequito, para mí los blogs están escritos por un conejito, el bebé de Family Guy, Darth Vader, el ojo de alguien, Robert de Niro, una niña con alas y así).

Del otro lado estamos los que ponemos nuestra foto de verdad y soportamos que las jovencitas nos pidan que les firmemos un autógrafo en los senos, que se produzcan tumultos cuando vamos a un restaurante, que asistiendo a cualquier espectáculo el artista nos invite a subir al escenario, que nos hagan regalos sin razón aparente y que nos lluevan propuestas sexuales de todo tipo. Está bien, todavía no. Pero algún día lo soportaremos. Un poquito. No sé, que alguien nos salude. Yo podría soportarlo perfectamente.

Y por fin están los que ponen en su perfil una foto real de alguien totalmente desconocido. ¿Qué se traen entre manos estos bloggers? ¿Por qué un completo desconocido quiere pasar por otro completo desconocido? Si no quieren exponerse tienen el honesto recurso de poner la foto de Doménico Modugno , Bob Esponja o un carburador. Pero ¿qué es eso de decirle a todos "este soy yo" cuando este no es ni siquiera un primo segundo? Vea, a las mujeres coquetas hasta les acepto un poquito de Photoshop, después de todo es casi lo mismo que maquillarse pero no mancha. Pero el blogger que pone en su perfil una fotografía real de otra persona dando a entender que es esa persona, tiene algún problemita, le faltan algunos caramelos en el frasco, no le llega agua a la cisterna. Y nos estafa. Sobre todo si la foto es de una fémina de esas que pestañean y detienen una locomotora. Que si fuera el caso pondría su foto real, y no la de Marge Simpson.

Buenas noches.

(*)Sí, sus hijos buscan pornografía en Internet. Vamos, me va a decir que no sabía. Ah, porque usted no. No estoy juzgándolo, si yo siempre digo que buscar pornografía es la utilidad básica de la red. Ah, ahora me va a juzgar usted a mí. Esto me gano por ser sincero.