lunes, 12 de diciembre de 2005

Me resuena el magneto

El jueves a la 1:20 de la mañana me fui a hacer la famosa resonancia magnética de la muñeca. Fue un poco difícil de explicar a mis compañeros de tertulia (estaba en una cena donde algunos de mis compañeros de secundaria y yo nos veíamos las caras por primera vez en 20 años) que debía ausentarme por el citado motivo. En realidad no fue tan difícil de explicar, lo difícil fue que me creyeran. Bien, allá ellos. Dentro de 20 años les mostraré las imágenes de la resonancia y tendrán que tragarse sus malévolas murmuraciones (que mi novia no me dejaba quedarme hasta tarde, que me iba a encontrar con otros compañeros de secundaria porque yo llevaba una vida paralela, que ahora que se acordaban en la secundaria yo no era muy amigo de ellos, etcétera).
El asunto es que me presenté al instituto donde hacen estas curiosas cosas y previa espera (no hay procedimiento médico sin espera, creo que está en los estatutos), me hicieron despojarne de mis elementos metálicos o magnéticos, incluyendo tarjetas de crédito, y me guiaron hasta el aparato infernal que habría de bombardearme con partículas subatómicas. Al menos no me hicieron vestirme con unas batas ridículas que lucían avergonzados otros resonados compañeros de desgracia que pululaban por el recinto.
Ahora bien, el aparatejo en cuestión es (para quien nunca ha visto uno) una especie de tubo cilíndrico con una camilla que se desliza por una guía que está en dirección al eje, y que sirve de transporte y apoyo al sufrido paciente. Porque el chiste es que te meten adentro del tubo, que debe tener un diámetro de un metro a lo sumo. Uno queda apretadito.
Yo me preguntaba cómo habrían de colocarme para estudiarme la muñeca, e, iluso de mí, imaginé que me sentaría en una silla y metería solamente el brazo al túnel. Nada de eso, me encajaron de cuerpo completo, en una posición similar a la de Superman cuando vuela con un solo brazo extendido, pero boca abajo. Me pusieron unos auriculares para atenuar los ruidos que se habrían de producir y me recomendaron MUCHAS VECES que no me moviera porque habría de estropear el asunto y tendríamos que empezar de nuevo. Antes que la camilla motorizada se pusiera en posición transportando a su desdichado ocupante (yo mismo), pregunté tímidamente cuánto habría de durar la diversión, y me contestaron que cuarenta minutos.
Trate el amable lector de pasar cuarenta minutos acostado boca abajo con un brazo extendido como la estatua de la libertad y el otro flexionado a 90 grados pasando el atebrazo por debajo de la cabeza apoyada en una almohada maloliente, de suerte que solo se puede respirar con dificultad y todo esto sin mover un solo músculo, y tendrá una pálida aproximación a mi experiencia. Porque a la incomodidad que hace que el cuerpo se queje, se entumezca, duela, homigueee, pique y transpire, hay que sumarle toda una serie de ruidos fortísimos, más propios de una fábrica que de un equipo de avanzada. Y son ruidos cambiantes, no hay una cadencia que haga que uno se termine acostumbrando. Cuarenta minutos? Cuarenta días, parecen!
Lo único que me mantenía firme era que si me movía tendría que repetir el proceso.
Eventualmente, terminó el ruidaje y la camilla retrocedió, y el operador me dijo algo que no escuché hasta que me sacaron los auriculares (que parecen estar diseñados para dejar pasar los ruidos molestos pero no la voz humana); lo que me decía era que ya habíamos terminado y que ya me podía ir. Sí, claro como si fuera tan fácil moverme después de haber estado haciendo de estatua por casi una hora. Y es que los músculos se negaron a responderme por unos minutos, lo único que me funcionaban eran las piernas, así que me senté en la camilla y me bajé con los brazos colgando como si fueran de otro y un ojo medio cerrado y la boca torcida porque media cara había perdido su sensibilidad. "Grfaciafs", le dije al muchacho.
Hoy ya tengo los resultados, son unas bonitas fotos que no tengo la menor idea de los que significan, pero en la notita que las acompaña dice algo así como que para confrmar el diagnóstico deberían hacerme una tomografía. Me parece que me espera un poco más de tecnología de la era espacial.

Buenas noches.

No hay comentarios.:

Blog Widget by LinkWithin