jueves, 4 de noviembre de 2004

Breve Análisis de Canción Infantil

Probablemente cuando niños muchos de ustedes cantaron esta canción.
Es popular en varios países de Latinoamérica, con algunas variaciones
en su letra.
Comencemos este análisis presentando la canción completa, que en la
versión que yo conozco reza así:

"Arroz con leche, me quiero casar
con una señorita de San Nicolás.
Que sepa coser, que sepa bordar
que sepa abrir la puerta para ir a jugar.

Yo soy la viudita del barrio del Rey
me quiero casar y no se con quién.
Con esta sí, con esta no,
con esta señorita me caso yo!"

Veamos.
Tenemos problemas desde el principio:
"Arroz con leche, me quiero casar"
A qué viene el "Arroz con leche"? No se menciona el (para mí) repugnante
brebaje en ningún otro verso. Tampoco es importante para la rima, ya que
en realidad esta se produce entre "casar" y "jugar". Para el caso se podría
haber escrito "Arroz con pollo", "Salmón con tofu" o "Me duele un callo".
En mi opinión, el autor está reproduciendo parte de una conversación.
En efecto, alguien está diciéndole a su interlocutor que se quiere casar.
Tal vez "Arroz con leche" sea el apodo cariñoso con que llaman al receptor
del mensaje. O, como yo prefiero suponer, esta conversación se produce en
un restaurante y en el preciso momento en que empieza la canción los comensales
están eligiendo el postre. La conversación sería así:

Mozo: -Que desea de postre?
Interlocutor 1: -Arroz con leche.
(Interlocutor 1 se dirige al interlocutor 2 retomando el hilo de la charla)
Interlocutor1 : -Me quiero casar...

La canción continúa:
"...con una señorita de San Nicolás"
No sabemos a qué se debe esta precisión geográfica, tal vez Interlocutor 1
viva en esa ciudad, o en la cercanías, digamos Villa Ramallo.

"Que sepa coser, que sepa bordar..."
Evidentemente Interlocutor 1 prefiere las mujeres hacendosas, es posible
que también pretenda que le cocine, y que se quede en su casa criando
docenas de niños. Imaginamos que Interlocutor 1 es de la vieja escuela,
con tendencias conservadoras y hasta un poco burguesas. Seguramente
pertenece al Rotary o al Club de Leones.

"...que sepa abrir la puerta para ir a jugar."
Este verso tiene claras connotaciones eróticas. Es posible que a pesar
de su pretendida imagen de hombre de familia Interlocutor 1 sea en el
fondo un poco perverso y afecto a las orgías.

"Yo soy la viudita del barrio del Rey..."
Caramba. De dónde salió esta señora? Continuando con la teoría de
la conversación en el restaurante, podemos suponer que la viudita
irrumpe en el lugar anunciándose a viva voz, ya que no resulta lógico
imaginar que Interlocutor 1 se haya transvestido súbitamente
y se haya puesto a cantar en falsete mientras sacude frenéticamente
un abanico que sacó de su maletín de ejecutivo. Pero cuáles son las
intenciones de esta mujer?
Pues esto se verá en el próximo verso:

"...me quiero casar y no se con quién".
Ahora está claro. La viudita escuchó la conversación entre Interlocutor 1
y su amigo (del que desgraciadamente no sabemos nada) y hace un patético
intento de llamar la atención sobre su situación de mujer sola y desesperada.
Deducimos que el barrio del Rey queda precisamente en San Nicolás y que tal
vez es una zona de alto poder adquisitivo. La viudita prácticamente se está
ofreciendo a Interlocutor 1 presentando un lamentable espectáculo .

"Con esta sí, con esta no..."
Interlocutor 1, después de ignorar a la viudita, está eligiendo entre varias
posibles candidatas. Hay dos posibilidades: O está pasando revista a
unas fotografías de señoritas (seguramente provistas por el alcahuete
de su amigo, que ya nos empieza a caer mal) o tiene a las niñas redondamente
paradas ante su mesa, como si de un concurso de belleza se tratase.
Interlocutor 1 debe ser indudablemente un buen partido, si las mujeres se
le ofreecen descaradamente o se someten a la humillación de ser
elegidas como ganado.

"...con esta señorita me caso yo!"
Interlocutor 1 ha hecho su eleccion! Evidentemente no ha considerado en nin-
gún momento a la viudita (puesto que ya no es una señorita) y ella debe estar
en el bar del restaurante rumiando su frustración y bebiendo un vaso de whisky
tras otro.
Nótese que Interlocutor 1 no duda en ningún momento que la escogida
va a aceptar su propuesta matrimonial, no dice "A esta señorita se lo
propongo yo!". Es que Interlocutor 1 es un hombre de esos que obtienen
todo lo que quieren. Lo imaginamos degustando su arroz con leche con una
sonrisa de satisfacción (y un poco perversa, ya que estamos) mientras
imagina alguna cosa muy chancha que va a hacer con su futura esposa.


En otra oportunidad analizaremos más canciones infantiles aparentemente inocentes.

Buenas noches.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde que leí por primera vez este análisis tan cómico, me quedé esperando esa otra reseña de canción infantil que prometiste. ¿Cuándo pones otro?
Por cierto, la versión cubana que aprendí de niña, es más esotérica todavía. Dice:
Arroz con leche, se quiere casar
con una viudita de la capital
Rin Ran.
Que sepa coser, que sepa bordar,
que ponga la aguja en su canebá.
Rin Ran
Aurora de Mayo que al campo salía
en busca de flores de Mayo y de Abril
Rin Ran
Yo soy la viudita que mando en la ley, me quiero casar y no encuentro con quién
Rin Ran
Tan linda y tan buena no encuentra con quién, elija a su a tu gusto que aquí tienes quién.
Rin Ran
(Ese "Rin Ran" repetido era acompañado siempre con una reverencia.)
Sibila

Bugman dijo...

Su deseos son órdenes, mi estimada lectora.
Y sí, su versión es todavía más jugosa en cuanto a las diversas interpretaciones posibles.
A propósito, qué es un "canebá"?

E PdeVargas dijo...

Muy cómico y extraordinariamente interesante su análisis de esa canción infantil, que también existe en España, pero desconozco exactamente la letra. Pero conozco otra que supone una clara declaración de machismo y de maltrato a las niñas q en lugar de jugar tienen que trabajar, dice así:
Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar,
pero no pudo jugar porque tenía que planchar.
Así planchaba, así, así,
así planchaba, así, así,
así planchaba, así, así,
así planchaba que yo la ví.

Martes antes de almorzar, una niña fue a jugar,
pero no pudo jugar porque tenía que fregar.
Así fregaba, así, así...(se repite estribillo)

Miércoles antes de almorzar, una niña fue a jugar,
pero no pudo jugar porque tenía que cocinar.
Así cocinaba, así, así...
(todos los días de la semana tiene una tarea doméstica distinta, hasta que llega el domingo)
Domingo antes de almorzar, una niña fue a jugar,
pero no pudo jugar porque tenía que¡¡ rezar!!
Así rezaba, así, así...

Hay algo más triste e inhumano que esto. XD!! Saludos.
E.

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