lunes, 27 de noviembre de 2006

¡Gran concurso gran!



Festejando lo que a cada uno de ustedes se le ocurra festejar, Los Sin-logismos de Bugman lanza el mega-súper-archi-híper concurso "Bugman por una Semana".


Premio:

El fabulantástico premio consiste en : ¡Ser el editor exclusivo de este blog por toda una semana! ¡El ganador o ganadora podrá escribir sus artículos aquí, y yo pasaré a ser un humilde comentarista!



Bases y condiciones:

  • Pueden participar todos, menos yo.
  • El juego consiste en contestar correctamente la mayor cantidad de preguntas de una serie de diez.
  • Las respuestas se encuentran en artículos de este blog.
  • Las respuestas se recibirán exclusivamente por e-mail, en esta dirección
  • Los comentarios que contengan respuestas serán eliminados.
  • El concurso cierra el viernes 1 de diciembre de 2006, las respuestas y el ganador/a se publicarán el lunes 4 (más o menos).
  • El ganador o ganadora recibirá una invitación vía e-mail para colaborar con el blog. Una vez aceptada la misma, ya estará en condiciones de escribir sus artículos.

PQNHPCI (Preguntas Que Nadie Hace Pero Contesto Igual):

Pero, ¿esto es en serio?
Sí, es en serio. De a de veras.

Si gano el concurso, ¿cuántos artículos puedo escribir?
Todos los que quiera, durante la semana del premio. Pero debe escribir al menos uno.

Si gano el concurso, ¿puedo escribir artículos insultando a Bugman?
Sí, puede.

Y en ese caso, ¿deberé esperar represalias?
No. Las represalias vendrán tan rápido que no deberá esperarlas.

¿Puedo promocionar mi propio blog en los artículos?
Sí, puede, pero trate de escribir algo más que eso.

¿Y si no se me ocurre nada?
Ahhh...¿vio que no era tan fácil? Haga fuerza, algo le va a salir.


¿Puedo copiar artículos de otro lado?
Puede, si el autor le da permiso, y si pone un referencia al artículo original. Acá no se plagia. Plagio malo, plagio caca. (De todas maneras es preferible que escriba algo salido de su propia sesera).

¿Y si me entusiasmo y después no me quiero ir?
Los organizadores del concurso han contratado a un par de matones bastante persuasivos.

¿Los artículos deben ser aprobados antes de publicarse?
No, la publicación es directa. Pero me reservo el derecho de eliminar un artículo que considere ofensivo o fuera de lugar.


Yo no entiendo nada de esto de lo blogs, gané el concurso y recibí la invitación pero no se qué hacer, no tengo ganas de complicarme la vida, pero quiero escribir. ¿Qué hago? ¿QUE HAGO? ¿QUEHAGOQUEHAGOQUEHAGO?
En primer lugar cálmese. Deje de preguntar en mayúsculas que queda feo. Puede mandarme los artículos por e-mail y yo los publicaré en su nombre (no, no los voy a editar, a lo mejor les agrego una foto para ilustrarlos, pero nada más).

¿Usted no va a publicar nada, pero nada, durante la semana del premio?
Solamente voy a participar del blog como comentarista. A no ser que las cosas se desmadren, no intervendré de ninguna otra manera.

¿Este es el primer paso para convertir a Los Sin-logismos de Bugman en un blog colaborativo?
Veremos. Si este experimento da resultado, tal vez. O no. No se. Pueder ser. A lo mejor. Quizás.


¿Qué pasa si nadie quiere participar del concurso?
Nada, ¿qué va a pasar? Voy a estar enojado por unos días y probablemente me desquite pateando gatitos recién nacidos, pero nada más.


Bien, ya está, el concurso está....ah, no! ¡Me olvidaba las preguntas! Recuerden que las respuestas están todas en este blog. Los lectores más antiguos tienen ventaja, pero los nuevos pueden buscar y las van a encontrar, tampoco es tan difícil.

Preguntas

1) ¿De dónde vienen los OVNIS?
2) De todas las búsquedas en Internet que traen a los visitantes a este blog, cuál es la preferida hasta hoy?
3) Bugman tuvo problemas con un teléfono celular defectuoso e hizo una denuncia en Defensa del Consumidor. ¿De qué marca y modelo era el problemático aparato?
4) Según la encuesta, ¿a qué actor se parece Bugman?
5) ¿Qué extraño invento fue motivo de un artículo?
6) En este blog hay una crónica de viaje que fue publicada en tres partes. ¿A qué popular ciudad se refiere la crónica?
7) ¿A qué selecta minoría pertenece Bugman?
8) ¿Qué plumífero se ha ensañado con el autor de este blog?
9) ¿Cómo se llama el partido político al que adhiere este blog?
10) ¿Qué peculiar característica anatómica tienen los noruegos?

¡A participar!

Buenas noches

ACTUALIZACIÓN 28/11/2006: ¡Ya tenemos un concursante! Los gatitos recién nacidos, agradecidos.
ACTUALIZACIÓN 30/11/2006 : Segundo participante, este concurso ya no se puede declarar desierto (con las ganas que tenía yo de patear gatitos)
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Más o menos por esta fecha, hace dos años...
No se me ocurría nada y después me quejaba de la falta de precisión de la gente.
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Terra, Pasión de Gavilanes, Navidad, El Corte Inglés, La Caixa, Ronaldinho, Real Madrid , Colegialas Cachondas y Harry Potter

Este artículo es un experimento sociológico. El título contiene los términos de búsqueda más populares de Google en España durante noviembre de 2006. El experimento consiste en analizar los efectos sobre las visitas a este blog. No me hagan caso, a veces hago cosas tontas. El próximo artículo es de verdad. Gracias por su paciencia.

Actualización 30/11/2006: El experimento hasta ahora ha tenido un efecto completamete inesperado. Ha logrado que NADIE busque en Internet los términos "Terra, Pasión de Gavilanes, Navidad, El Corte Inglés, La Caixa, Ronaldinho, Real Madrid , Colegialas Cachondas y Harry Potter". Qué curiosa es la ciencia.

lunes, 20 de noviembre de 2006

Bugman en el recuerdo


Hace algún tiempo, los muchachos de Sospechosos Habituales tuvieron la buena idea de rescatar del olvido sus viejos artículos publicando cada tanto un resumen con un vínculo a lo escrito en la misma fecha pero de otros años. Espero que no se enojen si les tomo prestada la iniciativa, así los amables lectores pueden comprobar cómo vengo deteriorándome mentalmente con el tiempo.
Voy a empezar haciendo una síntesis de lo publicado hasta noviembre de 2004, y luego, al final de cada artículo nuevo que escriba haré referencia a lo sucedido hace uno y hace dos años por fechas parecidas.
¿Se entendió? Claro que sí, esto lo entendería un niño de 5 años (Rápido, traíganme un niño de 5 años, no entiendí ni jota *)
Bueno, así rebotó la pelota en sus comienzos:

Por ahora es bastante, tengo la esperanza de que alguno de ustedes sienta un poquito de curiosidad. El resto de los viejos artículos será exhumado cuando sea pertinente, en pequeñas dosis.

Buenas noches.

* Frase de Groucho Marx

jueves, 16 de noviembre de 2006

A vos cómo te dicen

Hace poco hablábamos de nombres , y releyendo ese artículo (sí, algunas veces me leo a mí mismo, cuán loco debo estar) se me ocurrió que en realidad cuando llegamos a tener cierto grado de confianza con las personas, ya no los llamamos como sus padres les pusieron. Claro que hay excepciones, por ejemplo en mi familia a los varones nos llamaban por nuestros nombres completos, y más de una vez al escuchar que alguien gritaba "¡Ricardo Alfredo!" * en mi casa paterna mis amigos me preguntaban si estábamos filmando un capítulo de una telenovela mexicana. Pero me estoy desviando del tema, como de costumbre.

Costumbre es, casualmente, asignarle apelativos, sobrenombres, remoquetes a la gente que conocemos más o menos bien.

Algunos son simples, cariñosos y derivados del nombre, como Gaby por Gabriel o Gabriela, Pepe por José, Tito por Alberto o Roberto, Mary por María, y así. Con el tiempo esto parece no ser suficiente y pasamos a Gabyta, Pepito, Titito. Es particularmente raro cuando nos dicen "vení que te presento a mi hermano, Titito" y resulta que el sujeto es una especie de levantador de pesas húngaro de dos metros de altura que en el preciso momento del contacto se está comiendo un pollo entero. Vivo.
También están los sobrenombres que se derivan de una característica física evidente, y esos a veces no son tan cariñosos. Tenemos Gordo, Dogor, Petiso, Flaco, Lungo, Pelado y aumentando un poco el ingenio y la mala leche, Pata de catre, Domador de inodoros, Tarzán de maceta, Cabeza de rodilla, Cara con manija.

En ocasiones, el apelativo se debe a una anécdota infantil y acompaña al individuo toda su vida, y también hay casos donde nadie sabe por qué le dicen como le dicen a alguien, ni siquiera el portador del sobrenombre. Hay un cuento de Fontanarrosa que relata la historia de uno de estos rebautizados inopinadamente, al que decían Penani y las investigaciones sobre el origen del remoquete daban un resultado inesperado. Lean a Fotanarrosa, que él lo escribe mejor.

Cuando el público descubrió Internet y dejó de ser una cosa reservada a académicos y gente rara, surgió la necesidad de identificarse y al mismo tiempo conservar cierta privacidad, que uno ya no sabe con quién está tratando. Y así nacieron los nicknames o nicks, que no son otra cosa que alias de uno mismo. Aquí yo soy Bugman, sin ir más lejos. La diferencia con los sobrenombres es que los nicks los elije uno mismo, y hay de todo, desde el sencillo Carlitos hasta cosas tan poco prácticas como supercastro89#mux_gandalf_77stmboli. A veces estos alias derivan en verdaderos sobrenombres y ya que no nos fuimos lejos nos quedamos cerca y tenemos que a mí (Bugman) algunas personas me dicen Buguerto, que es horrible pero debo reconocer que es la mar de original. (Adelante, hagan una búsqueda de Buguerto en Google. Todos los resultados se refieren a mí).

A lo largo de los años he tenido varios sobrenombres, y si bien algunos no me gustaron mucho, tampoco fueron demasiado indignos (claro que no se cómo me llaman mis empleados a mis espaldas, pero por lo que escuché parece que nunca fueron más allá de pelado loco, que no me molesta para nada).

Sin embargo hay una clase de sobrenombres que me hacen sentir realmente tonto, los rechazo de plano y no me los dejo poner ni se los pongo a otros. Me refiero a esos nombrecitos ridículos y vergonzantes que algunas parejas se regalan graciosamente. Vamos, ustedes saben a qué me refiero. Usted señor, que se revuelve incómodo en su silla, confiese, ¿no es cierto que su novia le dice cucuruchito y usted le contesta con caramelito de frutilla?. Gente grande, caramba. Imagínense que su esposa, novia, pareja o amante lo llama al trabajo y en vez de preguntar por el ingeniero Rodríguez dice impunemente a su secretaria "¿está mi osito cariñosito?". Ya lo quiero ver cuando la noticia llegue a los oídos de sus compañeros. Una vez me pasó. Un empleado, rudo técnico de mantenimiento, atendió el teléfono y me dijo "............(complete la línea de puntos con un sobrenombre meloso y horrible), te llaman". Atendí la llamada, y luego con toda calma le dije al chistoso "Solamente dos clases de personas me pueden llamar ............. Mis superiores, y quienes duermen conmigo. Estás pensando en enrolarte en alguna de esas dos categorías?". Por suerte para mí, el comediante no estaba lo suficientemente preparado para ser mi jefe, y ninguno de los dos tenía interés en abandonar una vida dedicada a la heterosexualidad, así que el asunto terminó ahí. Qué clase de respeto puede obtener uno de sus empleados si deja que le anden diciendo ............ en su cara. Mi novia actual sabe esto, se lo dejé perfectamente claro.

El cuchurrumín tiene nombre, caramba.

Buenas noches.

*No, no me llamo así.

domingo, 12 de noviembre de 2006

Qué personaje de Lost serías

Encontré uno de esos test on line que te dicen qué cosas serías. Este en particular pretende informar sobre qué personaje de la serie Lost se adecua a tu carácter. Las preguntas del cuestionario son bastante obvias, y a que no saben cuál fue mi resultado?




Which Lost Character Are You?

You are Locke. A mystery within a mystery. You're a fountain of backgammon trivia and an expert with knives. You might like pina coladas and definitely like getting caught in the rain. You prefer keeping to yourself mostly, but you'll tell your secrets to the right person. Are you evil? Your accompanying soundtrack sure is sinister.
Take this quiz!


Era evidente.











miércoles, 8 de noviembre de 2006

Una pirámide de patrañas


ADVERTENCIA: ESTE ES UN ARTÍCULO LARGO Y DENSO.

Uno de los programas de televisión que trato de no perderme nunca es Cazadores de Mitos (Mythbusters), que en Argentina se emite por el Discovery Channel los miércoles a las 20.
En él, los anfitriones Adam Savage y Jamie Hyneman, acompañados por un equipo de entusiastas colaboradores, combinan ciencia y entretenimiento para demostrar la verdad o falsedad de toda clase de mitos modernos y antiguos por más estrafalarios que sean. Para ello construyen una gran variedad de locos dispositivos y los prueban, qué daría yo por tener un trabajo tan divertido. Como ejemplo, recuerdo la vez que probaron que era mentira que en un columpio común, de los que se encuentran entre los juegos infantiles en muchas plazas y parque públicos, se podía dar una vuelta completa si uno se impulsaba lo suficiente. (Al final lo lograron con un manequí con cohetes de propulsión adosados y unas varas rígidas en lugar de las cuerdas o cadenas normales que tienen los juegos, pero obviamente eso no pasa en la vida real).
Bien, hace un par de semanas el equipo de Mythbusters puso a prueba el mito de la energía piramidal. ¿Qué es eso? Aquí vamos:


Entre las civilizaciones antiguas más fascinantes está sin duda, la egipcia. Y apenas pensamos en Egipto lo primero que nos viene a la mente son pirámides. Si bien otras culturas utilizaron esta geometría en sus monumentos (los templos Mayas y Aztecas, con su característica estructura escalonada son ejemplos impresionantes), las de Egipto son por lejos las más famosas. En Gizah están las de Keops, Kefrén y Micerino, algo así como la elite piramidal, el no va más de los monumentos puntiagudos. No he estado allí todavía, pero los cientos de veces que las ví en documentales y fotos me dieron la impresión de que deben ser todo un espectáculo. Y es que se nos hace mentira que semejantes enormidades hayan podido ser construídas con herramientas primitivas. Esta incredulidad ha sido aprovechada por numerosos charlatanes que no dudan en afirmar que no fueron multitudes de esclavos que no estaban afiliados a ningún sindicato dirigidos por faraones obsesionados con la inmortalidad quienes realizaron estas construcciones, sino los extraterrestres, los hombres de la Atlántida o los Power Rangers. No voy a abundar aquí en refutaciones a estas paparruchadas, y tampoco me voy a referir a las mediciones increíblemente precisas que supuestamente fueron necesarias para la obra, o a las relaciones misteriosas entre las medidas de la Gran Pirámide de Keops (si multiplican la altura de la pirámide, la suman a la distancia medida en kilómetros entre la Tierra y la Luna y dividen todo por 54 elevado al cubo, les da la cantidad de pasos entre la torre Eiffel y un puesto de Croissants en la avenida Les Champs-Elysées cuyo dueño se llama justamente Charles Keops, ¿no es misterioso?).
Es lógico que tan masivos testimonios de civilizaciones desaparecidas exciten nuestra imaginación. Lo malo es que algunos pícaros se aprovechan de ello y se lanzan a decir innumerables pavadas, recibiendo jugosos dividendos por escribirlas en libros, espetarlas sin pudor en conferencias y exprimiendo todo un mercado de crédulos que consumen cualquier tontería mágica.
Una de estas tonterías es la famosa energía piramidal (pensaron que nunca iría al grano, ¿verdad? Ustedes son unos impacientes, caramba).
Según los charlatanes, la pirámide, cualquier pirámide, contiene de por sí ciertas propiedades especiales que por supuesto los antiguos egipcios conocían y utilizaban. La más destacada es esta famosa energía (qué obsesión que tienen los cultores de la superchería con esta palabrita) que, entre otras cosas:

-Preserva los alimentos de la descomposición -Mantiene afiladas las hojitas de afeitar -Acelera el añejamiento de los vinos -Hace que las plantas crezcan más lozanas
No, mis estimados lectores. Si ustedes trabajan en una fábrica de refrigeradores o de hojitas de afeitar no están en peligro de perder sus empleos, después de todo a este blog no lo lee nadie y no es probable que millones de personas hayan salido en este momento a comprar pirámides para resolver sus necesidades de conservación de alimentos y tampoco creo que las acciones de Gillette se hayan desplomado en la bolsa.

En términos sencillos la energía piramidal sería el magnetismo terrestre (que sí existe), pero canalizado, ordenado o focalizado de una forma especial por la mágica forma de la pirámide, lo cual haría que las bacterias responsables de la descomposición de la materia orgánica fueran limpiamente eliminadas y los átomos de los materiales inorgánicos se reordenaran, revirtiendo su deterioro. Puede que haya omitido algo en este apretado resumen (si hay algún piramidólogo presente, con gusto aceptaré sus correcciones), pero no me digan que no es bonito. Bonito y falso.

En Mythbusters, los muchachos del equipo lo demostraron sencillamente. Construyeron sus pirámides, las orientaron hacia el norte magnético según rezan los preceptos y colocaron debajo (hay que colocar el material a tratar debajo de las pirámides, no se trata de frotarlo ni de pegarle piramidazos) medio litro de leche, media manzana y media hojita de afeitar usada, con los filos gastados. Las otras mitades fueron colocadas sin piramidizar en el mismo ambiente del experimento para poder compararlas. Después de unos días, las mitades que no estaban bajo la increíble fuente de energía estaban visiblemente deterioradas: la leche era una masa asquerosa cuajada de grumos y olía a mil demonios, la manzana presentaba todos los síntomas de la putrefacción y como comprobó dolorosamente un miembro del equipo, la hojita de afeitar permanecía desafilada. Bueno, bueno, ¿pero que pasó con las mitades energizadas piramidalmente?. Lo mismísimo, amables lectores, no hubo ninguna diferencia. Todo podrido y gastado.

Conclusión, no hay energía piramidal alguna, sigan manteniendo los alimentos refrigerados y compren repuestos para sus máquinas de afeitar o déjense la barba.

Lo que sí hay por todas partes son personas dispuestas a difundir patrañas sin aportar prueba científica alguna y una legión de seguidores ignorantes que acusan a los escépticos de tener la mente cerrada. Cerrada a la charlatanería, diría yo.

Buenas noches.

Si quieren profundizar sobre las piramidioteces, aquí hay unos excelente artículos:
Piramidioteces (I)
Piramidioteces (II)

Otros artículos míos despotricando contra las pseudocioencias:
Homeopatía: me puse polémico
Los niños índigo me ponen violeta

martes, 7 de noviembre de 2006

Gané! Gané!


¡Contemplen mi trofeo! ¡Maravíllense ante mi espléndido triunfo! ¡Gané algo!
Gaby hizo un concurso en su blog y yo fui el triunfador (con La Chumina pisándome los talones).
El certamen se trataba de responder a qué animal se parecían unas galletitas (bueno, no todo es el premio Nobel, caramba) y el jurado me escogió como quien dio las respuestas más creativas.
Quiero agradecer a mi entrenador, que nunca perdió la fe en mí a pesar de que pasamos momentos duros, sobre todo cuando yo lo único que veía en las galletitas eran pitufos.
Je, un día de estos me voy a bailar a lo de Tinelli.
Ah, las galletitas y las respuestas están aquí.

Buenas noches.

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Nombres propios (y ajenos)


Los nombres que llevan las personas tienen significados que ahora, gracias a la Internet están al alcance de cualquier palurdo. Siempre me resultaron sospechosos.
Para empezar, nunca se encuentran nombres con significados vergonzantes. No hay ninguno que quiera decir "el atontado", "la más horrible de todas", o "el que no distingue entre un chorizo y un avestruz". Todos son "guerrero ilustre", "luz prístina", grande entre los grandes", "afortunada y generosa", con la probable excepción de "Claudio" que significa "rengo".

Por eso mismo me río a escondidas de los que llevan un nombre cuya etimología los pone orgullosos.
Porque vamos, ¿qué importa si en tu documento de identidad dice "Humberto" (destacado gigante) cuando tu estatura apenas sobrepasa el metro y medio? Pero no nos ensañemos con el pobre Humberto, que a lo mejor ni siquiera sabe lo que significa su nombre, y ya bastantes problemas tiene consiguiendo ropa a su medida. Y tampoco era la etimología el asunto de este artículo (porque sí hay un asunto, ténganme paciencia)

Los padres deberían tener cierta consideración al registrar a sus hijos. Tendrían que tener en cuenta que ellos van a atravesar por toda la niñez llevando esa marca, y que los pequeños retoños suelen ser crueles con sus pares con nombres problemáticos. Si usted fuera un alumno pendenciero de una escuela primaria y tuviera que elgir un blanco para sus pullas, a quién escogería? A Carlitos o a Pancracio? A Soledad o a Ruperta? Es cierto que Pancracio y Ruperta habrán de desarrollar su carácter a edad más temprana a fuerza de infortunios, pero, es necesario? Igualmente habrá que evaluar la concordancia con el apellido y el origen. Si usted desciende en línea directa de antepasados Incas, no llame Ludwig Wolfgang al nene, por favor. Y viceversa, Atahualpa Thompson-Mc Kinley tampoco es una combinación ganadora. Merecerían un capítulo aparte esos progenitores que perpetran verdaderos crímenes contra sus cachorros endilgándoles apelativos horripilantes y estrafalarios, como Primerplato, Vivaelviagra o Hijoetigre. Un capítulo aparte y alguna patada que otra.

Si sus sádicos compañeritos se lo permiten, eventualmente el párvulo se convierte en todo un adulto, y allí entra a tallar otro aspecto de la cuestión.

Yo me formo inmediatamente la imagen mental de una persona antes de conocerla, con solo saber su nombre. Si se produce un encuentro y esta imagen no coincide con mis expectativas, me siento estafado. Cómo se puede llamar Alberto este individuo, si tiene una cara de Gerardo que se parte? No está bien.

Creo que a partir de los 30 años, todos somos directamente responsables de nuestra cara. Y si tenemos un nombre que no nos queda bien, es nuestra culpa. Alberto debería haber vivido una vida de Alberto, pero en cambio se dedicó a hacerse el Gerardo y ahí va por la vida con un nombre que le queda largo de mangas, le aprieta en la cintura y se le arruga a la altura del cuello.

Por eso a los 30 años la gente debería presentarse en el Registro Civil que le correspondiera para hacer una reválida de su nombre. Si le queda bien, se lo queda. Si en cambio es un desafortunado Teodosio, o una Julieta falsa, tendrá que cambiárselo. Cierta flexibilidad estaría prevista, digamos que luego de una evaluación el funcionario le daría una lista de tres nombres para elegir, salvo en casos muy especiales ("Ni hablar, usted es un Ignacio", diría el encargado apenas al ver entrar al candidato).

Se me dirá que cada persona tiene una idea diferente de lo que es un Segismundo convincente, una Graciela auténtica o un indiscutible Pedro. Que la gente tiene derecho a llamarse como le guste (objeción: como sus padres decidieron), y que a ver cómo me llamo yo, y todo eso.
Está bien, está bien. Olvídenlo. Pero si mañana tienen una cita a ciegas con una Giselle o un Jean Paul y en realidad resultan ser una Matilde y un Hilario, a mí no me miren, que yo voy a poner cara de Juan.

Buenas noches.

Actualización: En el blog de Morri encontré este artículo del año pasado que se refería al mismo tema.
¡Así no se puede, este muchacho ya lo escribió todo! (desde aquí le mando un saludo).

Hasta que la muerte nos sorprenda

El lector Olaff Rouge, con motivo del artículo sobre las bodas, me envió este video que me pareció que valía la pena compartir. Gracias, Olaff!
(Nota: ya que esta es la primera vez que pongo un video aquí, no tengo la menor idea de qué es lo que van a ver los que reciben los artículos por e-mail. Sepan disculpar si no pueden encontrar ni rastros de la peliculita).



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