lunes, 31 de marzo de 2008

Lucha de clases

La primera vez que viajé en avión yo era un niño y me pareció la experiencia más maravillosa del mundo. Ahora, luego de décadas y cientos de miles de millas recorridos, la cosa me resulta francamente incordiante. Las esperas en los aeropuertos, las colas para despachar equipaje, las revisiones de seguridad cada vez más incómodas, las cancelaciones, las demoras, todo parece empeorar con el tiempo. Esto tiene como consecuencia que al momento de abordar la aeronave ya estemos cansados, con un humor de los mil demonios, y unas incontenibles ganas de responder con un upper cut al saludo profesionalmente sonriente de la tripulación. Y entonces nos dirigimos hacia el asiento que nos haya tocado en suerte, y lo vemos.


Antes se llamaba primera clase, ahora business o ejecutiva. Supongo que las aerolíneas o los genios de marketing que las asesoran habrán pensado que el hecho de que existiera una primera clase suponía que el resto era de segunda, y a nadie le gusta que le digan eso en la cara. A menos que hubiera una tercera clase, pero los aviones no son tan grandes. El eufemismo que encontraron fue llamar al resto, clase turista o económica.

Cuando entramos al avión por la puerta delantera necesariamente pasamos por la sección de clase ejecutiva, cuyos pasajeros ya están cómodamente sentados (obviamente, ellos abordan antes que todos los demás) inspeccionando los juguetes que les dan para que se entretengan durante el vuelo.

Deberían hacernos pasar por allí con los ojos cerrados, o ponernos una venda, o hacernos entrar al avión por otro lado. Porque luego de ver los asientos anatómicamente diseñados que se reclinan hasta quedar casi horizontales convertidos en una especie de divanes con apoyapiés y soporte lumbar permitiendo al feliz pasajero viajar muy confortablemente, llegar hasta nuestro puesto cuyo respaldo se inclina unos pocos grados y donde las rodillas quedan comprimidas contra el asiento delantero nos provoca una depresión insobornable.

Y eso es solo el principio. Si nos toca sentarnos en una ubicación que permita divisar el territorio de los privilegiados, seremos testigos de diferencias ultrajantes:

Los auriculares tipo plug que nos dan (o en algunos vuelos nos venden) a los proletarios de la clase económica lastiman los oídos y el sonido que proviene de ellos está contaminado por un constante siseo de fondo. En cambio en la clase ejecutiva tienen unos tipo headphone que cubren la oreja por completo y están diseñados para suprimir los ruidos exteriores. Se podría, en teoría, disfrutar de una sinfonía sin que el alarido de un bebé fastidioso nos alterase en lo más mínimo.

Mientras los ratones del fondo apenas si podemos escuchar algunos canales de música medio entrecortada y ver una película en las pantallas generales (si es que se alcanza a divisar algo desde nuestro asiento, incluso al precio de una tortícolis), los aristócratas delanteros tienen a su disposición un verdadero centro multimedia individual, con una pantalla LCD sensible al tacto donde pueden elegir distintas programaciones de películas, series, música y juegos.

La experiencia de comer con cubiertos de plástico en las bandejitas plegables la comida no menos plástica intentando no chocar demasiado los codos con el o los compañeros de asiento, rogando que al pasajero del asiento delantero no se le ocurra mover el respaldo porque puede que una cirujano tenga que extraernos la bandejita del abdomen ya es bastante humillante sin ver al mismo tiempo a los sibaritas de business eligiendo sus alimentos de entre varias posibilidades que les ofrece una carta elegantemente impresa, y cortándolos con cubiertos de verdad al tiempo que secan sus labios con servilletas de tela luego de beber de copas de cristal.

La diferencia entre secciones en un avión existe desde hace años, pero me da la impresión de que se acentúa con el tiempo. A medida que la tecnología permite incorporar más y más cosas a un asiento de avión, el asiento de clase ejecutiva se hace más y más confortable, mientras que el de clase económica no cambia, o tal vez se hace peor. Porque a mí no me engañan, las aerolíneas están configurando los aviones para que tengan cada vez más filas de asientos de turista, es decir que están cada vez más juntos. O eso, o mis piernas se alargan en cada viaje (y mi torso se acorta para compensar, porque mi estatura sigue invariable).

En serio, deberían evitar que los pasajeros del común pudieran ver cómo viajan los que pueden pagar unas tarifas exageradamente caras. Las secciones deberían estar completamente separadas, incluso deberíamos abordar y desembarcar por diferentes puertas. La sección ejecutiva debería ser una especie de mito para quienes nunca viajaron en ella.

De otra manera, si siguen exhibiendo alegremente las ventajas de tener dinero ante una masa de pasajeros irritados, cansados, hambrientos, sedientos, doloridos y mal dormidos, algún día la rebelión será inevitable. Y será sangrienta, sin duda. Recuerden que ningún avión tiene suficientes asientos de primera para acomodar a más del diez por ciento de sus pasajeros.

Buenas noches.

Actualización 03/04/08 : Si les parecía que la cosa no podía empeorar mucho más, vean esto

lunes, 24 de marzo de 2008

Land of the fat and home of Big Mac

Las predicciones que hablan de una posible recesión económica en Estados Unidos parecen una estupidez vistas desde Las Vegas. En esta ciudad se están construyendo hoteles y torres residenciales a ritmo febril y a escala monumental.

Además de la expansión edilicia, en esta oportunidad me dediqué a observar el otro tipo de crecimiento que vengo notando desde hace algunos años : el de las barrigas y las posaderas de los norteamericanos.

Están cada vez más gordos.









No es ninguna novedad que Estados Unidos es el país más gordo del mundo. Pero una cosa es leerlo en el diario y otra es pasearse entre sus pantagruélicos habitantes.
Caminando trabajosamente, resoplando, balanceando sus anatomías sobre sus piernas gruesas y sus pies hinchados uno diría que no pueden estar bien. Que sufren. Y no, ahí van, como si nada. Si tienen que caminar mucho se alquilan unos carritos eléctricos con los cuales se puede entrar a cualquier lado y se acabó el problema.

No es tan difícil ser un maxigordo en Estados Unidos. Toda la logística necesaria para dar soporte a la existencia de seres humanos enormes ha sido desarrollada durante años, y no porque el Gobierno o alguna entidad protectora de los derechos civiles de los obesos así lo haya promovido, sino por la simple razón de que se han convertido en mayoría, y son consumidores.

Usted encontrará en la tiendas de ropa muchos más modelos en talle extra-extra-large (XXL) que en medium o small. Los vehículos tienen asientos anchos, y la puertas son enormes. Hay cintas transportadoras para peatones y escaleras mecánicas en todos los lugares posibles. Y hay comida, comida, comida, mucha comida y bebida disponible a toda hora.

La tendencia a convertirse en cachalote es completamente democrática, no diferencia entre edad, sexo, etnia o religión. Vemos a asiáticos tendiendo a la esfericidad en el mismo restaurante que la rechoncha familia latina, el grupo de jovencitas de color entradas en carnes o la típica pareja estadounidense, John y Mary atacando su tercera hamburguesa de la noche.

No es por lo tanto una cuestión genética, es cultural. Cualquiera que viva en donde vive Ronald Mc Donald por un tiempo, si no hace un esfuerzo premeditado o posee el metabolismo de un colibrí tiene grandes posibilidades de convertirse en un miembro más de la comunidad de vientres en expansión. Y traseros, claro. Qué traseros.

La comida típica americana es engordante. Y vamos, es rica. No se me hagan los gourmets y gourmandises, no será la comida más refinada de la tierra, pero es sabrosa, la saben hacer muy bien y la sirven en porciones muy generosas. Desayune, almuerce y cene como lo hacen estos muchachos y usted también dejará de ser un alfeñique de 75 kg. O de 80, o de 90.

La publicidad sin embargo sigue mostrando gente delgada, salvo cuando se supone que muestra gente real. Por ejemplo, una pareja dando testimonio de lo importante que es contratar un seguro con la compañía X, probablemente tenga uno o los dos integrantes rollizos, pero la modelo de la publicidad de perfume será delgada del tipo anoréxico. Las y los modelos de desfile también son muy delgados, pero entre los espectadores hay una abrumadora mayoría de cinturas extensas. Sin embargo, los fabricantes de esa ropa que exhiben los flacos de la pasarela saben que deberán confeccionarlas en talles grandes o extragrandes porque de otra manera perderán mercado.

Están gordos, cada vez más y más gordos. Un día de estos se van a atascar todos en una puerta giratoria y va a suceder una catástrofe. No, no se rían. Va a ser horrible. Recuerden que yo lo predije, va a ser un martes.

Buenas noches.

domingo, 23 de marzo de 2008

Lo mejor de viajar...



...es regresar, dice una de esas frases que reparten sabiduría desde los sobrecitos de azúcar. Aunque tal vez en este caso particular tenga algo de
cierto. Francamente ya estaba un poco harto de Las Vegas y su desmesura.







Si, lo dicho, ya estoy hasta aquí de Las Vegas, de los hoteles gigantescos, de los casinos, de la música omnipresente, de las enormes pantallas con publicidad, de la gente que por la calle ofrece toda clase de servicios, de los grupos de amigos borrachos persiguiendo a grupos de amigas en igual o peor estado, de las limousines transportando a peces gordos o a unos pelafustanes que juntaron el dinero para alquilarlas por tres o cuatro horas, de las viejas aferradas a dos o tres máquinas tragamonedas a la vez, de los conjuntos de japoneses que se mueven como cardúmenes, del ruido, de las personas, personas, muchas personas, demasiadas personas.

Damas y caballeros, he regresado, y estoy dispuesto a aburrirlos con algunas observaciones que he ido cosechando en mi viaje.

Pero eso será mañana. Hoy estoy con jet lag.

Buenas noches.


Actualización 24/03/08:


¿A que no saben qué? Me dieron otro premio, para mí que me lo hacen a propósito. Ahora fue la amiga Caro de La Mascarada y el premio se llama Dardo y parece ser que "La Entrega de Premios Dardo 2008 se abre paso entre un gran elenco de Premios de reconocido prestigio en el mundo de la literatura, y con el se reconoce los valores que cada blogger muestra cada día en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personal, etc.., que en suma, demuestra su creatividad a través su pensamiento vivo que está y permanece, innato entre sus letras, entre sus palabras rotas."
O sea que debe tratarse de un error. Pero ya abrí el paquete y rompí el envoltorio, así que no lo puedo devolver. Gracias, Caro, no somos dignos, no somos dignos.
Ahora yo debería escoger a quince (¡quince!) blogs para pasarles el premio, pero vamos, ustedes ya me conocen. Entonces digamos que los primeros quince bloggers que vengan vestidos de escoceses se llevan el premio. Y listo.



jueves, 6 de marzo de 2008

Sociales


En viaje de negocios hacia Las Vegas, Nevada, parte mañana Bugman, celebridad menor de la blogósfera. Aprovechará también para tomar unos pocos días de descanso junto a su mujer en la famosa ciudad del juego y el espectáculo.

Volveré más o menos el 20. Hasta que volvamos a encontrarnos, mucha bien y que les vaya suerte (lo pongo así en bastardilla para que se note que es un chiste, que no va a faltar el que diga que yo tanto incordiar con el buen uso del castellano y miren lo que escribo y todo eso).

Au revoir.

Actualización 06/03/08 18:43

A que no saben qué, ¡me dieron otro premio!(Sí, a mí me dan premios a cada rato, ¿y qué? ¿A usted no? Yo no tengo la culpa, caramba. Bueno, no se ponga así, venga, venga ,llévese uno de lo míos, no, no es molestia, por favor, faltaba más, si a mí me sobran).
Esta vez la encantadora Little Butterfly ha tenido la amabilidad, ya que no el tino, de adjudicarme el Blogger Sapiens Award. Como digo siempre en estos casos, muchas gracias, no somos dignos, no somos dignos.
(Y ya saben, el que lo quiera se lo lleva, porque si no andamos todos hablando de esto toda la semana y además yo estoy con un pie en el estribo y si me pongo a repartir a la vuelta ya va a estar pasado de moda y ahora no tengo tiempo de poner la imagen del premio pero vayan a verlo a lo de la mariposilla y de paso la visitan y le dejan saludos de mi parte que yo no pude porque estoy un poco apurado y en el artículo que se refiere al premio no se pueden dejar comentarios.).



sábado, 1 de marzo de 2008

La corte del pueblo



En los comentarios del artículo anterior el lector Adenoz, que al parecer no tiene todos los patitos en fila, se constituyó en espontáneo abogado defensor de quienes mancillan impiadosamente el idioma de Cervantes, convirtiéndome a la vez a mí en fiscal y acusador de un juicio virtual que me divierte sobremanera. Decidí compartirlo con los amables lectores, habida cuenta de que un cierto número de ellos leen los artículos por subscripción y por lo tanto no tiene acceso a los comentarios. Luego de lo publicado le pediré al distinguido abogado defensor que haga su alegato final, luego yo haré lo propio, y dejaremos que los lectores se constituyan en jurados y den su veredicto. Veamos qué sale.


ADENOZ

Sr. Juez, señores del Honorable Jurado:
¿Estamos todos locos???
El fiscal Bugman, una vez más, en un claro signo de purismo al pedo, meticulosidad infatigable e hinchapelotez consuetudinaria, emite dichos adversos hacia mi cliente.
Arremete contra una inofensiva expresión, un recurso idiomático de uso general, cual adalid gramatical.
Y disfraza detrás de una cruzada idiomática, un resentimiento hacia mi defendido. La transcripción de una casual conversación (y que solicito sea calificada como "Prueba A") puede aclarar mis dichos:
"- Hola Bugman, ¿que hacé?
- ¿Qué hacé, chabón? Uydió, te comprashte el Magníficus! Juaaa, qué lindo toau ¿te salió carito, no?
- Si, Pelado. Me costó fortuna, me costó."
O sea, omitiendo el léxico arrabalero del fiscal, ¿hace falta explicación? ¿Se precisa a un traductor de la ONU para despejar dudas? ¿Alguien necesita un dibujo para entender que a mi cliente le salió una buena cantidad de dinero la adquisición de su nuevo vehículo?
Es evidente que el denunciante, y disculpen la expresión, "la tiene adentro", ya que se desplaza en un simple Reflot Magnánimus.
Pero claro, envalentonado por su "hallazgo" (en la Wikipedia se puede bajar) con el término bizarro, ahora quiere refregarnos su pretendida "cultura".
Claaaro, como si el señor, en sus "cenas" de trabajo alegradas por señoritas de dudosa reputación (hay pruebas fotográficas que obran en otro juzgado), las corrigiera cuando éstas manifiestan: "Pela, te hago un pete?" y él, suelto de cuerpo, les dijera: "No, darling, se dice '¿te puedo practicar una fellatio?'"
Vamoooos, no seamos hipócritas.
Además, y como si fuera poco, el fiscal expresa, y cito: "(...) Suena horrible, vulgar, incompleto. Y además es incorrecto."
O sea, si lo dice el diccionario de la Real Academia Bugman es correcto. Asentimos y lo acatamos como una verdad revelada. ¿Y la argumentación? ¿Y los documentos que avalen lo dicho? No hay nada de eso, solo una mención soberbia y solitaria, propio de una falacia.
Fuentes, Bugman!! Nombre las fuentes!!! Que no somos niños. Si declamamos que no se puede decir "la agua", sino "el agua", exponemos nuestros argumentos basados en la cacofonía. Y le retrucamos, señor Bugman, diciendo que Churchill no expresaría jamás: "Esto costará una cantidad de sangre, un toco de sudor y bastantes lágrimas"
La defensa descansa.

(Se oyen aplausos en el fondo)


BUGMAN

Señor Juez, solicito que la evidencia circunstancial presentada por el defensor no sea tenida en cuenta por el Jurado. Se trata en efecto de la transcripción de un diálogo pero de una obra de teatro de mi autoría, cuyo título es "Hablá como corresponde, melonazo" y está destinada a ser representada en las escuelas de todo el país para estimular a los parvulillos a utilizar en forma correcta el lenguaje. Por otra parte, rechazo los argumentos "ad hominem" prsentados por la defensa, en especial el que se refiere a señoritas "de dudosa reputación", toda vez que nadie duda ni un instante de la reputación de las citadas señoritas. Se me exige que presente pruebas que respalden mis afirmaciones. Pues bien. Cito un fragmento del poema "El Sueño" de Jorge Luis Borges:
Si el sueño fuera (como dicen) una Tregua, un puro reposo de la mente, ¿por qué, si te despiertan bruscamente, sientes que te han robado una fortuna?
Nótese que el prestigioso autor dice "te han robado una fortuna", y no "te han robado fortuna ". Comprendo que el defensor intente desprestigiarme a mí, tarea fácil si las hay, pero lo desafío a que cuestione el uso que del castellano hacía Borges. A ver, a ver, hágase al gallito ahora.

ADENOZ

Objeción, Su Señoría!! Re-objeción, loco!!
El fiscal Bugman, con su característica parafernalia textual, desvía el foco de atención.
Primero, cita a un desconocido escritor que, encima, no figura en la lista de testigos.
Segundo, Sr. Juez, ¿en qué parte del versito de ese tal Borges dice que no se puede decir "costó fortuna"? ¿Decir "una fortuna" invalida lo manifestado por mi cliente?
Lo de siempre. Como prestidigitador de feria, nos distrae con una mano, para hacer el truco con la otra.
Pero somos firmes en nuestros requerimientos, señor Bugman.
Queremos que sustente sus dichos con bibliografía ad hoc, o sea algún texto de Castellano de explique sus dislates.
Claro, eso no ocurrirá, simplemente... Porque no existe tal cosa!!
De todas formas, si el veredicto nos es adverso, ya estamos discutiendo la posibilidad de presentarnos en la Corte Internacional de la Haiga.
La defensa descansa en paz.


BUGMAN

Señor Juez, mientras el abogado de la defensa continuaba basando su caso en velados ataques a mi persona, y alegando falta de pruebas en las que basar mis afirmaciones, yo me tomé la libertad de comunicarme telefónicamente con El Sr. Don Víctor García de la Concha (se oyen risitas entre el público), director de la Real Academia Española, para consultarle su opinión sobre el tema que aquí estamos ventilando en juicio. Supongo que la defensa aceptará la autoridad de la Real Academia Española, ya que insiste en ignorar a Borges. Sospecho que la defensa debe tener un extenso bagaje de ignorancias. Bien, lo que van a escuchar a continuación es la grabación de la conversación que tuve hace unos minutos:

-¿Hola?
-¿Dolape? Che, anotame 150 a Pretty Lady en la tercera de Palermo, y 100 en una perfecta en La Plata con...

Ah, caramba, jeje, no se cómo se metió eso ahí...un momento, a ver...ahora sí.

-¿Aló?
-¿Sr. García de la Concha?
-Sí, quién habla.
-Un hispanoparlante preocupado por el mal uso del lenguaje.
-Ahhh...mira, gilipollas, si eres el mismo que me está llamando todos los días a mi casa a las siete de la mañana más vale que pares porque te voy a dar por culo, ¿me oyes? ¡Por culo! ¡Capullo!
-Eh...no, no...caramba, Doctor, sólo le quiero hacer una pregunta, llamo desde Argentina...
-Pues a ver, coño, qué quieres.
-Si yo digo, "Este automóvil me costó fortuna", ¿usted qué piensa?
-Pues, que habrá costado su pasta. ¿Es bonito, por lo menos?
-No, no...
-¿Encima no es bonito? Hombre, que eres un capullo, vamos.
-La frase...
-Ah, no conozco los automóviles de la marca "Lafrase". ¿Son franceses? Anda con mucho ojo con los autos franceses, te digo que mi cuñado se compró un Peugeot, y mira que comprarte un auto así, que...
-Doctor, la frase
"Este automóvil me costó fortuna", ¿está bien construida?
-A mi gusto le falta algo, pero vosotros los argentinos habláis para el culo, así que para qué me molesto.
-¿Qué le falta?
-Un artículo, una ese, un...
-Gracias Doctor, hasta luego.
-Oye, que no he terminado. Te decía que el Peugeot de mi cuñado, venía con....
TUUUUUUUUUUUUUUUUUUU...

Creo que no hace falta agregar nada más.
La fiscalía se toma vacaciones.


JUEZ (bostezando mientras se arranca un pelo de la nariz)

La defensa y la fiscalía deberán presentar sus alegatos.


Continuará, si Adenoz no desiste.

Buenas noches.


ALEGATO DE ADENOZ


Sr. Juez, Honorable Jurado, comentaristas, Pá, Má:
Les sorprenderá mi expresión. No es de derrota, no es de cansancio. Es de estupefacción. Claro, el público ignora ciertos datos de la realidad. El fiscal Bugman necesita notoriedad y prensa, que hagan resurgir su figura de cara a su postulación como consejero vecinal en su barrio y, de paso, urdir una cortina de humo que tape el sonado escándalo mediático por su affaire amoroso con Amelia Bence, una estrella en ascenso (en ascenso a los cielos) y toma como chivo expiatorio a mi cliente.
Se nota que está acorralado, por lo que recurre a un matón gallego para que reafirme sus dichos.
(Pausa teatral)
Saben cuál es lo medular de la cuestión? Simple. La expresión de mi defendido no sonó bien al oído petitero del fiscal, no lo sintió propio de su elitismo afrancesado. Su aislamiento de lo popular, su posición altiva y clasista, lo aparta del vulgo a quien quiere llegar con sus textos pródigos en giros dolinescos y woodyallenescos (si se me permiten estos barbarismos). Pero se olvida de la gente, señor Bugman!! Esa que consume sus mensajes, que no lee acabadamente sus artículos y ya sale a festejarlo, esos comentaristas cautivos de quienes usted se nutre. Esa gente reaccionará y le hará saber donde está usted parado.
La defensa, una vez más, requiere en forma persistente, que el acusador exponga las razones de su oposición a lo manifestado por mi, a estas alturas, manoseado cliente. Nada de cháchara, solo una simple mención, un pie de página, un susurro de que, en algún texto perdido de secundaria, se diga fehacientemente, y con reglas gramaticales que lo avalen, que no se puede decir “costó fortuna”. Solo eso. Nada más, pero nada menos.
La defensa se toma un receso (en cinco minutos en el bar de la esquina, yo pago)

P.D.: Que la lectora Ana explique, cuando pueda y se haya repuesto de su salida nocturna, qué quiso decir en su comment. Porque plantear primero que está con el fiscal y luego escribir: “(…) Pero no está bien dicho ‘me costó una fortuna’” denota una clara contradicción femenina, cuando no un síntoma de resaca mal curada.

P.D. 2: ya que el fiscal se da el lujo de nombrar a Cervantes, quiero recordarle una frase de su glorioso “Don Quijote de la Mancha”: “(…) lloveré todas las veces que se me antojare y fuere menester”. Andá a criticarlo porque usó ese verbo, andá.


ALEGATO DE BUGMAN

Sr. Juez, miembros del Jurado, estimados comentaristas y lectores, querida Amelia:

Ya han escuchado los argumentos de la defensa, que al parecer no tiene otra cosa que esgrimir que ataques personales. Debo recordarle al Sr. Juez y al jurado que no soy yo ni mi supuesta gerontofilia quienes somos juzgados aquí.
No podré ofrecer, como insiste en pedir la defensa, un párrafo de ningún libro de texto que explícitamente apoye mi postura en cuanto a la frase en cuestión, así como no se encontrará en el Código Penal un artículo que diga que está prohibido robar bananas ecuatorianas en cierta etapa de maduración. Claro que no, ya que basta con la regla general (no robar) para deducir la particular (no robar bananas). Del mismo modo la regla de concordancia de géneros y números de la lengua castellana se aplica al caso particular de la palabra "fortuna".
No estoy cuestionando el derecho del acusado a hablar y escribir como se le de la gana. Afortunadamente para él, no constituye delito el desprecio a las reglas gramaticales.
Pero de la misma manera reivindico el derecho mío y de mucha gente a pretender, a solicitar, a preferir el uso de un idioma tan dotado para la belleza, la precisión y la elegancia en toda su potencialidad, en vez de las versiones cada vez más simples, bastas y feas que se nos pretenden imponer.
So color de libertad se quieren romper todas las reglas. Reivindicando el triunfo del contenido sobre el continente, de la función sobre la forma, del propósito sobre la manera se permite cualquier transgresión a las normas.
Pero no es una transgresión con fines artísticos, que yo aceptaría y en algunos casos aplaudiría, no, es una transgresión grosera, carente de significado, que recurre a una supuesta superioridad de lo popular sobre lo culto en base a su frecuencia, es decir al triunfo de la masa sobre la elite.
Elitismo afrancesado, dice la defensa, y yo contesto ¡Y a mucha honra!
Se que un teórico éxito de mi postura en este estrado será apenas transitorio. Lo veo en los ojos del Jurado que me mira con extrañeza, que no puede seguir mis palabras porque hablo de una forma tal vez pretenciosa y complicada para él. Lo escucho en sus murmuraciones, plagadas de expresiones como "le enyenaron la cara de dedo al pelado".
Se me acusa de alejarme del vulgo. No me defenderé. Que quienes disfruten leyendo lo que escribo puedan apreciar el cuidado con que lo hago, y quienes no, tienen una enorme cantidad de foros donde se habla y se escribe de esa forma rústica que tanto valor parece tener para la defensa.

La fiscalía ha terminado.


Actualización 04-03-08 :

VEREDICTO

Sr. Juez:

Tan ciertas son las palabras de Don Miguel de Cervantes Saavedra: "Es querer atar las lenguas de los maldicientes lo mesmo que poner puertas al campo".

Como cierta la aseveración de Don Luis Vives: "No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras".

En base a lo anterior, después de haber escuchado atentamente los brillantes alegatos tanto de la parte acusadora como defensora, y después de un exhaustivo y concienzudo análisis de cada una de las evidencias presentadas, los miembros de este Jurado respetuosamente exponemos lo siguiente:

La apología del delito en cuestión, por parte del Sr. Adenoz, nos resulta en un animus jocandi, ya que con su alegato final pareciera abjurar del primero, para beneplácito de los oyentes.

Y dado que el Sr. Bugman, ha procedido conforme a derecho, sin ejercer ninguna acción coercitiva como anfitrión de esta Corte, no nos resta más que dar un veredicto de Culpable, con la recomendación de que el demandado sea exonerado de la penalidad originalmente solicitada, ya que creemos que con una orden de restricción al acusado, de al menos 5 blogs de distancia, sería más que suficiente, para que sus hablares horrísonos no perturben la paz del demandante.

Concluimos citando al eximio Don Benito Juárez : “El respeto al derecho ajeno es la paz”

Dicho lo cual, este Honorable Jurado solicita a su Señoría ser eximido de sus obligaciones y venia para retirarse.

(Sale el Jurado, al fondo se escuchan vítores y aplausos)


SENTENCIA

Teniendo en cuenta el veredicto y las recomendaciones del Jurado, observando el principio de proporcionalidad de la pena y no siendo la intención de esta Corte alargar aún más este artículo, sentenciamos al acusado a la lectura de "La Invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares, a ver si leer una obra bellamente escrita le despierta al acusado algún cariño por su idioma.

Se levanta la sesión. gracias por venir. Prontito por la salida, que alquilaron el salón para un cumpleaños. Si se quedaron con ganas de jolgorio, vayan al Clú.

Buenas noches.


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