miércoles, 15 de octubre de 2008

El mejor negocio del mundo.


Sí, claro, usted me ve ahora con mi ropa sucia y gastada , mal afeitado y despidiendo ese hedor característico de quien no se baña hace cuatro días, y ya está sacando conclusiones. Que soy un vago, que probablemente siempre lo he sido, que siempre lo seré.

Pero se equivoca: yo monté el mejor negocio del mundo. Sí, sí, sonría, adelante.  Si le muestro las marcas de estos zapatos agujereados y de este traje raído me va a decir que los recogí de la basura de algún millonario, y si le cuento que los compré en la 5ta avenida de New York y me costaron más o menos lo que usted debe ganar en un año no me va a creer ni va a cambiar esa cara de perdonavidas que me está poniendo ahora. Se lo voy a contar igual, no me importa lo que usted piense. ¿Tiene un minuto? Vamos, hombre, no pierde nada. Hasta puede que gane una buena historia para contarle a sus amigos.

Hace algunos años, con un amigo empezamos a criar chinchillas. ¿Conoce las chinchillas? Son como una especie de conejos de la India, pero con orejas más grandes y con cola. Y con una piel muy hermosa. Justamente para eso se las cría,  su piel es muy cotizada para hacer abrigos. Bueno, empezamos con el criadero, y cuando las chinchillas estuvieron maduras como para sacrificarlas y convertirlas en tapados, no tuvimos corazón. Es que son adorables, los bichitos. Usted los viera comer, agarrando el alimento con las manitos, parecen personitas. Si las personitas fueran peludas y tuvieran cola, claro. El asunto es que estábamos llenos de chinchillas, porque se reproducen como conejos, pero son más peluditas y graciosas, y no nos decidíamos a convertirlas en materia prima y los gastos en alimentación y cuidado aumentaban y quedamos al borde de la ruina.

Usted estará pensando en dónde está en fabuloso negocio ¿verdad? Lo mismo pensamos mi socio y yo, y cuando estábamos por vender todas las chinchillas a alguien que seguramente tendría menos miramientos que nosotros y las faenaría sin dudarlo un instante, se nos ocurrió una idea genial. Era una idea muy loca, a decir verdad, pero casi todas las ideas geniales parecen locas al principio. Tal vez contribuyó el hecho de que para esa época estábamos comiendo alimento balanceado para chinchillas, que era lo único que podíamos comprar.

Espere, no se vaya, le voy a resumir el cuento, pero va a ver que después va a querer más detalles. 

Nos pusimos a amaestrar las chinchillas. Pero no para que hicieran trucos, como saltar a través de un aro en llamas, bailar o traer el diario. Las entrenamos para que se tomaran de las colas y las patas y se quedaran muy quietas. Con mucha paciencia y cariño, al cabo de unos meses logramos que se entrelazaran en una formación que simulaba perfectamente un abrigo de piel. Era un abrigo viviente, algo nunca visto. Nuestra idea era venderlos así, y que quien quisiera adquirirlos se ocupara de cuidar y mantener felices a los animalitos que de vez en cuando se pondrían en configuración de tapado para acompañar a su dueña a una fiesta de gala. Era un concepto totalmente ecológico, algo que ya estaba de moda en aquellos años. Nos atrevimos a soñar con la bendición de Greenpeace, aunque nos conformábamos con que dejaran de arrojarnos pintura roja todos los martes. Me pregunto por qué simplemente no dejamos de trabajar los martes.

Sí, sí, ya termino. Hablamos con un peletero y nos dijo que estábamos locos, que la gente que usaba tapados de piel no tenía el menor interés por la ecología, y los que sí querían a los animalitos no usarían ninguna piel aunque estuviera viva por no dar un mal ejemplo. Y él propuso la otra parte del negocio, que cerró el círculo perfecto: Venderíamos las chinchillas en formación, simulando que eran un tapado normal. Luego seguiríamos a la dueña hasta su casa, y esperaríamos a que los animalitos se disgregaran para recuperarlos. Mi socio y yo perfeccionamos esta última etapa, entrenando a las chinchillas para que desarmaran la configuración y vinieran a nuestro encuentro cuando sonáramos un silbato.

El plan funcionó estupendamente. Le decíamos a las clientas que el tapado era un poco más pesado porque usábamos pieles de extrema calidad, y ellas salían de allí con las chinchillas fundidas en fraternal y estratégico abrazo. Unas horas después estábamos con la camioneta a la puerta de la víctima, sonábamos el silbato y a los pocos minutos aparecía en alegre montón, corriendo y saltando lo que un rato antes había sido una manga, un cuello, un hombro del ostentoso abrigo de una ricachona insensible. No nos sentíamos culpables, no era exactamente robar lo que hacíamos. Y las clientas tenían muchísimo dinero. Incluso dos o tres volvieron a comprarnos otro tapado, sin decirnos qué había pasado con el primero.

Llegamos a tener unos trescientos planteles de chinchillas trabajando simultáneamente. Intentamos amaestrar también un par de zorros que fingían ser una estola, pero abandonamos esa línea de productos porque algunas veces se olvidaban de su papel y se abalazaban sobre la comida en medio de un banquete. No son tan astutos como dicen, los zorros. Perdíamos algunas chinchillas de vez en cuando (todavía suelo cruzarme con un grupo que se metió en las alcantarillas y se unió a la comunidad de roedores urbanos, haciéndose pasar por ratas metrosexuales) pero esto no afectó al negocio, que nos estaba haciendo millonarios.

Bueno, vino esa etapa, usted sabe. Viajes, lujos, mujeres, excesos. De las canillas de mi casa salía agua mineral Perrier. Cuando un atomóvil se quedaba sin combustible, lo dejaba abandonado y me compraba otro. Utilizábamos billetes de cien dólares para encender el fuego del asado. Y después comíamos ravioles. En Italia. Ahora en retrospectiva pienso que debimos haber ahorrado algo de dinero, pero vamos, ¿quién piensa en eso cuando la plata parece reproducirse como la chinchillas, pero diez veces más rápido? Nosotros no, en todo caso.

Sí, ya termino. Todo estaba magnífico, y los tres socios estábamos en la cima, y entonces se nos ocurrió contratar a un contador. Mala cosa. Mire, si usted puede, evite a los contadores. ¿Ah, usted es contador? No parece. El caso es que este muchacho empezó a hacer cuentas, que pare eso se les paga, claro, usted sabe. Y calculó que si en vez de comprar el alimento balanceado para chinchillas lo fabricábamos nosotros mismos nos íbamos a ahorrar un montón de dinero. La verdad, a mí no me interesó para nada el asunto, pero mis socios se entusiasmaron y contratamos a un químico para que se pusiera a fabricar el dichoso alimento.

¿Cómo, ya se va? Un minuto, ¿no quiere saber cómo termina esto? 

Hicimos el alimento. Para montar la fábrica nos gastamos todo el capital que teníamos acumulado, porque el contador decía que era una inversión estupenda, que podíamos vender millones en alimento balanceado y todo eso. Yo, repito, no estaba muy entusiasmado, pero no tengo un carácter muy fuerte, así que acepté. Todo el dinero, en la fábrica. La primera partida de alimento para chinchillas se la dimos a un grupo que, vamos a decir la verdad, ya estaba un poco veterano. Fue milagroso. El pelo se les puso brillante, se volvieron más activas que nunca, parecieron rejuvenecer. Ni lo dudamos, alimentamos a todas con el fantástico producto. En un momento, para bromear con los socios, yo mismo tomé un puñado de los granulitos marrones y me lo comí. La verdad, no estaba mal, era mucho más rico que el que comíamos cuando estábamos desesperados.

Ya, ya termino, le juro.

Una semana después de haber comido alimento para chinchillas, noté que mi cabello, ya escaso, se multiplicaba y se ponía fuerte, brillante y sedoso. Igual que en las chinchillas. Me puse contento, a lo mejor habíamos descubierto un tónico capilar que sí funcionaba. Bueno, no. Exactamente a los once días se me cayó todo, pero todo el pelo. Incluso perdí las cejas. No, no me volvieron a crecer, lo que usted ve ahora es un postizo que me hice con pelos de perro. Por suerte a los perros se le cae bastante el pelo. Pero a ellos sí les vuelve a crecer.

¿Cómo que al final qué pasó? ¿No se da cuenta? Usted es medio lento, ¿verdad? Contador, tenía que ser. 

Buenas noches

42 comentarios:

Anónimo dijo...

Para cuando apareció lo de la chinchilla transformada en "rata metrosexual", el escándalo de mis risotadas se tornó insoportable para el vencindario...

Pero luego, cuando recuperé la calma, estuve pensando que las chinchillas peladas, pueden servir para monederos!!! (?)

Saludos!!!

Yoni Bigud dijo...

Se notaba a la legua que su calvicie era un asunto de chinchillas. Y de contadores. Sí. De contadores.

choripanboy dijo...

como dice el refrán:
quien se acuesta con roedores y contadores ,amanece pelado...

choripanboy dijo...

además entre nosotros cher Maitre,
nos alegramos de la impericia de su contador,si non,jamás hubiéramos tenido este Bugman sin guita y sin pelo...

TheJab dijo...

¿Cómo se atreve a llamarme lento?

Le acusaré con mi hermana. Ella es contadora, ¿sabe?

Unknown dijo...

Triste historia, triste.
Pero, dígame Bugman,ya que estaban amaestradas, y eran como de la familia, ¿no pensaron que Greenpeace y sus patrocinadores las podrían usar de Publicidad móvil?
Un día harían una ballena gigante,otro un sequoia, o un arrayán.
Las chinchillas peladas son espeluznantes.Y sus implantes de pelo de perro, un hallazgo estético.

esteban lob dijo...

La cercanía con las chinchillas parece haber tenido otro efecto muy positivo, Bugman.
Generaron en usted una imaginación desbordante y entretenida. ¡Vivan las chinchillas!

Garfio dijo...

Su empresa ... ¿No sería la famosa Chinchillas, piensos e hipotecas, S.A.?

dispersa dijo...

""parecen personitas. Si las personitas fueran peludas y tuvieran cola""

de tanta chinchillas cree q no hay personas peludas y con cola,pero que las hay,las hay.

La historia tiene sufrimiento...pero con hidalguía, eso

Stella dijo...

Una chinchilla pelada, es como una Moria sin tetas.
Qué pena, ¡tan bien que venía el negocio!
¿No probaron con poner un negocio de depilación definitiva?

choripanboy dijo...

se podía decir tetas en este blog?

m. dijo...

sí, claro, echale la culpa al alimento balanceado.

capitanfla dijo...

Oiga, se hubiera puesto una fábrica de bigotitos similares a los de Chaplin.

Naimad dijo...

Lo malo de todo esto fue el anonimato.
Ud. se imagina si hubiera hecho publicidad? Digamos... una China Chinchilla, o Chinchilla Villafañe... no se. Siempre garpa usar gente famosa.

Y cuando tuvo a los zorros, podría haber incluso llamado a Michael Fox, aunque seguramente se le iba a complicar a la hora de pedirle que se quedara quieto un instante para sacarle una foto.

Naimad dijo...

Además... Por el tema del pelo Ud. se hace mucho drama.
Podría, también valiéndose del Marketing argumentar que ese temita es sólo un avance hacia la modernidad: su marulo está asfaltado Tio Bugman, sin contar lo que ahorra en energía, tiempo y dinero con eso que hacen algunos mortales en la cabeza cuando se bañan. (Shh... no se guarango, no hablaba de esa cabeza Bugman)

Adriana dijo...

Es decir que no es un tema genetico ni de look, es una consecuencia del alimento balanceado de chinchillas!!! caramba que buena excusa :P
Besos

Renegado dijo...

Hace unos años mi padre salió con que quería ponerse un criadero de chinchillas.
Afortunadamente tiempo después desistió.
Yo no hubiera podido soportarlo. Probablemente hubiera ido una noche y las hubiera soltado a todas. No entiendo quien puede sacrificar a un animalito tan adorable.

@PaloMedrano dijo...

Sr. Bugman, omitió contarnos lo más importante:

¿Que hizo con esas adorables chinchillas?

El Profe dijo...

¡Que precioso relato estimado Bugman! Una joyita por lo entretenido y bien narrado; ahora, sin ánimo de defender al contador —a contadores y abogados hay que matarlos de chiquitos— me parece que él no es culpable, a no ser que haya fungido de "ingeniero en alimentos" "químico formulador de alimentos balanceados" o algo parecido, su idea era buena...¿No se perdían algunas adorables chinchillitas cuando alguna gorda se sentaba con el abrigo puesto? Un abrazo Bugman.

Mensajero dijo...

Yo creo que e producto no solo es un potente esquilmador, también es un peligroso depresor.

Elio Puntieri dijo...

Bugman, ¿qué hay de cierto en los rumores de que los otros dos socios eran Bruce Willis y Esteban Cambiasso?

Brillante, me hizo reir como una chinchilla.

Ni buena ni mala... dijo...

Sus socios capitalistas deberían reclamarle al contador que generara un negocio con chinchillas calvas.
P.D: que maravilla poder reirme y sin pagar entrada.

Unknown dijo...

de algun modo extraño todo lo k kiero decir es: chinchillas

Mar dijo...

Ujjj tapado de ratitas vivientes, tocandote el cuerpo con sus asquerosas patitas ujjj

Bugman dijo...

Candorosa, en realidad creo que para las ratas una chinchilla viene a ser más parecida a un flogger.

Yoni, no olvide a los escribanos. Sí, a los escribanos. queda advertido.

Chiri, lo dice como si hubiera participado de una orgía zoofílica-contable. (Eso es rarísimo, ¿tiene fotos?)

Thejab, entonces cuando me acuse con su hermana háblele despacito y pronunciando bien las palabras.

Cerriwden, claro, ahora todo el mundo me dice cómo podría haber salvado el negocio. Pero había que estar, ¿eh? Yo vi una chinchilla parcialmente pelada (cuando se estresan se comen el pelo), y era horrible.

Esteban, cómo le va, muchas gracias, le mando un abrazo trasandino, y aunque algunos de los lecotres esté medio enojados con eso del fútbol yo no, para nada.

Garfio, en realidad nos hacíamos llamar Chinchirun.

Dispersa, personas peludas he visto, pero con cola no. ¿Usted vive cerca de Chernobyl o algo por el estilo?

Stella, el problema es que se cae todo pero todo el pelo. Uno queda como un maniquí. Sin peluca.

Chori, la verdad no sé...a ver..tetas. Sí, parece que sí.

M., es una historia de ficción. Yo le echo la culpa a la radiación electromagnética.

Capitanfla, es una cuestión de escala, el mercado para bigotitos chaplinescos es medio escaso.

Naimad, no, no nos hizo falta hacer publicidad, si viera lo bien que nos iba sin publicidad.
Con respecto al cabello, ¿de veras cree que me hago problema? Lo uso como recurso humorístico, en la vida real soy un pelado orgulloso. Vea, léase esto.

Naimad dijo...

Y como sabia cuales eran macho y cuales hembra? Digo, para intercalar...

Supongo que ningun macho quería intercalarse con otro, salvo que.. bueno, ahi se hubiera dado cuenta de solo ver de donde se tomaban para hacer la cadena...

Naimad dijo...

A propósito de su teoría de la pelada... dan ganas de ser dolape. Por caso, un gomía tiene un blog al respecto...

http://elultimopelo.blogspot.com

Bugman dijo...

Adriana, no fue el alimento balanceado. Fue la visita a la planta nuclear.

Renegado, sí, son preciosas. Pero tendría que haberlas visto peladas. Parecen engendros mutantes.

Licenciado Palotes, obviamente, lo que cualquier empresario decente hace con sus empleados cuando tiene que cerrar el negocio. Las despedí a todas, previa indemnización.

Profe, seguro que la culpa la tuvo el bioquímico, pero me resulta más fácil odiar a los contadores.
En efecto, hasta que aprendieron a esquivar traseros tuvimos algunas bajas entre la tropa, a las que hubo que despegar con espátula.

Mensajero,no se por qué lo dice. ¿Me nota deprimido? Bah, que me importa. Nada tiene sentido.

Waitman, si esos dos hubieran sido mis socios, ya estaría pidiéndoles plata.

Ni buena ni mala, lo malo fue lo que le dije al Licenciado Palotes, tuve que indemnizarlas.

Jazmín, ¿cómo sería decir chinchillas de un modo extraño?

Tiburina, no, no son ratitas, mire la foto, son adorables. Y se quedaban quietitas, usted ni se daba cuenta. Por otra parte, ¿usted debajo del tapado de piel no usa ropa?

Bugman dijo...

Naimad, por cada cinco chinchillas hembra se tiene un macho. Que la pasa realmente bien. Así que no había demasiado problema.
(Conozco el blog de los pelados, comento ahí bastante seguido, y está entre los amigos de esta casa).

Naimad dijo...

Cada 5 Chinchillas un macho????? Al final eran bien partuseras las chinchilas... y yo me pasé mas de 30 año ssiendo un ser huano (o similar).
Que me devuelvan la entrada viejo!!!!

Cameron West dijo...

así fué como quedaste dolape.... faltaba eso nomás..
jajajaja... muy buen relato...

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Chinchillas peladas. Menos mal que estan entrenadas.

Al menos sirven como ratitas de laboratorio.

no tan iguales dijo...

¿Y no hubiera sido más sencillo usar sólo la piel de las chinchillas sin sacrificarlas? Después de todo una se depila todos los meses sin solución de continuidad, lo cual resulta un negoción para las que instalan locales de depilación. Ah... ¿se mueren? Qué bichos insensibles.

Bugman dijo...

Naimad, no solo eso. El macho ni siquiera tiene casa propia, las jaulas de las hembras se conectan a una especie de pasillo por donde circula el macho, que se queda a dormir en la casa de la hembra que le venga en gana. Un capo, por donde se lo vea.

Cameron, no es autobiogáfico, lo mío no fue un accidente, es producto de la evolución.

Relato, no se qué estarán ahciendo en este momento, como dije, las despedí e indemnicé. A lo mejor están en un reallity.

NTI, desgraciadamente no se pueden usar los pelos de las chinchillas separados de su piel. El pelo les vuelve a crecer, pero la piel no, qué poco talento para los negocios tienen estos bichos.

Anónimo dijo...

Buenas noches y tanto gusto, excelente relato, le sale bien esto de escribir...ahora...tiene una maestría en chinchirología? un posgrado? me sorprende la cantidad de información brindada en su escrito y en los comentarios sobre los hábitos y costumbres de los roedores en cuestión!Por otro lado, debo encontrarme en un momento sensible de mi vida, ya que casi se me escapa el lagrimón de sólo imaginarme a las chichillas dándose la manito entre ellas!una ternura.
Pasaré más seguido.

Naimad dijo...

Repito, por si mi hada madrina me está escuchando... Quiero ser Chinchillo!!

Será de dios, porque no avisan antes!

A mi ex mujer le pasó igual, la cuchara llegó antes que ella y eligió primero...

Anónimo dijo...

La verdad, son muy adorables las chinchillas, no soportaría jamás tener que verlas encerradas. A mí me encantan los animales, me gustan todos. Los perros, los gatos, y algunos roedores. Tu historia me hizo acordar de otra, pero de ratones comunes, que salió publicada en Reader´s Digest hace mucho, era una historia llena de ternura, de que una chica adoptó a una ratita, y cuando partió de este mundo, la parte más emotiva era que la puso en una cajita de zapatos bien acondicionada, con algunas cositas que le gustaban a la ratita .

Volviendo al tema de tu post, lógico que se reproducen las chinchillas más rápido que D'Elía (el gordo fofo del gobierno), son casi plaga, pero son tan adorables que deberían ser mejor negocio como una mascota más para la gente en vez de sacrificarlas. A todos siempre nos hace falta un amigo, aunque sea una ratita.

Personalmente, hace un tiempo que ando pensando en adoptar a un cobayo, pero ando muy ocupado trabajando en muchas cosas en la computadora. Cuando tenga tiempo y sepa organizarme mejor, adopto al toque. También pienso en adoptar un par de perritos que necesitan casa.

A todos: si ven un perrito perdido, no duden en adoptarlo aunque sea en forma provisional, hasta encontrarles un hogar de buena familia.

Un saludo a todos, besos a las chinchillas!

Octavio

El Señor F. dijo...

Una chinchilla pelada viene a ser algo así como un yoda color cremita, no?

Unknown dijo...

Impresionante historia de chinchillas, Bugman.
Seamos positivos y pensemos que podría haber sido peor.
¿No, no pudo?. Bueno, al menos los bichos no era salvajes, si no usted estaría en una versión del "Planeta de las Chinchillas" dominado por ellos.
Slds.

aquiles m dijo...

Qué macana !!!!
Estaba buena la pyme !!!!
La próxima, manejen todo con la libreta del almacenero.
Nada de contador !!!!!

Bugman dijo...

Ouchurus, gracias y bienvenido. O bienvenida, que después me acusan de algo. Debo confesar que la información chinchilleril proviende del hecho de que yo realmente crié chinchillas, aunque de un modo más tradicional. (El resultado fue parecido al del relato, las razones, no).

Octavio, se de gente que adopta las chinchillas como mascotas, pero le aseguro que es mejor negocio hacerlas tapado. Bueno, eso dicen otros, yo me fundí.

Señor F., algo así, pero que yo sepa no manejan espadas láser. Hubiera tenido un problema gremial de proporciones si así fuera.

Moonport, chinchillas peladas cazando humanos para esclavizarlos. Eso habría que verlo. Qué estarán pensando en Hollywood que no hacen esa película.

Aquiles, bienvenido. Es lo que yo digo, los contadores son un peligro. Si le muestro mi última DDJJ, me va a entender.

Unknown dijo...

Tengo una chinchilla hace 15 dias y soy calvo!
Me arruinaste de aca al fin de semana!!

Blog Widget by LinkWithin