Me encantan todas las tecnologías que facilitan las cosas evitando que uno tenga que lidiar con empleados de carne y hueso.
La gente que se siente intimidada por la tecnología me resulta incomprensible. Las máquinas no pueden maltratarte, darte información errónea a propósito o insultarte por lo bajo. No se equivocan (sí lo hacen los humanos que las programan, pero eso es otra historia), no protestan, no hacen huelga, no se toman un café mientras nos hacen esperar.
Encuentro su fría eficiencia tremendamente confortante, en un mundo donde las personas no hacemos más que meter la pata y buscar a alguien a quien echarle la culpa.
Una de las máquinas con la que casi todos debemos interactuar de vez en cuando es el cajero automático.
Personalmente evito los cajeros automáticos (ATMs, en inglés Automatic Teller Machine) siempre que puedo y hago todas mis transacciones en forma electrónica o con tarjeta de débito. Pero como aún quedan algunos resabios de primitivismo que obligan a tener efectivo encima, algunas veces debo acudir a uno de estos simpáticos dispositivos.
Como hay menos cajeros automáticos que gente, en ocasiones debo esperar mi turno. Esto me ha servido para observar de qué forma los individuos interactúan con esta tecnología casi obsoleta, y clasificarlos:
a) El Gammer
Gracias a su dominio de juegos para PC y consolas, tiene amplia experiencia en toda clase de interfases humano-máquina. Se coloca frente al ATM con las piernas abiertas, afloja sus muñecas, coloca la tarjeta y ¡play! . Sus dedos vuelan por teclados y pantallas sensibles al tacto, usa las dos manos a la vez y mentalmente toma el tiempo que le lleva hacer una transferencia, pagar la luz y hacer una extracción para ver si puede batir su propio récord. Resopla y mira al techo cuando el sistema se toma todo un segundo en refrescar la información. A veces hace todo esto mientras nos mira de reojo, con una sonrisita irónica. Para él, todos los demás somos como monos en una nave espacial que apretan botoncitos cuando se encienden las lucecitas. Pero no nos ofrece bananas, porque además es antipático.
b) La Pretecno
Usualmente señora entrada en años, está enojada porque la obligan a usar este aparato infernal, en vez de ir a la caja donde un empleado que respira y transpira le hace toda el trámite mientras escucha sus comentarios acerca de la vida con una sonrisa falsa y fantaseando con irse a cultivar melones al Cáucaso. Odia a la máquina tanto como le teme. Presiona los botones en forma parsimoniosa y se detiene a cada paso a leer los mensajes informativos. Cuando tiene que tocar la pantalla lo hace con mucha fuerza, apoyando todo el cuerpo en su dedo. Ante cualquier duda, cancela todo y comienza otra vez. Y cuando digo comienza otra vez, digo desde el principio, extrayendo y volviendo a introducir su tarjeta. Normalmente no recuerda su contraseña y la debe buscar en uno de múltiples papelitos que lleva en su cartera. Es usual que busque solidaridad exclamando "¡Ay!" y mirando a su alrededor, pero si por ventura alguien se le acerca y le ofrece ayuda ella la rehusará con desconfianza. Porque es desconfiada, y por eso leerá treinta y cinco veces el recibo que le entrega el ATM y contará catorce veces el dinero, mientras todos los demás envejecemos.
c) El ATM Lover
Le encanta el cajero automático. Si fuera legal se casaría con uno. Hace todo, pero todo a través del aparato. Cuando le toca el turno saca una carpeta con docenas de cuentas a pagar, y disfruta escuchando los bips que suenan a modo de respuesta a su acciones como si fueran la voz de su amada. En el momento en que parece que ya ha hecho todo lo que se puede hacer con un ATM sin llamar la atención de la policía, saca otra tarjeta del bolsillo y vuelve a empezar. Sus dedos se deslizan suavemente por la pantalla táctil, como si la acariciara. Si nos toca el turno inmediatamente después de él, nos da un poco de asquito.
d) El Pretecno
Si bien está emparentado con La Pretecno, este es varón y no le teme a la máquina, la ve en cambio como un enemigo a doblegar. Cada vez que introduzca una contraseña errónea, cada vez que se equivoque en la secuencia en que debe apretar los botones, resoplará y se enojará con el aparato como si de un asunto personal se tratase. Suele manipular los mandos con cierta rudeza porque piensa que la delicadeza con los aparatos es cosa de afeminados. Frecuentemente llega al punto en que incapaz de obtener lo que desea del dispositivo, en lugar de solicitar la asistencia del personal del banco retira su tarjeta de un tirón y sea va echando humo por las orejas, no sin antes informarnos que el cajero "No funciona".
e) El que va por lana y sale trasquilado.
Este soy yo. Tengo un solo problema con los cajeros automáticos, que es el siguiente: más de la mitad de las veces lo que necesito es cambio. Billetes pequeños. Los comerciantes usualmente no están dispuestos a dártelo a menos que les compres algo, Y a veces ni así. Ir a la ventanilla del banco a pedir cambio es una pérdida de tiempo inaceptable, y además esta necesidad frecuentemente me asalta fuera del horario de atención. ¿Qué mejor entonces que ir al cajero y hacer un pequeño retiro?.
Bien, resulta que cuando trato de hacer eso, el cajero no tiene billetes pequeños y me sugiere amablemente: "Exprese su transaccion en múltiplos de cien millones". Pero yo quiero treinta pesos, caramba. Y me quedo sin cambio, y el banco me descuenta una comisión por la transacción falllida. Parece mentira, hacerme esto justo a mí, que me encantan las máquinas.
Buenas noches.
PD: ¿Vieron qué lindo el bichito de la foto del artículo anterior? Ayyyy...qué dulzura, todo peludito y pequeñito...ahhhh...)
La gente que se siente intimidada por la tecnología me resulta incomprensible. Las máquinas no pueden maltratarte, darte información errónea a propósito o insultarte por lo bajo. No se equivocan (sí lo hacen los humanos que las programan, pero eso es otra historia), no protestan, no hacen huelga, no se toman un café mientras nos hacen esperar.
Encuentro su fría eficiencia tremendamente confortante, en un mundo donde las personas no hacemos más que meter la pata y buscar a alguien a quien echarle la culpa.
Una de las máquinas con la que casi todos debemos interactuar de vez en cuando es el cajero automático.
Personalmente evito los cajeros automáticos (ATMs, en inglés Automatic Teller Machine) siempre que puedo y hago todas mis transacciones en forma electrónica o con tarjeta de débito. Pero como aún quedan algunos resabios de primitivismo que obligan a tener efectivo encima, algunas veces debo acudir a uno de estos simpáticos dispositivos.
Como hay menos cajeros automáticos que gente, en ocasiones debo esperar mi turno. Esto me ha servido para observar de qué forma los individuos interactúan con esta tecnología casi obsoleta, y clasificarlos:
a) El Gammer
Gracias a su dominio de juegos para PC y consolas, tiene amplia experiencia en toda clase de interfases humano-máquina. Se coloca frente al ATM con las piernas abiertas, afloja sus muñecas, coloca la tarjeta y ¡play! . Sus dedos vuelan por teclados y pantallas sensibles al tacto, usa las dos manos a la vez y mentalmente toma el tiempo que le lleva hacer una transferencia, pagar la luz y hacer una extracción para ver si puede batir su propio récord. Resopla y mira al techo cuando el sistema se toma todo un segundo en refrescar la información. A veces hace todo esto mientras nos mira de reojo, con una sonrisita irónica. Para él, todos los demás somos como monos en una nave espacial que apretan botoncitos cuando se encienden las lucecitas. Pero no nos ofrece bananas, porque además es antipático.
b) La Pretecno
Usualmente señora entrada en años, está enojada porque la obligan a usar este aparato infernal, en vez de ir a la caja donde un empleado que respira y transpira le hace toda el trámite mientras escucha sus comentarios acerca de la vida con una sonrisa falsa y fantaseando con irse a cultivar melones al Cáucaso. Odia a la máquina tanto como le teme. Presiona los botones en forma parsimoniosa y se detiene a cada paso a leer los mensajes informativos. Cuando tiene que tocar la pantalla lo hace con mucha fuerza, apoyando todo el cuerpo en su dedo. Ante cualquier duda, cancela todo y comienza otra vez. Y cuando digo comienza otra vez, digo desde el principio, extrayendo y volviendo a introducir su tarjeta. Normalmente no recuerda su contraseña y la debe buscar en uno de múltiples papelitos que lleva en su cartera. Es usual que busque solidaridad exclamando "¡Ay!" y mirando a su alrededor, pero si por ventura alguien se le acerca y le ofrece ayuda ella la rehusará con desconfianza. Porque es desconfiada, y por eso leerá treinta y cinco veces el recibo que le entrega el ATM y contará catorce veces el dinero, mientras todos los demás envejecemos.
c) El ATM Lover
Le encanta el cajero automático. Si fuera legal se casaría con uno. Hace todo, pero todo a través del aparato. Cuando le toca el turno saca una carpeta con docenas de cuentas a pagar, y disfruta escuchando los bips que suenan a modo de respuesta a su acciones como si fueran la voz de su amada. En el momento en que parece que ya ha hecho todo lo que se puede hacer con un ATM sin llamar la atención de la policía, saca otra tarjeta del bolsillo y vuelve a empezar. Sus dedos se deslizan suavemente por la pantalla táctil, como si la acariciara. Si nos toca el turno inmediatamente después de él, nos da un poco de asquito.
d) El Pretecno
Si bien está emparentado con La Pretecno, este es varón y no le teme a la máquina, la ve en cambio como un enemigo a doblegar. Cada vez que introduzca una contraseña errónea, cada vez que se equivoque en la secuencia en que debe apretar los botones, resoplará y se enojará con el aparato como si de un asunto personal se tratase. Suele manipular los mandos con cierta rudeza porque piensa que la delicadeza con los aparatos es cosa de afeminados. Frecuentemente llega al punto en que incapaz de obtener lo que desea del dispositivo, en lugar de solicitar la asistencia del personal del banco retira su tarjeta de un tirón y sea va echando humo por las orejas, no sin antes informarnos que el cajero "No funciona".
e) El que va por lana y sale trasquilado.
Este soy yo. Tengo un solo problema con los cajeros automáticos, que es el siguiente: más de la mitad de las veces lo que necesito es cambio. Billetes pequeños. Los comerciantes usualmente no están dispuestos a dártelo a menos que les compres algo, Y a veces ni así. Ir a la ventanilla del banco a pedir cambio es una pérdida de tiempo inaceptable, y además esta necesidad frecuentemente me asalta fuera del horario de atención. ¿Qué mejor entonces que ir al cajero y hacer un pequeño retiro?.
Bien, resulta que cuando trato de hacer eso, el cajero no tiene billetes pequeños y me sugiere amablemente: "Exprese su transaccion en múltiplos de cien millones". Pero yo quiero treinta pesos, caramba. Y me quedo sin cambio, y el banco me descuenta una comisión por la transacción falllida. Parece mentira, hacerme esto justo a mí, que me encantan las máquinas.
Buenas noches.
PD: ¿Vieron qué lindo el bichito de la foto del artículo anterior? Ayyyy...qué dulzura, todo peludito y pequeñito...ahhhh...)
43 comentarios:
Me atrapaste.
Soy un poco geek.
Con la diferencia de que no miro a los demás con desprecio, me retiro mirando a todos los que están a 100 metros a la redonda (buscando posibles asaltantes) como si estuviera jugando una final del Counter Strike.
Si, en cajero no es un artefacto amable precisamente. Yo a lo que mas miedo le tengo es a que me retenga la tarjeta unilateralmente. Ni hablar si es la de crédito y estoy en un aeropuerto en medio de un viaje, por ejemplo. Ciertamente una situación de pánico extremo.
Hay una canción muy linda de Calamaro que dice "alguien fuma en el cajero, y sueña que tiene la TV prendida..." Nada que ver pero me acordé de esa parte.
Y sí... yo sigo con mis lágrimas en los ojos, y muriendo de la risa!!
(mis vecinos en cualquier momento golpearan a mi puerta preguntando, "¿qué canal de TV estás viendo?")
Mi estimado Sr. Bugman, si quiere que deje un comentario aquí, respecto a los ATM, deje ya de escribir "Ayyyy...qué dulzura, todo peludito y pequeñito...ahhhh"
PD: Mi problema con los cajeros es exactamente el opuesto al suyo... yo quiero millones y éste me comunica "Exprese su transaccion en múltiplos de 0,00001 centavos"
Un abrazo!
Pues sí Sr. Bugman, La Pretecno es un auténtico desafío al Santo Job y eso de que los cajeros den sólo múltiplos de 20, hace que en la mayoría de los casos si sacas 20, tienes poco y si sacas 40 llevas más efectivo del que necesitas (a mi tampoco me gusta el efectivo, aunque de momento es inevitable). En fin, que los ATM tiene sus pegas hasta para los que amamos la tecnología.
P.D.: tenga la amabilidad de transmitirle esto al bichito del artículo enterior: Cuchicuchi, ñiñiñiñiñi, bububú, tititititi. ¡Qué tierno! ¡Qué entrañable! ¡Qué ...
P.D.2: transmítaselo cuando nadie le vea. Es por su bien.
Un verdadero engorro. Ayer sin ir más lejos necesitaba cambio, y el cajero sólo dispensaba en ese momento billetes de mínimo 50€. Entre eso y la cara del camarero cuando le pagué el café, me cambió el humor, con el día tan cojonudo que hacía.
El bichito es una verdadera monada. qué lindoooooo... Ay, que me lo como
Che, pobre el tipo que está sentado dentro del cajero, no? Debe salir con tortícolis!!
La única ventaja que tiene es que no tiene que contestar las preguntas de los clientes!!
Ah, y el bichito del post anterior..........es horrible!!
Saludos a todos!!
muy buenas descripciones.
Coincido, creo que es mejor lidiar con estas máquinas que intentar convencer al cajero (humano) de que nos de cambio de 50 pesos.
Otra cosa, porque tener 100 pesos es como no tener plata!, querés comprar algo que no sale más de 10 y el comerciante te quiere asesinar!!
Me alarma comprobar que estoy mas cerca del Pretecno.
La mayoría de esas máquinas (me parece que) no reciben un adecuado mantenimiento o tienen uno destinado específicamente a romper la paciencia, porque además de todo lo que tan acertadamente describiste tambien hay que soportar que "enloquezcan" y decidan quedarse con tu tarjeta (antes o después de la operación), que te mande menos dinero —nunca demas— del que pediste, etc, etc... El bichito ¿¿qué es?? ¿Cuanto crece? ¡Brrrrr! (desconfío de esas cositas con pelos..¿No es un gremlim? espero que no)
Yo tendría que haber sido artista, como Picasso, que nunca utilizó cajeros, les bastaba con firmar una servilleta y comía lo que quería.
Al dinero electrónico le reclamo una sola cosa.
Está acabando con el regateo...es verdad que no es culpa del dispositivo, pero los comerciantes solo aceptan regatear en efectivo.
Ellos quieren billetes al portador. Son unos animistas.
saludos.
Ja, ja. Vengo justamente del cajero y me encontré con el personaje de la señora que no entiende nada. Todos bufando en la cola, pero ella seguía intentándolo una y otra vez.
¿Cómo se te ocurrió este tema? Muy bueno.
ahora que pare de reírme comento que conozco gente de todos esos que definió, es como si los estuviera viendo! todo un problema el cambio.
Y ese bicho esta pidiendo por favor!!
"sueltenlon"!
saludos.
La única categoría que no he llegado a conocer es la del “ATM Lover”.
Yo integro la categoría “Contacto en Francia”: perfil serio, vista esquiva, espalda que cubre la operación financiera, trámite terminado y huida veloz en bicicleta...
Curiosamente, la/el Pretecno me prefieren por mi supuesta abstracción reconcentrada (que los hace sentirse no observados).
Cuando les explico, simplemente menciono los pasos en voz baja como si tarareara una canción que apenas recuerdo.
Los cajeros?
bueno yo prefiero cargar dinero, claro , si tengo que llevar mucho dinero no vale la pena meterlo al bolsillo.
Buena introduccion.
saludos
Ahora sí me dobló de risa el P.D. del bichito.
¿Por qué demonios no le ponen billetes de 2 y de 5 pesos?
Usted tiene razón, siempre se puede extraer multiplos de 100, odio los cajeros, odio las ventanillas de los bancos, odio ser pobre!
Capitanfla, ojo con los francotiradores.
Victor, ahora me asustó a mí. Cada vez que esté en un aeropuerto a punto de introducir la tarjeta voy a temblar un poquito.
Morochia, ¡quiero ese cajero, necesito cambio! (es que el bichito es taaaan adorable...ahhhh)
Garfio, un incordio, lo hacen a propósito para hacer que vayamos a la caja y paguemos la comisión por no usar el cajero. (Cuchi, cuchi, bichito lindo...ahhhh...)
Pepe, ¿vio cómo se ponen? Parece que nos hubieran visto pisar a un gatito recién nacido. Y hablando de cosas peluditas y adorables, ahhhhh...qué precioso el bichito...ahhhh
Stella, se lo digo en secreto...shhh...no es un tipo, es una foto...shhhh. ¿¿¿¿Cómo que el bichito le parece horrible???? En fin, vaya, vaya, adopte un escorpión de mascota. (¿Qué les pasa a las mujeres?).
Pasquín, sus palabras son premonitorias. Dentro de nada, tener 100 pesos va a ser igual que no tener plata. y los cajeros van a entregar billetes de 10000.
Geoffrey, no se alarme. Bueno, sí.
Profe, la verdad es que no conozco un caso en el que el cajero haya entregado dinero de menos. Me imagino que será una situación difícil de resolver, ¿cómo hacemos para convencer a los del banco? Se me ocurre que hay que abrir el cajero, contar los billetes, restar las transacciones y verificar la diferencia. Un engorro.
No creo que el bichito (ahhhh...qué adorable..) crezca mucho, si no me equivoco es un pequeño hamster o algo así.
Mensajero, si Picasso viviera ahora, con una servilleta firmada le alcanzaba para comprar el restaurante. Hummm...regateo electrónico...interesante. Yo estoy con Nicholas Negroponte, para qué mover átomos si podemos mover bytes.
Nunca regateo. Si cuesta dinero, es barato.
Estrella, evidentemente estas señoras además se concentran tanto en su tarea que se les cierran los oídos, no se dan por aludidas. (No sé cómo se me ocurrió, a todos se nos ocurren cosas todo el tiempo, creo. La diferencia es que a mí se me da por escribirlas). Gracias.
Gentleman, hay muchos más seguramente, me acordé de estos.
(No, pobre bichito, no lo suelten que se lo puede comer un depredador malo, cuidenloN, que es una dulzura...ahhhh)
Claude, ¡ahi está! ¡se me olvidó ese perfil! Demonios, con lo bueno que estaba para describirlo.
Carlitos 7.9, bienvenido, (¿Qué mejoras incorpora desde la versión 7.8?). Ve, a mí no me gusta cargar dinero, sería feliz si todo, pero todo pudiera comprarse electrónicamente. Saludos, gracias.
Thejab, ¿verdad que es adorable?Ahhh...
Opiniones Independientes, es indignante. Imagínese que usted tiene solamente 40 pesos en la cuenta, ¿cómo los saca? ¿A patadas? Ganas no faltan.
Muy buenas descripciones Bugman.
A mi también me pasa el problema del cambio. Y agrego otro: cuando voy al cajero del banco de mi barrio donde tengo la cuenta hay un 50% de probabilidades de que esté cerrado porque hay empleados recargandolo o haciendo algun arreglo. He probado a las 2, a las 3, y a las 4 de la tarde pero se ve que hay un tipo mirando por la vidriera esperando que yo me acerque para empezar!
PD: una vez un cajero me dio 10 pesos de mas.
Mis respetos, estimado...usted sabe por qué...gracias por la bancada de siempre.
Caro.
Muy bueno! a partir de ahora voy a prestarle mas atención a las personas a ver como las clasifico. Eso sí, a partir de esto mi viejo me genera una duda, porque está entre el Gammer y el ATM Lover.
Es cosa de que valla al cajero y mueva las manos más rápido de lo que da la vista, y puede hacerlo hasta con los ojos cerrados, y todo lo que pueda hacer por ahí, lo va a hacer.
Ahora sé que clase de padre tengo.
Gracias!
hola, hoy te escribo para contarte que a raiz del aprete que esta recibiendo caro la mascarada arme este blog de apoyo: http://yobancoalamascarada.blogspot.com ..la idea es que los bloggers amigos nos solidaricemos con ella, para pararle el carro a estos mafiosos cagosnes .. y en la envidia te vuelve canosa, podes encontrar dos banners de distintos tamaños para poner en tu blog, gracias y saludos
Acerca de Guevara, concordo consigo.
Se lhe interessar ,passe pelos meus espaços :será bem vindo.
Espero que , no mínimo, entenda português!
Saudações!
Te olvidaste de mí. Yo soy de la especie que ama la tecnología pero se cree toda leyenda urbana que circula por ahí; así, les tengo miedo a los cajeros automáticos porque, al igual que mi abuela temía que me pongan droga en la coca cola, yo temo que se me quede la tarjeta adentro y que me la roben cuando vaya a hacer el reclamo. Intento por todos los medios no usarla, pero cuando no me queda otra (como a vos), tiemblo hasta que veo a mi querida tarjetita salir escupida por la ranura.
Con respecto a lo de que las máquinas nunca se equivocan, te equivocás: de repente una vez, tuve seis meses de internet gratis, más otros seis a mitad de precio porque "habrá habido un error en las computadoras señora, le figura que tiene abono gratis por seis meses más seis de bonificación a mitad de precio. Si quiere puede reclamar al igual que si el error fuese en su contra, pero no le conviene" (dijo la chica).
Amo las máquinas, pero los cajeros automáticos me dan miedo.
Todavía no entiendo la radio sin hilos.
Imaginate una m´quina que te da plata.
Argentina año verde.
Sin lugar a dudas me veo reflejada en la opción e, al igual que ud.
También siempre me veo envuelta en la dificultad q todos los cajeros que no tienen dinero es a los que ingreso
yo corte por lo sano y simplemente no tengo mas banco, por favor no le avisen a montoya...
otro teman, estimado bugman, ya consegui un amigo que me presta un galpon en las afueras de paris, asique cuando quiera puede hacerle frente al "barbita" galo.
uys, a mi los cajeros me escupen...emmm..la tarjeta a la cara, claro.
Shaludiitos...
Como siempre un gustito leerte. (algun dia dire un gustazo..jaja)
Stavi na svoj blog moj link,neka Argentinci vide Hrvatsku
http://www.cvrkut.bloger
Bugman, su respuesta me tentó para seguirla, estuve pensando en espejar en mi blog no su post, pero sí su comentario para desarrollar mi punto desde allí, ya que el tema se va un poco por las ramas; me gustó lo del regateo electrónico (si usted nunca regatea, a menos que algún socio sí lo haga, debe tener a sus proveedores contentísimos), pero fundamentalmente me hizo cosquillas la cita a Negroponte y su idea de mover bytes en lugar de átomos, postulado que podría dar pié a una utopía ambientalista, una práctica que se llevaría muy bien con los carnotistas, ya que se de ese modo aparentemente se evita dispersar calor en el universo; pero...la manipulación de bytes ¿no genera, suscita o provoca acaso un desmedido movimiento de átomos?
Saludos.
Empiezo reconociendo la hermosura de espíritu que denota el animalito del post anterior... porque otro tipo de belleza no le logro encontrar, por mucho que aplique mi buena voluntad para ello.
En lo de los cajeros automáticos, nunca hasta hoy alguno de ellos me ha tragado la tarjeta, pero reconozo que en cada ocasión temo con pánico que lo vaya a hacer.
Emeefe, eso es sin duda, una conspiración. Una conspiración módica, si tenemos en cuenta que en un solo cajero le hacen eso, pero conspiración al fin.
Mascarada, ni lo mencione, no tiene la menor importancia, (y lo que le hicieron tampoco).
Has, por la descripción que hizo, su padre me cae de lo más simpático. Una persona que entiende la tecnologia y disfruta utilizándola merece todo mi respeto. Un saludo.
La caja vengadora, gracias por el aviso.
Sao, gracias, pasaré de visita (algo, entiendo).
Señorita Cosmo, no crea todo lo que dicen por ahí. No por aquí. En cuanto a los errores de las máquinas, permítame discrepar: los errores son de las personas, y le echan la culpa a las máquinas. Una computadora no hace lo que nosotros queremos que haga, hace lo que le decimos que haga. Hay profesiones que se basan en esa sutil diferencia.
Todos Gronchos, si para usted la tecnología es indistinguible de la magia, relájese,disfrute, sea como Harry Potter.
Mechas, la acompaño en su desgracia. No será consuelo, pero algo debe ser.
Fernan, el bajo perfil fiscal es una virtud, no voy a denunciarlo ni que me apreten. Bueno, según como sea el apriete.
Este...lo del francés...déjelo, debe estar concentrado para el próximo partido, no es momento, después vemos...
Chulima, ¡saludos, maja! (Me encanta escribir "maja")
Zvone, no estoy seguro de entender si me quiere felicitar, me quiere vender algo o me quiere avisar que dejé la canilla abierta. Sepa disculpar, no domino el croata.
Mensajero: Obviamente, mi socio regatea, yo no lo hago en mis transacciones personales, quise decir. Mis clientes sí que regatean, y cómo.
El tema de los bytes y los átomos es interesante, pero temo dormir a la concurrencia si me entusiasmo. Pero un dato: un byte son 8 bits, que es la unidad de información más pequeña. Se transmite en forma de impulso eléctrico. La corriente eléctrica es un flujo de electrones. No se mueven átomos, sino partes de átomos. Además el electrón casi no tiene masa en comparación a un átomo completo. La mala noticia es que existe la resistencia eléctrica, cuya acción produce disipación de energía en forma de calor. ¡Oiga! ¡Despiértese! Bah, siga durmiendo si quiere, ya terminé.
Esteban, caramba, otro al que no le gustan las criaturitas peludas y adorables.
Le confieso que ese temor a mí tambien me asalta a veces, pero nunca, nunca, nunca sufrí la deglución de la tarjeta en las fauces de un ATM. Un abrazo trasandino.
Me parece que el croata anda perdido, Bugman. Creo que ese comentario era para mi, no se como corno lo puso acá! Perdón!
Stella, ah, bueno, porque también puso uno en el post anterior...y de puro curioso me fui a su blog y tiene mi banner, este...dígame la verdad, están hablando mal de mí, ¿no?
ajajajjajaaaaaaaaaa
Nooo, lo que el flaco te dice en el comentario es que pongas su link en tu blog para que la gente conozca Croacia! Solo eso!!
Solo que no entiendo como piensa que lo entenderías!
jajajajaaaa
Ahi fui a ver el post anterior, y no se que te quiso decir. Te pregunta si "dabar" es Croacia, pero no se a que se refiere!!
Pa mi que le estuvo dando al tinto!! jajajaaaaaaaa
Algunos croatas están mas locos que yo! Qué momento!
Bugman, no quería hablar de física, yo no paso del varieté; me refería a que manipulando bytes se puede lograr que tal cargue su camioneta de ocho cilindros con juguito de dinosaurios y salga a pasear por ahí, por ejemplo. A como lo virtual opera sobre la materia...
Pero dejemoslo así mejor, de hecho está por empezar Susana, hasta luego.
Amo la tecnología, hago tooodos mia pagos de agua, luz, teléfono, radio, en fin!!!
Me encató tu post, me ataqué de risa :D
Saludos!!
Debo admitir que cada día me siento más identificado con su persona, Mr. B.-
Entre esto (ser tecnólatra, tecnófilo o como prefiera llamarlo) y el asuntito del teléfono celular "descompuesto" (me ha pasado con unas cuantas cositas mecánicas la misma situación), estoy pensando seriamente hacerme depilación definitiva en la cabeza... Incluso comparto los ideales políticos de D.O.L.A.P.E.-
Pero bue... Mejor me quedo con estos pelos indomables que tengo, no vaya a ser que después los extrañe...
Un abrazo
PD: Lindo el bichito... Comparto la opinión de que es Splinter de chico y que esta practicando meditación.
Stella, lo que me pregunto es cómo entendió el muchacho lo que escribimos aquí, y si entiende español por qué deja comentarios en croata, y ...bah, estos croatas están majaretas.
Mansajero, ese es el problema de este país. Nadie qiere hablar de física.
Roxy, bienvenida al club de los tecnófilos, cuyo lema es "Si es complicado, es bueno" Un beso, gracias.
T-max, no me decido entre sentrime halagado o preocupado. Vamos, usted es joven, tiene toda una vida por delante, no se la arruine pareciéndose a mí. Si quiere afeitarse la testa para ver cómo le queda adelante, pero siempre se puede dejar el pelo otra vez. Otro abrazo.
Buenísimo! y agregaría a un siniestro personaje cajeril que vendría a ser algo así como un híbrido entre la vieja pre-tecno y el ATM-lover. Se planta frente a la máquina con una cantidad de facturas que iguala o supera a sus temores tecnológicos. Y lo peor de todo es que se considera la única persona del universo, sin tener la más mínima consideración por la cola que se va formando. Encima, cada por cada factura tiene que ingresar un código de pagos con 5 mil cifras escritas en tamaño contrato de celular. Dicho sea de paso, los dos primeros de esa cola suelen hacer ruiditos de fastidio y gesticulaciones varias con el fin de llamar la atención del híbrido.
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