martes, 30 de octubre de 2007

Tirando, que es gerundio

En pocos días abandonaré mi último departamento de Soltero Urbano para mudarme a una casa en las afueras de la ciudad.

Como parte de los arduos preparativos de la mudanza aparece la oportunidad de deshacerse de una cantidad de objetos que se vienen acumulando hace años en cajones, cajas, carpetas, bolsas y recipientes varios.





Todavía recuerdo cuando gané mi independencia y me convertí en un Soltero Urbano. La mudanza fue de lo más sencilla; sólo me llevé lo imprescindible, compuesto en su mayor parte por indumentaria que cabía cómodamente en un bolso de viaje. El resto lo dejé en la casa de mis padres, y no era un resto muy voluminoso que digamos.

A lo largo de los años la inagotable capacidad del ser humano para rodearse de cosas se fue manifestando inevitablemente y cada movimiento fue más dificultoso que el anterior.

Así llegamos a este momento en que acumulo en mi departamento todas las cosas que fui agregando a mi patrimonio, más aquello que había permanecido en la casa paterna (que mis padres me querrán mucho, pero tampoco es cuestión de utilizarlos de depósito) más toneladas de papeles, facturas y documentos que legalmente no me permiten tirar o utilizar para envolver pescado.

Se impone, pues, una decidida selección de aquellos elementos que revisten la jerarquía de trasladables para proceder a su embalaje y posterior transporte y separarlos así de los destinados al relleno sanitario.

Afortunadamente no soy un sentimental. Puedo proceder con la mente fría y sin atisbo de arrepentimiento a desechar toda clase de recuerdos de viaje que no hayan sido concebidos como tales. Paso a explicarme: si en un viaje compré una gorrita de baseball con el logo del equipo de la ciudad visitada, es evidente que lo hice con toda intención y eso es un recuerdo. Pero los boletos del tren, el menú del restaurante y la entrada al Animal Kingdom son papeles, y a la basura. Algunas veces guardo los mapas de las ciudades, pero eso es porque tienen alguna utilidad. Todavía no se la he encontrado, pero seguro tienen alguna. No sé, a lo mejor si los utilizo mientras cuento alguna anécdota puedo dotarla de una especie de verosimilitud documental. Claro que eso me obligaría a cargar los mapas todo el tiempo, nunca se sabe cuando se debe contar una anécdota sobre algo que sucedió, pongamos por caso, en Frankfurt.

Otro rubro que no me plantea problema alguno es (y griten de horror las damas presentes) el de las antiguas cartas de amor. Las considero algo escrito por una persona que ya casi ni conozco bajo el influjo de unos sentimientos que han desaparecido y que tuvo por destinatario alguien que ya no soy yo. Pueden ser, además, el doloroso recordatorio de un fracaso, o de una vergüenza, o de un fastidio. Por otra parte, a no ser que se hayan tenido romances con Laura Esquivel o Isabel Allende estas misivas suelen tener la impronta de una escritura adolescente e insoportablemente cursi. Prefiero recordar los amores pasados bajo el sutil velo del tiempo y la memoria y no con la crudeza casi obscena de una ortografía descuidada y una sintaxis errante. A la basura con ellas.

Va inmediatamente con destino al Ejercito de Salvación o institución equivalente cualquier prenda de vestir que no haya sido utilizada al menos en un año. Es fácil reconocerlas, suelen tener una fina capa de tierra adherida a su superficie y el olor característico de las catacumbas romanas. Algunas están nuevas porque fueron el presente de cumpleaños de alguien que no nos conoce mucho y tiene un insobornable mal gusto. Es momento también de desechar prendas gastadas agujereadas, manchadas, y aquellas que guardábamos porque cuando nos pusiéramos en forma nos iban a volver a quedar bien. Las medias solitarias que han perdido a su compañera se van. Está permitido sin embargo guardar esa camiseta deteriorada, desteñida y deformada que nos gusta tanto. Así somos los hombres.

Los libros no se tocan. No puedo tirar un libro, tengo una cuestión con los libros. No es negociable, lo siento. Las fotografías tienen un valor documental, y tampoco ocupan tanto lugar. Se salvan.

Tarjetas de negocios de señores que ya no me acuerdo quiénes son pero que seguramente ya no ocupan más el cargo de Auditor Adjunto de Perfoverificaciones Comparadas de la Compañía General de Máquinas de Oficina no resisten el menor análisis. A la hoguera.

Y así llegamos al grupo de objetos que me pone en serios problemas. Partes, piezas, repuestos, máquinas, cualquier dispositvo mecánico, elécromecánico, electrónico o eléctrico.

Cuando observo la notable colección de tecnología obsoleta o inservible que he logrado reunir me vienen a la mente los cientos de diseñadores, científicos, técnicos, operarios que deben haber intervenido y las miles de horas-hombre que se han invertido en fabricar las maravillas que se amontonan en los rincones de mi actual vivienda. Me asalta también la fantasía de poder utilizar piezas de varios aparatos para construir algo nuevo, qué se yo, a lo mejor un escudo energético personal o un control remoto para abrir la puerta del garaje del vecino. No me digan que no les gustaría tener alguno de esos. Recuerdo entonces que apenas si domino en una forma incompleta y lunar los rudimentos básicos de la electrónica y probablemente terminaría destruyendo tres o cuatro cosas sin lograr nada. Ah, pero sería divertido intentarlo. Por otra parte los artículos electrónicos poseen una belleza que va más allá de su diseño. Caramba, esos circuitos tan elegantemente proyectados, esa economía de espacio, esa eficiencia. Va más allá de mis capacidades apreciar estas cosas en profundidad, pero las intuyo.

No me puedo decidir a arrojar a la basura ese módem de 2400 baudios, ese cable tan raro que no puede conectar nada que yo conozca, ese adaptador para un teléfono celular que no se fabrica hace diez años, esos cacharritos llenos de motorcitos, lucecitas, palanquitas, botoncitos y displays luminosos.

Debo hacerlo, no tiene ningún sentido acumular cosas inservibles, pero ¡ay! cómo me cuesta. Ayer destripé un viejo lector de CD-ROM que ya no funcionaba para recuperar el láser. No tengo la menor idea de lo que voy a hacer con eso pero es un avance, de un aparato del tamaño de un libro mediano extraje un elemento que ocupa menos espacio que una moneda y deseché todo lo demás.

Ahora que lo pienso, esa no es mala estrategia. Le sacaré los servomotores a la lectora de zip drives, la pantalla de cristal líquido a los teléfonos, los pequeños tornillos al resto de los aparatos, guardaré todos los cables, las fuentes de poder, los resortes, los parlantes, uno o dos transitores, algunas bandas de goma, uno que otro LED, arandelitas de plástico (utilísimas para amortiguar vibraciones), engranajes y ejes. Eso puede guardarse fácilmente en una caja no demasiado grande. Y puede servir para algo, seguro que sí. Mi futura casa va a necesitar un sistema de riego automático.

Buenas noches.

57 comentarios:

Has dijo...

Si a mi me cuesta desecharme de objetos, como remeras viejas o cosas por el estilo, cada vez que hago la gran limpieza anual en mi cuarto, no me imagino si me tuviera que mudar... Así que tiene mi total comprensión por la situación que atraviesa
Y coincido totalmente con las cartas y ese tipo de recuerdos de antiguas novias, aunque en su lugar las desecharía al poco tiempo de concluida la relación donde es más fácil aún el desprenderse.
Y retomando el tema de cositas sueltas 11, le juro que no conté las letras de la frase.
Saludos

Has dijo...

Ahhh me olvidaba, éxitos con la mudanza y los correspondientes preparativos!

Emeefe dijo...

Bugman: Jamás tiraría las cartas de amor. Ojalá no suceda, pero tal vez algún día necesite demostrar (o recordar) que alguna vez fuí amado. Además sirven para darle un poco de celos a la pareja actual (a las mujeres siempre les gusta competir con nuestro pasado)en caso de que ella esté algo distante.
Una idea con los mapas: lo mejor es utilzar el Google Earth (o Maps)
marcar los sitios que visitó y luego usarlo para hacerle un "tour" a los amigos.
Cuando sepa que hacer con los residuos electrónicos avise que estoy en la misma.

el charlo dijo...

JA! GENIAL! Se va a dar tanto la dicotomía Varón vs. Mujer gracias a su post!! Doblemente GENIAL!
Bueno, pero en cosas de tecnología mi viejo lo supera... tenemos en el estudio computadoras AT... Cosas Frankesteinianas que no sirven ni para recordar o prender de nuevo el Apolo XIII... Pero las acumuló, y ahora no las aceptan ni donadas en Sri Lanka (y lo bien qué hacen)... Pero le otorgo haber arreglado un espejo retrovisor gracias a un "apretador" de pasta dental Pibe's que tenía arrumbado en su "Cuarto de chucherías"... Me convertiré en algo como él? Puede el JU volverse en eso? AYÚDEME!

Anónimo dijo...

Buguerto, ahora que vuelvo al barrio el mes que viene, ud. se muda... caramba!
En cualquier momento me toca a mi, desabundar la mudanza...
Se casa con la maestra jardinera? cuando? A que periferia con pasto se muda? a la cheta? (?!)
Sere invitada al convite? Me pasara su nuevo telefono? (?!!!!!)

Ponja

capitanfla dijo...

Comparto las reflexiones y el deshacerse de las cartas de amor.
Hace dos meses tiré todas ellas, por demás está decir que luego de su destrucción terminé lleno de brillantina.
Lo mismo con una enfermiza colección de ositos de peluche, que a modo de fetiche me hacía regalar por la dama que estaba conmigo en ese momento.
Los ositos se salvaron de la destrucción y tuvieron un destino más feliz cuando los llevé a la iglesia cercana a mi hogar, con motivo del día del niño.

Y comparto, por sobre todas las cosas, la bella costumbre de guardar piezas de distintos artilugios, ya que parecen poder servir para algo en algún momento de la vida.

Una mudanza es algo serio.

Que la fuerza lo acompañe.

capitanfla dijo...

Y gracias por la felicitación de las 1000 visitas en mi weblog.

Y parafraseando al Maestro Yoda: "Usa La Fuerza Bug"

J dijo...

Yo por otro lado soy totalmente sentimental me quedo con los boletos, los folletos, etc etc (no todos claro) los mapas, que por cierto si utilizo; pero cada que hago limpieza profunda de mi habitacion voy deshechando aquello mas viejo, concuerdo con lo de las cartas de amor, aunque me cuesta deshacerme de ellas, y no de todas lo hago, simplemente espero un tiempo mas que prudente, pero es muy cierto, fue escrito por una persona que ya casi ni conozco de sentimientos desaparecidos y que tuvo por destinatario alguien que ya no soy; pero solia ser y ahh como era cursi, si mas, por increible que paresca y a reflexion de los anteriores comentarios, creo que no volveré a escribir, o a dar una carta asi, luego uno se las topa y termina ¿arrepentido? de que haya evidencias de nuestras ¿tonterias?; de los aparatos tambien me cuesta deshacerme, sobretodo de los correspondientes a la computadora, aun conservo intacta mi primer computadora de hace 6 años, que ya no sirve, pero que con $1000pesos mexicanos (que no invertire por ahora) volveria a vivir; un par de modems alambricos de linea telefonica y demas chucherias, uuuu y tambien conservo frasquitos y cajitas, por aquello de que uno quiera guardar algo

J dijo...

mecachis!, que comentario tan mas largo

no tan iguales dijo...

Qué excelente explicación acerca de por qué las cartas de amor viejas son papeles inservibles.
Mucha suerte, Bug.

TheJab dijo...

Sólo diré (para no llevarme 2000 palabras en un comentario) que "Tirando, que es gerundio" merece ser considerado como 'El Post del Año'

Anónimo dijo...

BUGMAN,YO PENSE QUE ERA EL UNICO QUE CONSERVABA ESE TIPO DE ELEMENTOS ELECTRONICOS QUE AUN NO ME HAN DADO UTILIDAD ALGUNA PERO MIRE,MIRE,MIRE ESTE VIDEO QUE SE QUE ME LO VA A AGRADECER,LO UNICO QUE LE PIDO ES QUE SI HACE EL EXPERIMENTO Y REALMENTE FUNCIONA ,ME LO CUENTE,YA QUE MI LECTOGRABADORA DE DVD ESTA POR CAGAR LA FRUTA Y ESTE SUPER RAYO LASER PODRIA CONVERTIRSE EN LA REENCARNACION DE LA MISMA.

http://www.malgusto.com/videos/200708_hacer-linterna-laser.html

Geoffrey Firmin dijo...

Comparto: Libros (y yo agregaria discos) no se negocian.
Con respecto a las cartas de amor y, como agrega certeramente Capitanfla, cualquier cachivache de peluche o similes, van al tacho. En lo posible, apenas recibidos.
Para recordar que me han amado tengo la memoria. No dependo de balbuceos adolescentes escritos en hojas cuadriculadas, en el mejor de los casos. Claro que uno no puede tirar nada que le de la mujer amada actual. A ver si un dia pregunta: "¿Donde esta la fotito del conejito tan bonito que te regale para fondo de pantalla?"
Supongo que la unica solucion sera amar a una persona que solo regale ropa, libros, discos y cosas utiles. En eso andamos todos, creo yo.
Abrazo cordial

PD: Suerte con la mudanza, estimado Bugman...

vivian dijo...

en un todo de acuerdo, y hasta trataría de imitarte en algunas decisiones, pero las cartas de amor.....además del valor sentimental, nunca sabemos
las "vueltas de la vida".....
cualquier cosa, yo tengo lugar
en casa.
suerte con la mudanza!!!!!

Stella dijo...

Ahhhhhhh, yo siempre lo dije: Hasta que no tenga mi laser propio, no voy a poder ser feliz!!!
Lo envidio, Bugman!!
No me lo regala?

Y para los que quieren tirar recuerdos amorosos, pasen por mi blog que los andamos juntando!!

Ups...quién escribió eso?
Yo no fuiii...Me hackearon la pc!!
Perdón, la tentación fue muy grande! jaja

Anónimo dijo...

Hola Bugman....me he mudado muchísimas veces y cada vez se van juntando más y más cosas. Al igual que tú no transo con libros, fotos y también discos. El resto de las cosas, si no hay espacio es mejor deshacerse de ellas, al final sólo ocupan un lugar que puedes llenar con nuevas cosas. Los hombres en ese sentido son bastante más prácticos que nosotras y no se aferran a cosas tan sentimentales y creo que es mejor, para qué cargar con el pasado si se puede tener un futuro mejor. Te deseo suerte y ánimo, pues uno se cansa un montón.
saludos.

Adriana dijo...

Pienso lo mismo de los libros, pero algo q aun no aprendo es a NO prestarlos! lamentablemente no lo puedo evitar y obviamente nunca me los devuelven cosa que yo si hago, si me prestan un libro lo leo inmediatamente y lo devuelvo. Espero q algún día alguien haga lo mismo por mis queridos libros.

Estrella dijo...

Las cosas que se guardan "por las dudas", nunca se encuentran cuando se necesitan.

Todo bien, pero tirar las cartas de amor, ¡JAMÁS! a pesar de las sintaxis y de los gerundios.

RacuRock dijo...

en otras palabras... estas en las mismas

RacuRock dijo...

en otras palabras... estas en las mismas

Mensajero dijo...

Cada vez tengo menos objetos.
Hasta mi biblioteca se encuentra embalada en desván prestado.
Mi caja con escritos y mi arcón de los recuerdos es lo más dificil de tirar. Es que a veces un objeto dibuja el acceso perdido en la memoria que conecta con un recuerdo. No encuentro otra utilidad para los montones de basura que acumulé.
Bugman, imagino que no solo abandona usted su condición de urbano si no también la de soltero.
Si es así, le brindo una calurosa bienvenida, si no, no puedo más que envidiarlo.
Póngase protector solar en la pelada si decide cortar el pasto los domingos...ahora, que no le agarre la tentación de lavar el auto en la vereda, no le quite ingresos a los lavaderos.
Saludos.

Anónimo dijo...

Excelentes decisiones amigo, por mi parte no sólo soy de conservar sino de "recolectar" cualquier parte más o menos interesante, que haya pertenecido a algún mecanismo con la firme convicción de que puede volver a integrar algún otro...algo que siempre viene a mi mente es que de haber vivido en épocas pretéritas, me hubiese encantado ser "juguetero", tengo una especial disposición para "revivir" autitos, avioncitos, muñequitos, etc. Un abrazo.

C dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
C dijo...

Qué buen post!

Le deseo muchas alegrías en su casa nueva.

Nunca pude tirar los diarios de vieje o alguna que otra agenda.

Ni eso ni las cartas de amor de mi primer novio, por más que no haya nada en el presente que me conecte a él, las cartas que nunca leo serán un ayuda memoria para cuando quiera recordar esas épocas.

Eso, y la necesidad de que algunos pedazos de mi historia puedan ser leídos por mis hijos.

Debe ser parte de mi naturaleza romántica, o tal vez una cuestión femenina. Nunca vió " Los puentes de Madison" cuando los hijos de Francesca encuentran su caja de recuerdos? ...

Con respecto a los cachibaches, yo tiro todo, o regalo. Hay una frase que dice que el que se puede desprender de lo viejo siempre deja espacio abierto a lo nuevo, me gusta pensar que es cierto.

Sólo conservo lo que sea parte de nuestra historia ( mis hijos , mis afectos y la mía)

Mucha suerte, y me encantó este post.

Caro

Donbeto dijo...

¡Cuanta evaluación de cacharros!
Cuidando de que nadie salga herido. Planificando el incendio para que no salga de control y afecte inocentes, tomando una cantidad cuidadosamente medida de gasolina (¿"nafta" se dice por allá?)y lanzando un cerillo desde una distancia prudente, se me va antojando como el método más práctico y expedito para mudarse sin tanto lastre.
Saludando piromaníacamente, le deseo grato vecindario nuevo.

Anónimo dijo...

A ver...

tenes un laser, una fuente, cables y porquerias asi...

yo a todo eso le veo una sola posibilidad...

ESPADA JEDI!!!!!!!!!

Virginia dijo...

lei y casi jure que era mi diario de mudanza... solo que yo si guardo mis cartas de amor (y grite de horror mi estimado bugman)... pero como siempre con sus sabias palabras me ha hecho dudar y creo que las quemare este fin de semana que por aca es largo...

Saludos y suerte con tu mudanza...

Virginia

Nicolás Lucca dijo...

Con 6 mudanzas en 3 años a cuestas puedo asegurarte que se de qué hablas.
Cajas que aparecen en cada mudanza yque unoen vez de tirarla se pone melancólico y se promete reacomodar, hasta queenla siguiente mudanza la vuelvoa encontrar taly como la había dejado.
Otro exiliado de la Capital leda la bienvenida a la provincia de Buenos Aires.

Nicolás Lucca dijo...

yootravez,nosesisediocuentaperonomefuncionabienlabarraespaciadora.Lepidoquesepadisculpar.

Nicolás Lucca dijo...

alabarraespaciadora

Victor dijo...

Anoche cuando leí el articulo me sentí muy identificado, pero soy un poco menos "tirador" que usted.

Soy consciente de que el 90% de las cosas que guardo son, y siempre van a ser, innecesarias e inservibles. Por otra parte me pasa seguido que me arrepiento no haber guardado algún objeto, revista, etc... Es un tema que no lo puedo resolver. Que lindo hubiera sido conservar mi primera Macintosh 512 por ejemplo! Pero no se imagina la cantidad de porquerías que guardo en mi oficina o en el garaje!!!

En algún lugar leí que tirar cosas baja muchísimo el nivel de stress y yo lo comprobé. Espero que le haya hecho el mismo efecto.

Saludos

JuanMa dijo...

Me pasa como a usted con los cachivaches, siempre pienso que alguna utilidad tendrán. Años después resulta que aún no les he encontrado la utilidad, pero sigo sin tirarlos. Eso sí, al igual que el padre de un comentarista (El Charlo), alguna vez he utilizado algún elemento de lo más inverosímil para hacer algún apaño ¡Y ha funcionado oiga!

Bugman dijo...

Has, los objetos lo atan a uno, le quitan movilidad, hay que andar ligero de equipaje. Y los recuerdos sentimentales, es mejor que sean eso, recuerdos, no caritas y muñequitos y florcitas y ahhh...ya me entiende. Gracias.

Emeefe, si usted necesita evidencia física de un antiguo amor, entonces es porbable que no lo hayan amado. El amor deja marcas. Mire, mire, estas marcas. Son de un novia a la que le gustaba fajarme.
(Siga almacenando electrónica, que estoy diseñando los planos de un rayo de la muerte o un corbatero automático, todavía no estoy seguro).

Charlo, mucho me temo que usted tiene esos genes acumulatorios. Mi padre tiene en su casa una hilera interminable de frascos con clavos, tachuelas, tuercas, tornillos, bisagras, trozos de piolines, pedazos de radios viejas y cosas así. Su excusa es que le sirven para su hobby (ferromodelismo). ¿En las AT no puede hacer correr el Lex Doctor para DOS?

Ponja, no, no me caso. Aunque quisiera no me alcanzaría la plata. Si la maestra jardienra saca el tema le contesto "Perfecto, ¿casamiento o pileta? Las dos cosas no puedo". Y a ella le gusta tomar sol.
Me mudo a un barrio cerrado en Tigre, no le puedo dar más detalles. Estoy bajo vigilancia.

Capitanfla, aprecio su empatía. (Un detalle: si una mujer mayor de doce años me da una carta con brillantina, se la devuelvo).

Jazmín, le confieso que yo guardo todas esas cosas por un tiempo, las cartas de amor las conservo hasta que se dan las condiciones citadas. No se qué destino habrán tenido las muy pocas que yo escribí, pero ruego no volvérmelas a encontrar nunca más, difícilmente haya escapado a la sensiblería y las palabras empalagosas, me daría mucha vergüenza recordar que yo fui ese.
En cuanto a la tecnología, me alegra ver que somos legión. Besos!

notaniguales, gracias, creo necesitarla.

Thejab, muchas gracias. (qué año flojo que tenemos, caramba).

Dario,gracias, ese video ya lo había visto, desgraciadamente no tengo a mano el láser de una grabadora de DVD sino de una lectora de CD, es seguro que no me va a alcanzar la potencia para construír ese rayo mortal. A lo sumo podré hacer una especie de puntero láser, pero si se fija hace falta desarmar uno de esos para hacer el otro, o sea que en mi caso estoy jodido.
¿Usted no se anima? ¡Estoy ansioso por saber si el cacharro ese funciona!

Bugman dijo...

Geoffrey, tengo la inexplicable fortuna de tener una novia que solamente me regala ropa o artefactos. Para navidad se gastó gran parte de sus ahorros en una cámara digital, otro año me regaló un juego de palos de golf, y todo así. No se si merezca tanta suerte. (Pero vamos, las fotos de los conejitos y bichitos pueden sufrir un horrible accidente informático, vio cómo son estas cosas. Si no sabe le enseño). Gracias.

Vivian, gracias. Le acepto que guarde esas cosas por un tiempo prudencial. Pero no me va a decir que un antiguo amante se le va a presentar diez años después y le va a reclamar que no guardó sus cartas. Es más, si le dice que las tiró se lo va a agradecer, a los hombres nos dan vergüenza las cosas que hacemos en esos estados.

Stella, ¿me creería que yo estuve a punto de construir con un amigo un láser de verdad, capaz de cortar algunos materiales blandos (madera, acrílico) y grabar sobre metal? Un desafío tecnológico importante. Después el dólar aumentó demasiado. Y yo empecé a salir con varias mujeres a la vez. O eso fue lo que puse como excusa, no me acuerdo.

Bugman dijo...

Malú, bienvenida, gracias. ¿Verdad que hay cierto placer en deshacerse de cosas? Ah, me dieron ganas de tirar algo, ahora vuelvo.

Adriana, yo me tomo esas cosas con filosofía. Me resulta demasiado antipático no prestar libros, porque me gusta que me los presten. Y si no me los devuelven, paciencia. Al respecto, el mejor ex libris que leí en mi vida fue uno que decía : "Este libro pertenece a Fulano de Tal...y a todos sus amigos".

Estrella, está muy bien, quédese con su cartas. En lo personal no concibo ejercicio más doloroso e innecesario que releer esos testimonios mal escritos de personas que ya no son, pero oiga, ese soy yo. (A que usted sí tira las paletas de una licuadora que ya no funciona).

Racurock, este...sí. Creo.

Stella dijo...

Bug, claro que le creo! Los pelados nunca mienten, dijo el jefe de gobierno! jajaa

Anónimo dijo...

BUGMAN TERMINO DE MORIR MI GRABADORA DE DVD Y CONSTRUI EL EXPERIMENTO PERO CON ALGUNAS MODIFICACIONES A SABER:
_USE UN PAR MIL EN VEZ DE UNA LINTERNA
_LE PUSE UNOS ANTEOJOS VIEJOS DE MI ABUELA EN LA PUNTA
_Y EN VEZ DE UNA PILA COMUN MEDIANA LE PUSE 2 BATERIAS DE RASTROJERO EN PARALELO MIENTRAS ESTABAN CONECTADAS AL CARGADOR/ARRANCADOR

LAS CONSECUENCIAS FUERON QUE DEJE SIN LUZ AL BARRIO POR UN RATO Y LA PARED DEL FRENTE DE LA CASA DE MI VECINO EN DONDE PROBE EL EXPERIMENTO SE DESMATERIALIZO.....DIGAME AHORA QUE HAGO...
ENCIMA ME LLEGO UNA CARTA DEL PENTAGONO QUE ME ACUSA DE ALMACENAMIENTO DE ARMAS DE DESTRUCCION MASIVA....

ESTOY HASTA LAS MANOS ....AYUDEME

Pepe Castro dijo...

Por esos avatares de la vida me ha tocado hacer varias mudanzas en los últimos tres años y medio, y con vistas a la próxima dentro de poco, y todavía me cuesta creer que lo que tranporto en cajas estuviera antes en las cajones, armarios y estanterías. ¿Adoptan los trastos dimensiones desconocidas cuando presienten un cambio?

Bugman dijo...

Mensajero, estoy convencido de que hay que tener cada vez menos cosas. De toda clase.
No abandono de jure mi condición de soltero, soy de aquellas personas que aún estando en la fiesta más divertida del mundo por si acaso revisan la salida de emergencia. Pero sí, de facto abandono la soltería.
De manera que me considero bienvenido a medias. Estoy acostumbrado a pasarme protector solar por la calva, aunque para protegerme del sol suelo usar alguna de las muchas gorras de baseball que compre en mis viajes (no, eso no lo voy a tirar nunca, nunca, nunca). Lavar el auto en la vereda es grasa.

Profe, es irresistible. Las partes, piezas, todo lo que haya formado parte de un mecanismo complejo es tan fascinante que lo raro es no recolectarlo. ¿Sabe que mi madre es "cirujana" de muñecas?

Caro, gracias, respeto su coleccionismo sentimental aunque no lo comparta. Tal vez si llego a tener hijos me ablande un poquito, pero por ahora prefiero que los recuerdos sean disparados por una melodía, un aroma, un lugar. O un deliberado y voluntario esfuerzo. Lo que no le perdono es que haya tirado a la basura su vieja batidora. ¿sabe las cantidad de cosas que podrían hacerse con ese motor?

Donbeto, esa hoguera sería además de simbólica, profiláctica. Ya me veo danzando alrededor del fuego, desnudo y con el cuerpo pintado. Pero vivo en departamento. (sí, aquí le decimos "nafta"). Gracias, le mando un abrazo.

Carpo, usted es un nerd de fuste. Creo que me faltan una piezas para el light saber , ¿no tendría por ahí un número de Mecánica Popular?

Virginia, gracias, no me haga mucho caso, pero me parece que incinerar viejas cartas de amor es un ejercicio altamente terapéutico.

Victor, es verdad, me sentí liberado cuando saqué unas cuantas bolsas de basura. Igual trato de no entusiasmarme, una vez en medio de un vorágine limpiadora tiré a la basura mi DNI y no pude votar. Ahora que lo pienso...

Bruno, en realidad me exilié cuando vine a la Capital, yo pasé la mayor parte de mi vida en la provincia. ¿Seis mudanzas en tres años? ¿Usted es un prófugo de la Justicia, de los acreedores o se va sin pagar el alquiler?
Nosepreocupe estascosaspasanconlo s teclado sdelascomp utadoras.

Garfio, la máxima satisfacción de un aficionado al bricolage es hacer algo útil con partes aparentemente inútiles. Mi padre tenía una cantidad de artefactos inverosímiles hechos con basura. Con los años y los accidentes se ha calmado un poco, pero él no cree en eso de comprar cosas nuevas.

Bugman dijo...

Darío, en primer lugar cálmese. Luego busque entre los restos tecnológicos el tubo de rayos catódicos de un televisor blanco y negro, dos vávulas termoiónicas, las paletas de un ventilador, el ingfrarrojo de un control remoto, un rollito de alambre fino y tres papas sin pelar. Con todo eso, no le costará fabricarse rápidamente un teletransportador personal. Trate de materializarse en Australia.

Pepe, en efecto, al querer acomodarlos en cajas los objetos se expanden y además ganan masa. Esa es la única explicación para el hecho de que antes de eso no hundieran la casa.

el charlo dijo...

Es que el Lex-Doctor para DOS lo tiré hace rato (en realidad lo tengo, no puedo depojarme de él!!)... Ahora todo es Windows vio?
Me mató con su conocimiento de la existencia de dicho sistema... la verdad es que lo banco a muerte (a Ud., al lex no porque lo pago)...
Los frascos de tornillos y clavos de mi padre tienen además poxipol seco en la parte superior de la tapa, por haber hecho la mezcla allí... los del suyo?

Anónimo dijo...

Me alegro mucho, de verda', Bugman y "Sra. en proceso despues de piscina"... es mas, si se aburre voy con el crio y ella ejerce un ratito...
De verdad me alegro (aunque no le conste)... y espero ligar por mail privado nuevos datos de contacto aunque no los use (no pierdo esperanza... vo' sabe')...

Ponja

Anónimo dijo...

Los libros,la música y prendas de vestir amadas, se salvan...
El resto...para que se lo lleven los chochamus del camión!!!!

Soy una desalmada, pero con candor...

Malú Durrieu dijo...

Felicitaciones por la mudanza! Y que lindo es tirar cosas! Soy bibliotecaria y en bibliotecología se una una frase muy piripipí para hablar del descarte, se le llama "selección negativa", no es fino??????

Malú Durrieu dijo...

Olvidé mencionar que en mi corta vida me he mudado ya 25 veces, tengo un Máster y un Doctorado en el tema.

Ramón Indart dijo...

exitos en la mudanza...priemra vez que paso por aca-...m,e rei con tus links de "estos no son progres" jajaja

Gentleman dijo...

A mi me pasa que cuando me distraigo un poco mi señora me tira todo eso que usted enumera, también yo desarmo equipos y guardo lo que supuestamente puede llegar a servir para algo (terrible)
saludos.

Claude dijo...

Mr. Bugman, o yo entendí muy mal o Ud. ha evadido por completo el tema subyacente: se va vivir en pareja.
Supongamos que no me equivoco. Entonces le hago una pregunta: ¿va a dejar que su chica entre a su blog o lo ronde con inquisiciones mientras Ud. redacta y publica?
Si su chica es de las que nunca harían tal cosa, ¡le envío mis envidias!

Mejo Dieron dijo...

Jajajaja excelente post!!

Me sentí completamente identificado. Somos muy cachivacheros, es como un síndrome generalizado y hereditario.

Las mudanzas son momentos muy curiosos desde ese aspecto, lo hacen a uno pensar de veras, hacer un balance. Realmente es alucinante la sensación de alivio que se siente cuando uno se desprende de tanto bagaje inútil. Pero siempre reincidimos, y hay algunas cositas que sabemos que no sirven ni servirán jamás para nada de nada, y las guardamos igual otra vez. Qué picardía.

Lo saludo con la consideración más distinguida, y le deseo la mejor de las suertes en su nuevo domicilio,

Mejo

J dijo...

Mr B, ¿de donde saque lo de los monos?, no recuerdo, ¿será una conspiraciond e los noruegos?; no Mr. B usted deberia saber, y aun me mata la curiosidad

Bugman dijo...

Charlo, en una época yo era proveedor de sistemas de un estudio de abogados que usaba el venerable Lex Doctor para DOS. Llegué a ser conocido como el mano-Lex por mi habilidad de arreglar cualquier desaguisado con el programa en cuestión por simple imposición de manos. Pero si usted se sorprendió por ese detalle, déjeme decirle que a mí me pasó lo mismo con lo de las tapas de los frascos con Poxipol seco. Usted y yo deberíamos poner un negocio de mentalistas.

Ponja, con los costos de la construcción, usted sabe...puede que eso se demore un poco, jeje...la mantendré al tanto, pasaré nuevas coordenadas cuando haga la proyección.

Candorosa, nada de desalmada, usted es un ejemplo de mujer.

Bruja Maruja, selección negativa es elegantísimo, me propongo utilizarlo de ahora en más. Gracias, me encanta incorporar expresiones floridas. "¡Oiga, esto va a selección negativa, no lo deje encima de mi escritorio!".

Talleyrand, gracias y bienvenido. (Yo tampoco soy progre, pero no lo divulgue, hoy en día está muy mal visto).

Gentleman, su señora le hace un gran favor, valórelo. (Creo que a esta altura con todos los que confesaron que guardan partes de máquinas podemos juntarnos y construír algo realmente peligroso).

Claude, no he eludido nada, solamente no lo he remarcado. La vida conyugal será tal vez un tema recurrente en el futuro. Vea, mi chica no suele leer este blog. Y, milagro de los milagros, no se inmiscuye en donde no se lo permito. Mi futura casa tiene un cuarto completo para mí, y otro para ella, además del que compartiremos. Serán nuestros respectivos santuarios. Ahora sí, puede reventar de envidia. Trate de no salpicar, por favor.

Mejo Dieron, es curioso cómo permitimos que las cosas se acumulen. A mí me agarra una especie de furia purificadora cada uno o dos años, pero las mudanzas son el "non plus ultra" de la "selección negativa". (Ah, cómo me gusta esa expresión, gracias Bruja Maruja). Le mando un abrazo.

Jazmín, ya le dije...el único que conozco que dice que tiene monos redactores es Jaime Rubio, de La Decadencia del Ingenio (ver links a la izquierda). Tiene que venir por ahí. O usted está loca. O yo. O ambos. O yo soy un mono. O muchos.

el charlo dijo...

JAAAAA!! Genial!! Empezamos cuando Ud. diga!! La vida se copia a sí misma! Me encantó! Ah! Y aguante el Lex!
Ud. definitivamente ya es un amigo!

@PaloMedrano dijo...

Desconozco porqué, pero le cuento que su post me ha traido a la memoria que durante la tarde (o quizás el mediodía) del 16 de abril de 1985, recorrí de punta a punta la avenida Cabildo en compañía de mi señora madre, en busca de unos botines (zapatos de fútbol) con los que pudiera lucir mis destrezas futbolísticas en el equipo que acababa de formar con mis amigos del colegio.

Todavía recuerdo con emoción el momento en que le dije al vendedor "llevo estos", y por supuesto, la soleada mañana en que los estrené, durante un amistoso en el "campo de deportes".

No tema, Sr. Bugman, pues no pienso relatar aquí toda mi carrera deportiva. La verdad sería bastante aburrido, porque -a decir verdad- fue bastante más módica que la del chico Messi.

Todo lo que quiero contar, si Ud. me lo permite, es que con esos botines (con esos inolvidables botines) jugué durante cuatro o cinco años, los más inolvidables partidos de mi vida. Y no porque se hayan sucedido rutilantes los éxitos. Ni siquiera los goles. Nada de eso. Cuando digo inolvidables, me refiero a que ocurrieron en esa época de la vida en la que el tiempo parece no existir, los sábados son siempre soleados, y todos llegamos a creer que siempre seremos jóvenes, irresponsables, y flacos.

Lo cierto es que los años fueron pasando, y la vida útil de aquellos Puma, un buen día terminó. Con unos australes que me había regalado mi abuela, me compré entonces unos "Nike Air" que, hay que decirlo, eran bastante más cómodos que mis antiguos gladiadores del césped.

Sin embargo, y pese al inevitable cambio de modelo, nunca pude (ni quise) deshacerme de aquel par de amigos, que desde entonces -y por años y años- habitó en el fondo de mi placard, mucho después incluso de que los "Nike Air" (y también varios de sus posteriores reemplazantes) hubieran sido remitidos a su morada final en el CEAMSE.

Mi secreta ilusión, debo ahora confesar, era volver a vestir algún día aquellos Puma, aunque más no fuera para patear unos penales a mis hijos, o incluso nietos, en ese divague de la imaginación que llamamos futuro.

Y aunque eso no hubiera llegado a ocurrir nunca, me complacía el mero hecho de tenerlos junto a mi, de saber que estaban, y de dirigirles cada tanto una mirada nostálgica, y cariñosa.

Bueno, por más que estire y estire esta historia, me temo que debo abordar ya su amargo, su terrible (y su injusto) desenlace.

Hace unos cuatro o cinco años, estando ya casado y con mi hijo mayor ya nacido, volví a la casa de mis viejos con mi incipiente familia, para disfrutar de una raviolada dominguera, de las que todavía ofrece mi madre. Mientras esperaba que nos llamaran a la mesa, se me ocurrió subir a lo que había sido mi habitación durante dos décadas (hoy la ocupa el octavo -y menor- de mis hermanos), y quien sabe porqué, necesité abrir el placard (mi placard) para visitar a mis amados Puma.

Todavía me conmueve contarlo, pero lo cierto es que al no encontrarlos en su habitual rincón, se me ocurrió preguntar a mi madre:

- Vieja, ¿no sabés donde quedaron mis botines?

- ¿Qué botines?

- ¡¿Como qué botines?! Los míos, los Puma, te acordás?

- Uuu, pero esos los tiré el año pasado! ¡Eran una mugre, y estaban todos agujereados!

Bueno, mis amigos, supongo que no hace falta que les cuente lo que sentí en ese momento. Si el hombre es capaz de morir en vida, les aseguro que yo lo hice en ese instante.

Pase lo que pase, nunca volveré a ser el mismo, y mi sueño de volver a sentir esas entrañables criaturas en mis pies, y de escuchar tangos mientras les paso una franela para devolverles el esplendor que algún día tuvieron, ya nunca podrá cumplirse.

Dígale a su novia, Sr. Bugman, que si algún día tienen un hijo, nunca se le ocurra tirarle un par de botines a la basura, sin antes preguntarle. Me haría ese favor?

Bugman dijo...

Charlo, ¡venga ese abrazo! Espere, espere, usted es abogado, espere que me sque la billetera del bolsillo...ahora sí, ¡venga ese abrazo!

Juan de los palotes, me hizo emocionar. "mi sueño de volver a sentir esas entrañables criaturas en mis pies, y de escuchar tangos mientras les paso una franela para devolverles el esplendor que algún día tuvieron, ya nunca podrá cumplirse" Lo veo, le juro que lo veo, lustrando esos botines para un partido de solteros contra casados, lo veo poniéndoselos en el vestuario ante la mirada burlona de sus compañeros de equipo, lo veo haciendo un gol...
Mechache en dié. Le prometo que voy a cumplir su deseo. No quiero que mis hijos que todavía no han sido concebidos tengan esa marca en el corazón.

no tan iguales dijo...

Maldición, Licenciado, con lo que me gusta cómo escribe hoy lo odio: me ha recordado un vestido de mis dieciséis años que hoy podría usar perfectamente mi hija si no fuera porque mi desalmada progenitora, sin saber cuántos recuerdos albergaban sus pliegues, lo regaló hace ya 23 primaveras.
Malditas madres (menos yo).

Anónimo dijo...

Uffff, es que luego cada cosa que de verdad la ve uno meses después y dice uno: "porqué diantres lo tengo?" y cuando te dijeron: "tíralo" dijiste "NOOOOOOOOOO" jajajajaajajajaja
Yo de cartas de exnovios y eso, les dí FUEGO, a algunos si los veo los saludo bastante bien, otros me dan simplemente lo mismo, pero creo que no es muy bueno arrastrar nostalgias.
Yo te recomiendo lo siguiente, dile a alguien que sea FRÍO que te ayude con la mudanza jajajajaja, el sabrá deshacerse de algunas cosas inútiles de las cuales luego ni te vas a acordar que existían..
Tengo una caja de cables y fregaderas de la negra, que un día van a desaparecer, lo juro, jamás se usan PARA NADA, y como ocupan espacio, solo quiero tantearle al tiempo jajajajaja

Besotes

Bugman dijo...

Roxy, está muy bien eso de dejar que un tercero elija qué debe desecharse y qué no, pero hay que enfrentarse con los fantasmas propios de vez en cuando. ¡Un beso!(No le tire nada a la negra, eso siempre es un motivo de peleas).

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