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Ya me sacaron el link de Clarín. Y en realidad debo agradecerlo, la fama ya me estaba pesando. Todas esas entrevistas que no me hicieron contestando siempre las mismas preguntas, los miles de autógrafos que no firmé, los cientos de bebés que no tuve que besar, las admiradoras que no me acosaron en todo momento. La adulación constante que no tuve, los amigos de ocasión que no aparecieron de golpe, mi vida privada que no invadieron los fotógrafos, la imposibilidad de caminar por la calle sin que se reunieran multitudes que no tuve que soportar. No, estimados lectores, es bueno volver al anonimato y la tranquilidad luego de ese loco período de 48 horas. ¡Sí, fueron solamente 48 horas, pero qué 48 horas!
Lo mejor de todo es que ahora no me voy a sentir tan presionado para escribir, no voy a escuchar esa vocecita que no me hablaba diciendome que había millones de personas ansiosas esperando mis artículos.
Ah, se fueron las visitas, tengo que limpiar todo este desorden.
Buenas noches.
1 comentario:
Don Mac Pay, en primer lugar bienvenido al blog, póngase cómodo, por allá hay yemitas y mate.
Y el estrellato me espera, aunque ahora parece que voy a llegar un poquito tarde...
Nuevamente, bienvenido
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