viernes, 28 de julio de 2006

El día de cualquier cosa


Los humanos tenemos la costumbre de designar ciertos días para recordar acontecimientos, personas, instituciones o profesiones. Específicamente en occidente, tal vez todos los días sean días "de algo". Algunos son prácticamente universales, como el Día del Trabajo, del Padre o de la Madre. Otros son más localistas, que no vamos a parar el mundo para celebrar el Día en que los Bosquimanos Entendieron que el Agua Moja. Si los Bosquimanos quieren celebrar ese día arrojándose cántaros de agua (con cántaros y todo, así de paso celebran el Día que los Bosquimanos Descubrieron la Conmoción Cerebral), pues allá ellos.

La característica principal de los días de "algo" es que conmemoran un acontecimiento que se relaciona íntimamente con lo que se recuerda. Poniendo de lado las efemérides, uno puede suponer que el día del Odontólogo conmemora el nacimiento, muerte o momento en que le daban las notas del último examen final al doctor Eusebio Molares, primer sacamuelas egresado de la Facultad de Muelología de la Universidad de San Gargajo, o algo así. Otros días pueden tener un origen más remoto y ancestral. Tal vez el Día de la Madre, si bien actualmente se considera instituído en honor a Elizabeth Bigtits, madre de 14 hijos en Tupahula, Ohio, que los amamantó a todos hasta que murió porque el último le succionó el hígado a través del pezón izquierdo, algún historiador puede salir a decir que en realidad la tradición viene de las fiestas en honor a Amatilifis, antigua diosa romana de la maternidad, que se celebraba comiendo cerdas a las brasas a las que se había rellenado con un lechoncito adobado y que se simulaba el parto por cesárea cuando se abría a la cerda mayor para comerse el lechoncito. Otro puede ir más allá y proclamar que esta celebración romana venía a ser adoptada de los antiguos pelasgos que el cuarto día después de la primera luna llena que seguía a la cosecha de cebada hacían una tremenda orgía donde todas las hembras de todas las especies participantes salían embarazadas. Incluso algunas que no eran hembras.

El asunto es que la mayoría de los días que pretenden conmemorar o recordar algo tiene un origen que aunque se pierda en las nieblas de la historia, tiene una atendible relación con el tema.

Sin embargo tenemos en Argentina un día cuya justificación es al menos antojadiza. Me refiero al Día del Amigo, que se celebra el 20 de julio. ¿Por qué el 20 de julio? se preguntará el lector . A mi criterio, porque sí.

La cosa fue así: Enrique Ernesto Febbraro, argentino oriundo de Lomas de Zamora, profesor de sicología, filosofía, historia músico y odontólogo (y ya empezamos mal, un tipo que hace tantas cosas no debe tener mucho tiempo para saludar a sus amigos), estaba el 20 de julio de 1969 mirando por televisión como los norteamericanos ganaban la carrera espacial poniendo a un hombre en la luna por primera vez. Según leí por ahí, este hombre declaró: "Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo".Y entonces se prometió a sí mismo que ese sería para siempre el Día del Amigo. Hizo las gestiones correspondientes, y no sabemos cuantos años le llevó (Nota del autor: cuando en este blog se dice "no sabemos" quiere decir que el autor no lo sabe y no tiene ganas de averiguarlo. Tal vez el amable lector sí lo sepa, pero esto a autor lo tiene sin cuidado) pero al fin logró el decreto, la ley, la norma o lo que fuera necesario para institucionalizar su ocurrencia.

Yo no sé ustedes, pero a mí me suena a capricho. ¿Acaso los astronautas del Apollo 11 Armstrong, Aldrin y Collins eran muy, pero muy amigos? ¿Y si Collins, que no pisó la luna porque le dijeron que alguien tenía que quedarse en la nave principal para cuidar que no se quemara el guiso estuvo todo el tiempo ahí mascullando maldiciones y esperando que a alguno de sus compañeros más famosos le estallara el casco espacial y se muriera haciendo muecas horribles en directo por las pantallas de TV de toda la humanidad? A lo mejor pensó varias veces "Ahora agarro la nave y me mando a mudar yo solito y que estos dos revienten". Incluso es posible que los otros dos le hicieran cuernitos desde la superficie lunar, burlándose porque nunca se sacaría fotos con esos trajes impresionantes y tampoco saldría por la tele saltando en cámara lenta.

Tampoco me consta que en todo el mundo ese día los amigos se reunieran para presenciar el acontecimiento, cosa que sí ocurre por ejemplo cuando juega la selección en los mundiales. En Argentina el alunizaje fue a las 10:17 de la mañana de un domingo, no me vengan a decir que alguien se juntó con un amigo a esas horas (a no ser que todavía siguieran con la parranda del sábado a la noche). Mas bien lo vimos con la familia, yo tengo alguna imagen borrosa de todo el clan reunido alrededor de la tele en blanco y negro.

No me parece ni bien ni mal que se celebre el Día del Amigo, (aunque sí me molesta que el éxito local que ha obtenido esta fecha haga imposible conseguir un lugar en un restaurant o bar, hablar por teléfono celular o navegar por Internet, ya que todo colapsa por una demanda súbita alentada por los vendedores de esos servicios). Si aquí o en otros países quieren poner una fecha y juntarse con viejos y nuevos amigos, adelante, que cualquier excusa es buena para contar diez mil veces las mismas anécdotas y reírse como si fuera la primera vez. Pero seamos serios, por favor. No se, inventemos una historia más creíble, un origen más respetable. Algo como lo siquiente:

Mi Versión del Origen del Día del Amigo
En 1234, las ciudades-estado de Juancia y Pinchamia se encontraban en una guerra que ya llevaba 177 años. Los guerreros de esa región combatían utilizando como única arma unas especies de toallas mojadas retorcidas con la cuales les pegaban sus enemigos mientras proferían sonoras risotadas, tal vez esa fuera la causa de que los combates se prolongaran tanto sin definirse un vencedor. El general Hipolapedimicianicón Aasalgarténides Hipenimegisto, llamado El de Nombre Largo, era el comandante del ejército juanciano. Su contrapartida pinchamiano era el general Poko, llamado El de Nombre Corto. Un día en el campo de batalla los dos guerreros se encontraron cara a cara (en realidad cara a sandalia, porque Poko, también apodado "El Torpe", se había tropezado con su propio pie y estaba tendido cuan largo era en el suelo). El de Nombre Largo, teniendo la oportunidad de propinarle a su enemigo un sonoro toallazo en el trasero, le tendió en cambio su mano para ayudarlo a incorporarse. Un poco ruborizado ante su posición desventajosa, y también porque en la caída se le había levantado el tonelete dejando sus partes nobles a la vista de los ocasionales testigos, Poko aceptó el gesto. En ese momento se preguntaron por qué estaban combatiendo, y no se acordaron. Le preguntaron a los guerreros cercanos, que detuvieron sus toallazos para preguntarle a su vez a los demás. Nadie lo recordaba. Entonces los dos generales se abrazaron y prometieron que sus ciudades serían amigas para siempre, y se uniría bajo el nombre de Pinchajuanmia. (Una crónica apócrifa relata que el guerreo más viejo de todos sí se acordaba de por qué estaban en guerra, pero lo callaron a toallazos). Siguieron catorce días de celebración de la amistad que había nacido, los cuales fueron aprovechados por la ciudad vecina de Soretia para atacar a los celebrantes, cortarle la cabeza a todos los guerreros (estos vecinos más belicosos usaban espadas), violar a las mujeres y prenderle fuego a todo lo que sobresalía del suelo. Ese fue el fin de las ciudades de Juancia y Pinchamia, que sacrificaron su existencia en honor a la amistad. Y el inicio del apogeo de Soretia, que duró hasta que Alejandro Magno salió de excursión. Muchos siglos después los habitantes de esa parte de la Península Meloponésica todavía concurren todos los 20 de julio al antiguo campo de batalla (donde ahora está la playa de estacionamiento de un shopping) y luego de pegarse toallazos durante unas horas, se abrazan, se emborrachan y saquean el shopping y van todos presos conmemorando la fecha. Por eso se celebra el Día del Amigo el 20 de julio de cada año.

Si les gustó mi historia ayudenme a difundirla para que esta celebración tenga un origen un poco más noble que la idea arbitraria de alguien que tenía mucho tiempo libre, o al menos lo administraba notablemente bien.

Para finalizar, una pregunta a mis lectores internacionales: ¿Se celebra en su país el Día del Amigo? Se dice que la costumbre ya se extendió por cien países, pero lo leí en Internet, y bueno, ahora cualquier salame escribe lo que quiere en Internet. (No me mire a mí, que si yo escribiera lo que quisiera, tendría que contratar un ejército de abogados para defenderme de las demandas).

Buenas noches.

6 comentarios:

Norberto dijo...

Bueno Bugman, he de decirle la respuesta a su prgunta por lo menos en lo que respecta a España: no, no se celebra para nada, no existe tal dia y apenas se acuerdan de que tres yankis se fueron a pasar un fin de semana a la luna. Es mas, ya estoy empezando a dudar si realmente aqui creen que el hombre fue a la luna, o lo consideran un montaje televisivo (bueno, en Rusia en una época la gente pensaba eso)
Por otra parte, tambien existen los días del padre y de la madre, pero son días fijos sin hacer que caiga domingo. El día de la madre es el 1 de mayo porque como es el día del trabajador, y se conmemora a unos trabajadores que murieron en una protesta, dicen que hubo muchas mujeres qeu eran madres y murieron allí. En cuanto al día del padre, es el 17 de marzo porque es el día de San José el padre de Cristo.
También se celebra mucho el día del santo del nombre de cada uno como si fuera el cumpleaños.
Y por último, y que nadie se alarme, el 6 de junio el día del anticristo, es el día de san Norberto.

Norberto dijo...

Lo del día de San Valentín por lo menos en España y al igual que en Argentina veo que es para los enamorados, otra cosa es que en él también se amparen algunos que digan ser tan solo buenos amigos. Además como le diga feliz día a algun amigo mio en el día de San Valentín, no se como lo podría interpretar...
De todas maneras porque juntar dos días festivos en uno? Veo que aqui se festejan un montón de días que no sirven para nada y nadie les da importancia, a saber: 15 de agosto, dia de la vigen; 6 de enero, los reyes; 1 de noviembre día de todos los santos (si cada santo tiene un día no se que sentido tiene, me hace acordar a USA for Africa) 17 de marzo, dia de San José. Todos estos días son festivos nacionales en España y no me voy a poner a mencionar los festivos locales porque tendría que mencionar todo el santoral, pero por lo menos cada autonomía tiene unos tres al año sumados a los que dije antes. Y estoy dejando de lado los que no tienen que ver con la iglesia, vamos, siga la fiesta, que todo el año es carnaval ( ah! perdon! martes de carnaval, también festivo)

Bugman dijo...

Vieron, vieron? Al final es como yo decía. (No se con respecto a qué cosa, pero me encanta que al final sea como yo dije).
Norberto, felicitaciones por su ingreso a la blogósfera, ahí al fondo está su correspondiente link. Después no se queje si su popularidad sube por las nubes, teniendo en cuenta que este blog recibe más de tres visitas diarias.

Gustav dijo...

Una vez escuche a alguien decir que estaba esperando ansioso la llegada del hombre al sol para que se establezca el día del enemigo.
Ese sería un festejo más interesante de ver, aunque nunca faltará un detractor que diga que el día del enemigo es todos los días.

Bugman dijo...

Srta Nyx, veo que sigue tomando como ejemplo a los países nórdicos. Usted sabe que Finlandia me parece sospechoso por su proximidad con Noruega, no me va a decir que los fineses tienen costumbres normales.

Vea Gustav, lel Día del Enemigo sería un tanto dificultoso de festejar, habida cuenta que los enemigos quedarían en encontrarse en determinado lugar para agarrarse a golpes y después seguro que faltarían a la cita para dejar al otro con más odio.
Por otra parte, mis amigos tienen la delicadeza de no importunarme el 20 de julio, calculo que mis enemigos harían llover sobre mí toda clase de felicitaciones, llamadas, mensajes, insultos y regalos en el día señalado. Aunque tal vez sería peor que nadie se acordara de mí el Día del Enemigo. Bastante malo es no tener amigos, pero no tener enemigos debe ser insoportable.

E PdeVargas dijo...

Perdona Norberto pero creo que estás equivocado en cuanto a la celebración del día de la madre en España, en realidad no se celebra el 1 de mayo, día del trabajo (día que este año no sé si se celebrará porque media España está en paro), sino el 1º domingo de mayo, que podría coincidir con el 1 de mayo pero no tiene por qué. Ah! Y no, en España no se celebra el día del amigo, menos mal!! Bueno, sólo quería hacer esa aclaración. Un saludo a todos.
E.

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