jueves, 11 de noviembre de 2010

Protocolo

Hace un par de semanas me mudé de oficina. Todavía tengo trastos en el piso, cajas debajo de la escalera, objetos que se niegan a encontrar espontáneamente un lugar y otros que se acomodan peligrosamente en sitios que deberían ser provisorios y para que no se conviertan en definitivos requerirán de ingentes esfuerzos dirigidos  contra la entropía. Pero no es esto lo que me preocupa.

A diferencia de mi antigua oficina, que estaba ubicada en un edificio de tipo familiar, esta está en uno de oficinas, de esos modernos que hay ahora, con puertas de vidrio, mucho metal y ascensores que hablan.
Entre las novedades que ofrece la flamante locación, tenemos un servicio de seguridad, es decir un señor (tres en realidad, que se van turnando) que está sentado detrás de un mostrador a la entrada del inmueble, y pregunta que adónde va usted y a quién viene a visitar. A mí ya no me preguntan eso, porque ya me conocen y además tengo una tarjeta de proximidad para accionar el molinete que regula el acceso. Ah, porque además tiene molinetes y tarjetas de proximidad, el edificio. No, si es de lo más moderno, el edificio ¿no les dije?

Cuando llego por las mañanas, saludo al vigilante, le digo "buenos días" y si acaso agrego algo muy ingenioso, como "qué calor", o "cómo llueve". Terminada mi jornada laboral, un cordial "hasta mañana" suele alcanzar para cerrar la interacción social hasta el día siguiente, a menos que sea viernes, oportunidad en que haciendo gala de mi innegable don de gentes, digo "buen fin de semana".

Ahora bien, tengo la costumbre de salir de mi oficina y dar un paseo cada dos o tres horas, para despejar la mente y estirar un poco las piernas. También puede ser que baje a procurarme algo de alimento, o deba concurrir al banco, o necesite ir a buscar algo al auto, el asunto es que salgo y entro por la puerta principal del edificio no menos de tres veces al día, sin contar la primera ni la última.
Y en cada oportunidad, me encuentro con el señor de seguridad.
Y el señor me mira, porque no tiene otra cosa que hacer que mirar a la gente que entra y sale, y yo lo miro también, porque no puedo dejar de notar que me está mirando, y en cada oportunidad me pregunto cual es la conducta aceptable, la convención social que se aplica en estos casos. ¿Debería hablarle? ¿Debería ignorarlo? ¿Sería preferible hacer un gesto, como levantar las cejas, o inclinar levemente la cabeza?  He tratado de observar a otros vecinos, y al parecer todos intercambian una o dos palabras con el caballero. Pero no puedo saber si lo hacen en todas la oportunidades, o si tienen una frecuencia de interacción parecida a la mía. Digo, a lo mejor todos los demás entran al edificio y no salen hasta la tarde, o se van al mediodía, o vienen por la noche y se van por la mañana. Tal vez yo sea la única persona que entra y sale tantas veces por día. Ha adoptado diversas estrategias para ocultar mi ignorancia del protocolo de encuentro, algunas veces simulo estar revisando concienzudamente mi teléfono celular, otras me escabullo disimuladamente por detrás de un grupo de personas que va entrando o saliendo, en alguna ocasión pongo cara de estar completamente abstraído concentrando todos mis recursos mentales en un complicado problema imaginario.

No se si lo estoy haciendo bien.

Cualquiera que me viera evitando cualquier contacto con mis ocasionales compañeros de ascensor, o en todo caso limitándolos al mínimo indispensable, se preguntaría cuál es la razón que me compele a ser tan cuidadoso en mis relaciones con el personal de seguridad.

Es que, estimados lectores, esos muchachos tienen un considerable poder sobre nosotros. Pueden bloquear nuestra correspondencia, franquearle el paso a nuestros acreedores sin avisarnos para que tengamos tiempo de escondernos, impedir que un cliente pueda encontrarnos, quedarse con un regalo o devolver una compra que hicimos por teléfono. En resumidas cuentas, pueden complicarnos la vida con un mínimo esfuerzo, sin dejar rastros verificables. Imagino o sospecho que si no le caigo bien al guardia, cualquier día desactivará mi tarjeta y al intentar pasar por el molinete este no se va a abrir y la inercia va a hacer su trabajo y me voy a clavar una barra de acero en una zona ubicada peligrosamente cerca de mis partes nobles. O va a arrojar a la basura una citación judicial y me va a venir a buscar la policía  con patrullero y esposas. O, complotado con el encargado, me va a cortar la luz cinco minutos cada hora. O va a mezclar la líneas telefónicas y alguien de la competencia va a atender a mis clientes y se va a quedar con ellos porque los atenderá mucho más amablemente que yo, que estaré con los nervios de punta porque me cortan la luz a cada rato y me incrusto el molinete en la entrepierna todos los días.

Estoy preocupado. Tal vez mudarse no haya sido tan buena idea. Quizás deba intentar el teletrabajo.

Buenas noches.

51 comentarios:

LadyMarian dijo...

Bugman, haga lo que haga el que es mal bicho lo seguirá siendo. En mi edificio teníamos un encargado que, además de hacer manejos extraños con la plata de las expensas (que el cobraba), cortaba la luz a algún departamento seleccionado previamente y luego hacía el arreglo como electricista. Y lo cobraba, claro! Por ejemplo elegía a una vecina cuando el marido estaba de viaje y estaba sola con la hija.
Yo siempre lo saludé y le di propina y conmigo hizo lo mismo pero yo llamé a un electricista. El tipo no sabía que yo aún no estaba viviendo en el departamento, aunque había mudado los muebles. Le salió mal! Después lo echamos por robar. O sea, el que es hdp va a seguir siéndolo aunque lo salude.

Mi consejo es que salude siempre a todos. Yo saludo hasta a los encargados de mi cuadra y de la cuadra de mis padres. Más allá de la educación, nunca sabe de quién va a necesitar algo! Un "hola" y un "hasta luego" o un saludo con la mano alcanzan.

Saludos (con movimiento de mano derecha incluído)

A.R.N. dijo...

bugg
definitivamente te estas poniendo fobico.
hay que hacerse amigo. un dia abris un chocolate cuando vas entrando y le convidas. asi como de paso le vas preguntando el nombre. vas buscandole la vuelta para conocerlos y saludarlos. si los ves tantas veces al dia, yo diria que se los puede ver como colegas, companieros de trabajo. hay que llevarse bien. yo tambien quiero chocolate. besi

Anavril dijo...

Ay mi querido, que tema!
Antes que nada le digo que no se extrañe si en alguna ocacion al viajar en subte y pasar por los molinetes extienda distraidamente su mano hacia la "tarjeta" pensando que la necesitará para pasar. (le digo porque hace dos años que yo tambien utilizo de esas tarjetas maléficas y no hay sabado de Dios que no intente utilizarla tambien con la linea D.

Y mi último consejo es Adios y Hola, no importa la cantidad de veces que deba decirlas al día (y si puede distienda las comisuras de la boca en algo asi como una sonrisa) Mire que un jefe de seguridad / un encargado y una secretaria con listas negras son PELIGROSISIMAS....y más si se asocian....en serio le digo. Vienen las fiestas...no se olvide de ellos!!! ...o ud no recibirá ningun regalo...

teckloide dijo...

Don Bugman , ese es uno de los grandes problemas con el resto de la humanidad : el protocolo. En el lugar donde trabajo pagué el noviciado de pasar olímpicamente de ellos siendo acosado por un set estándar de preguntas cada vez que entro o salgo del establecimiento , no porque trabaje guardando secretos de estado ni porque todos los guardias (y digo todos porque hay al menos dos puntos de control entre la entrada y la oficina en donde trabajo) sean grandes fans de Memento y necesiten un upgrade de disco duro para guardar la imagen de mi cara ... es lisa y llanamente de tocapelotas. Estoy empezando a sospechar que la gente se siente mas ofendida por una explicita indiferencia que por un insulto directo . En fin , desde que me encontré a uno de los guardias en una cantina y terminamos cantando unas rancheras con una tuna que pasaba por ahí automágicamente empezaron a reconocerme . A lo mejor ese es el código secreto del protocolo (nada distinto a otros oficios).

Un abrazo trasandino

Yoni Bigud dijo...

Un dilema sin solución el que plantea. Cada uno con su manual.

Yo entro y salgo todo el día, y abajo puedo encontrarme al portero o al de seguridad (de 12 a 16). El primero es un tipo simpático, extrovertido; y tiene la impresión de que el fútbol me interesa muchísimo más de lo que en efecto me interesa. El hombre es de Boca, y cree que mi cara de sufrimiento se debe a sus dardos envenenados, y no al hecho puro y simple de su conversación.

Al de seguridad apenas lo saludo con la estrategia de las cejas, y por ahora no sufro cortes de luz o secuestro de correspondencia.

Yo que usted intentaría lo de su ceja, que dicho sea de paso le sale muy bien. Lo peor es intentar disfrazar el desinterés. Esa gente se da cuenta de todo. Menos el día que a uno lo asaltan.


Un saludo.

ADENOZ dijo...

En mi facultad también entro y salgo varias veces y me cruzo con el personal de seguridad.
Entre el "Hola" del principio hasta el "Hasta mañana" del final, hay una variedad de saludos, del tipo: "Como va, Campeón?", "Vo'si que va'fácil, eh?", "Esta noche la ponemo'?", "Cosa de loco las pendejas como están, no?", acompañados todos con un guiño cómplice y un "Jua!", si amerita.
También busco interesarme por sus vidas, hasta el punto de invitarlos a salir en el mejor de los casos.
Les sorprendería los beneficios que me reporta mi actitud.

Titi dijo...

Veo que ya a esta altura le han dado buenos consejos.

Por otro lado, Yoni ha seguido uno de los suyos y parece que ha tenido éxito.

De paso, imagino que su nueva oficina tiene una linda vista, ¿verdad?

Suerte en el período de transición.

Saludos.

Canoso dijo...

Menudo problema. Yo, soy de esos que por las dudas, hago algún comentario pertinente.
Debe encontar las frases justas que marquen amabilidad pero no confianza.
Es un ejercicio y con el tiempo sale.
Mejor no haga lo de las cejas porque puede que un día lo pare y le pregunte cúal es el truco porque a él no le sale...


Y dicho sea de paso, la respuesta del Señor Bigud es excelente...

Almafuerte dijo...

Una alternativa posible es limitarse al saludo de cortesía al llegar y al retirarse. Y luego, compensar la parquedad intermedia con media docena de facturas semanales. O un paquete de Don Satur, para no sobreactuar.

Los hidratos de carbono y el azúcar abren puertas en la administración pública y privada, en clínicas, etc., los de seguridad tienen ese perfil.

Igual yo prefiero el teletrabajo, la verdad.

Lola dijo...

No hay que confiar mucho en las cosas modernas. Fíjese que moderno es casi igual que molesto, yo creo que ambos vocablos tienen la misma génesis.
Yo creo que los porteros, encargados y personal de seguridad vienen a ser algo así como un Gran Hermano: ud. piensa que se intercambian tres o cuatro palabraas diarias totalmente vacías de contenido, pero tenga la seguridad que saben su biografía mejor que ud. mismo

Saludos!

Elvis dijo...

Tranquilo, creo que mientras no le moleste no se moverá de su asiento para hacer nada en contra suya. Lo mejor es no hacer nada y esperar a ver qué pasa... sobre todo cuando se trata de una persona armada.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Buguerto. El mas cercano a la verdad es "Almafuerte", pero aùn èl tampoco la alcanzò en su totalidad. Y es que existe una manera real y ùnica, muy distinta a todas las que le expresaron gentil pero erròneamente el resto de los que han comentado esta entrada en su blog.
El tema es muy simple.
Ud. es el dueño. Ud. es el jefe. Ud. debe mantener esa distancia.
Debe medir su afecto y mantenerlo equidistante entre ser cortès, pero no ser un "igual" al estimado Sr. de seguridad.
Como lograrlo?
Saluda afectuosamente cuando llega por la mañana, y lo mismo al final del dia al irse. Incluso puede agregar algo mas al respecto.
El resto del dia, nada.
Si, eso: nada. Nada del estilo "no me interesa saludar cada vez que te veo, porque no sos mi amigo, ni tampoco te estoy viendo recientemente. Sos como un empleado mio mas, al cual saludo al principio y al final del dia, pero durante el dia, no saludo en cada pasillo o despacho en que lo encuentro, sino que espero de èl que haga su tarea, sea èsta diseñar software o abrir puertas"
Por lo demàs, puede ser amable y agregar algo extra, sea facturas al llegar, desear un buen finde al irse.. pero nunca quedarse a hablar mas allà de lo mìnimo indispensable para mostrarse atento.
Y solo en esas dos oportunidades. En el resto de las veces un "gracias" es mas que suficiente si es que ha abierto ostensiblemente una puerta delante suyo. Sino, ni eso.
Entendiò, Buguerto?
O le hago un gràfico?

Asì hacen todos en Fuzzzzter Inc., lugar en donde yo trabajo desde hace años.
Me encargo de la seguridad en la puerta de acceso.
Hoy el Sr. Fuzzzzter, me trajo facturas: cañoncitos con dulce de leche, otras con crema pastelera. Me hablò de river y se reìa.
A los tres minutos volviò a salir corriendo. Menos mal que me corrì, porque no solo no me dirigiò la palabra, sino tampoco la mirada y casi me atropella.
..... es un orgullo que alguien tan ocupado como èl sea mi empleador y me regale cosas a la mañana, como esta factura....
Saludos, Buguerto...

Nefertiti dijo...

Mire, yo soy basicamente antisocial. Pero con la gente de seguridad de mi oficina hago el esfuerzo y me modifico. Casi parezco un amor de persona. Sonrío, digo "buenos días" e incluso intercambio alguna que otra palabrita con el chico que nos sube la correspondencia. Nunca se sabe... hay que tenerlos del lado de uno...

Mickey dijo...

Bugman, a esta altura ya se habrá respondido si fue o no un error.
Dejemos eso.

Me asobra la profundidad (y dispersión!) de opiniones.
Solo una cosa. Hay que tratar de determinar el tipo de persona del sujeto en cuestión.
Hay gente a la que le encanta ser saludada con abrazo, medalla y beso a cada rato. Y otros que agradecen un "Hola" cada tanto, y "Que pases bien" en Navidad.

Renegado dijo...

A mi me suele pasar lo mismo con el señor de seguridad del lugar donde hago que trabajo, pero en mi caso, este buen señor, además, tiene la costumbre de abrirte la puerta cada vez que entrás o salís.
O sea, todo bien a la mañana cuando llego y a la tarde cuando me voy. Es "buen día" y "Hasta mañana", pero si debo salir y entrar mas de una vez, ya no se que decirle, o si debo decirle algo.
Generalmente digo "gracias" cada vez que sucede, pero en realisdad preferiría que no se moleste y me deje abrir la puerta a mi.
Encima me dice "señor".

gamar dijo...

Usted es demasiado social.
Yo tengo un empleado al que le digo buen día a la mañana y hasta mañana cuando se va. Durante la jornada de trabajo casi no le hablo, a no ser que le pise un pié en ese caso le pido perdón.
Le dije que soy anti social?
Pero ojo que tuve otros con los que terminamos siendo muy amigos y compartimos hasta... bueno, compartimos muchas cosas.
En resumen. La interacción social no la fuerzo en absoluto. Si me hablan hablo, si me saludan saludo y si no, no.

Mensajero dijo...

Pero....
¿No tiene entrada de servicio?
¿Un ascensor que lo deposite directamente en la cochera?
Ah....no tiene.
Bueno, serénese.
Está haciendo casi todo bien.
Es importante mantener una importante distancia con el subordinado raso (aunque en este caso no sea directamente su empleado, aplica), el sujeto necesita de esa distancia, lo tranquiliza saber que las cosas están en su lugar.
Pero es necesario tener en cuenta dos cosas:
- Sus empleados sí deben interactuar con él, y cada tanto hablar de usted, no importa si bien o mal, lo imporante es que le den un halo de inalcanzable.
- Una o dos veces al año usted deberá sorprender al hombre con una breve y contundente charla, para volver luego al orden habitual.
El vínculo se habrá consolidado, el hombre lo respetará y esperará ubicadamente esos momentos de inefable alegría en los que usted lo distingue con un diálogo.

Jazmin dijo...

Y... 18!

Jazmin dijo...

¿Qué?
No me mire levantando la ceja, Sr. Bugman con aire de fastidio. Imagine que el señor de Seguridad tuviera la misma, digamos, costumbre que el Sr. Bigud... y ud ignorara o le restara importancia a dicha costumbre. ¿No le parece que con casi nada de esfuerzo podría ganarse su simpatía?

Yo le aconsejaría que comience a ganar training cambiando los 13s por 14s...



O renuncie a su trabajo.
Me parece de lo más estresante, qué quiere que le diga.
Yo no tengo problemas con los de seguridad, porque cada vez que salgo tengo variedad de opciones: les recibo mi FC de Movistar, me convidan un mate, hablamos del partido de fútbol del que sólo conozco lo que escuché a la pasada en la radio pero resulta suficiente, me regalan una florcita hecha con papel, en fin... ud entiende.

Mary Reed dijo...

Señor Bugman (note que le dije señor).

Lamentablemente, éstos especímenes (porteros, seguridad, etc), son gente que se disfraza de cordero, pero son Lobos. LOBOS, me entendió?

Yo le recomiendo que cada vez que salga, haga comentarios tales como: "Uff... otra vez al ruido de la calle".. o "Uff.. otra vez a caminar bajo la lluvia".

De la señal de que a usted no le gusta andar molestándolo, que a usted le molesta tener que salir.

By the way: como se vienen fechas importantes, vaya y compre una buena sidra y un pan dulce. Pídale a su mujer/secretaria/lo que sea, que lo envuelva en papel celofán, y lleveseló como presente al portero/seguridad/lo que sea.

Hágase la víctima un poco, genere lástima, y estará libre de las malas intenciones de éste hombre.

Mensajero dijo...

Olvidé mencionar un dato fundamental.
Debe dirigirse a él por su nombre de pila.
Sólo cuando decida entablar el diálogo anual, por supuesto.
Para mayor claridad sobre todo esto ver la conversación entre Richard Gere y el conserje del hotel hacia el final de Pretty Woman.

eMe dijo...

Mi papá trabaja de eso. Lo voy a ir a consultar para ver qué le cae menos mal.

Digo, capaz podemos evitar que lo golpeen, no???

Any dijo...

Ud se preocupa pero a la vez no hace ni medio esfuerzo para crear un clima amistoso con el tipo.
Es mas, cada vez que sale o entra se hace el concentrado o se esconde detras de otros ... el tipo está viendo claramente que ud lo evita. Y se empezará a preguntar porqué ud lo evita, y comenzarán los problemas ...
La solución está en sus cejas, ud que hace un culto de la levantada de cejas, cada vez que pasa cerca del sujeto las enarca un poquito, en un movimiento repetido: uno, dos (suben y bajan).
El único problema es que el tipo crea que ud le está haciendo algún tipo de propuesta ... y acepte.
Bueno, pero esa es una posibilidad lejana que trataríamos de solucionar en su momento.

Salu2

Briks dijo...

no lo puedo ayudar

yo saludo muy amablemente todo el tiempo y eso ha jugado en mi contra

la gente suele pensar que tenemos más confianza que la que en verdad tenemos, se entiende?

caramba !
sí lo puedo ayudar, mi consejo:

sea parco Sr Bugman
muy parco

miralunas dijo...

me parece que para nuevo en el tema, lo está haciendo bastante bien. creo que la cosa anda entre los señores Bigud, Mensajero y el tal anónimo.
donde yo trabajo, los de seguridad son los de los "institutos", sabe? asique como les tengo un gran odio y me provocan una sinuosa inquietud, mezclo eso de la distante, simpática parquedad, con lo de Jazmin. Lo que mas me costó fue aprender una actitud tranquila.
qué le puedo decir que ya no sepa?

saludos protocolares, Don.

xavier dijo...

¿Probó ponerse un traje de Hombre Araña y entrar y salir por una ventana?

Julieta dijo...

Yo diría que trates de congraciarte, con un Hola !todo bien?, o que día pesado hoy !,o esta anunciado lluvia .. la levantada de ceja también estaría buena..Siempre es mejor andar bien con esa gente porque es verdad que te pueden complicar la vida..
Saludos

El enmascarado) dijo...

Estimado Bugman: mi primer consejo es que trate de determinar si es NORUEGO!!! ¡¡¡Ah, se había olvidado de este pequeño detalle!!!
Dígale God dag o God morgen y si el tipo le responde Takk seguro que es noruego.

Puede ocurrir que, pese a su aspecto poco inteligente (me refiero al aspecto del de seguridad, no Ud. que luce y ES inteligente)y de argentino, se trate de un hábil agente secreto noruego (los noruegos son maestros en camouflage, por ejemplo cuando se visten de blanco en invierno nadie los ve en la nieve, así son de astutos) dígale mientras Ud. lo mira con cierta ternura: "Eg elskar deg" que, como todos sabemos, quiere decir "Te quiero mucho" y ahí sí tendrá la prueba de si es o no un noruego. Si es noruego, no lo va a reventar a patadas porque son civilizados, pero corre el riesgo de que lo invite a ir juntos al sauna. En este caso, como Ud. es un hombre de mundo, sabrá manejar la situación con su natural elegancia y no le voy a aconsejar nada.

Si no reacciona y lo mira con aspecto intrigado en su cara simiesca (la de él, no la suya) quedará confirmado que es argentino o latinoamericano por lo menos. Trátelo como le dé la gana, pero recuerde que los securatas del mundo sólo respetan a los hombres poderosos, jamás a los débiles.

choripanboy dijo...

Lord,es cuestión que marque el territorio (cuidado con qué!),ya lo domesticará como a sus gandules.
Pero,atención,cuidado con el molinete...

Ceo dijo...

Míster, ha dado con un problema que nos amarga la vida al entrar o salir de un edificio controlado por estos tipos. Lo ha hecho con mucha gracia, es latente, sin solución y uno debe resignarse. Lo peor es cuando se acercan las fiestas de fin de año y el protocolo se agiganta: estrechando manos, sonrisas y buenos augurios con esta lacra que uno odia y odiará durante todo el año.
Saludos.

Bugman dijo...

LadyMarian, sí, estamos de acuerdo en la conveniencia de no ponerse en contra a estas personas, el asunto es encontrar el punto justo.

A.R.N. ¿Me estoy poniendo fóbico? Eso es como decir que estoy perdiendo el cabello.
(De uno ya me aprendí el nombre. Se llama Horacio.)


Anavril, tengo esas tarjetas para entrar a la oficina y también para entrar a mi casa, lo bueno es que pude unir todo en una sola, o sea que si pierdo la billetera voy a tener que ir a vivir a bajo de un puente.
Hola y adiós, ¿todas las veces?
Igual a mí nadie me regala nada.

teckloide, no,si a mí me reconocen, no es que sean tantos ni que el edificio sea tan enorme.
¿Qué es "una tuna que pasaba por ahí"?

Señor Bigud, buenos consejos, algo así se me había ocurrido, y veo que por lo menos alguien lo aplica con éxito, gracias.

Bugman dijo...

Adenoz, pero su estrategia va más allá del equilibrio, usted se pasa del otro lado y obtiene algo (dice usted). Yo quiero quedar empatado, no necesito nada de estos muchachos, no pido ni doy favores.

Titi, bueno, la vista es a una terraza donde con el calorcito las chicas del edificio salen y...buena vista, sí.

Carugo, lo de las cejas funciona, ya lo he probado durante dos días. Cada tres levantadas de ceja, una semisonrisa. Hasta ahora va estupendo.

Almafuerte, he notado con interés que el citado cuidador obtiene pequeños regalos ocasionales del resto de los propietarios. Un café, una gaseosa, un chocolatín. Tal vez ese sea el protocolo.

Lola, sí, es posible, pero tenga en cuenta que mi vida viene blindada contra el espionaje: es increíblemente aburrida.

Bugman dijo...

Elvis, no, no están armados, no espero un ataque físico si llego a enemistarme con ellos, más bien complicaciones logísticas.

Anónimo vigilador de Fuzzzter inc: Muy razonable, si todo el edificio fuera mío sería indudablemente la forma de actuar.
Pero lo comparto con otras empresas y empleados, que tienen diferentes actitudes para con el personal de la puerta, debo encontrar un comportamiento que me permita pasar desapercibido.

Nefertiti, sí, sí,ya hemos establecido que no hay que pelearse, ahora estamos viendo el grado de cordialidad estrictamente necesario que habrá que aplicar.

Mickey, buen punto. A lo mejor el tipo está harto de saludar, se conformaría con una inclinación de cabeza.

Señor Renegado, bueno, pero que le abra la puerta ya facilita las cosas, el tipo hace algo, usted agradece y todos contentos. En mi caso el hombre está sentado detrás de un mostrador , mirándome.

Gamar, "usted es muy social" aplicado a mi persona sería como decirme "usted siempre está despeinado". No es que quiera hacerme amigo de nadie, lo que trato de evitar son represalias de alguien que se sienta maltratado.
Vio cómo es la gente.

Mensajero, me tranquiliza, gracias Tengo dudas sobre lo del díalogo ocasional...¿le parece? Yo no suelo causar ese efecto en las personas...por lo general quienes se ven beneficiadas con una conversación en la que yo intervengo agradecen mucho cuando termina.

Jazmín, bueno, estamos en uno de esos casos en los que las diferencias sexuales son determinantes. Por ejemplo a mi no me gustaría que el de seguridad me regalara flores de papel. Nada, me gustaría.

Bugman dijo...

Mary Reed, muy buen consejo eso de expresar que uno no quiere molestar, gracias.
Eso de la sidra, el pan dulce...uf, son tres, mas el encargado...esto de tener oficina en un edificio moderno es un presupuesto.

Mensajero, ya aprendí el nombre de dos, voy bien.
(¿Usted dice el personaje que interpretaba Héctor Elizondo?
Qué vivo, ese era un Lord inglés).

eMe, uy, sí, pregúntele, pregúntele, si le molesta que lo saluden todas las veces, si prefiere que le hagan un gesto, o si lo mejor de todo es saludar a la mañana, y cuando uno se va, y listo.

Any, hasta ahora parece ser la mejor estrategia, hace un par de días que vengo así, "cejeando" y la cosa no va mal. Que yo sepa.

Señor Briks, le aseguro que nada me cuesta menos que ser parco y mantener la distancia, pero alguna cordialidad mínima debería mantener. Estos tipos cuidan la oficina los fines de semana.

Miralunas...¿"institutos"? ¿Qué tiene, uno del INTA, otro del INTI y un tercero del Instituto del Quemado?
Qué lugar de trabajo raro, el suyo.

Xavier, no, no probé, pero me da la impresión de que esa solución puede traer alguna complicación. En verano el traje debe ser muy caluroso.

Julieta, sí, estoy probando una mezcla de varias estrategias que me dieron los amables comentaristas. Hasta ahora parece funcionar. Pero qué sabe uno, en el fondo.

Bugman dijo...

Enmascarado, bueno...yo estaba razonablemente preocupado, y ahora viene usted alegremente a encender mis núcleos paranoicos. Estupendo. Ahora sí que voy trabajar tranquilo.
Y sobre todo, voy a entrar y salir sin inconvenientes.
Me parece que el próximo paso va a ser agarrarme del carter de un auto para entrar directo por la cochera y salir en el baúl de otro.

Chori, temo que el domesticado voy a terminar siendo yo. La primera semana no se qué problema había con mi tarjeta y el molinete se me trababa a cada rato. Todavía tengo los moretones.

Ceo, mi estimado, bueno, odiar, lo que se dice odiar, no me han hecho nada como para odiarlos. Aspiro a tener una cordial pero distante relación, nada más.
Supongo que eso incluye, sí, saludo de fin de año.
Qué le vamos a hacer.

Mona Loca dijo...

Voto por el tema de las cejas.

Pero practique.

En ningún caso puede parecer que está siendo irónico.

Mire que la gente simple suele tener una excelente lectura ( aunque4 sea intuitiva) del lenguaje corporal.


besos

Sir Lothar Mambetta dijo...

Póngase en el lugar de este hombre: piense que usted está ahí sentado todo el día y cada tanto pasa Mr. Bugman. Sería asombroso verse a usted mismo entrar y salir varias veces al día, no cabe duda. Ahora piense: ¿no le gustaría además que usted se salude?.
Moraleja: lo cortés no quita lo asombroso.
Espero haberle sido de ayuda.
Un saludo para usted y otro para el guardia.

Anónimo dijo...

Muy buen post me gusto la lectura! financial help
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el charlo dijo...

Seinfeld hace un análisis sobre esta situación... En realidad George... Yo, en mi caso, al encargado siempre lo saludo, o hago de cuenta que le voy a dar un golpe con los papeles que llevo. Su risa ya es suficiente para alegrarme los minutos venideros... Pero cada uno con lo que le sale... La de señalar con gesto facial de "compinche" no falla nunca... Por todo ésto los de Tribunales jamás me niegan el saludo...

Mariela Torres dijo...

Salude, salude. Cualquier desgraciado parece un hombre decente si saluda. Se lo digo yo, que saludo a las vecinas y me tienen en el mejor concepto.

Saludos.

Betina Z dijo...

Escribí, hice clic en publicar comentario, no se publicó y todo se evaporó.
Si logro reponerme del disgusto lo intentaré nuevamente.
Buenas noches.

Betina Z dijo...

¿Ahora sí te publicaste, maldito?

Todavía no me repuse.
Buenas.

Betina Z dijo...

Justamente- en relación a lo que dice el charlo- iba a hablar del encargado. Por ejemplo: salgo a la mañana y le digo “buen día”. Vuelvo al rato y pronuncio un “buenas”. Vuelvo a salir y le dedico una discreta sonrisa. Vuelvo a entrar (sí, tengo esos días) y… ¿qué hacer a esa altura? Reiterar cualquier forma de saludo oral, gestual o corporal me resulta imbancable e intuyo que lo mismo le resulta al encargado. Con lo cual, a veces paso de largo y ni lo miro (basta ya, nos saludamos 3 veces en media hora); pero otras me siento una maleducada y entonces, en lugar del saludo digo cosas como “¡me olvidé el pan!” o “de nuevo yo, ¡esta es la última, eh, ja!”. De esta manera no solo no lo ignoro sino que, además, acuso recibo y justifico lo impropio de mis entradas y salidas recurrentes.

No estamos bien usted y yo, Bugman.
Buenas noches (¿ya se lo dije?)

Bugman dijo...

Mona Loca, bueno, me convencieron, ceja será. Estoy practicando el movimiento cejil que expresa "estoy al tanto de su presencia y valoro tu trabajo, pero no pretendamos que no nos hemos visto ya las veces suficientes como para saludarnos nuevamente". No, no es fácil.

Sir Lothar, la verdad es que no me importaría no saludarme todas las veces, porque sabría que no es necesario. Mire lo que me hace decir. Su insanía es contagiosa.

Charlo, no siempre llevo papeles, calculo que amenazarlo con un caño de acero de tres pulgadas no será tan gracioso. No, tampoco llevo caños de tres pulgadas, ¿cómo se le ocurre? ¿Se siente bien?

Mariela Torres, cuánta razón tiene. Cuando vemos que detuvieron al fin al asesino de ancianas y lo reconocemos como el vecino que siempre nos saludaba no lo podemos creer.

Betina Z, sosiéguese, por favor, le va a hacer mal.
Veo que tiene las mismas dudas que yo, que se debate entre la urbanidad y la molestia sin estar segura de dónde está el punto justo.
Evidentemente no, no estamos bien.
Buenas noches. Sí, ya me lo había dicho.

El Señor F. dijo...

Me sorprende, caballero!

Usted lo que tiene que hacer es engatusarlo con su característico arqueo de ceja, y listo!

El Señor F. dijo...

Ah, veo que ya mucha gente le dio el consejo.

Igual, fíjese, no lo repita siempre, porque después queda encasillado.

Cada tanto, alterne con un "Cómo va, Gutiérrez?" (en caso de que se llame Gutiérrez, claro) o hágale la venia, o algo así.

Caia dijo...

Viví en un edificio con Seguridad las 24 horas hasta hace poco. Esos tipos deben saber más de mi vida (visitantes incluídos) que nadie. En el trabajo los de Seguridad son chicas y son macanudas, pida cambio.

teckloice+ dijo...

Mis perdones Don Bugman , olvidaba los modismos . De este lado de la cordillera se le llama Tuna a la tradición universitaria de vestirse de remedo de soldado español en riguroso negro que sale durante las tardes y noches a cantar/tocar/bailar canciones del folcklore español o lo que amerite tocarse para ganar una propina . En el caso mencionado , el guardia que me acompañaba pidió una ranchera. Ahora que lo menciono me doy cuenta de lo vergonzoso que pueden llegar a verse los efectos de la globalización desde afuera : Dos Chilenos sentados en sillas taiwanesas ebrios por una receta de bebida Alemana pidiendo a un grupo de universitarios caracterizando una tradición española que toquen una canción mexicana en un bar atendido por un peruano. Un abrazo trasandino!

teckloide dijo...

Mis perdones Don Bugman , olvidaba los modismos . De este lado de la cordillera se le llama Tuna a la tradición universitaria de vestirse de remedo de soldado español en riguroso negro que sale durante las tardes y noches a cantar/tocar/bailar canciones del folcklore español o lo que amerite tocarse para ganar una propina . En el caso mencionado , el guardia que me acompañaba pidió una ranchera. Ahora que lo menciono me doy cuenta de lo vergonzoso que pueden llegar a verse los efectos de la globalización desde afuera : Dos Chilenos sentados en sillas taiwanesas ebrios por una receta de bebida Alemana pidiendo a un grupo de universitarios caracterizando una tradición española que toquen una canción mexicana en un bar atendido por un peruano. Un abrazo trasandino!

Bugman dijo...

teckloide, qué simpática costumbre, ahora que recuerdo ya lo había visto en Perú, los muchachos se vestían con capas y todo.
Aquí los estudiantes universitarios cortan las calles, me quedo toda la vida con las tunas.

Dany dijo...

Señor Bugman....supo Ud. del caso de la mujer que jamás salía de su casa en los momentos en que el encargado "merodeaba" (que palabra) por el hall de entrada?
Se hacía avisar por una vecina cuando el susodicho se retiraba.
Los profesionales ya lo catalogan como una nueva fobia. Cuídese.

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