Un elefante se meneaba

Tweet

Los lectores observadores habrán notado que al final de cada artículo de este blog aparecen cosas como "Email this • Save to del.icio.us • Add to del.icio.us • Digg This!" y unos dibujitos de un cuadradito en cuatro colores y un elefantito como el que se ve ahí arriba. Nadie me preguntó de qué se trata eso, y probablemente a nadie le interese, pero como hace tiempo que publico cosas que no le interesan a nadie, aquí voy de nuevo.

El link "Email this", como su nombre lo indica, sirve para enviar por e-mail a un amigo (o enemigo) el artículo que acaban de leer. No hay mucho misterio en eso, se abre un formulario, se completa la dirección de e-mail y ya está. Tal vez alguno de ustedes lo haya utilizado alguna vez.

Los otros son vínculos a redes sociales donde se puede dar a conocer el artículo a un público más amplio. En términos tan sencillos que casi son erróneos las redes sociales en Internet son comunidades que comparten noticias , cada una con reglas propias y funcionamientos diferentes. del.icio.us es más un lugar donde se pueden almacenar marcadores a los artículos que nos han resultado interesantes para que otros usuarios los puedan ver y leer a su vez. Digg y Menéame, en cambio, se basan en otro mecanismo.

Digg es en inglés y Menéame en español, pero ambas tiene como principio que un usuario registrado publica algo que le pareció digno de compartir. Esta noticia o artículo va entonces a una cola de pendientes donde los demás usuarios votan sus méritos, y si reúne los suficientes votos entonces pasa a la portada de Ménéame donde es leída por millones de personas. Está bien, no sé si serán millones, pero deben ser muchísimas. (Es un poco más complicado, pero a efectos ilustrativos nos vamos a saltear las sutilezas). También puede ser que el artículo sea votado en forma negativa, y entonces desaparece de la lista de pendientes, y ya no hay posibilidad de llegar a la cima de la popularidad.

Como nunca había sucedido que nadie publicara un artículo de este blog en alguna de esas comunidades no había tenido oportunidad de ver la cosa funcionando, y por curiosidad decidí publicar un par de mis propios escritos en Menéame a ver qué pasaba. Sabía yo que este proceder (publicar un artículo propio) no está muy bien visto entre los usuarios del elefantito, que es considerado autobombo y spam a pesar de que los administradores del sistema dicen que no es demasiado importante quién sube la noticia mientras sea buena, pero no me importó demasiado porque lo mío era un experimento.

Me registré en el servicio (se debe ser un usuario registrado para subir noticias), puse un par de artículos tomados al azar a la consideración de las masas y me quedé mirando los resultados.

A los pocos minutos mis artículos fueron literalmente destrozados por los usuarios , que los calificaron de spam, antiguos, cansinos (sic) erróneos y otras lindezas. El servicio permite ver en tiempo real la votación, y no pude evitar la tentación de ser un espectador de mi propio linchamiento virtual. Para ser justos, hubo quienes votaron en forma positiva, pero no alcanzó y mis artículos desaparecieron de la lista de pendientes en forma tan vertiginosa como el agua mineral en una rave.

No tengo la menor duda de que me lo tenía merecido, ya sea por la escasa calidad de lo publicado o por mi torpeza al autopromocionarme. Viendo el material que va finalmente a la portada también me percaté de que Menéame parece más adecuado para publicar noticias que los devaneos intrascendentes que aparecen aquí.
Hubo, eso sí, un temporario aumento en la cantidad de visitas al blog mientras los artículos sobrevivían en la lista de pendientes, que se cortó abruptamente al caer los mismos al justo olvido.

Extraigo como conclusiones de este experimento:

1) Este es un blog no apto para las masas, sus lectores componen un grupo de lo más exclusivo y llegan aquí por casualidad o recomendación. Un lujo por donde se lo vea.

2) A los usuarios de Menéame les interesa más lo novedoso que las miradas particulares sobre temas conocidos (se pueden dejar comentarios en los artículos expuestos, y en varios se me advertía que lo que yo escribía "ya era cosa sabida").

3) Se pueden aumentar transitoriamente las visitas al blog subiendo algo a Menéame, pero probablemente esos visitantes no se conviertan en lectores frecuentes.

4) No estoy listo para las grandes ligas, y la fama no habrá de llegarme tan fácilmente.

5) Conseguir visitantes es fácil, conseguir lectores no tanto.

6) Mis lectores tienen un gusto muy refinado.

7) Gracias a mis lectores.

Buenas noches

PD: Si alguien quiere probar el jueguito y subir algo de lo que yo escribí a la casa del elefantito, por favor no me lo digan, con haber sido víctima de una multitud enfurecida una vez ya tuve suficiente.

Actualización (03/09/2007)

Alfonsina, amable lectora de este opúsculo, tuvo la peregrina idea de repetir la experiencia nada menos que con este mismo post. El resultado fue prácticamente idéntico: linchamiento instantáneo. Como si fuera poco la acusaron de ser un clon mío (es decir yo mismo con otro nombre de usuario) que perversamente abusaba de la comunidad autopromocionándome. Es notable como en esta puritana comunidad, una vez que te pescaron meneándotela te estigmatizan. Vamos, como si ellos nunca se la hubieran meneado.

Es de destacar sin embargo el buen humor de uno de los meneadores, que se tomó el trabajo de leer el artículo y decir que le había parecido divertido.

En conclusión, gracias a Alfonsina hemos confirmado lo que ya sospechábamos: el material de este blog no es apto para Menéame, o al menos para sus egregios miembros.

Procedo pues a eliminar el elefantito por más simpático que me pareciera.

En lo que a mí respecta, los muchachos de Menéame se las pueden menear bien meneadas hasta que revienten de satisfacción.

Buenas noches.