Manual de Supervivencia del Soltero Urbano: Capítulo 1

Tweet

Nueva entrega de la guía definitiva para el joven que ha decidido dejar la comodidad del hogar paterno y convertirse en un hombre independiente aumentando así un 27.5% su atractivo sexual según los últimos estudios (1).

Lo publicado hasta ahora: Introducción

Usted ya ha decidido convertirse en un SU hecho y derecho. ¡Felicitaciones! Lo esperan momentos difíciles, nuevos desafíos y una serie de situaciones en las que no sabrá para donde salir corriendo. Pero no se preocupe, valdrá la pena al final, y aquí estaremos para acompañarlo a cada paso.


La vivienda

La primera decisión a la que se verá enfrentado un futuro SU será la elección del lugar donde habrá de residir durante los próximos años. No se puede exagerar la importancia de este asunto, que determinará en gran medida su éxito como SU.

Conviene al SU establecerse en una zona suficientemente alejada del hogar paterno como para no seguir bajo su influencia. En efecto, el SU que abandona su habitación de adolescente para mudarse a dos cuadras o peor aún a un departamento situado en el mismo edificio donde viven sus progenitores no conocerá jamás las delicias y temores de la independencia. Recibirá frecuentes visitas sorpresa de su madre que bajo el aparentemente inocente propósito de preocuparse por su bienestar controlará subrepticiamente la presencia de ropa interior femenina, botellas vacías o cualquier otra evidencia de que su pequeño retoño se ha descarriado. Si bien la cercanía del nido tiene innegables ventajas prácticas, un verdadero SU las sacrificará de buen grado para tomar las riendas de su propia existencia.

Ahora bien, ¿Cuánto es suficentemente alejado? No existen reglas fijas para determinar una distancia segura, pero un criterio posible es que si su madre puede llegar hasta usted caminando, es demasiado cerca (tenga en cuenta que hay madres que caminan mucho), y si debe pasar por una Aduana y realizar trámites migratorios para visitar a sus padres, es demasiado lejos.

Además de la ubicación geográfica, las características que debe buscar un SU en su futura residencia resultarán de la combinación de diversos factores uno de los cuales es la capacidad económica. Ya que por definición un SU está limitado en recursos, resulta indispensable que encuentre un lugar para vivir que esté al alcance de sus finanzas. Difícilmente un SU tenga un empleo que le permita convertirse en propietario, de manera que deberá alquilar.

Sabemos que los conceptos de propiedad y alquiler pueden resultar nuevos para usted, futuro SU, de manera que los explicaremos sencillamente. El propietario de una vivienda puiede vivir en ella, venderla, regalarla o pintarla de verde oscuro. Resulta irrelevante cómo consiguió la propiedad, es legalmente suya y puede hacer de ella lo que desee. Para fijar conceptos, digamos que la ropa que usted usa, aunque haya sido provista por sus padres, constituye algo de su propiedad.
Algunas veces los propietarios deciden dejar que otra persona use su vivienda, con ciertas limitaciones. A cambio de este permiso, reciben una cantidad de dinero. Quien usa la propiedad se convierte entonces en un inquilino, que es el que debe pagar ese dinero, que denominaremos alquiler o renta, al propietario. Utilizando la analogía anterior, suponga que usted le da sus zapatillas a su hermano menor, para que las use por un tiempo a cambio de un favor. Este favor sería la renta.
Si los detalles lo abruman, quédese con esta idea: para vivir en un lugar que no es suyo, usted deberá pagar. Sí, así de extraño es el mundo.

Conviene al futuro SU conocer de antemano cuánto podrá pagar de renta. Tenga en cuenta que además del pago mensual al propietario deberá hacerse cargo de otros gastos adicionales, incluyendo su propia comida. Sí, va a tener que pagar por su comida, bebida, ropa, servicios de telefonía, electricidad, agua, gas y un concepto probablemente demasiado complejo para atacarlo en este momento que se denomina expensas comunes. No pierda la fe. Todos los SU lo lograron, usted también lo hará.

Luego de hacer cuentas tendrá usted una idea de la clase de vivienda que podrá solventar. No se desanime. Ningún SU comenzó en un palacio, y el ser humano tiene una capacidad de adaptación asombrosa que le permite vivir en casi cualquier condición. Hay gente que vive, sin ir más lejos, en la Antártida. Bueno, eso sí es ir lejos.
Lo importante es que al examinar los departamentos que estén al alcance de su presupuesto haga un ejercicio de abstracción y refuerce sus convicciones.

Idealmente, su futura vivienda deberá tener algunas comodidades básicas: agua corriente, electricidad, gas y teléfono. También resulta deseable una superficie libre lo suficientemente amplia para contener una cama, un lugar donde preparar y cocer alimentos y otro para higienizarse, en lo posible todo dentro de la misma unidad. Estamos a favor del sacrificio, pero caminar doscientos metros hasta un baño comunitario o acarrear agua desde un pozo cercano nos parecen extremos difíciles de justificar en una ciudad moderna.
Desconfíe de las ofertas inmobiliarias demasiado tentadoras. Trate de detectar evidencias indicadoras de problemas en el edificio. Por ejemplo, un cartel advirtiendo que los ocupantes deben encargarse de la eliminación de sus propios cadáveres no es buena señal.

Continuaremos refiriéndonos al tópico de la vivienda en la próxima entrega de este Manual.

Buenas noches.

(1) Está bien. Lo inventamos. No sabemos si existe tal estudio. Pero podría ser. Sin ir más lejos al autor de este manual una vez una mujer le dijo algo como que cuando se fuera a vivir solo sería una especie de magneto sexual. No sucedió. El día que vuelva a encontrarme con esa mujer me va a escuchar.