Hace algunos años me invitaron a una fiesta donde había periodistas, escritores, artistas plásticos, directores de cine y teatro, actores y algunos de esos individuos que no se sabe bien qué es lo que hacen pero aparecen a cada rato en diarios y revistas.
En algún momento me vi envuelto en una discusión aburridísima en la que los participantes más que desarrollar sus ponencias competían para ver quién decía las palabras más rebuscadas. Escuché cómo repetían cosas como "fantasmático", "otredad" y "metamensaje" hasta que perdieron para mí todo su significado, suponiendo que tenían alguno al principio.
Yo permanecí callado hasta que uno de los participantes del debate (hoy invitado frecuente en programas de televisión en calidad de "filósofo") se dirigió hacia mí tal vez buscando apoyo, y comenzó a decirme: "Nosotros, los intelectuales...". No lo dejé terminar. Repliqué casi automáticamente algo que había leído en una biografía de Albert Schweitzer : "Qué suerte tiene usted. Yo siempre quise ser un intelectual, pero desgraciadamente estuve muy ocupado trabajando."
En una etapa de mi vida estuve involucrado sentimentalmente con una señorita con inquietudes culturales por encima del promedio.
Durante ese período inicial de la relación en el que uno se esfuerza por agradar, simulando ser lo que no es con la esperanza de que al final lo quieran por lo que es, me ví obligado a asistir a toda clase de lugares y acontecimientos a los que de otra manera no me hubieran llevado ni con la ayuda de la fuerza pública.
Mucho cine serio, mucho Fassbinder, mucho Greenaway, muchas películas francesas con planos de diez minutos de un tipo mirando por la ventana, mucha exposición, debate, ballet contemporáneo, y teatro de vanguardia. Sería injusto si dijera que no me gustó nada de lo que ví, pero por lo general yo sufría esas actividades más de lo que las disfrutaba.
En una de esas oportunidades fuimos a un teatrucho malamente instalado en un sótano sofocante a ver una obra con un nombre rarísimo, como Unioeae mystique o algo así. Nos acompañaba una pareja de intelectuales de nota, ella era una actriz en ciernes y él un crítico de teatro bastante conocido.
Comenzada la obra, yo veía a dos mujeres que en el escenario interpretaban un texto incomprensible y acompañaban sus diálogos (escribo diálogos en beneficio de mis estimados lectores, en realidad no podría asegurar que lo que decía una actriz fuera la respuesta a lo que decía la otra) con acciones supuestamente cargadas de simbolismo, como sacarse y ponerse los zapatos una docena de veces y vaciar un vaso lleno de agua sobre una fotografía. La escenografía era minimalista, no supe si por exigencias del autor o por falta de presupuesto.
Era una tortura. Yo miraba de reojo a la destinataria de mis afanes y la notaba seria y concentrada. No entendía la obra, me parecía absurda, me sentía sumergido en un abismo de símbolos y abstracciones y aburrimiento. Era el más abismático de todos los abismos.
Y cuando ya estaba por rendirme y aceptar que existían manifestaciones del arte que estaban vedadas a mi escasa sensibilidad y a mi mente más habituada al razonamiento disciplinado de las ciencias duras, lo escuché.
El crítico de teatro resopló ostensiblemente y su voz se escuchó nítida rompiendo el momentáneo silencio de las intérpretes que intentaban comunicarnos vaya uno a saber qué cosas mediante movimientos espasmódicos.
Fastidiado, dijo: Esto es un bodrio. Vámonos.
Volví a la vida. Miré al crítico, que ahora me parecía una persona de lo más sensata, asentí con la cabeza, tomé de la mano a mi pareja con la tranquilidad de que mi acción era avalada por un experto, y nos fuimos de ahí los cuatro. Algunos espectadores nos imitaron.
Terminamos la noche comiendo pizza, hablando de tonterías y haciendo chistes que los hombres festejábamos con sonoras risotadas.
Desde ese día, me negué a disimular mi disgusto cuando alguna expresión cultural me aburre, me parece pretenciosa o simplemente no la entiendo. Acepto con toda tranquilidad que hay cosas que son buenas y sin embargo no está a mi alcance disfrutarlas. Y aborrezco a los que aplauden cualquier cosa porque tiene que gustarte.
Nunca más volví a ver al crítico, pero leo frecuentemente sus opiniones y no voy nunca a ver algo que a él no le haya gustado.
Buenas noches.
En algún momento me vi envuelto en una discusión aburridísima en la que los participantes más que desarrollar sus ponencias competían para ver quién decía las palabras más rebuscadas. Escuché cómo repetían cosas como "fantasmático", "otredad" y "metamensaje" hasta que perdieron para mí todo su significado, suponiendo que tenían alguno al principio.
Yo permanecí callado hasta que uno de los participantes del debate (hoy invitado frecuente en programas de televisión en calidad de "filósofo") se dirigió hacia mí tal vez buscando apoyo, y comenzó a decirme: "Nosotros, los intelectuales...". No lo dejé terminar. Repliqué casi automáticamente algo que había leído en una biografía de Albert Schweitzer : "Qué suerte tiene usted. Yo siempre quise ser un intelectual, pero desgraciadamente estuve muy ocupado trabajando."
En una etapa de mi vida estuve involucrado sentimentalmente con una señorita con inquietudes culturales por encima del promedio.
Durante ese período inicial de la relación en el que uno se esfuerza por agradar, simulando ser lo que no es con la esperanza de que al final lo quieran por lo que es, me ví obligado a asistir a toda clase de lugares y acontecimientos a los que de otra manera no me hubieran llevado ni con la ayuda de la fuerza pública.
Mucho cine serio, mucho Fassbinder, mucho Greenaway, muchas películas francesas con planos de diez minutos de un tipo mirando por la ventana, mucha exposición, debate, ballet contemporáneo, y teatro de vanguardia. Sería injusto si dijera que no me gustó nada de lo que ví, pero por lo general yo sufría esas actividades más de lo que las disfrutaba.
En una de esas oportunidades fuimos a un teatrucho malamente instalado en un sótano sofocante a ver una obra con un nombre rarísimo, como Unioeae mystique o algo así. Nos acompañaba una pareja de intelectuales de nota, ella era una actriz en ciernes y él un crítico de teatro bastante conocido.
Comenzada la obra, yo veía a dos mujeres que en el escenario interpretaban un texto incomprensible y acompañaban sus diálogos (escribo diálogos en beneficio de mis estimados lectores, en realidad no podría asegurar que lo que decía una actriz fuera la respuesta a lo que decía la otra) con acciones supuestamente cargadas de simbolismo, como sacarse y ponerse los zapatos una docena de veces y vaciar un vaso lleno de agua sobre una fotografía. La escenografía era minimalista, no supe si por exigencias del autor o por falta de presupuesto.
Era una tortura. Yo miraba de reojo a la destinataria de mis afanes y la notaba seria y concentrada. No entendía la obra, me parecía absurda, me sentía sumergido en un abismo de símbolos y abstracciones y aburrimiento. Era el más abismático de todos los abismos.
Y cuando ya estaba por rendirme y aceptar que existían manifestaciones del arte que estaban vedadas a mi escasa sensibilidad y a mi mente más habituada al razonamiento disciplinado de las ciencias duras, lo escuché.
El crítico de teatro resopló ostensiblemente y su voz se escuchó nítida rompiendo el momentáneo silencio de las intérpretes que intentaban comunicarnos vaya uno a saber qué cosas mediante movimientos espasmódicos.
Fastidiado, dijo: Esto es un bodrio. Vámonos.
Volví a la vida. Miré al crítico, que ahora me parecía una persona de lo más sensata, asentí con la cabeza, tomé de la mano a mi pareja con la tranquilidad de que mi acción era avalada por un experto, y nos fuimos de ahí los cuatro. Algunos espectadores nos imitaron.
Terminamos la noche comiendo pizza, hablando de tonterías y haciendo chistes que los hombres festejábamos con sonoras risotadas.
Desde ese día, me negué a disimular mi disgusto cuando alguna expresión cultural me aburre, me parece pretenciosa o simplemente no la entiendo. Acepto con toda tranquilidad que hay cosas que son buenas y sin embargo no está a mi alcance disfrutarlas. Y aborrezco a los que aplauden cualquier cosa porque tiene que gustarte.
Nunca más volví a ver al crítico, pero leo frecuentemente sus opiniones y no voy nunca a ver algo que a él no le haya gustado.
Buenas noches.
49 comentarios:
Bugman.
Entiendo que no le haya gustado lo de los zapatos, era un poco exagerado....pero la escena del vaciamiento del agua, vamos, hasta Walt Disney hubiera aplaudido a rabiar.
Lo comprendo, Bugman. Y comparto sus opiniones. Me resulta hartante o, siendo más benévolo, incomprensible esta gente que vive en una supuesta intelectualidad. Está muy bien moverse con soltura y eficacia dentro del vasto y riquísimo lenguaje castellano; lo que enferma es el uso desmedido de palabras pseudotécnicas o supuestamente difíciles sólo para demostrar una pertenencia a una casta "superior". Esto lo llevan, como ud. bien destaca, a todos los planos y se traduce más o menos así: "Es muy difícil, complicado y elevado, pero yo lo manejo, lo entiendo y pertenezco a un reducido grupo de elite, oh animalejos incultos" Yo creo que el arte no es sencillo. Pero no es imposible de entender. Yo desconozco de cabo a rabo las técnicas de pintura, sin embargo Dalí me conmueve. Se me dirá que es preferible tener más armas para entender las artes. Les diré: Seguramente. Pero no aturdan ni descalifiquen a quienes o no las tenemos o bien no entendemos obras tan excelsas.
PD: Si hubiera puesto "Son sólo unos creídos de mierda" hubiera sido más claro ¿no? Disculpen tanta incoherencia y la extensión del comentario.
PD II: A mí, en las películas dénme tiros y suspenso y acción y alguna tetita ocasional.
bueno yo no soy critica ni fan, pero he leido textos que nada mas no los entiendo son tan rebuscados y complejos que pierden la escencia desde mi punto de vista.. en fin me he dejado de sentir mal por no entenderlos jeje gracias..
Pareciera que algo que no entiende nadie es algo para cultos, ni un extremo ni el otro. Ni el mensaje ya masticado listo para tragar ni un encriptado. Con ese criterio un prospecto de un antigripal en japonés sería una expresión de arte de alta calidad.
Según la Real Academia Española, la palabra intelectual tiene las siguientes acepciones
(Del lat. intellectua-lis).
1. adj. Perteneciente o relativo al entendimiento.
2. adj. Espiritual, incorporal.
3. adj. Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras. U. m. c. s.
Con respecto al primer punto, hasta los animales tienen algún grado de entendimiento, personalmente pienso que los delfines superan a muchos seres humanos.
En cuanto a lo espiritual, según la Santa Biblia todos tenemos uno.
Por último, cualquiera puede dedicarse a las ciencias y o las letras, independientemente de los resultados obtenidos, en clara alusión al Dr. Frankenstein.
Como conclusión, en cierto modo hasta la mona chita podría entrar en la categoría de intelectual.
Un abrazo!
Charly
¿Snobs en calidad de intelectuales?
Es moneda corriente... (lo digo metafóricamente y, también, literalmente)
Saludos!
Borges cuenta una anécdota sobre un tipo que no recuerdo. Dice que muchas veces emprendió el estudio de la metafísica pero siempre lo interrumpió la felicidad.
¿No es un obstáculo hermoso?
Buenas noches literalmente hablnado, Mr. Bugman.
uhhhhhhhhhhhh mas que la "pseudointelectualidad" lo que mas me gusto de su post es las cosas que uno ha hecho en pos de una conquista.
yo recuerdo haber estado un domingo a la tarde en la biblioteca del Congreso leyendo un libro de Bertrand Russel
...se habra recibido de medico ese "infeliz"??
yo seguro me recibi de boluda haciendo esa gansada
jajajajajaa
me voy a dormir feliz y riendome mucho
gracias Bugman, buenas noches
Estimado Bugman, yo por una señorita hermosa soy capaz de aplaudir hasta las novelas de Rozitchner.
Abrazos
Y cual es el metamensaje de este post? No entiendo...
:P
bueno ahora que usted lo dice me siento más comoda diciendo que me ha pasado, pero en general aunque no me sienta tan comoda diciendo, "lo siento es que no lo entiendo", lo hago; total, si me van a kerer, me kerran greñuda y fachosa, y de paso un poco distraida y tonta (sera por eso k no tengo pareja?)
ese creo que es el tema, ese invento que se creo sobre algo que es difícil, o simplemente una basura, es excelente y nosotros no lo entendemos.
Yo elegí que para mi, yo soy mi parametro, me parece malo, me paro y me voy, chau. Y si no lo entiendo que se yo, no importa.
saludos
También he pasado por esas situaciones en las que me sentí sumergida en un submundo que no entendía y que no me agradaba.
Hoy por hoy, no le hago caso a los críticos, porque todo es cuestión de gustos y me levanto y me retiro cuando la estoy pasando mal.
La pregunta es: a la hora de salir con alguien también hay que mirar sus gustos y preferencias?
Alguien que se autodefine con la frase "nosotros los intelectuales" ya de por si me parece una persona soberbia, pretenciosa y merecedora de toda mi antipatía (que es mucha).
Y esos que van a ver cine francés, iraní o cosas así medio somníferas solo por el hecho de quedar como "entendidos" me parecen directamente unos pobres estúpidos.
Saludos.
P.D.: Y hablando de cine, pensé que yo era el único crítico en su vida.
Mire lo que me vengo a enterar acá.
Al final es igual a todos ...
Pienso que la apiración legítima de toda persona normal es atender también esa parte de nuestro ser que no se conforma con comida, aseo, pinturitas y afeites. La desviación surge cuando esa necesidad pretende establecerse como única y me parece que entonces la necesaria reflexión, la meditación, la contemplación sencilla de la magnífica creación se torna a esos rebuscados disparates que pretenden ser algo "superior" y reservado para pocos. La verdadera espiritualidad está al alcance de los niños, lo demás es para esos que "proclamando ser sabios se hacen necios" como afirma la Escritura. Un abrazo.
Por eso a mi cabe ir a ver "Con gatos y travas, la noche nunca acaba", un vodevil de aquellos.
Ah, por si no sabían...
Reinauguró el El Clú!!
P.D.: loco, hagan más cortos los comments, parecen posts dentro del post. Más de 10 líneas no los leo. El que avisa, no traiciona.
Magnifica entrada, y muy buen blog, (recomendación de The Jab).
Hay un articulo excelente de Tom Wolfe acerca de "Los Intelectuales" en la revista Letras Libres de Julio 2001 (En el país de los Marxistas Rococó), donde expone los orígenes del concepto.
Aquí el enlace por si les interesa.
http://www.letraslibres.com/index.php?art=6893
Saludos y por aquí nos leeremos.
Una vez lo escuché a Pacho O'Donell por TV arrancando una frase precisamente así: "Nosotros los intelectuales, bla, bla, bla...", y desde entonces la cito como un ejemplo de imbecilidad.
En cualquier caso, me temo que debo inclinarme por la tesis del Sr. Tarumba: Por los favores de una bella señorita, creo que hasta podría hacer de hacer de público" en Gran Hermano o incluso (y si la chica está realmente muy bien) ver completa alguna edición de "El gen argentino". Goles son amores, Sr. Bugman.
También pasa con algunos blogs. Entré a mas de uno que de tan "intelectuales" que son, no solo me aburren, sino que no entiendo nada!
Gracias, me siento re humana después de leerte!
Estaba pensando que mas poner para que Adenoz no me lea, pero juro que no se me ocurre nada!!
jajajjaa que tipo vago!!
Ste, a vos no te leo ni dos lineas.
Ya no se me ocurren mas excusas en el MSN: voy al baño, teléfono, se cayó internet, no me anda el teclado, Al Qaeda atacó en el kiosco de enfrente, etc, etc.
"Intelecuáles"
Lo más notable de la historia, es que esta vez el crítico acertó en el clavo.
Generalmente los críticos caen en lo mismo.
Cuando uno de ellos despedaza una obra, es cuando más me dan ganas de verla.
Mensajero, es que la foto era justamente de Walt Disney.
Geoffrey, yo se que si me pongo a hablar con la jerga propia de mi profesión no me va a entender nadie que no sea del ambiente, por eso evito hacerlo ante ajenos. Por alguna razón estas personas no sólo pasan por alto tal cortesía, sino que además se jactan de ello.
Esto está relacionado con lo que comentábamos en su blog.
(A mí también me gusta el cine de entretenimiento)
Freaka, algunas obras exigen cierto esfuerzo para disfrutarlas, otras, son simplemente un menjunje incoherente y pretencioso.
Norberto, sospeche de lo que no entiende nadie. Es deseable cierta complejidad en un hecho artístico, pero hacerse el difícil porque sí me parece el colmo del esnobismo.
Charly, en cierto modo hay algunos intelectuales que deberían estar despiojándose los unos a los otros. Un abrazo.
Morochia, muy bueno, gracias.
Claude, me hubiera gustado mucho conocer a Borges. Era la clase de intelectual con que uno quisiera sentarse a conversar.
Gaby,gracias. Si le contara las cosas que hice. (Ojo que Bertrand Russell tampoco fue lo peor que le podría haber pasado).
Tarumba, le creo. Los hombres perdemos la capacidad de discernir en esas situaciones. Yo una vez hasta fui al psicoanalista.
Emeefe, el metamensaje está muy claro: la papa sigue estando carísima por más que la importen.
Jazmín, es que a veces no hay nada que entender. Uno busca y rebusca, analiza, piensa, y nada.
Pasquín, reconocer que hay cosas que no están a nuestro alcance es de lo más saludable. Quién sabe si las gentes que se mean viendo una película moldava en idioma original entienden algo. Claro, exceptuando a los moldavos.
Mechas, no tengo respuestas para esa pregunta. A lo mejor es una cuestión de matices. Si las preferencias no son taaaaaan antagónicas, se puede ceder un poquito. Pero vamos, cuando se trata de conquistar una dama, los hombres hacemos cualquier
cosa.
Renegado, usted siempre tan contundente. Pero, tontito, no se me ponga así, ¿no ve que se apuró, que sacó conclusiones apresuradas?
¿De qué estaba hablando yo?¿De cine? No señor, me refería a una obra de teatro. El crítico era de teatro. Ahora yo me vengo a enterar de que usted lee mis artículos por encima. Igual que todos.
Profe, la verdad es que no tengo nada que agregar ni que replicar a su sesudo comentario. Gracias.
¡Ejem! Es evidente que se trataba de una obra con personajes absolutamente permeables al flujo Gaussiano con algún tinte o pincelada apenas perceptible de inducción netamente Retromaxwelliana. El vertido de ácido oxhídrico sobre la impresión en sales de nitrato de plata hacen que la retrocirculación, de claro tinte vectorial, pueda integrarse entre dos límites más o menos finitos o incluso tendientes a una infinitesimalidad. Desde el punto de vista de Tesla y Weber, podríamos enfocar el tema desde un sistema mucho más internacional. En fin, una obra con mucho magnetismo y cierta química ¿No cree Sr. Bugman?
Y dicho esto, yo también me voy a dormir. Tenga usted una agradable ausencia de sol.
Adenoz, usted tiene razón. Lo bueno, si breve dos veces bue
Juan Carlos, bienvenido, gracias. Acabo de ler el artículo, me quedo con estas palabras : Todo lo que quiere el intelectual, en el fondo de su corazón, es conservar lo que se le dio mágicamente en un momento fulgurante de hace un siglo. No pide más que permanecer indiferente, apartado, como dijo una vez Revel, de la plebe, los filisteos... "la clase media".
Juan de los Palotes, la lista de las cosas que haríamos por el favor de una mujer es interminable. Ahora que..."El gen Argentino"...usted es un valiente.
Bugman, me quedo con sus palabras.
Eso de que es deseable cierta complejidad es totalmente cierto.
Algunas mujeres son una obra de arte, son dificiles de entender, y las deseamos.
Stella, hay unos 100 millones de blogs, mire si no va a haber gente de esta calaña escribiendo...
Thejab, inteleesos.
Esteban, es verdad, pero este crítico en particular me salvó la noche, lo sigo respetando por eso.
Garfio, en efecto, resulta extático y a la vez adamantino el vibrante subterfugio de la dicotomía hombre-persona-sujeto como ethos que revulsivamente impregna el significante en una evocadora y no por eso menos fantasmática liturgia. Surge la otredad a nivel de alienación, el ser rompiendo la impronta de una banalidad nutricia, fugaz y ausente de completitud.
La sofisticación aséptica de algunos autores e intelectuales nos está legando ese tipo de obras, ya sean en el teatro, la danza o la pintura. Es como pulir demasiado al diamante y volverlo carbón. Lamentablemente "mantienen la necedad con pretexto de hermosura" (GM) y por lo tanto hemos de seguir presenciando aburridos. Mejor ver origami por televisión satelital o devolverle los microorganismos a las artes.
Norberto, sí, pero no le vaya a pasar como en el famoso cuento de Oscar Wilde La Esfingie sin Secreto
Bromoluz, estimado halógeno, parecidos pensamientos he tenido en una ocasión en que ví una instalación en el museo Reina Sofía de Madrid, que consistía en una cantidad enorme de cajitas de fósforos que adentro tenían...un mechón de vello púbico cada una.
A mi me gusta mucho el cine "serio". En "El arca rusa" se duerme bárbaro.
Saludos
¡Sabía yo que me entendería! Hentre hintelestuales lla se save.
La ontologia de la mismidad que subyace en el estatuto epistemologico de la ciencia occidental habrá de verse despedazada por una ontología de la otredad...
Sr. Bugman no se acuerda de mi yo estaba en ese fiesta...
Besos!!!!
En mi anterior comentario quise decir:
Durante un tiempo acostumbré visitar un restaurant de mi ciudad llamado Sanborn's, lugar de encuentro para algunos personajes de la política, el arte y las comunicaciones. De entre éstos, algunos elitistas se reunían alrededor de una mesa a la cual cualquiera podía sentarse, escucharlos y hasta expresar la propia opinión. Era la mesa de los 'intelecuáles' según un amigo mío. También les decían 'la crema ingrata' (en lugar de la crema y nata). No faltaban en sus charlas las palabras extrañas o de poco uso, de tintes intelectualoides, pues. Pronto me di cuenta de que ese no era mi mundo, así que hace años no vuelvo por allí.
Todo eso quise decir en mi anterior comentario, pero creo que abusé de la elipsis.
Garfio y Bugman: ¿en qué idioma escriben ustedes? Sepan que no entendido ni jota (ni letra alguna) de lo que se han escrito... pero a'i estoy de metichote.
hay dios hay dios!!!!
mi amada esposa me dijo: vamos a ver el cache escondido que la critica es exelente!!!
francesa o no. QUE EMBOLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!
Sr. Bugman.
Muy buena su capacidad de adaptarse a las circunstancias.
Si bien la salida no fue de lo más diplomática, la ruptura de protocolo a veces se impone cuando la ruptura de pelotas es insoportable.
Después de todo, ¡Ta bien, che!
En cuanto al "filósofo", lamenté mucho no tenerlo de profesor cuando daba clases en la UBA.
También tuvo algunos hitos, como el programa radial "Llegó Saturno", en el que hacía maravillosas entrevistas a diversos profesionales.
Lástima que se oxidó.
Cada tanto paso por su blog tratando de encontrar esa magia que perdió cuando comenzó a emitir silogismos bajo la tutoría de Mariano Grondona.
Bugman, que buena frase que le tiraste.
Te echaste un flor de artículo, me gustó mucho.
Bugman, usted salía con "la cumbiera intelectual."
no se que decir... siendo artista siento que estoy pisando suelo minado..... algo sí diré.... estoy de acuerdo con todo lo que dice Mr. B... lo que pasa es que hay gente que no recuerda que el arte (que es de lo que yo entiendo en todo caso)debe ser hecho para la Gente... así en general... pero hay "intelectuales" que se olvidan de eso y terminan haciendo teatro para la gente de teatro, textos para los que los escriben (y no para los que los quieren leer, aprender o para las mismas personas de las que habla el texto!) y arte para los estudiosos y "metaestudiosos" delarte nada más... aislando y marginando al público al que debería estar destinado. El arte es comunicación y cuando esta se rompe, pues falla en su propósito. Crear sólo pensando en la crítica es un desperdicio de tiempo y talento, creo yo...
Yo como artista trato de pensar en crear un lazo con la persona que ve mi obra. Tal vez no entienda los miles de trasfondos que yo le he otorgado.. capas y capas de historias, pero si el mensaje básico, sea el que sea, no se trasmite--- la cosa falla de arranque.
Digo...
Yo soy bruta por naturaleza y no sé por qué tiendo a juntarme con intelectuales variados o (mínimo) gente muy culturosa. Lo bueno es que como me ocupo de avisarles que soy bruta, que parezco culta pero no, que miento bien nomás; decía, que como me ocupo de hacerles saber eso, tengo cancha libre para decir que todo es un asco aunque no tenga idea de por qué, o bien que todo está buenísimo como, por ejemplo, las "Volver al futuro", o las "Terminator" y esas cosas.
(igualmente, Greenaway está buenísimo!)
Det, pero para dormir no hay como las francesas. Me refiero a las películas. Las mujeres francesas tienen los pies fríos.
Garfio....shaludddd!
Nomuchodeque, claro que me acuerdo. Usted era la que se guardaba los saladitos en la cartera.
Thejab, ahora le puedo confesar que antes no le entendí ni papa.
Qué alivio.
Con Garfio hablamos intelectualoide posmoderno psicoanalítico , aprendase una palabras de tratados de Filosofía, léase un par de páginas de Freud, el manual de su reproductor de DVD y el volante de una ferretería, mezcle todo y quede como un duque en la próxima mesa redonda donde debatan la significación del cine fantástico egipcio.
Cacho! (usted no me engaña, aunque se cambie de nombre sigue siendo Cacho), lo único imperdonable es roncar y babear. Por lo demás...ego te absolvo
Capitanfla, muchas gracias. (El filósofo de la anécdota no es el que usted dice, es otro que me cae un poco peor, muy enrolado en la corriente progre,).
Lino, ¡No me diga que usted la conoce! ¿Le puede decir por favor que me devuelva los 100 pesos que le presté en 1990?
Patricia, ni por un momento pensé en usted cuando me referí a esos intelectuales cuya mayor aspiración es estar por sobre la gente en general. Como decía otro comentarista, es deseable contar con ciertas capacidades para disfrutar del arte, pero hay artistas que pueden conmovernos aunque nosotros apenas podamos rozar la superficie de su obra. Los que me aburren son los que...los que...los que usted describe con tanto conocimiento.
Señorita Cosmo, hace bien en despreocuparse. Ni siquiera ellos se entienden cabalmente. Pero disimulan y aplauden porque queda bien. (A mí también me gustaron algunas películas de Greenaway, pero otras me parecieron un bodriazo).
Mire Ud.... me pasa lo mismo... solo que no sé quién es el crítico... a veces ser de la mal llamada "elite" significa solamente aplaudir como mono adiestrado... Me pasó que se casó una prima yanqui acá... ella hija de una escritora (tía mía)... de la mesa de invitados literatos se levantó en los brindis una (todas conocidas/os) y dijo "De parte de los intelectuales argentinos..." a partir de ahí casi no pude escuchar... solo repetía la frase de Charly García -al señalar a la policía en un recital de comienzos de los ochenta- "Si ellos son la patria... Yo soy extranjero"... Quizá lo que puse no tendrá el mayor de los sentidos... pero en fin... no soy intelectual... JA!
...... cuanta gente que no entendió esa obra genial y sensata!! acá se juntan todos a criticarla y a acompañarse en su desdichada incompresión del arte moderno....
pobrecitos, ustedes.
acaso...quien no se quita y pone los zapatos 20 veces? me van a decir que ustedes solo lo hacen una vez al dia? acaso nunca vertieron agua sobre fotos?
..... son tan vacíos en sus vidas como para no hacer estas cosas?
mátense. si no tienen a "imperio" como película favorita, son unos..... bah.... me dan lástima....
chau
Fuzter Klemm
"Los charcos son oscuros, pero no por eso son profundos".
Toda una anécdota con final feliz. Hubiera jurado que el crítico terminaría aplaudiendo como un abominable gafapasta más, pero me alegra saber que también los hay con sentido común.
Por otro lado, hay tantas "obras de arte" que sería capaz de reproducir yo. Entonces, por qué no me llaman a mí artista y a los otros sí?
me divirtió su anécdota!Y me recordó una vez en que mi madre (muy entendida en arte en general y en teatro y literatura en particular) nos llevó a ver una obra en un teatro exactamente igual al descripto por usted (de ahí vendrá "teatro under"?), y muy enojada, nos hizo levantarnos y salir a mi y a mi hermana(ignorantes casi absolutas de la materia)que tratando de contener la risa emitíamos unos sonidos más terribles aún...
...yo la pasé bárbaro, aún hoy recordamos frases de dicha "obra" y nos seguimos riendo.
Ouchurus, no, no es lo mismo, yo me levanté porque un crítico, un señor que sabía mucho, un experto, dijo que la obra era una porquerìa. Usted y su hermana son dos revoltosas, apenas.
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