martes, 15 de noviembre de 2011

Erre con erre (dos)


Viene de aquí. 

Rápidamente los asientos desocupados dejaron de estarlo, hasta que el coche colmó su capacidad. Supuse que esa sería la señal de partida para la formación, porque ya no teníamos que esperar a nadie más (confieso haber sentido un pequeño golpe a mi autoestima al descubrir que el maquinista no me había dispensado un honor especial al aguardarme, sino que estaba dispuesto a demorar la partida en beneficio de cualquier desconocido, que además ni le daba las gracias).

Pero no partimos. Y la gente siguió subiendo al tren, a pesar de que ya no había comodidades disponibles. Me alarmé. He visto documentales acerca de países en donde la gente viaja parada en los trenes, y normalmente eso sucede en medio de catástrofes devastadoras, cuando las personas desean escapar de la zona incluso a costa de sacrificar su confort. Pero todos parecían de lo más tranquilos, y salvo algún maletín, bolso u ocasional mochila no cargaban con la impedimenta típica del evacuado.

Deduje entonces, que al insólito criterio de vender pasajes sin asiento asignado se sumaba la no menos insólita decisión de permitir que quien quisiera viajar parado pudiera hacerlo. "Caramba, cada día se aprende algo nuevo, ¿verdad?", le dije a mis ocasionales compañeros de asiento (un señor muy gordo que aprisionaba contra la ventanilla a una señorita visiblemente contrariada, y una señora de aspecto severo). El señor muy gordo se limitó a exhalar una cantidad de aire capaz de reflotar un submarino y al mismo tiempo matar a toda su tripulación (el suspiro de este individuo venía, por decirlo así, fuertemente condimentado), a la señorita contrariada se le despertó un súbito interés por lo que sucedía ventanillas afuera, y la señora de aspecto severo me felicitó por mi perfecta pronunciación del castellano.

Un poco perplejo entre los  picantes efluvios de la exhalación del orondo caballero y la desconcertante congratulación de la dama austera, me llamé a silencio. Esto no me impidió notar que la salida del ferrocarril se estaba demorando más allá de lo tolerable, arruinando así los planes de cientos de pasajeros que como yo habían abordado en la estación terminal y también los de aquellos que habrían de hacerlo en las siguientes paradas. Nuevamente pensé en algún desastre, pero examinando las actitudes del resto del pasaje parado o sentado no pude encontrar nada más intenso que cierto halo de resignado fastidio. Conociendo a mis compatriotas, capaces de prenderle fuego a las butacas de un estadio simplemente porque su equipo favorito había perdido el partido, interpreté las señales como la reacción ante un inconveniente menor e inevitable.

Ah, pero de todas maneras la demora era inadmisible. Mientras pasaban los minutos el nivel jerárquico de las personas a las que tenía pensado plantear un enérgica queja iba ascendiendo. Ya iba por el Presidente de Union Internationale des Chemins de Fer (*)para América Latina cuando por fin, con el gentil zumbido de sus motores eléctricos, la locomotora empujó al resto de los coches, y todos juntos (porque tal es el concepto de tren, caramba) abandonamos la estación traqueteando sobre los rieles.

(Continuará)

Buenas noches


(*)Unión internacional de Ferrocarriles. Sí, existe. No, no me lo inventé.


17 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Así que chemins de fer es ferrocarril.
Siempre crei que era un perfume... en fin.

Anónimo dijo...

Debo decirle que cuando hizo mencion a la proverbial disposicion de nuestros compatriotas a incendiar lo que fuere menester para expresar su desazon y/o descontento , me preocupe; Si ve acercarse a un sujeto con el cabello largo y rubio (casi casi como la SU) y cara recia (no, no como la Su, mas bien como Monzon), por favor HUYA !!! ( el dato me lo paso un señor de bigote prominente mientras repetia como un mantra NNNNNNOO, NNNNNNOOO, NNNNNNOOO )
Cuidese, y bon voyage * No Klaus, no es otro perfume *
Saludos, Martin.

carancho dijo...

Don Bugman, por favor avise cuando es su cumpleaños, así le obsequio un abono quincenal para el Sarmiento, en horario pico. Con un poco de suerte le toca una quema de vagones con saqueos incluidos.
Créame que va a experimentar sensaciones extraordinarias.
No se extrañe su luego cambia de profesión y se hace guia en turismo aventura (pero en serio, jugándose la vida a cada paso).
Es que la adrenalina es adictiva, ¿vio?
Saludos.

Mecha dijo...

Bugman, lo imagino tratando de llegar al presidente de Chemins de fer para quejarse por la venta de pasajes sin asientos y el retraso en la salida de los trenes, y me hace saltar las lágrimas de la risa...

Julieta dijo...

Muy interesante, en especial la descripción acertada de nuestros compatriotas, listos para quemar lo que es de todos. Veo que continúa esta especie de novela por entregas..

Yoni Bigud dijo...

Estoy seguro de que el presidente de Chemins de fer para América Latina quedaría realmente obnubilado por su perfecta pronunciación del castellano.

Imagino que lo abrazaría, le estrecharía la mano con semiplena sonrisa y luego lo haría acompañar hasta la puerta por un señor muy parecido al reflotador de submarinos que tan bien nos describe.

Pero con intentar no se pierde nada.

Un saludo.

Gaby dijo...

Muy interesante su relato, espero la continuación de esta aventura.
Como siempre, usted me hace buscar información de cosas que yo no conocía. En este caso encontré esta página http://ferrocarriles.wikia.com/wiki/Union_Internationale_des_Chemins_de_Fer muy interesante para los usuarios del ferrocarril del gran buenos aires.
Hace mucho que no viajo en tren. Intento no hacerlo, o hacerlo sólo los fines de semana, cuando hay menos gente, para que mis criaturitas puedan disfrutar el viaje, no como la ultima vez que viaje en el subte D con el que por aquel entonces tenía 5 añitos (hoy tiene 11) un dia laboral a las 19 hs y casi me lo dejan de calcomanía en una puerta.

Saludos

Damaduende dijo...

No, pero en serio... ¿consiguió uste´asiento? Todavía estoy anonadada...

Rebeca dijo...

Mr. Ud. quiere que la poblacion entera deje de viajar en tren??? No ve que a todos les pasa como a Ud.? Se encuentran con semejante quilombo cuando estan arriba del tren y ya no les queda otra que viajar!!!!

JuanRa Diablo dijo...

Más que utilizar el tren, usted utiliza una férrea disciplina literaria. Excelente (e irónica) narración, Bugman.

Un saludo desde país afín.

PD. ¿Se le ha metido el espíritu de Dickens con esto de escribir por entregas? :p

Dany dijo...

Bugman pare las rotativas!!!, le conseguí una entrevista con el presidente de Chemins de fer. Eso, si puede bajarse en la próxima.
En India los trenes ni siquiera se ven.....tienen una capa humana que los cubre totalmente. Abrazo!

Bugman dijo...

Klaus, me extraña, es clarísimo...chemins de fer, camisas de Fernando.

Martín, vi uno así, pero olía a perfume barato. No como la Su.

carancho, lo voy a tener en cuenta. Para evitarlo, claro.

Mecha, afortunadamente no tuve que hacerlo. Pero mire que estaba dispuesto, eh.

Julieta, lo hago para que se den cuenta de que se le puede sacar el jugo a cualquier cosa. Así soy yo, generoso.

Señor Bigud, imagino que el presidente de Chemins de Fer debe ser un caballero extraordinariamente amable. Algo así como Moyano, digo.

Gaby, yo tampoco viajo en tren habitualmente. El relato esta basado en hecho reales, hacía como 15 años que no me subía a un convoy, y la verdad es que me llamó la atención que las cosas hayan empeorado.

GuadaGN, en serio, en serio...pero como verá en el próximo capítulo, no puede conservarlo.

Rebeca, pero mire que no se bajó nadie. Es más, alguno de ellos viajan todos los días. Me dijeron.

JuanRa Diablo , me emociona hasta las lágrimas que alguien haya captado el fondo y la intención del relato. Muchas gracias, estaba perdiendo la fe.

Dany, me dijeron que en la India usan eso como anticorrosivo, para proteger la pintura, ¿podrá ser?

furgoner dijo...

el tren de las 18.12 en retiro, ramal suarez?

he visto peleas a las trompadas por los asientos

es más el otro dia un colorado que bajo en Belgrano R vien rapido cuando me voy a sentar, y con empujo mediante me dice, vi que entraste por el otro vagón, pero no hiciste la cola como yo, mio, se sentó, me miró con cara de malo y le contesté que lindos modales, tanto como tu culo abierto que seguro descansará en ese asiento despues de haber estado 8 horas trabajando de taxi boy...mudo quedó, el paragua albañil q estaba a mi lado se cagaba de risa, en un segundo se completó el vagón y perdi contacto visual, hasta belgrano que se bajó clavandome la mirada y cuando abre la boca le digo, no hablés man, gané yo...se cerró la puerta y no lo vi mas

siga asi, el blog esta buenisimo

El Profe dijo...

No son, por cierto, tiempos para caballeros andantes mi estimado Bugman. Lo bueno es que tales desventuras narradas (en tres entregas)desde una fingida perplejidad condenan certeramente, con fino humor, las penosas condiciones de nuestros ferrocarriles...aún en funcionamiento, a pesar de todo lo que se hizo para hacerlos desaparecer. Un abrazo y ¡Felices Fiestas!

El Profe dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
furgoner dijo...

felices fiestas bugman
abrazo

Bugman dijo...

¡Furgo, Felices Fiestas para usted y los suyos!

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