Para conocer el grado de consideración hacia el prójimo que tiene un pasajero aéreo, basta con observar el tamaño de su equipaje de mano. Si sólo lleva lo imprescindible, aquello que resulta frágil o valioso o habrá de utilizar durante el vuelo en un pequeño bolso o maletín, y despacha todo lo demás para que sea transportado en la bodega del avión, sabrá que es una persona que es consciente de las necesidades y los deseos ajenos.
Si, en cambio, arrastra todas sus pertenencias en una valija con ruedas, más una cartera o mochila gigantesca y dos o tres bolsas del Duty Free Shop, estará usted ante una persona completamente despreciable que privilegia los minutos que pueda ahorrarse en el carrousel de las valijas del aeropuerto de destino sobre la comodidad y conveniencia de todos los demás. Este miserable ser, además, se abalanzará sobre la puerta de la sala apenas comiencen las operaciones de embarque, abriéndose paso a codazo limpio para asegurarse un lugar en los compartimientos superiores del avión, ocupando el espacio correspondiente a tres o cuatro pasajeros civilizados.
La comida de los aviones pasa por un proceso especial que le quita el 39.72 % del sabor antes de ser envasada. Esto logra un efecto desmotivador entre los pasajeros: nadie siente tanto agrado por lo ingerido como para pedir más, pero nadie experimenta tanta repulsión como para quejarse.
Cualquiera que no se encuentre un poco nervioso ante las cada vez más exhaustivas revisiones de seguridad de los aeropuertos es altamente sospechoso.
Costumbre argentina: desabrocharse los cinturones de seguridad y pararse a sacar el equipaje de los compartimientos superiores de la cabina antes de que el capitán apague el signo correspondiente. Y luego, esperar parados, y posiblemente encorvados a que se abran las puertas y comience el descenso.
Un pasajero considerado (ver primer párrafo) espera tranquilamente sentado en la sala de embarque a que sus ansiosos compañeros de viaje haya abordado el avión, y luego se dirige tranquilamente al asiento que le ha sido asignado, evitando formar una fila perfectamente inútil.
El viajero civilizado prefiere perderse una comida que la oportunidad de conciliar el sueño. Las auxiliares de abordo deberían ser entrenadas en el sutil arte de reconocer a esta clase de pasajeros y así evitar despertarlos para preguntarles si quieren cenar pollo o fideos. (*)
El pasajero experimentado lleva consigo un par de auriculares y evita utilizar los que provee la línea aérea, que normalmente son un reverenda porquería y terminan lastimando las orejas.
Un viaje en avión de más de tres horas exige escoger un asiento del lado del pasillo.
Buenas noches
(*) Algunos aviones modernos que tienen pantallas LCD en los respaldos de los asientos brindan la posibilidad de poner un mensaje que dice "no molestar" en el pequeño monitor. Bien por las personas que diseñaron el artilugio.
55 comentarios:
Su cosmopolitismo refinado no tiene límites, mr. B.
lo único, la cifra del 39,72% me pareció magra. Casi tan magra como las comidas que te dan en American.
pd: Y los pasajeros semi civilizados de 1,91 sostenemos que no hay nada más inconveniente que quedarse dormido en el avión. Especialmente, si se está del lado del pasillo.
Veo que en esta oportunidad le ha tocado un desconsiderado, posiblemente en el asiento contiguo.
El viajero experimentado soporta y relata su experiencia, que, de más está decirlo, no se repetirá.
Lo felicito.
Un saludo.
Mr. Bugman le recomiendo que tenga mas en cuenta las leyes de Murphy, así evitará pasar un mal rato. Sobretodo porque irá preparado para cualquier cosa.
Si Ud. pretende dormir, seguramente lo despertarán para comer; si Ud. pretende comer, seguramente se quedará esperando que la aeromoza se digne notar su presencia ( y nunca va a ser peor la comida que cuando Ud. va con hambre, ni la turbulencia cuando va con sueño)
Eso si, no le recomiendo hacerse el dormido para que le traigan la comida, o hacerce el hambriento para que lo dejen dormir, es harto dificil, especialmente esto último.
Au revoir!
Por eso yo viajo en globo aerostático. Eso sí, siempre me llevo un gamulán porque arriba hace un frío y el calentador a garrafa lo usamos para inflar el bicharraco.
Me pregunto si le fue bien en los negocios porque su entrada deja ver que no volvió en "Primera"...
Un saludo.
(Debo confesarle que esperaba su regreso para leerlo. Es que los Sin-logismos suyos son como una droga de Colombia...)
Hay una excepción para llevar mucho equipaje en la cabina: viajar con chicos y si son muy chiquitos, más aún.
Es cierto, no suelen pedir mucha comida pero se matan por el alcohol, ya sea por nervios o para poder dormir.
Yo odio que me despierten para preguntarme si quiero comer. Siempre viajo acompañada y pido que digan que no me despierten. Además me siento al lado de la ventanilla y dejo bien visible el cinturón abrochado para que no me vengan a molestar en zonas de turbulencias.
Es cierto que tanta seguridad incomoda. Cuando llegué al aeropuerto de Cayo Largo nos hacían pasar por una especie de sensor de temperatura (muy bien escondido). Y no importa que uno esté convencido de que no lleva nada metálico, la parte del detector de metales es la "más pior"
Entro dentro (valga la redundancia) de la categoría de viajero civilizado. Lo de las colas en la puerta de embarque o pararse desobedeciendo las indicaciones de las señales luminosas es algo que no me cabe en la cabeza.
Una confesión: en mi último viaje TUVE que hacerlo porque llevábamos 4 horas de retraso y perdía el vuelo de conexión. Por suerte, antes que el avión se detuviera, pasaron dos blondos pasajeros (oriundos de algún país del norte de Europa) corriendo para ser los primeros en salir.
No, espere.
Coincido con usted en la parte del equipaje de mano, pero las bolsitas del Duty Free, no.
Lo de la gente que se desespera por agarrar sus cosas y esperar parado a que se pueda salir siempre me llamó la atención.
Qué idiotez.
Yo creo que es un reflejo condicionado que les queda del colectivo.
En un avión, se pasan tantas horas sentados que les da como un síndrome de abstinencia y entonces al aterrizar se paran para recordar la sensación de viajar dorapas en el bondi a las 6 de la tarde.
Otra explicación no le encuentro.
ah, sí, la estupidez.
Es que no quería ser tan cruel...
beso
Nunca tuve tanto cagazo como en el aeropuerto de Londres. Cuando llegue me preguntaron de todoooo, hasta lo que iba a hacer cuando me fuera de ahi, donde iba a morar en otras partes de europa y cuando volvia definitivamente a la Argentina. Y luego cuando me fui me hicieron beber de mi botellita de agua antes de tirarla.
Ir con una criatura en pañales y con movilidad propia (entre el año y los 3) es altamente estresante.
Y? compramo o no compramo la plancha a la Doña?
Le pasó a una amiga. Y si bien no es pasajera "molesta", tampoco creo que sea civilizada, pero por payuca.
Le revisaban el equipaje de mano, y le fueron sacando y confiscando de su necessaire, amoroso, unas cuantas cosas, por superar los ml permitidos. Entre los ítems, se encontraba un pote de crema de afeitar. Suyo. Es decir, de ella. Todo eso delante del señor con el que viajaba por primera vez, en idilio total. Lo miró, roja de vergüenza. La miró. Y le dijo: no te preocupes, te presto la mía. :P
Todo lo molesto, se transforma en gracioso a la distancia, Sr. Bugman. Bienvenido.
No hay ninguna mención al tipico vuelo sudaca en donde los pasajeros inevitablemente aplauden al aterrizar?
Estoy de acuerdo con usted en todo, excepto en que necesito la ventanilla, unica posibilidad de que pueda dormir un poco, dado que los asientos se reclinan cada vez más imperceptiblemente.
Lord,delicada manera de mandar al frente al 90% los viajeros argentos
Hace casi 40 añitos que viajo,he pasado por todo éso e incluso muchas veces tratando de ocultar mi nacionalidad,verguenza ajena que le dicen.
Buen post y disculpe los codazos,
pero tenía jangry, ésa azafata cruel no me dió de comer
porque roncaba...
Para mí, por mucho que mejoren las comodidades en los vuelos, nunca se llagará a la perefección hasta que no consigan que el avión viaje sin levantar las ruedas del suelo. Tantas toneladas de acero a tantísima altura es terrorífico!!
Cuando uno vuela en primera y el horario se predispone óptimo para dormir de aeropuerto a aeropuerto, las azafatas tienen la amabilidad de consultarle a uno si desea se despertado o no para disfrutar el refrigerio.
Lo único que faltaría es que todas comprendan que el bonito NO pegado al asiento significa "NO me despierten" y no "NO me quiero perder el refrigerio".
Olvidesé, la gente no es considerada en tierra, menos lo será en el aire y a un paso de la eternidad ... un vientito fuerte, un pajarito en la turbina y adeus. Que se van a andar fijando entonces en un mínimo detalle como la consideración hacia el prójimo!
saludos
Un comentario con respecto a lo dicho por Nefertiti, cuál es el sentido de "coloque derecho el respaldo de su asiento" si el ángulo de movilidad no supera el grado?
Bugman, lo pior de lo pior son los que usan el celu hasta que los tienen que amenazar con la horca, es increíble la pelotudez humana: celu en mano se oyen frases así: "ahora estoy en la fila para embarcar", "ahora estoy dentro del avión", "ahora vamos a despegar", "ahora me hacen apagar el celu", "ahora estamos tocando pista" (por supuesto lo encienden antes), "ahora espero la puerta que se abra", "estoy esperando las valijas", my godddddd!!!!
Creo que hay una marcada exageración en lo escrito.
Lo más molesto que me tocó pasar fue abordar un avión totalmente lleno y tener que viajar sentado en el pasillo.
Después, nunca un problema.
Como a mí nunca me dan a elegir si quiero fideos o pollo pues me quedo frita en un pis-pas; meto mi bolso lleno de lo habitual -gafas de sol, libro, clinex, gorra, etc.- debajo del asiento y así o tengo que salir de mi asiento; voy al aeropuerto antes de hora para tener ventanilla.... así que tengo que ser supercivilizada, no?
Bueno, pero luego no hago un reportaje del asunto tan chulo como tú lo has hecho!!!
Besitos y Bona nit.
Señor F., muy amable. La cifra es aproximada. El quedarse dormido el lado del pasillo tiene su gravedad condicionada a la respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué lo mortifica más, molestar o ser molestado?
Señor Bigud, muchas gracias. En realidad no me tocó uno, sino un batallón de inciviles. Acostumbro a dejar mi equipaje de mano (que se reduce a mi maletín porta notebook) debajo del asiento, pero en esta oportunidad viajaba de traje y quise dejar el saco doblado en los compartimientos superiores. No fue posible.
Rebeca, está usted en lo cierto, en todo. Agregaría que la probabilidad de que se siente al lado suyo una mujer llevando a un bebé con cólicos es directamente proporcional a su deseo de dormir.
Carugo, muchas gracias, pero la única droga que consumí y traje conmigo desde Colombia es la cafeína.
No, no viajé en primera. Dos veces en mi vida viajé en primera, y no era la primera de ahora, que es espectacular.
Los negocios...bueno, la patrona va a tener que esperar un poco y seguir con la plancha a carbón.
Lady Marian, viajar con niños pequeños es terrible para todos, incluyéndolos. A no ser que esos llantos desgarradores que nos prodigan en los aviones sean de puro jodones que son.
Samain, ¿esos sensores de temperatura no serían por esa paranoia de la gripe A?
Me siento muy identificado con sus apreciaciones.
Saludos
ah! ... salvo lo del pasillo, yo prefiero siempre ventana. Ahí nadie me molesta y un soporte lateral es un recurso muy valioso para variar las posiciones de reposo.
Bugman, tengo una hija de 7 años y no me animo a viajar en avión con ella porque tuve unas experiencias espantosas. Lloraba como loca! Ya hice dos pruebas.
Para el segundo viaje controlé que no tuviera problemas en los oídos (el médico dijo que tenía oídos perfectos), la llevé a Aeroparque a ver salir aviones como 10 veces, miramos cómo ponían las valijas, le compré un libro sobre un aeropuerto con dibujos que explicaban todo y por supuesto, horas y horas y más horas charlando sobre el tema. Además antes del viaje le di Benadryl para que tuviera sueño, por consejo del médico
La historia terminó con mi hija llorando como una loca y gritando "me quiero bajaaaaar" durante todo el vuelo. Un horror! Imagine la cara de los otros pasajeros! Por suerte era un vuelo de 45 minutos!
No me animo a repetir la experiencia! :S
Flor, si pierde el vuelo de conexión es aceptable que corra, vuele, muerda y patalee. Esos tipos no esperan a nadie.
Mona Loca, comprar en el Duty Free es grasa. Ya está, lo dije. Bueno, bueno,algún perfume de vez en cuando. Pero si compra el Toblerone grandote, es grasa.
Anavril, por suerte nunca me tocó un interrogatorio más exhaustivo que el de rutina. Me han dicho que es de lo más estresante. Sí, como viajar con niñitos.
Jazmín, gracias por la bienvenida. La anécdota es estupenda, y el caballero demostró tener un savoir faire envidiable.
Nefertiti, creo que esa costumbre de aplaudir es exclusivamente argentina. La detesto, no se cómo lo tomarán los pilotos. Me parece que solamente se aplaude si el vuelo fue accidentado.
Le concedo la comodidad del asiento de la ventanilla, pero yo tengo riñones hiperactivos.
Chori, ¿somos nosotros que nos estamos volviendo vejetes o antes la gente no hacía (tanto) estas cosas?
(Yo también omito anunciar mi nacionalidad en el exterior. Tengo la ventaja de un aspecto indefinido, puedo pasar tanto por ruso como por inglés o italiano).
JuanRa Diablo, si uno se pone a pensar que está metido en un contenedor de acero más grande que su casa ,que se sostiene en el aire gracias a una diferencia de presión arriba de las alas y está lleno de cosas que pueden explotar, se queda en la casa. Para siempre.
LeO, ah, pero qué vivo, cuando uno viaja en primera lo tratan casi-casi como a una persona.
Any, desgraciadamente tiene razón, imagino que ante una catástrofe el pasajero que esté al lado de la puerta de emergencia la va a abrir y después la va a tirar al pasillo impidiéndole la salida a los demás. (Ah, buen tema para un artículo).
Depre forever, cómo me olvidé de los celuidiotas. Hace un mes tuve que presenciar cómo una azafata le informaba a un rebelde que se hacía el gil y no apagaba el telefonito que el capitán tenía la autoridad para bajarlo del avión y mandarlo preso.
Adenoz, si lo que escribí no fuera cierto, usted hubiera podido viajar cómodamente acostado en los compartimientos superiores de la cabina. Pero seguro que estaban llenos con el equipaje de mano de personas insensibles a sus necesidades.
Verónica Marsá, se nota que usted es una viajera experimentada. Le envidio la capacidad de dormir en los aviones, yo apenas puedo pegar un ojo, los hacen cada vez más incómodos.
¡Salut!
Víctor, en viajes cortos, de acuerdo, pero a mí me gusta poder levantarme del asiento sin molestar a nadie.
LadyMarian, la compadezco, he visto padres en su situación intentando calmar al niño de todas las maneras posibles, aunque también hay otros que se encogen de hombros y dejan que el pobre parvulillo de desgañite. Y de paso les amargue el viaje a todos, que vamos, mire si van a tener derecho de tener un viaje en paz.
Afuera, tuve una experiencia loca, con el mate. Me hicieron apartar de la linea para preguntarme qué era ese objeto punzante metálico y que contenía ese sospechoso paquete con "hierba" dentro: obvio que era la bombilla y la yerrrba!!
En doméstico, odio los apurados esos que se levantan cuando el avion todavia está carreteando.
Y siempre elijo ventanilla, los vuelos no son tan largos como para tener que levantarme!
Dr. Bugman, a mi tampoco me gusta molestar a los vecinos, directamente no me levanto, aunque sea un directo a Beijing.
Eso de lo insípido de las comidas es un signo de nuestros tiempos en general. Todo debe ser tan aséptico, tan uniforme, no destacar parece ser la consigna, ser parte de la masa y en ella perderse. ¡Qué lloren los niños! ¿Habrá otra época en que se pueda ser más libre en la expresión?
En un viaje de más de tres horas, se agradece un Boing enorme con asientos ad hoc, que los pequeños y de clase económica son un martirio insufrible.
Lamento lo de la plancha, pero ¿perfume si hubo verdad? Eso está en el manual de comportamiento irrestricto del buen esposo viajero, que si no corra al negocio más cercano y evite así el cobro de sentimientos futuros...
siiiiiiiiiiiiiiiiii!!! totalmente de acuerdo!
nunca entendí esa desesperación por subirse al avión como si ganara el que llega primero, lo mismo que las filas inútiles y los pelotudos retentivos que llevan todo consigo. Pidría seguir quejándome por siglos porque estoy especialmente de ese humor ultimamente...me parece que necesito vacaciones!
no voy en tren, voy en avión!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Todo lo que necesité para ser feliz en aquel vuelo, recuerdo, no lo tuve que acarrear; lo obtuve de la cía. aérea: una almohada perfecta y un par de medias. Lo demás, fiushh.
Yo, duermo en cualquier lado. :)
(aunque si hubiera habido niños, con lo que los amo, habría saltado en paracaídas... o sin ellos, dependiendo de la cantidad de horas sin dormir)
Yo viajé a Colombia en el 2002. Quedé impresionada por la cantidad de policías que había en el aeropuerto. Me parecieron muchos mas que en cualquier otro. Y tenían cara de muy malos. Estaban armados con unos cosos muy grandes y hasta algunos tenían perros.
Tenía ganas de ponerme una remera estampada que diga "yo no fui"
Todas las incomodidades que describe me parecen minucias, porque desde hace un par de años entré en la fatal categoría que menciona Lady Marian: viajo con chicos. Uno puede contemplar a su paso las caras de fastidio mezcladas con la expresión de súplica "por favor acá no" que eran nuestras en lejanos ayeres.
La tensión por los ruidos o el excesivo movimiento del infante hacen que todo lo demás sean borrosos detalles en el fondo. Y eso porque hasta ahora se han portado bien.
El mes que viene viajo solo así que aprovecharé para comentarle a mi vecino que "que barbaridad los chiquitos esos".
¿Ah! Y no se meta con el Toblerone.
Amargo.
El Toblerone, que el mejor es el amargo.
Para viajar contento con chicos hay que ser justamente uno de esos padres indiferentes a los que no les importa ni los otros pasajeros, ni los tapizados, ni siquiera los chicos mismos.
Yo no tengo el perfil adecuado para esto porque sufrí todo el viaje!
Juro que soy una buena madre (por eso hice todo un trabajo para prepararla para el viaje), pero casi consideré la posibilidad de pedirle al pediatra algo para llevarla bien dopada (como creo que hacen con los animales).
Obviamente enseguida me dije "sos una animal!!" y cuando el pediatra sólo indicó Benadryl (un simple antistamínico) me quedé calladita.
La única vez que viajé con mi niña en avión, ella tenía 6 meses, y fue un viaje cortísimo, hasta Bariloche. Así que salvo la cambiada de pañales (me enteré que NO hay un lugar donde cambiarlos en privacidad), sobre nuestros asientos, y el desmayo masivo entre el resto del pasaje, no hubo contratiempos.
Quizás vuelva a intentarlo el año que viene, el viajar con ella, digo. Tendrá 15 años y será perfectamente capaz de hacerse cargo de su señora madre, cuando ésta se ponga incordiosa.
¿así que me dice grasa, sin que se le despeine el flequillo?
Bueno, ok. Quedamos así.
Ahora vaya a mi casa a ver lo que escribí sobre los calvos y los homosexuales.
Listo, lo dije.
Bueno: sin que se le despeinen las cejas.
Porque usted es calvo.
Y ya vio lo que dicen de los calvos y los homosexuales.
Viajo en vuelos charters desde niño.
El avión de linea me resulta tan aprehensivo como el colectivo.
Me contaron que en esos vuelos es común que la gente se levante para ir al baño apenas la aeronave se estabiliza en el aire. ¿Por qué no van al baño antes de subir? ¿Es por nervios?
Por eso me gusta viajar en crucero, nadie te molesta, te dan todo solucionado, tenés tu cabina solo..El problema es que no hay cruceros a todas partes..
Es posible Bugman que haya sido por lo de la Gripe A, yo vivo en un termo colorado. También en el formulario nos preguntaban si habìamos estado en contacto con gente con X (eran como 80) síntomas.
Qué maravilla toda esta información. Cuando viaje la tendré en cuenta oportunamente.
Saludos.
Etienne, imagino que el episodio habrá sido hace algunos años, y no habrá sucedido en un aeropuerto estadounidense. O eso, o usted está escribiendo desde Guantánamo.
Victor, usted es un estoico. O usa pañales para viajar.
Jesslo, uh, lo que usted dice puede disparar en mí una serie de diatribas en contra de la corrección política, el buenismo, el pensamiento único y toda una serie de cosas que pueden hacer que el resto de los lectores se dejen morir de aburrimiento.
(No, no le compré nada a la patrona. Estoy viajando bastante, no quiero que se acostumbre mal, caramba).
Alelí, pero no, si está de ese humor, justamente, ¡no vaya en avión!
Jazmín, usted debe ser una afortunada personita, los que medimos más de un metro con setenta nos las vemos en figurillas para acomodarnos en esos asientos con las rodillas clavadas en las axilas. (No me diga que el acompañante también se lo proporcionó la aerolínea).
Stella, yo estuve la semana pasada y no ha cambiado mucho la cosa. En Bogotá, en plena "zona T", como llaman a un barrio muy petitero, se ven policías, guardias privados y soldados por todas partes, compitiendo para ver quién lleva los "fierros" más grandes.
Pablo, los niños no deberían viajar en avión hasta que pudieran comprarse su propio pasaje. Vamos, si tienen ganas de descubrir el mundo que empiecen por el patiecito del fondo.
Pero si a mí me gusta el Toblerone, lo que digo es que comprar el más grandote en el Duty Free, es grasa.
LadyMarian, en el fondo entiendo que si hay que llevar los chicos hay que llevarlos, y que son personas, y que tienen derechos, y que se cansan y que se estresan, y que se ponen molestos porque están incómodos y aburridos y todo eso.
Pero caranchos, qué feo es cuando se ponen locos y uno necesita descansar o trabajar porque desde el aeropuerto nomás tiene que salir a una reunión de negocios.
Hipnotizarlos, eso debería hacerse.
Jazmín, pero ahora ella tendrá una ventaja, usted debe ser perfectamente capaz de cambiarse sus propios pañales.
Mona Loca, ¿de manera que usted compra ese Toblerone gigante?
Lo siento, no puedo retractarme aunque sea usted.
Cambie por una caja de Lindt
la próxima vez, y puedo reconsiderar.
(Sí, ya fui a ver. Y sepa que no me di cuenta antes, pero hay una contradicción, se supone que los estrógenos disminuyen la caída del pelo, así que una cosa o la otra).
Mensajero, usted me ha hecho quedar como un vulgar pichiruchi.
Julieta, bueno, el otro problema es que uno no puede tomarse diez días para ir a una reunión de cuatro horas.
Samain, ya ve, ya ve, todo indica que era por eso. Espero que en el formulario no le preguntaran donde vivía.
Mariela Torres, gracias, (si quiere puede comprar el dichoso Toblerone, nada más no me lo diga).
Etienne, imagino que el episodio habrá sido hace algunos años, y no habrá sucedido en un aeropuerto estadounidense. O eso, o usted está escribiendo desde Guantánamo.
Victor, usted es un estoico. O usa pañales para viajar.
Jesslo, uh, lo que usted dice puede disparar en mí una serie de diatribas en contra de la corrección política, el buenismo, el pensamiento único y toda una serie de cosas que pueden hacer que el resto de los lectores se dejen morir de aburrimiento.
(No, no le compré nada a la patrona. Estoy viajando bastante, no quiero que se acostumbre mal, caramba).
Alelí, pero no, si está de ese humor, justamente, ¡no vaya en avión!
Jazmín, usted debe ser una afortunada personita, los que medimos más de un metro con setenta nos las vemos en figurillas para acomodarnos en esos asientos con las rodillas clavadas en las axilas. (No me diga que el acompañante también se lo proporcionó la aerolínea).
Stella, yo estuve la semana pasada y no ha cambiado mucho la cosa. En Bogotá, en plena "zona T", como llaman a un barrio muy petitero, se ven policías, guardias privados y soldados por todas partes, compitiendo para ver quién lleva los "fierros" más grandes.
Pablo, los niños no deberían viajar en avión hasta que pudieran comprarse su propio pasaje. Vamos, si tienen ganas de descubrir el mundo que empiecen por el patiecito del fondo.
Pero si a mí me gusta el Toblerone, lo que digo es que comprar el más grandote en el Duty Free, es grasa.
LadyMarian, en el fondo entiendo que si hay que llevar los chicos hay que llevarlos, y que son personas, y que tienen derechos, y que se cansan y que se estresan, y que se ponen molestos porque están incómodos y aburridos y todo eso.
Pero caranchos, qué feo es cuando se ponen locos y uno necesita descansar o trabajar porque desde el aeropuerto nomás tiene que salir a una reunión de negocios.
Hipnotizarlos, eso debería hacerse.
Jazmín, pero ahora ella tendrá una ventaja, usted debe ser perfectamente capaz de cambiarse sus propios pañales.
Mona Loca, ¿de manera que usted compra ese Toblerone gigante?
Lo siento, no puedo retractarme aunque sea usted.
Cambie por una caja de Lindt
la próxima vez, y puedo reconsiderar.
(Sí, ya fui a ver. Y sepa que no me di cuenta antes, pero hay una contradicción, se supone que los estrógenos disminuyen la caída del pelo, así que una cosa o la otra).
Mensajero, usted me ha hecho quedar como un vulgar pichiruchi.
Julieta, bueno, el otro problema es que uno no puede tomarse diez días para ir a una reunión de cuatro horas.
Samain, ya ve, ya ve, todo indica que era por eso. Espero que en el formulario no le preguntaran donde vivía.
Mariela Torres, gracias, (si quiere puede comprar el dichoso Toblerone, nada más no me lo diga).
No, me pasó en Francia, o sea, deduzca que estoy escribiendo esto desde la Bastille!
en el asterisco pensé que ibas a comentar que los fideos vienen con salsa de pollo =P
Nada hay como un viaje Bs As Madrid y que te toque el lado un señor con turbante que mastica ajo. Para colmo, cuando se duerme, emite pequeños soplidos cuyo aroma anula a todas las moléculas de oxígeno presentes en la cabina.
Cuando llegamos a migraciones todos cumplimos con la lenta rutina de preguntas. A él, en cambio, le ordenaron que se alejara los más rápido posible hacia el exterior del aeropuerto. Los empleados de migraciones quedaron abanicándose como los Locomía.
Ni siquiera sospecharon que podría esconder una bomba bacteriológica en su esófago.
Esta experiencia es sólo comparable con la de aquella vez que toda una familia italiana se quedó en musculosa y se sacaron zapatos y medias delante de todo el mundo. Un encanto para las pituitarias.
Cuando llegué al Free Shop me compré ocho litros de perfume y me los bebí de un trago.
jajajajajajajajaaa
Manhattan, genial.
Ahh, lágrima me arrancó.
¿ Lindt?
Usted es un snob, Bugman.
Y creame que se lo digo con todo el dolor de mi alma.
Manhattan usté debería ir al MIB!!!
Etienne, bueno, no se puede negar que al menos tiene más clase.
Marga, no les de ideas, que al menos ahora uno tiene la ilusión de que está eligiendo.
Manhattan, no he sufrido nada comparable, salvo que considere la experiencia de viajar e el asiento del medio entre dos maxigordos, un poco gaseosos, en un viaje a Boston.
(De mi último viaje a Madrid guardo el mejor de los recuerdos. Me tocó de compañera de asiento una rubia infartante con botas y minifalda, tan notoria era mi suerte que el comisario de a bordo me hizo un chiste diciendo que me iban a cobrar un recargo en el pasaje. Y yo era soltero, y los detalles no los voy a contar porque un caballero no tiene memoria).
Mona Loca, por favor, dígamelo sin culpa alguna, aquí somos salvajemente libertarios. Me gusta el chocolate suizo, si eso me hace ser snob, lo acepto con toda humildad.
bugman,
cierta vez tenía que tomar un vuelo corto, en esos aviones que se parecen al 60. antes de pasar el infrarrojo, recordé que tenía un..., digamos cierta cosa prohibida que había olvidado arrojar por el retrete. al pasar por scaner sonó una chicharra y se encendió una luz roja, todos me miraron azorados, incluso, el perrito de una pasajera, el idioma no era el mío y yo temí lo peor: deportación. peeero, la policía aérea me muestra en el scaner la falta: un cuchillito romo que me había afanado del avión anterior...
terrorista yo!!!
Bugman, no puedo hablar de estos temas sin ponerme melancólico por la línea más gauchita de la histroria de la aviación, el Lloyd Aéreo Boliviano. El Lloyd para los íntimos...
Y encima los putos no te dejan fumar. Amargos, buchones, vigilantes.
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