lunes, 2 de junio de 2008

Gustos

"Aquella remanida frase que reza sobre gustos no hay nada escrito es, por supuesto, falsa", decía un tío mío mientras le ponía mayonesa al flan.

Mi mujer se preocupa si alguna vez me cocina algo que no me gusta. Yo insisto en explicarle que años de vivir en la casa de mis padres, donde cualquier materia orgánica a la que se hubiera aplicado calor en forma intencional y más o menos controlada era denominada "comida" me han preparado para ingerir prácticamente cualquier cosa no tóxica y sobrevivir. El disfrutarla es un agregado muy apreciable, pero no es indispensable.

Mi madre, digámoslo de una vez, cocina de una manera cuyos resultados quedan algunas de las veces en el límite de la gastronomía y otras en el de la alimentación. No es que le falte pericia, simplemente no le gusta la cocina e intenta salir del trámite al menor costo posible.

A pesar de tan espartano régimen mi progenitora ha desarrollado firmes creencias sobre mis gustos culinarios, casi todas frutos de algún malentendido. En efecto, bastó que yo una vez dijera que un trozo de hígado con cebolla y manzana estaba bien (nótese la falta de énfasis, la ausencia de bailes alegóricos, trompetas triunfales y canciones compuestas para la ocasión) para que mi madre considerase dicho platillo una de mis comidas favoritas.

Es por eso que el hecho de que mi mujer hable con su suegra para preguntarle sobre mis gustos a la hora de comer es, al menos, poco tranquilizador.


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AGRADECIMIENTOS
El señor F, un amigo de la casa, tuvo la amabilidad de entregarme el bonito premio que ven en la
imagen. Como siempre, ante tamaña muestra de simpatía repetimos: gracias, no somos dignos, no somos dignos. (Siguiendo la tradición, el que quiera un premio de estos viene y lo busca. No, delivery no hacemos).











Y a su vez El Renegao, apenas estrenado su blog ya comete el amable desatino de premiarme con un

galardón que se llama "Premio al esfuerzo personal" y lo acepto gustoso porque a mí todo me cuesta mucho. Sí, en serio. Qué creían. Que todavía no puedo pagarle a un grupo de escritores fantasma para que me hagan el blog. En parte es culpa de ustedes, que no me hacen famoso de una vez por todas. Bueno, pero esto no era para quejarse, sino para agradecer. De manera que gracias Renegao, no somos dignos, no somos dignos.

Las reglas suponen que yo deba pasar el premio, y todo eso, pero ya saben ustedes lo que pienso de tales prácticas.

En esta ocasión yo debería además compartir con ustedes seis valores o cosas importantes y seis que no se encuentren en esa categoría, en mi opinión.

Voy a cumplir solo parcialmente, y poner el valor que considero por encima de todos los demás:

La Libertad.

Buenas noches.

ACTUALIZACION: Debido a posibles malas interpretaciones de mi relato, debo aclarar que mi mujer cocina muy bien, que no tiene intenciones manifiestas de envenenarme y conste que esto no lo escribo porque ella pueda llegara a leerlo sino por propia voluntad y en pleno uso de mis facultades, es decir que no temo represalias ni venganzas de ninguna naturaleza y hoy me dispondré a cenar tranquilamente como hago todos los días la comida seguramente deliciosa que me estará esperando. Que conste. Que no tengo nada que decir de la cocina de mi mujer. Que la empanada gallega le sale fabulosa. Uno podría revolcarse en la empanada gallega de mi mujer. Dicho esto sin ninguna connotación extraña. Que mi mujer no es gallega. Y si vamos al caso, el único que se revuelca soy yo. Pero tampoco lo hago, porque no me gusta revolcarme en comida. Que después se pegotea todo. Y con el olor a atún que te debe quedar.


48 comentarios:

Geoffrey Firmin dijo...

Estimado Bugman, imagino el hastío y la resignación que lo invadían para decir que un plato que contenía hígado estaba "bien". Ninguna persona decente podría afirmar eso jamás sino es bajo coacción o apremio.
Uno puede comer hígado, si no hay más remedio, pero que le guste ya es excesivo. Detenga ya esa bola de nieve, no sea que su mujer agarre manías de Panda y le sirva hígado todos los días.
Abrazo cordial!

PD: Comparto su rotunda afirmación acerca de la libertad.

Nicolás Lucca dijo...

A mi me sucede algo curioso también. Si no pongo énfasis, bailes alegóricos y trompetas, mi mujer piensa que no me gustó el plato y no lo cocina más.

Como que siga con este ritmo, me alimentaré de galletitas con mermelada.

Marcela dijo...

otra vez bambú, bambú al plato !!
Le queda cerca la farola de Cabildo?

capitanfla dijo...

Tenía que ser un liberal comehígado...

Victor dijo...

(...estoy con insomnio). Buenas madrugadas Bugman: interesante conducta alimentaria. A mi me enseñaron a comer de todo, no fue un trabajo muy difícil. Pero aprecio mucho algo bien hecho, con ingredientes de calidad. Ciertamente hígado con cebolla esta muy bien, no entiendo bien lo de la manzana pero lo voy a probar.

Congratulaiyons por los premios aunque crean que no son dignos.

Salud

choripanboy dijo...

felicitaciones por los premios!!1
yo que Usté los agarro,sea digno,porque lo de la Libertá,se nos corta en cualquier momento...
la manzana es verde ó deliciosa?

Naimad dijo...

Siempre me pasó igual. Debido a que nunca me gustó el pescado o el pollo, mucho menos la cebolla (aunque admito que algunas comidas saben bien y las acepto) en mis años mozos bastaba que comiera algo alguna noche en las que volvía de la nocturna para que me hiciera una dieta de eso durante meses... Imagine: 15 días a churrasco (es riquísimo, pero sólo los primeros 5 días), otros 7 a Tortilla de Papas con Milangas (sabroso, pero al 3º el higado pide clemencia), y cosas por el estilo.
Lo peor es que a veces admitía licencias con alguna comida que "no me molestaba, aunque no me gustara" y eso le daba derecho también a repetir menúes. Esos conocimientos, supo trasladárselos a mi ex mujer. (Ahora ve porqué lo de ex...)

Así, un día, a los 13 o 14 años, me largué a cocinar. Ahi se ven...

Naimad dijo...

Obviamente, coincido con su valor primario y es precisamente el aprender a cocinarme (y plancharme, pero eso es para otro post) lo que me dio la ansiada Libertad.

Felicitaciones por sus premios, bien merecidos los tiene... o no, pero se los dieron. Asi que sólo levántelos y sonría para las fotos que después viene la Canosa y bichos similares a desmerecerle los halagos.

Stanley Bing dijo...

es ya famosa o no tanto mi postura totalmente en contra de las cadenas y los premios que inundan y apabullan la red.... ya que como lo he expresado en su momento solo tienden a la decadencia de los posteos.
Como tu presentación de los premios vino acompañado de un post aceptable (aunque no brillante) podríamos decir que tenés medio perdon al respecto y otro cuarto porque no los pasaste.....
Pero te queda un cuarto de reprimenda pendiente para otra oportunidad.

Ajenjo dijo...

Similar al accionar culinario de su mamá es el de mi queridisima hermana, que cuando hierve agua, no solo se le quema (?) también le pone nombre: sopa.

slds
A

Bugman dijo...

Geoffrey, usted parte de la base de que yo soy una persona decente. Debería revisar sus premisas.

Bruno, es más fácil pegarse un bailecito de vez en cuando que explicar que a veces uno disimula su disgusto por cortesìa, porque agradece el esfuerzo, porque no tiene ganas de discutir.

Marcela, si mi mujer fuera tan antipática como esa osa, yo que el panda ya me hubiera ido corriendo por el bosque.

Capitanfla, liberal siempre, come-hígado, solo a veces.

Victor, gracias, la manzana le da un toque distinto. Creo que mi mamá le decía "hígado a la romana". Lo cual me da ciertas pistas acerca de la decadencia del Imperio.

Choripanboy, manzana verde, me imagino que con la red delicious debe quedar ,edio raro. Pero quién sabe. (¿Los premios se pueden vender en Deremate? Ando corto de efectivo).

Naimad, no sabe cómo lo comprendo. Después de 360 veces de comer el más delicado manjar, uno pierde el entusiasmo.
Y bienvenido al club libertario.

Stanley, conserve su cuarto de reprimenda, ya va a tener oportunidad de usarlo. Si artículos mediocres busca, aquí nunca será defraudado.

Ajenjo, esa chanza se la repito a mi madre constantemente, le pido que me caliente agua para tomar un té, y le recuerdo que no debe dejar que se queme.

Hegeliano dijo...

Ahora trasladando la física al comportamiento humano, con eso de la acción y reacción, ¿no se le dio por aprender a cocinar?.

Pruebe y se va a sorprender y a engordar unos 15 kilos, mireme a mi y eso que mi abuela cocinaba como los dioses.

Mensajero dijo...

Bugman, no existe alianza más peligrosa que la de una madre con una esposa ( novia, pareja, concubina...).
Lo de la comida es lo de menos.
Con mucho esfuerzo y paciencia, llevé a cabo una tarea de difamación a doble punta y desarmé ese vínculo sedicioso.
Solo para enterarme que la situación de tener madre y esposa enemistadas no es más relajada.
Como le recomendó Hegeliano, aprenda a cocinar, hagan un curso juntos que es de lo más chic, y si no invierta en delivery o saque a la patrona a cenar afuera.
Buen provecho.

Stella dijo...

A mi me encanta cocinar, y soy de inventar comidas, mezclar ingredientes y usar a mis hijos de conejito de Indias! Pobres ellos, se han comido cada basofia que ni le cuento! Sin embargo, a veces, me sale bien, lo que hace olvidar los malos platos.
Eso si, cada vez que invento, quiero énfasis, bailes alegóricos y trompetas! Es un trato que tenemos. Yo me río de sus chistes malos, y ellos festejan mis inventos! Y asi, somos todos felices.
Casi, casi, tanto como Los Ingalls!

Estrella dijo...

No hay en el mundo cosa más aburrida que pensar todos los días qué se hace de comer. Es un embole; por eso necesitamos fanfarrias. Mucho trámaite para que todo termine en unos bocados.
Felicitaciones por los buenos premios.

El Profe dijo...

Rotunda y concisa tu elección amigo, por cierto también ilusrativa; así es cómo se evita el contribuir con esas penosas costumbres.
Por otra parte..¡hígado encebollado! ¿El nombre de Doug Narina tiene algún sentido para tí? (ja-ja) Un abrazo.

choripanboy dijo...

meno mal que algún dió inventó lo delibery...

El Profe dijo...

Es así sr. Bugman, el comer durante ocho años en un internado (todo el secundario técnico + dos años de otra carrera) hicieron de mi paladar un cartón rugoso libre de prejuicios culinarios.
Normalmente, la comida preparada para un batallón de 250 mamertos (que además pagaban por ella) no era precisamente el catering de los Conzi, tiraba más a las empanadas de perro. Recuerdo aún hoy el olor que se sentía a cuatro cuadras del comedor de mondongo mal lavado.
Por supuesto ese día nos terminaron dando queso cremoso y algo de pan.

Con respecto al premio, felicítole por la diplomacia del corte. Ojala a mi se me hubiese ocurrido, pero lo tengo en cuenta para la próxima.
Y si a alguno le molesta, les digo, más me molesta a mi tratar de salvar a Brian, niño que hace diez años que tiene dos (debe ser nieto de Mirta) y todavía hay quien lo sigue reenviando.


SAludos

Anónimo dijo...

Estimado Bugman:

Hice algunas reformas a mi post más largo, lo terminé achicando por si lo estuvo leyendo y con eso, tuvo algún tipo de ataque de pánico. Lo puse en dos partes como pude, al post del 20 de Mayo, y ya hoy 3 de Junio, volví a publicar algún pensamiento.

Me alegro que haya regresado de su viaje a Santiago del Estero, me encantaría saber si se trajo souvenirs. Lo felicito holgadamente por los premios que recibió, yo todavía estoy en la cola para recibir uno, a... digamos, 890 cuadras más o menos para cobrarlo.

Me sobra paciencia pero agota.

Sobre tu palabra "la Libertad", es un término relativo. Podría referirse para determinados alcances de libertad. Por ejemplo, cuando uno se casa, ahí obtener lo que uno quiere, pasa por el canal oficial de autorización, es decir, la esposa, por ejemplo. En cambio, en Guantánamo, imagino que la libertad de halla limitada pero los presos gozan de una detención casi VIP, por así decirlo (excelente atención médica, comidas, etc, ya que eso se sabe con el documental de Michael Moore, Sitko).

La libertad, Bugman, depende de estos factores:

* El País
* La Edad
* Estado Civil
* La Privacidad
* Y la Sociedad... que uno vive

Ah! Y la Democracia, sin ella, no existe libertad alguna, en lo mínimo, para elegir el color, textura, tamaño y precio del papel higiénico, por ejemplo.

Un abrazo,

Octavio

MM dijo...

Cualquier cosa que haga mi mujer supera una infancia de hamburguesas, salchichas con puré y comida de rotisería.

Eso es triste de verdad.

Es un hueco en el alma que no arreglan 10 años de terapia.

Duele.

no tan iguales dijo...

Lo que pasa es que no nos escuchamos. Con el fin de evitar malentendidos semejantes -y además facilitarme la comprensión y el recuerdo- mi hija me hizo una prolija lista de lo que sí puedo (y de vez en cuando debo) preparar para la cena, que pegó amorosamente en la pizarrita que decora mi cocina. De todos modos, no suscribo a esa opinión generalizada entre las viejas que dice que si hay una olla en el fuego los hijos pueden considerarse queridos (no estoy segura de que mi mamá sepa fehacientemente dónde queda la cocina y supongo que me quiere). A mi hija la adoro pero si no tengo ganas de cocinar lo que nunca le va a faltar es un imán en la heladera.

Anónimo dijo...

Todos Gronchos:

¿Diez años de terapia? Pucha, que maldad. La solución más obvia es comer otra vez, esas cosas que quedaron en lo profundo del inconsciente.

Yo extraño los panqueques de dulce de leche que solía hacer mi abuela, pero mi vieja no se puso a hacerlos todavía. Vea, es un poquito complicado explicar porqué, aunque viva hoy yo con mis viejos, en un departamento propio en el mismo terreno.

Acordate: la terapia profesional te come la billetera, es más barato recuperar los sabores en la cocina y se ahorran los tiempos. O de última, si nadie te puede hacer la comidita que extrañás, exigí al chef de algún restaurant tal o cual cosa, quizás amenazándole que lo haga o dejás caer un frasquito inflamable y/o bacteriológico, aunque se trate de agua de la canilla.

Un abrazo, Todos Gronchos, nos vemos en tu blog.

Octi

Bugman: Perdoná que haga un comment a otra persona en tu mismo espacio.

Bugman dijo...

Hegeliano, no, si no es que mi mujer cocine mal, uy, me parece que se malinterpretó todo, a ver si la mentada lee y se declara en lock out. Ahora aclaro, caramba.

Mensajero, ese tipo de alianzas deberían ser tipificadas como asociaciones ilícitas. Pero no, no cocina mal, mi mujer, que no...(ay,ay,ay, la que me espera...)

Stella, (o debería decir Laura) qué viva, los Ingalls vivían tantas calamidades que la comida no les preocupaba en absoluto. Si había, había, y si no Charles decía..."oh". Tipo resignado si los había.

Estrella, gracias. Pero no crea que yo soy exigente, el diálogo suele ser "Qué querés cenar"-"Cualquier cosa, lo que te sea más fácil"-"Uh, todavía que te pregunto"-"Uh, todavía que te la hago fácil"...

Bugman dijo...

Profe, ¡Doug Narinas! Qué veteranos somos.

Choripanboy, que no, que no cocina mal mi mujer, que no hace falta llamar al delivery, eso me hubiera servido en la etapa de convivencia con mis progenitores, pero ahí no había...

Renegao, si le cuento que primer año del secundario lo hice en el Liceo Naval Militar, que era internado, y que la comida me gustaba, tal vez entienda los alcances de la desidia culinaria de mi madre.
Espero no se haya ofendido porque no seguí el jueguito del premio, dejé de hacerlo hace tiempo porque genera que por semanas todos los bloggers conocidos anden con el tema con sus flujos, reflujos y recontraflujos, y a mí me gusta que la gente escriba sobre cosas y leerlas.

Octavio, gracias. No creo que la Libertad sea un término relativo. Y tampoco es hacer lo que se le de la gana a uno. Yo no soy libre, por ejemplo de matarlo a usted, porque existen leyes en contrario (tampoco tengo intenciones, no se preocupe).
Mi concepto de Libertad es...caramba, es liberal.

Groncho, no se ponga así, a mí no me ha quedado una sola secuela.(La calvicie es hereditaria) Es más, en el fondo agradezco que se me haya preparado para cualquier escenario de supervivencia.

NTI, Precisamente de eso se trata, mi mujer pretende que yo le haga la listita, y yo temo que a partir de ahí no se desvíe un milímetro de esas sugerencias, y jamás pruebe cocinar algo diferente. Y claro que si no hay ganas de cocinar no protesto. Entiendo que el esfuerzo es considerable, mi mujer no es solo ama de casa.

Anónimo dijo...

Estimado Bugman:

Le aviso antes que se quite la noticia, que, como ud. está atento y ya ha comentado con vehemencia, sobre Noruega, salió un artículo que le puede interesar en el diario La Nación. Le paso el link y espero que me comente si los Noruegos podrían mostrarme su avanzada tecnología. Ah! No creo que halle ud. chistes de fiordos en el artículo.

Link: http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/espectaculos/nota.asp?nota_id=1017860&pid=4535879&toi=5869 (copiar y pegar en la barra del navegador web y darle al Enter).

Un abrazo,

Octavio

no tan iguales dijo...

¡Es que la lista es larguísima! Mi chiquita es muy amplia y el menú que confeccionó incluye todo tipo de primeros platos, entradas, guarniciones y lo que se le ocurra. Y nos evita esa típica conversación desalentadora que se perpetra casi todas las noches en cualquier casa decente.
Y cuando tengo ganas de inventar algo también lo hago, aunque los resultados sólo sean aceptables en un respetable 90 por ciento. En definitiva, tengo total Libertad.
Caramba, acabo de notar que gozo de una muy feliz vida cotidiana.

chipirenny dijo...

Viendo que viene la onda de tratarlo de usted, debo decir que concuerdo casi totalmente con lo que dice.
no se deje llevar por la empanada gallega, cuando algo es tan rico nunca se sabe lo que contiene...
un saludo
chipi

Anónimo dijo...

El emperador Carlos V reinó entre 1516 y 1556. En su imperio “no se ponía el sol” como acostumbraba a decir. A los 40 años sus posesiones abarcaban tierras en Europa, África, Asia e incluso partes del reino inca en Perú y del Imperio Azteca en México. Era un amante de la buena mesa y hombre de paladar exquisito. Demostró siempre su deleite ante un buen plato de caza o de volatería. Luís Lobera de Avila. Su médico personal, autor del “Banquete de los nobles caballeros” dejó constancia de su gula especialmente por la carne de caza.


http://epicureo.wordpress.com/page/5/


Sr. Bugman, todos podemos dar como excusa de que no somos Carlos V.

El Profe dijo...

Estimado Sr. Bugman: Para nada me he ofendido, es más, dije "felicítole por la diplomacia del corte. Ojala a mi se me hubiese ocurrido, pero lo tengo en cuenta para la próxima."

Tenga paciencia, yo soy nuevo en esto del blog y la cencia me supera.

Y sobre la comida, yo entendí lo que dijo con respecto a su mujer, es lo mismo que me hace a mi (la mía por supuesto).

Tengo la ventaja que desde la nona hasta mi señora son cocineras de ley, incluso mi suegra.

Lo testimonian nuestras amistades y mis 35 kilitos de mas.

El Profe dijo...

Le cuento que esto que viene a colación y le pido que quede entre nosotros.
El domingo que paso,fuimos de mi suegra, iniciamos la mañana con pizza casera y seguimos con chorizos secos y mollejas al lado de la parrila, a las doce le entramos al pollo, al lechón y a una maruchita espectacular. Rematamos con alfajorcitos y bombas de crema y dulce de leche que hizo mi señora.
Por la tarde,después de las tortas
prepararon lengua con ajo, perejil y vinagre, huevos duros y terminamos el otro pollo y las costillas de cerdo que sobraron de las doce.

No lo digo para que me envidie, la verdad, solo hacemos esto los domingos.

SAludos

Bugman dijo...

Octavio, tomaré nota, gracias.

NTI, en primer lugar un 90 % de eficacia es algo poco menos que asombroso. Mis respetos. Y le deseo que su feliz cotideaneidad sólo cambie para mejorar.

Chipirenny, bienvenido. Vea, puede tratarme de usted, puede tutearme, puede decirme Su Majestad o cuando entre en confianza puede llamarme "pelado". Creo que lo mejor es no averiguar el contenido de ciertas cosas.

Daniel de Rosario, no somos Carlos V ni Enrique VIII (otro amante de la buena mesa), pero tampoco somos el tipo de la tele que come bichos.
No se a qué viene esto, disimule por favor.
(Carlos V se llamaba una pizzería en Pinamar, ¿estará todavía?).

Renegao, usted es todo un epicúreo.
(Hace mucho que no tengo uno de esos domingos pantagruélicos, la próxima vez invite, caramba)

Anónimo dijo...

Sepa, que algunas mujeres nos conformamos con que la comida que hacemos, la coman y punto...
Las trompetas y las fanfarrias, son solo para cuando se pregunta:
"¿les gustó lo que cociné?"...

Esto para que lo vaya aprendiendo, siempre y cuando no sea tarde y su mujer lo tenga desde la publicación de su post hasta ahora, a garrotazo limpio...

Saludos!!

El Señor F. dijo...

Higado con cebolla?

una de dos: o su madre es cruel, o es inglesa.

El Señor F. dijo...

pd:

Nada que ver, pero..

"I ate his liver with some Fava beans and a nice Chianti...."

capitanfla dijo...

Debido a la actualización de su blog que me preocupa en grado sumo, y parafraseando a la película "Panic room" y una de sus más famosas escenas, es que le pregunto.


Sr. Bugman, tal vez quiera decirnos algo.
Tal vez no pueda decirlo.
Si por alguna razón, la que sea, necesita comunicarnos algo, sólo levante la ceja izquierda dos veces.

Estaremos cerca para ayudarlo.

El Profe dijo...

Estimado Sr. Bugman: Yo soy el renegao, pero ud. me hace renegar. No me hable en términos grecios y/o franciscos que me apabullan.
Materia que me ha faltado aparte de la gris ,fue historia, desde 1° grado hasta 6° año.

Y con respecto a los domingos, esta ud. formalmente invitado (puede traer a quien quiera o también a su señora).

SAludos

Naimad dijo...

Está bien... ahora, podría decirle a su mujer que deje de apuntarle a la cabeza con esa Bazuka que me da impresión?

Claude dijo...

Lo comprendo, Mr. Bugman: una de las especialidades involuntarias de mi progenitora era el puré de arroz.

Desirée dijo...

¿Entonces anda cominedo mucho hígado con cebolla y manzana?

El Mono Meloso dijo...

Yo como lo que venga! Si hay hambre, soy capaz de vendarme los ojos y satisfacer sin objeciones de ningún tipo a mi amigo el estómago.
Saludos!

Gabriela dijo...

en mi casa debemos ser todos extraterrestres.
Adoro el higado encebollado, tanto como mi hno que el otro dia vino a cenar a casa y cuando le comenté que cada tanto me cocinaba eso me pidio que por favor le avise asi viene a comer.

Por otro lado me gusta el guiso de mondongo, que muchos dicen que se como comer toalla.

Yo cocino rico y a ojo, de una manera totalmente empírica, pero dice mi tia Teté (si, tengo una tia Teté y otra Tía Mimí) que el que sabe leer sabe cocinar.

"si dice rompa dos huevos y bata vas a romper dos huevos y batir"

Bugman dijo...

Candorosa, no se preocupe, mi mujer no lee este blog. O al menos lo disimula bien. A mí me preguntan
"¿Está rico?", y yo contesto.

Señor F, mi madre no es ninguna de las dos cosas. Pero sí. De todas maneras supongo que era hígado de vaca. Quiero suponer.

Capitanfla, tranquilícese, nada me ha sucedido, ni estoy bajo coacción de ningún tipo. Ni de ninguna mina.

Naimad, no es un bazooka, es un palo de amasar. Creo que hoy tenemos fideos.

Claude, me lo imagino perfectamente. Mi madre hace un estupendo gnocchi. Uno solo. Como de medio kilo.

Desireé, afortunadamente no. Se ve que esa conversación aún no ha tenido lugar.

Mono meloso, bienvenido. Es fantástico tener la capacidad de comer cualquier cosa. Uno está preparado para sobrevivir a variadas catástrofes, incluyendo el matrimonio.


Gabriela, el hígado que hace mi madre, según ella se denomina "a la romana". Pero debe ser mentira. En google no encuentro la receta. Y si no se encuentra en google, no existe, obviamente. Sobre el guiso de mondongo, me temo que opino como el común de los mortales, parecen tiritas de toalla.
Me hizo acordar de que mi madre le regaló a mi cuñada un libro de cocina que tenía desde que era soltera, obviamente en impecable estado de conservacion. Entre sus prácticamente intocadas páginas, mi cuñada encontró un papel con una receta de puño y letra de mi progenitora. Era la del "sandwich de queso".

el charlo dijo...

Y... Me pasa con mi mujer, para ella la hamburguesa tiene que llevar todo (todo, queso, jamón, pepinos agridulces, etc. etc.) si le falta un ingrediente lo toma como un fracaso... ya me cansé de explicarle que si le saco algo de todo es como "un plato nuevo" y que "me gusta el gusto de la comida"... pero es en vano... con las mujeres hemos perdido la batalla por la cordura... porque competíamos solos...

PD: Somos medio graciosos, no? al menos nuestros lectores pueden aprender a leer algo como la gente entrando acá, no le parece? JAJAJA!!

Silvia_D dijo...

Que suerte tiene tu mujer !! yo estoy hasta el... moño de oir la remanida frase... "mi madre esto lo hace así..." y yo de soltar la remanida frase "pues vete a tomar por... y come allí"

Buenos días, besos^^

Bugman dijo...

Charlo, querido, no luche. Nos ganan, y ni siquiera sabían que estaban batallando.
PD: Son unos cómicos bárbaros, jeje...(Para que quede claro, me divirtió mucho la mención).

Dianna, eso mismo le digo siempre. Que el día que le diga "Uy, esto te salió igualito a como lo hace mi mamá", se arma la de Dios es Cristo.

Anónimo dijo...

Vengo a poner luz sobre el asunto.
Como nieta e hija de eximios cocineros, soy talentosa entre ollas y sartenes. Me gusta cocinar y me gusta comer (casi todo, salvo el hígado y algunas rarezas más).
Pero cuando me encierro en la cocina pongo música y me abstraigo de todo, motivo por el cual no suelo registrar si los comensales disfrutarán o no mis manjares. Sonaré como una porquería de anfitriona y en parte quizás lo sea.
Si un invitado mira las mollejas con cara de espanto le digo: Pucha!!, dame que yo me sacrifico.
Eso si eh, cuando les gusta lo que sirvo y me festejan algún plato se siente lindo eh.

Mariano dijo...

"Uno podría revolcarse en la empanada gallega de mi mujer".
Caramba. Definitivamente una frase poco feliz. Jorge Porcel podría hacer estargos con dicha afirmación. Ni hablar Jorge Corona.

Anónimo dijo...

A mi me flipan los prototipos. Mirad ESTA MARAVILLA.

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