martes, 24 de febrero de 2009

Mecánicos eran los de antes


Mire, joven, no me venga a decir que los mecánicos de ahora son mejores que los de antes, porque me sube la presión y el médico ya no me deja comer con sal y no se qué otra cosa me va a sacar si me sube la presión. Bastante tengo con comer pollo hervido y acelga como para que me prohíban, no se, el jamón crudo. Igual ya me prohibieron el jamón crudo. Y además está carísimo ¿sabe?.

Pero estábamos hablando de mecánicos, caramba, ¿se quiere concentrar, joven? La culpa la tiene el iPod y el MPnosecuántos, ahora los jóvenes no pueden estar dos minutos sin cambiar de tema.

Le decía, antes los mecánicos eran mecánicos, ¿sabe? Lo atendían a uno todos llenos de grasa y le daban la mano recién frotada con estopa y querosene, y se vestían con un mameluco azul todo roñoso, con llaves de tuercas asomándoles por los bolsillos. Uno los miraba y decía "este tipo debe ser mecánico", no como ahora que andan con pantalones y camisas de manga corta con el logo del taller bordado en el bolsillo. Porque ahora los talleres tienen logo y nombres como "Winchester Car Service" o "Mecatronics" , no como antes que eran el taller de Tito o Lucho. Porque los mecánicos tenían nombre de mecánicos, también. No, no me diga que un mecánico puede llamarse con cualquier nombre, no es verdad. Como los peluqueros de señoras, que se tienen que llamar Francis o René, mire si una señora va a ir a la peluquería para que la atienda Don Roque. Igual los mecánicos, por ejemplo Luciano no es nombre de mecánico. Facundo tampoco.

Pero ahora puede ser, ¿sabe?. A lo mejor va y lo atiende Facundo, que ya no le dicen mecánico, sino representante de servicio técnico o algo así y en vez de tirarse abajo del coche y decirle "a ver, dale arranque" y escuchar el motor y murmurar algo como "humm...ese ruidito que hace la rufia del paranaque no me gusta nada, debe ser el frulote de improsia, es bastante común en este modelo", en vez de eso Facundo te enchufa el auto a una computadora (porque ahora los autos vienen con un enchufe que para enchufar en una computadora ¿sabe?) y ahí nomás le sale en la pantalla "Falla 0327j , actuador de palídromos" y entonces Facundo le dice "hay que cambiar el actuador de palíndromos", y ya está. Ni se agachó, Facundo, que tiene una camisa blanca más limpia que la suya. Que la suya, joven, ¿su madre no le lava la ropa?. Hay que estar presentable, caramba. Mire si le pasa alguna cosa, si tiene que salir en la tele o algo y lo ven con esa camisa mugrienta. Su madre se va a morir de vergüenza ¿sabe?. Lo mejor para sacar esas manchas es el vinagre de alcohol, sí, le va a quedar un poco de olor al principio, pero no es tan desagradable, y después de todo qué tiene que andar la gente oliéndole la camisa. Además en la tele no sale el olor. ¿Pero por qué me pregunta cómo sacar las manchas de la camisa si le estoy hablando de talleres?. Usted me preocupa, joven, no se puede estar tan distraído.

Después de que Facundo leyó lo que le dijo la computadora entonces un tipo que sabe usar herramientas tiene que cambiar el actuador de palíndromos, pero no vaya a pensar que este otro, digamos Ricardo, no vaya a pensar que Ricardo es un mecánico de verdad, ¿eh?. No, Ricardo hace lo que le dice Facundo, saca tres tornillitos con un destornillador eléctrico y va y busca en un estante un Actuador de Palíndromos S-27 y lo cambia, y ya está. A lo mejor Facundo enchufa el auto de nuevo a la computadora a ver si le dice otra cosa, pero si no, ya está.

Y Facundo lo manda a la caja para que le cobren, y le cobran un montón y eso que no les costó nada, miraron una pantallita y ahí decía lo que le fallaba al auto. Ah, pero eso sí, le dan una factura con todo detalladito, que el actuador de palíndromos cuesta tanto, que el diagnóstico tanto (porque le dicen diagnóstico a eso de enchufar el auto a un computadora para que le diga qué es lo que anda mal, ¿sabe?), que la mano de obra (que era Ricardo con su destornillador eléctrico), tanto. Los mecánicos de verdad le cobraban a uno por el trabajo, o sea que si para cambiar el frulote de improsia habían renegado cuatro horas porque justo el Di Tella tenía el frulote abajo de la tapa del engranador de alta, entonces le cobraban más, pero si era un Speedomaster que traía el frulote ahí arribita le cobraban menos. Sí, joven, sí, también había un factor "cara de salame que tiene el cliente", ¿pero quién le dice que Facundo no hace lo mismo y en la computadora apreta F8 y ahí le sale otra lista de precios para salames?. Ah, no lo había pensado, ¿no?. Sí, también puede ser que apriete F5, no tiene nada que ver, es lo mismo.

El asunto es que Tito, que escuchaba el motor y le decía lo que tenía el auto y desarmaba todo con herramientas de metal y ejerciendo la fuerza y a veces la violencia (sí, joven, no ponga esa cara de maricastaña horrorizada, a veces un retén no quería salir y entonces Tito la emprendía a golpes de martillo) ya no está más, se fue, lo reemplazaron por niños que ni siquiera se afeitan todos los días porque la barba no les crece y usan camisas blancas de manga corta con el logo de Mecatronics bordado en el bolsillo.

¿Qué me dice joven? ¿Que dónde queda la calle Andonaegui? ¿Y yo qué se? ¿Tengo cara de policía de tránsito, yo?

Buenas noches.

domingo, 22 de febrero de 2009

Comentario comentado 2


En alguna oportunidad (me refiero específicamente a esta oportunidad) he utilizado el comentario de algún lector para  ilustrar un artículo acerca de las falacias lógicas en las que suelen incurrir las personas cuando intercambian opiniones.

Es claro que el término "intercambio" resulta exagerado para describir lo que sucede en estos casos.

Aprovecharé otra vez la espontánea colaboración de un lector para exponer los defectos de razonamiento que tanto me divierten.









Comencemos por la transcripción literal del comentario:

"Sos un pelotudo que no hace reir a nadie.Mejorate Ana María" 

Ignoraremos por futil y por tratarse de un opinion sujeta a debate el evidente argumento ad hominem de la primera parte (sos un pelotudo), y también el críptico saludo final (Mejorate Ana María), por no estar relacionado con el tema de este artículo.

Nos queda, entonces, la parte central (que no hace reir a nadie). 

Esta forma de expresarse y de pensar, que podemos encontrar con frecuencia  en toda clase de personas bienintencionadas y de las otras constituye lo que hemos dado en llamar "falacia de yo soy el mundo".

El sujeto que sigue esta sinuosa línea de razonamiento supone que lo que a él le sucede es una muestra particular de un suceso universal. El hecho de que el blogger no lo haga reír a él es una evidencia incontrastable de que el blogger no hace reír a nadie en el mundo. Las afirmaciones que hacen quienes incurren en un yo soy el mundo (YSEM, a partir de ahora) son, justamente debido a su pretendida universalidad, al menos problemáticas, si no imposibles de probar. 

En efecto, en el caso específico del blogger que posee una incapacidad ecuménica para provocar la risa, la comprobación exigiría que se interrogara a cada humano (los animales no se ríen) capaz de interpretar textos (son menos de los que uno cree) acerca del asunto. El blogger acusado dejará que el comentarista anónimo acusador cargue con la prueba, sabiendo que con solamente encontrar un contraejemplo la afirmación será falsa. El blogger acusado conoce al menos dos o tres personas que se ríen de cualquier cosa.

A menudo los YSEM se basan en una o dos observaciones. Por ejemplo, alguien lee un cuento del autor X, donde al final el protagonista se va a vivir a Polonia. Tiempo después el mismo individuo lee otro cuento de mismo autor que también termina con un viaje a Polonia. Entonces el sujeto dirá, armado hasta los dientes con incontestables evidencias: "Todos los cuentos de X terminan con un tipo que se va a Polonia". No importa si lo que se leyó fue una antología de X que se llamaba "Los Cuentos de X Donde al Final el Tipo se va a Plonia", tampoco entra en consideración el hecho de que X haya escrito 3572 cuentos más que no tienen nada que ver con un tipo que va a Polonia. Lo hermoso del YSEM es que quien lo utiliza no siente ninguna obligación por revisar sus procesos mentales.

Analizaremos otras formas de razonamiento defectuoso en el futuro.


Buenas noches


PD: Probablemente el blogger acusado esté sumando evidencia que apoya la afirmación del comentarista anónimo con este artículo, pero esto al blogger acusado no le preocupa. Todavía tiene a esas dos o tres personas que se ríen de cualquier cosa. Aunque una está internada en un Hospital Neuropsiquiátrico. Y a otra hace mucho que no la veo. Y no recuerdo si la tercera existe o la saqué de una película que terminaba con el protagonista yendo de viaje a Polonia. 

PD2: Anónimo, lo convido a libarme un dídimo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Al vuelo V

Sería ocioso anunciar que he vuelto de mis vacaciones, o tal vez no tanto. Podría estar escribiendo esto desde algún destino exótico, como, por ejemplo, Burundi. Pero no, no es el caso, de manera que sí, he vuelto. No voy a decir una sola palabra acerca del estado en que encontré todo. De eso se ocuparán mis abogados a partir de mañana. No quiero alarmar a nadie, pero es probable que las notificaciones empiecen a llegar el miércoles. (A propósito, yo no tengo chiuahua).

He pasado estos días cerca del mar y de la selva, combinación encantadoramente letal si las hay. El fresco aire marino que supuestamente vigoriza y despierta el apetito es reemplazado en aquellas latitudes por una atmósfera densa, húmeda, pegajosa y pringosa. La cantidad de agua en el aire es tal que, si alguna cosa se moja, no se seca nunca más. Se pueden ver nativos con ropas verdes que no lo eran originalmente pero se han puesto de ese color en virtud de la flora y fauna que albergan y que conforman pequeños ecosistemas ambulantes. Los peces asoman sus cabeza afuera del agua y se quedan así por horas sin perjuicio aparente. Si es cierto que toda la vida terrestre se originó en el mar, apuesto que fue en ese lugar donde el primer ser acuático se arrastró sobre la arena con sus pequeñas aletas y descubrió que afuera no se estaba tan mal.

El clima tropical se manifiesta en esa parte del globo en todo su esplendor: cuando no hay un sol asesino capaz de convertir en pocos minutos a un ser humano paliducho como quien suscribe en una masa escarlata de dolor, el cielo se pinta con tinta china y caen unas lluvias de a gotas de un cuarto litro. Y esto sucede todos los días, el sol inclemente por las mañanas, la lluvia incesante por las tardes.

Por supuesto que la playa es muy bonita, el agua cálida invita a meterse al mar y el paisaje es colorido y exhuberante. El problema es que yo no he aprendido nunca qué se hace en las playas por más bonitas que sean. Tomar sol no es algo que me haya entusiasmado nunca, y a pocos kilómetros del Trópico de Capricornio la única forma de exponerme a la radiación ultravioleta es untándome todo el cuerpo con menjunjes espesos y protectores. Y encima de eso ponerme un traje de esos que usan los muchachos que limpian los caños de las centrales atómicas. Y caminar por la sombra. Y de noche. Si es que está nublado. 

Había cangrejos que cavaban agujeros en la arena. Los nativos denominan a los cangrejos con una palabra que tiene una sílaba más que "cangrejo", lo cual me hizo pensar que teníamos una enorme ventaja competitiva sobre ellos por aquello de la economía de recursos. Honda fue mi desilusión al comprobar que ellos tienen una palabra para "murciélago" que tiene una sílaba menos, y así las cosas se equilibran y estamos donde empezamos.

Probé con el surf, pero lo más que pude lograr es una barrenada de niño, de esas que se hacen con la panza bien pegada a la tabla. Supongo que lo único que me separaba de esos jovencitos que hacían piruetas sobre sus deslizadores eran años de práctica. Años, en todo caso. 

Lo bueno es que descansé bastante, en un lugar que invitaba a la modorra permanente. Aprovechaba las horas de día poco recomendables para estar a la intemperie (casi todas, en lo que a mí respecta) y dormía unas siestas que eran como el ensayo general de mi muerte, arrullado por el dulce zumbido de un aparato de aire acondicionado capaz de congelar el infierno. 

Señores, he vuelto, y mientras asisto una vez más al horripilante espectáculo de mi piel algo oscurecida desprendiéndose lentamente de mi cuerpo, intento recordar cómo era esto de venir a trabajar todos los días.


Buenas noches.

jueves, 12 de febrero de 2009

Brevísimo manual de periodismo

-Un incendio es pavoroso.

-Pero también, un incendio es un siniestro.

-Una persecución es cinematográfica.

-Una pelea a trompadas es una escena de pugilato.

-Los ladrones son malvivientes.

-Las elecciones son comicios.

-Los fotógrafos son reporteros gráficos.

-Una declaración llena de barbaridades o mentiras es polémica.

-Cuando el gobierno simula hacer algo busca dar una señal.

-Las preocupaciones son hondas.

-Los hospitales son nosocomios.

-Las esquinas son intersecciones.

-Los tiroteos son violentos (*).


Buenas noches.

Esta entrada ha sido programada, estoy de vacaciones, prometo leer los comentarios a mi vuelta, pero no prometo contestarlos. Bueno, si hay dos o tres, sí. Saludos, humanos.


(*) Como si hubiera tiroteos pacíficos.



domingo, 8 de febrero de 2009

No, señor camarero

No, señor camarero. No es lo mismo. Yo le pedí Coca Light, no es lo mismo Coca  Zero. Lo siento, es una cuestión de principios.
No suponga que soy un cliente quisquilloso, que estoy aquí para hacerle su trabajo más difícil o impedirle ser feliz. Nada hay más alejado de mis intenciones o en todo caso de mi interés. 
Sucede que simplemente, no es lo mismo.
Vea, cuando salió la Coca Light, me pasé unos cuantos meses tratando de acostumbrarme al sabor. Lo hice porque me di cuenta de que con la Coca normal estaba ingiriendo cuantiosas calorías, y claro, usted me ve delgado y atlético pero esto se logra a costa de cierto control, de cierta autodisciplina. A usted no le vendría mal un poco de eso, le digo porque la panza ya le tapa el cinturón. Está bien, no, disculpe, no es asunto mío.
Le decía, tuve que esforzarme para acostumbrarme a la Coca Light, al principio le agregaba un poco de jugo de limón, de otra forma no la toleraba. Y después de un tiempo me acostumbré tanto que la Coca normal no me gustó más, ahora me parece un menjunje espeso y como que le falta dulzor.
Y en eso estaba, muy tranquilo bebiendo mi Coca  Light y no va que estos degenerados sacan la Zero, que tampoco tiene calorías pero dicen que se parece más a la normal. ¿Y ahora me lo dicen? Es claro que si se parece más a la normal se parece más a una cosa que ya no me gusta, no se si me explico. ¿Qué tengo que hacer? ¿Ponerme a tomar Coca  Zero hasta que me guste? No, señor camarero, yo ya hice mi esfuerzo, ahora me dejan de jorobar.
Claro que si fuera la última bebida sobre la Tierra me la tomaría sin protestar, hombre, no estoy loco. El otro día vi en la tele un programa de esos que al tipo lo largan en medio del desierto para que sobreviva y encontró un camello muerto y le cortó la panza y se tomó los juguitos que tenía el camello muerto adentro de la panza y yo me dije que si estaba en medio del desierto a punto de morirme de sed y tenía que hacer eso lo hacía. 
Ajá, no me cree. Bueno, a ver, traigame un jugo de panza de camello y me lo tomo acá delante de usted.
No tiene nada que ver una cosa con la otra. Jugo de panza de camello en una situación como esa, está bien, se lo tomo, pero Coca Zero acá en el bar, no. Principios, es una cuestión de principios.
No, no quiero agua mineral, quiero una gaseosa cola. Porque sí, porque se me da la gana, a ver si le tengo que explicar por qué quiero lo que quiero.
¿Hay un plan macabro de los de Coca para sacar de circulación la Light y reemplazarla por la Zero? No cuenten conmigo, si es necesario me voy a poner a escribir cartas y organizar protestas y salir en la tele. Cómo que no sirve para nada. Usted porque nunca protestó, seguro que es de esos que le sacan el lugar en la cola y se queda pancho, total qué se gana con quejarse.
No, hombre, tiene que pelear por lo que es justo. No se deje atropellar, no se conforme.
¿Entonces?
¿No hay? ¿Ni una botellita?
Qué contrariedad, qué contrariedad.
Bueno, está bien. Pero traigame un poquito de jugo de limón, también. Y conste que lo hago por usted.


 Buenas noches.

 
Esta entrada ha sido programada, estoy de vacaciones, prometo leer los comentarios a mi vuelta, pero no prometo contestarlos. Bueno, si hay dos o tres, sí. Saludos, humanos.

jueves, 5 de febrero de 2009

Cositas sueltas 18


-De lejos casi toda la gente es linda. De cerca, sólo algunos. De muy cerca todos somos horribles. Pero a nivel microscópico la cosa vuelve a mejorar.

-Votar a un político por lo que dijo en campaña es como comprarse un auto por haber visto una calcomanía. (*)

-El lenguaje corporal es una ciencia notablemente inexacta. Para superar esas limitaciones se inventaron gestos muy concretos. Por ejemplo, el sopapo.

-La próxima vez que coma algo, piense minuciosamente en lo que sucede dentro de su boca mientras mastica. Si no le da bastante asco, usted es un chancho.

-El mismo pelo que acariciamos en la cabeza de un niño nos produce repulsión cuando lo encontramos en el lavatorio o en la sopa. Y ni hablar si en la sopa encontramos al niño.

-Hablando de niños, cuando yo era uno de ellos y mi madre cocinaba algo llamado "niños envueltos", lloraba desconsoladamente. Es que mi madre cocinaba muy mal.

-Lo más raro no es que a medida que se van agotando las baterías del control remoto aumente la presión que ejercemos sobre los botones. Lo más raro es que resulte.

-Si la gente se queja tanto de las agresiones gratuitas, no me imagino cómo se pondrían si se las cobraran.

-Que los del Instituto Filosófico Hermético organicen una conferencia abierta al público me parece una falta de respeto.

-Me gustaría que me entregaran un Premio nobel, pero no por el prestigio ni el honor ni el dinero, sino porque sería la única oportunidad que tendría de vestirme de frac y no quedar en ridículo.

Invitados especiales


- Aparentemente China se reconcilió con Taiwán al saldar un vueltito que le debía de hace años. Sin embargo, lo hizo con caramelos... ( Javier)

-Nunca me gustó mucho la idea de irme de vacaciones en enero. Me quedo con marzo. Es preferible quedar como un jubilado y no como un abogado. Javier)

-Al periodista iraquí que le revoleó los zapatos a Bush, lo que le sobra de cojones le falta de puntería...( Javier)

-El piloto de avión debería cobrar menos que el cargador de maletas, si la caga se mata, su responsabilidad es nula. (Esperando a Dodot)

-El mal de ojo existe, se llama conjuntivitis. (Esperando a Dodot)

-Para demostrar mi pobreza intelectual he decidido no leerme. (Sky 4 you)

-El mejor momento del día es levantarse para , a partir de ahí todo empeora hasta límites insospechados. (Sky 4 you)

-Los conversos tienen la oportunidad de volver a nacer. Para ser justos, los ateos deberíamos tener la oportunidad de volver a morir. (Sky 4 you)



(*) No, yo tampoco lo entendí.


Esta entrada ha sido programada, estoy de vacaciones, prometo leer los comentarios a mi vuelta, pero no prometo contestarlos. Bueno, si hay dos o tres, sí. Saludos, humanos



lunes, 2 de febrero de 2009

Yin Yan




(De la serie "hago listas porque puedo"). 

Cosas Yin

-Yinger Ale
-Yinger Rogers
-Yin Tonic
-Yinamaría Hidalgo
-Yin Rummy
-Blue Yin
-Piyín-piyín.


Cosas Yan

-Yan Paul Belmondo
-Yan Claude Van Damme
-Yanina Maradona
-Yan Piaget
-Yan Luc Picard
-Yancarlo Gianinni



(Esta entrada ha sido programada, estoy de vacaciones, prometo leer los comentarios a mi vuelta, pero no prometo contestarlos. Bueno, si hay dos o tres, sí. Saludos, humanos).

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