miércoles, 5 de octubre de 2011

Sonría, lo estamos filmando



A mucha gente le gustaría salir en televisión. Si no nos limitamos a la televisión abierta o a las señales pagas, casi todos lo hacemos sin advertirlo.

Comprando en un centro comercial, haciendo un trámite en una dependencia pública o un banco, circulando con su automóvil por una autopista, preparándose para subir a un avión o caminando tranquilamente por la acera siblando una tonadilla irlandesa, usted está siendo controlado, monitoreado y analizado por las omnipresentes cámaras de seguridad.

Casi no quedan espacios donde estos simpáticos dispositivos no entreguen su imagen a un grupo de personas que las observan, ya sea en tiempo real o luego de ser almacenada. 

No es esta, por cierto, una buena época para ser paranoicos. O tal vez sea al revés, y los paranoicos estén de parabienes ya que ven todos sus delirios justificados en el hecho incontrastablede que, efectivamente, están siendo vigilados. 

Hay quienes piensan que esta supervisión generalizada es un atentado contra la privacidad. A mí me tiene sin cuidado. Verán, como ya he manifestado en varias oportunidades, estoy completamente a salvo de cualquier intromisión a mi intimidad: llevo una vida particular insobornablemene aburrida.
El informe diario sobre mis actividades presentado por el equipo de espías asignados a mi seguimiento sería invariablemenete el mismo: "sin novedad". Sería, mi caso,  un obstáculo para cualquier carrera en el espionaje. 

Uno supondría que la presencia de cámaras en todas partes serviría de disuasivo para aquellos individuos que cometen tropelías, pero a juzgar por los programas de televisión que justamente se basan en la difusión de las imágenes obtenidas por los aparatos, no parece ser el caso. En efecto, vemos allí a toda clase de cacos, pendencieros, asaltantes, infractores, inciviles y gente de avería cometiendo tranquilamente sus delitos a la vista del ojo electrónico. Y no me digan que no saben que los están registrando en video. Si los ciudadanos temerosos de la ley detectamos fácilmente los domos en las calles y las lucecitas rojas en los comercios, con mayor razón debería hacerlo quienes tienen como condición de oficio el sigilo. 

Sospecho que no solamente lo saben. Lo disfrutan. Luego de una intensa jornada de latrocinios, estos amigos de lo ajeno deben reunirse en sus guaridas a ver (en un televisor robado, naturalmente) el programa Las Cámaras de Seguridad Más Pulentas y a burlarse del pata de catre porque lo cazaron sustrayéndole la cartera a una anciana que, lejos de amilanarse, le propinó bastonazos como para repartir. "Jo,jo,jo, estás hecho un chancho", dirán, y pata de catre protestará diciendo que "las cámaras de seguridad te hacen ver cuatro kilos más gordo".

La tecnología de vigilancia exhibe sus mejores logros en los aeropuertos. Allí, a raíz de la existencia de personas muy piadosas que ansían llegar a un paraíso donde serán recompensados con una cantidad variable de vírgenes (no estamos muy seguros de que esta sea una verdadera recompensa, pero vaya uno a saber) mediante el sencillo trámite de hacer que un aeroplano en vuelo se convierta en una redundancia y vuele a su vez, pero en pedazos, la observación de la conducta y las pertenencias de los pasajeros se convierte en una obsesión.
No hay solamente cámaras de video en los aeropuertos, hay escáneres de rayos x, unas máquinas que son como narices electrónicas que detectan explosivos (afortunadamente nadie inventó nada que explote sin olor) y últimamente han comenzado a instalar unos aparatejos que muestran la imagen del potencial bombardero, desnudo.
Sí, señores. Uno se para en un lugar y lo ven desnudo en una pantalla , aunque no se saque la ropa. Por supuesto, mucha gente se escandaliza por eso, lo consideran una vejación inaceptable.
A mí, otra vez, me tiene sin cuidado. El problema de ver mi cuerpo cerril en toda su decadencia es del vigilante, no mío. Que se aguante. Además, no es que la imagen sea nada que pueda publicarse en Playboy, es algo más cercano a la tecnología médica que al erotismo.

Entre los detractores de esta maravillosa herramienta hay quienes dicen que entre los que están mirando las pantallitas puede haber depravados que se regodean viendo gente desnuda. Yo digo: ¡Ojalá que los haya, ojalá que sean todos mirones!. Cualquier persona normal, con el tiempo, se aburriría de ver las imágenes, empezaría a distraerse, tal vez desviaría la mirada de su monitor para ver a alguien vestido, y entonces ¡zas!, el loco de las vírgenes pasaría con un kilo de explomuchísimo pegado debajo de la axila. Y a lo mejor ese día nosotros, que lo tenemos de compañero de viaje, no teníamos ganas de esparcirnos sobre,  digamos, el desierto de Nevada. 
Los degenerados, en cambio, no perderán detalle, con los ojos enrojecidos escrutarán cada centímetro cuadrado de humanidad, cada codo, cada pantorrilla, cada hueco poplíteo. Llegarán muy temprano a su trabajo, se irán tarde. Probablemente cobrarán poco, inluso algunos serán voluntarios, y el aeropuerto podrá ahorrarse algún dinero y poner, por ejemplo, un papel higiénico más suave en los baños.

Por otra parte, dado que es muy poco probable que la seguridad aeroportuaria se relaje en los próximos años, prefiero que el refuerzo venga por el lado de la tecnología. De otra manera, las revisiones más exhaustivas serán artesanales, con la consiguiente pérdida de tiempo y aumento de la incomodidad. 

No sé ustedes, pero yo escojo a mil  libertinos imaginándose cualquier guarrada mientras me ven en traje de Adán en sus pantallas, antes que al más amable y cuidadoso de los agentes del orden poniéndose guantes de látex y disponiéndose a llegar a mi última frontera mientras me pide que me relaje, por mi bien.

Buenas noches.


30 comentarios:

Nonito Sabebien dijo...

¿Y quien vigila a los vigiladores?

Mary Reed dijo...

Tiene usted toda la razon! (como siempre)

El único inconveniente (que padezco) es que en los aeropuertos tercermundistas a los que suelo frecuentar, los scanners son (aún) del año del ñaupa, y por ende, debo viajar con la cartita del médico, donde certifica que tengo un codo biónico.

(Bueno, biónico no, tengo un metal que sustituye mi otrora codo de hueso...)

Alecleamas dijo...

Lejos están estos aparetejos de amilanar a los cacos y demás malvivientes.
Siempre pensé en ubicar cámaras estratégicamente dispuestas en puertas de Albergues Transitorios, Saunas, Cabarets y demás lugares de esparcimientos dudosos para luego poder hacer unos dinerillos (insisto con el tema jejejej) extorsionando a posibles infractores de la moral familiar.
Y ni hablar de poner una foto como en las películas, así siempre ven la misma imágen, más parecida a mi abúlico pasar.

S.G dijo...

Cuando veo el cartel Sonria que los estamos filmando me pongo muy incomoda: No salgo bien ni de espaldas.
Pero ese es otro tema.
El tema es... la pregunta que hace Nonito.

Anónimo dijo...

Yo soy bastante paranoica y todo el tiempo siento q me persiguen, entonces cada vez q veo 1 camarita siento alivio d saber q el rostro d mi perseguidor va a quedar registrado!

No hace falta ni q lo diga: estoy loca.

Charito345.

Samain dijo...

¿Usted éstá diciendo que no importa cuánto intente esconderme en una esquinita, alguien SIEMPRE va a verme sacar -discretamente- el calzón del traste? =/

Artus dijo...

a los vigiladores los controla HAL 9000,... hasta q' se desquicie

entonces SAL 9000, tomará la posta ^o^

JuanRa Diablo dijo...

Yo tampoco lo veo mal, pues por desgracia no solo hay Patas de catre por el mundo, abundan los Sesera de hormigón y los Sonrisa de cabra, mucho más peligrosos.

Solo pido, si la tecnología decae, que la hoja de parra me la arranquen con cuidado, que le tuve que poner pegamento. No agarraba bien.

Elio Puntieri dijo...

Justo el otro día vi un adelanto de una serie de Warner que habla sobre eso: las cámaras de seguridad que están por las calles.
Y lo más raro, es que ni siquiera están escondidas.

Yo ahora trato de sacarme los mocos sólo en la intimidad de mi cuarto.

Elvis dijo...

Caray, ahora entiendo porqué se reía tanto aquel guarda de seguridad en mi último vuelo... No, yo no vuelo, quiero decir la última vez que fuí en avión...
Saludos.

Dany dijo...

Bueno por razones obvias esas cámaras que nos hacen ver desnudos me tienen sin cuidado.
En esas condiciones no crea que son muchos los que se animan a palparme.

Abrazo!

Capitan Manchas dijo...

El papel higiénico, usted siempre dando en el clavo Sr. Bugman.

Etienne dijo...

Yo salí en la tele en un programa de turismo cuando todavía no era más que un director de turismo, vea usted.
Ahora que tengo más contacto con la tecnología aeroportuaria que usted menciona le puedo decir que se ve todo, y lo mismo podríamos sufrir el desparramo de nuestros pedazos, digamos en la pampa húmeda, porque por mucha tecnología que tengamos el hilo se corta por lo más fino.

Eso y que escanearlo al Dany es lo mismo que nada.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Por más tecnología, los yankis siempre apelarán a la buena voluntad del terrorista con preguntas como las siguientes:

¿Alguna vez ha sido arrestado o declarado culpable por un delito o crimen que involucre depravación moral (...); o está tratando de entrar para participar en actividades criminales o inmorales?

¿Alguna vez ha estado o está ahora involucrado en espionaje o sabotaje; o en actividades terroristas: o genocidio; (...)?

Sería gracioso si no fuera cierto. Bueno: más gracioso.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola!!! Mi querido Bug....me ha dejado anonadada, no sé que decir....
Pero...mmm...por las dudas sonrío,(no vaya a ser cosa que me estén filamndo!!)

Saluditos!!
SandraMM8

carancho dijo...

Es decir... ya me han escrachado metiéndome los dedos en la nariz?
Qué indignante!

Yoni Bigud dijo...

Qué quiere que le diga... estas cámaras que suprimen la ropa no me resultan muy confiables.

¿Y si uno lleva los explosivos en el bolsillo del saco?

¿De qué sirve que lo eliminen de la imagen?

Yo creo que estos artefactos fueron introducidos en el mercado por la asociación de musulmanes depravados de norteamérica.

Un saludo.

Yoni Bigud dijo...

Y... 18.

Perdón.

Bugman dijo...

Nonito, uh, ellos también tienen cámaras, que a su vez son monitoreadas por otros que tienen cámaras, que a su vez...en fin, mañana le toca a Ud. monitorear la sala de embarque 3 del aeropuerto de Kapurtala.

Mary Reed, uh, sí, tengo una cuñada que tiene media pierna de titanio y viaja con tantos papeles que parece la mudanza de un estudio jurídico.

Alecleamas , es cierto, para mí que los forajidos buscan las cámaras para verse después por la tele.
(mire aquí hubo un juez que salió en la cámara de un prostíbulo y ahora está en la cúspide de su carrera, asi que vaya pensando si es buen negocio lo suyo).

S.G. , yo lo que hago es poner cara de dolor de muelas.

Charito345, si la tranquiliza, es un avance. Per usted también sale en la cámara, ¿eh?.

Samain, lo ha comprendido perfectamente. Usted puede elegir entre abandonar esa incivil conducta, o relajarse y hacerlo a la vista de todo el mundo.

Artus, "tengo miedo, Artus" (con voz de HAL9000)

JuanRa Diablo, caramba, qué amigos tiene usted. Salude de mi parte a Sonrisa de cabra mientras sostiene firmemente su hoja.

WaitMan , precisamente, no están escondidas porque tienen una intención disuasoria. Nos siguen robando, pero al menos usted es más discreto con su hurgueteo nasal.

Elvis, los de seguridad son unos cachondos.

Dany, no se confíe. Son palpadores profesionales. Palpan cualquier cosa. Y si fuera palpar, nomás...

Capitan Manchas , no, si el papel higiénico está colgado de un clavo debe ser un aeropuerto medio pobretón, no creo que tenga cámaras.

Etienne, pero yo vi una demostración de los aparatos esos, y la bomba salía clarita, clarita, ¿eh?

Sir Lothar Mambetta, eso me referí yo en alguna oportunidad: AQUI

Bugman dijo...

SandraMM8 , no se preocupe, yo no se qué decir desde hace siete años, y vengo escribiendo este blog. (sonría)

carancho, sí, y debo decir que su técnica es impecable. Su nariz, no tanto.

Señor Bigud, que no, que las ropas se desvanecen, pero el resto de los elementos no. Ahí veo que se guardó un sandwich de milanesa en el bolsillo interior de la americana. Con huevo duro.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Claro, señor. No se le iba a escapar esa maravilla del humor migratorio a usted. Muy bueno su artículo al respecto.
En el 2007 no era un usuario de Blogger. Estaba hundido hasta las cejas en el flagelo del alcohol. Hoy en día, soy bloggero y me afeité las cejas para no deprimirme.

Otro abrazo.

Mecha dijo...

La cámara esa que te ve en paños menores, es una copia robada a Gianni Lunadei y sus anteojos "transnudens".

Sep...

Yo soy cero fotogénica, y mis rollos menos! pero no me amedrenta una camarita...

Rebeca dijo...

Mr.

queria comunicarle q ya opine en esta entrada pero haga el favor de no revelar mi identidad secreta... por las camaras vio? jijijiji mstoyrindo... sshhh

Mirta Lepetisa dijo...

totalmente, mejor cámara en lo alto que guante en mano (fría y ajena)

Pablo dijo...

Esto explicaría por qué hay tanta gente en los gimnasios.


Por otro lado, que me vigilen vaya y pase, pero que me envien un DVD con mis mejores tropiezos ya es una provocación.

Bugman dijo...

Mecha, sí, recuerdo los "Transnuden" de Lanata (no el gordo). Bien ahí ese espíritu.

Rebeca...eh ♫ fiuuu...fiu...fiuiuuuu♫

Mirta Lepetisa , ¡exacto! Gracias por ilustrar tan bien el punto.

Señor Pablo, compré ese DVD. Un fiasco. Ah, y por las manchas del Proxicaptor, empiece a hacer gimnasia.

Zeithgeist dijo...

yo creo q el tema camaritas va mas por tener algo con que llenar un par de programas como los que menciona, que de asegurar la civilizacion. O no?

Manuel Ajamil dijo...

Acabo de votaros como Mejor Blog Personal en los Premios Bitácoras 2011.

Yo también he presentado el mío, es iPadSfera (www.ipadsfera.com) al Mejor Blog Tecnológico.

¿Nos ayudáis dándonos vuestro voto? http://bit.ly/oRHyJK

Muchísimas gracias y mucha suerte =)

Maxi dijo...

Lo que se viene en los aeropuertos del primer mundo es un servicio de colonoscopia indolora. Mas de uno extrañará la cánula...

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

La mayoría ni funcionan.

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