miércoles, 8 de septiembre de 2004

Todos los caminos conducen a Bugman

Si dirigen su mirada al final, final, final de esta página, podrán encontrar un número. No, no es un sorteo, es un contador. Ese número representa el total de visitas a la página desde que se empezó a llevar la cuenta. La última vez que lo revisé estaba por 750, lo cual no está nada mal si consideramos que solamente están al tanto de la existencia de este despropósito digital (nacido gracias al hecho de que la Internet permite a cualquier estúpido capaz de aporrear un teclado publicar sus tonterías) un puñado de amigos, parientes y conocidos. Supongamos que alguno de ellos le ha comentado a otras personas sobre un tipo que parece no tener todos los caramelos en el frasco y escribe cosas, y que un pequeño porcentaje de estos referidos haya entrado por curiosidad. Esto explica aproximadamente un 90 % de las visitas a la página.Entonces queda un 10 % de individuos que han aparecido aquí completamente por azar.
Azar?
Veamos.
Como ustedes sabrán, (y si no saben se los cuento), con el hecho de poner un contador de visitas normalmente un administrador de páginas web puede conocer cierta información sobre sus visitantes. En efecto, como si del famoso Gran Hermano se tratase, yo se con cierta aproximación de qué país son mis lectores, a qué hora visitaron mi página, qué versión de Windows (o de otro sistema operativo) tienen en sus máquinas, qué resolución de pantalla usan, y otro dato que es para mí el más jugoso: desde qué otra página llegaron a esta.
Así me enteré que además de argentinos (que son el 80 %) tengo lectores en México, Estados Unidos, Puerto Rico, España, Uruguay,Brasil, Ecuador, Italia y Canadá. Bueno, tal vez estoy exagerando. Para considerarlos lectores, deberían haberme visitado más de una vez, y salvo el caso de Estados Unidos y Ecuador donde tengo lectores consecuentes (pero yo se quienes son) y Uruguay donde hay un lector asiduo que no conozco pero le mando un gran abrazo, lo demás parecen haber caído por estos lares por casualidad.
Y es allí donde entra a tallar el jugoso dato del origen de estos invitados ocasionales.
La que sigue es una lista de las palabras que estos desafortunados navegantes de la web escribieron en sus buscadores (Yahoo, Google, Altavista) y que por obra y gracia de indescifrables algoritmos de búsqueda (que ahora se que no están muy bien escritos, señores programadores de Yahoo, Google y Altavista) vieron aparecer entre la lista de sitios relacionados con su pesquisa este impresentable pasquín:

Hay quien llegó aquí buscando las palabras "persona dientuda".
Un desorientado español estaba preocupado por la electricidad estática, porque buscó "electricidad estática cómo evitarla", y no contento con eso intentó una vez más con "toallitas para la electricidad estática de la ropa". Ojalá haya podido solucionar su problema, debe ser muy incómodo ir por el mundo echando chispas a casa paso. Sobre todo si se trabaja en una estación de servicio (gasolinera, para mis lectores de habla hispana, ejem).
El único visitante brasilero que tengo registrado estaba indagando sobre un "comercial da nikon", y comparte en cierto modo sus inquietudes publicitarias con un amigo mexicano cuya búsqueda se orientaba a las "propagandas de pasta dental colgate". Tal vez este último era el mismo que buscaba una persona dientuda, sería odontólogo o un investigador de mercado?
Es para mí inevitable sentir curiosidad sobre estas personas y sobre lo que habrán pensado al verse erróneamente dirigidos a estas excrecencias literarias...y hablando de curiosidad, lamento profundamente que la del cibernauta que se preguntaba "cuántas calorías tiene una galletita" no haya podido ser satisfecha por mis ineficaces escritos.
Me pregunto cuál era la necesidad de quien estaba buscando las palabras "depilador a base de azúcar", y más me pregunto cómo fue que Yahoo lo trajo por aquí.
Con cierta lógica, quien tipeó las palabras "masonería, calcomanía" fue a parar al artículo "Las Sociedades Secretas ya no son lo que eran", pero para qué buscaba ese señor una calcomanía de los masones es algo que para mí permanecerá tan inescrutable como las dichosas Sociedades. (Por otra parte, si es un masón, le recomiendo que se una a una Logia un poco más próspera, que al menos regale calcomanías a sus miembros).
Al mexicano que se preguntaba "qué son las falarias", le contesto, no sin cierta demora, que son unos parásitos.
Seguramente en el futuro seguiré encontrando formas insólitas de llegar a esta página, pero hasta ahora mi favorita, que dejé para el final con toda intención, y que dudo que sea superada en mucho tiempo es aquella que impulsó a un visitante casual a escribir solamente dos palabras.

Suenen pífanos, trompetillas y panderetas, vaya mi saludo, abrazo, medalla, diploma y beso para el hispanoparlante que, desde Estados Unidos, específicamente desde Chappaqua, estado de New York, el 19 de agosto a las 22:59 se conectó a Internet e intentando satisfacer sus ansias de conocimiento utilizó la red de redes para buscar:
"MIS PEDITOS".

Buenas noches.

3 comentarios:

ronaldk dijo...

jajaja, muy buena. Te mando un saludo y un coment. se que se siente bien leer comentarios de vez en cuando y pues hace mucho que no comento, en todo caso, te sigo leyendo (ahorita desde seattle) y pues me parto de risa cada vez que puedo.

Lo gracioso es que yo hago lo mismo y tambien me han tocado uno que otro ente tostado en busca de "yo-que-se" de iformacion y asi llegan a mi pag de la nada, pero me rio. =P

en fin, buena suerte y segui.

pegame una visita si te animas. saludos.
ronaldk.blogspot.com

Bugman dijo...

Bueno, Ronald, recordemos que vos también fuiste uno de esos que cayó aquí por casualidad (qué estarías buscando, digo yo...jeje.)
Un saludo grande, ya entré en tu página y te hice un comentario.

Betty Elía dijo...

Estimado: lleguamos aquí de la mano de Moscón, pero luego de echar un vistazo, decidimos volver con frecuencia. Siempre que se respete la medida de dos culos de caballos. Un gusto.

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