miércoles, 11 de enero de 2006

Gotcha!


Degenerados atrapados al 11-01-2006: 1

Ah, qué contento estoy.
Mi trampa de poner palabras chanchas en el último artículo para atraer a cibernautas degenerados ha cobrado su primera víctima. Confieso que al ver ante mí la incontrastable evidencia del buen resultado de mi plan, me froté las manos y murmuré "Excelente!" igual que el inefable Sr. Burns.
De manera que, estimado navegante uruguayo que cayó en mis redes buscando "desnudas sexo mujeres" (que, vamos a decirlo, tampoco parece taaaan degenerado, siendo que la red ofrece perversiones mucho más sofisticadas) : GOTCHA!

Por otra parte, se ha producido un aumento en la visita de lectores genuinos, a los que preventivamente no pondremos en el grupo de pervertidos porque no los conozco bien.
Dos de ellos tuvieron la amabilidad de escribir comentarios, de manera que gracias Donato y gracias Nyx, ambos con sendos blogs cuyos links ya han sido prolijamente agregados por allá por la derecha. (No, no, si usted recibe este artículo por e-mail no mire a la derecha porque no va a ver nada, esto es para los que leen este blog desde la página.. ok, ok, mire a la derecha si quiere, ve algo? No, señor, no, una empanada a medio comer no es...sí, de acuerdo, una empanada a medio comer es "algo", pero no es lo que vería si estuviera...no, señora, tampoco, no estoy hablando de la foto de su boda...yo decía de los links...cómo que qué es un link? Pero si usted navega por Internet debería saberlo, caramb...sí, yo también uso un microondas y no sé cómo funciona, bueno en realidad sí se cómo, pero ese no es el asunt... no señora, no me estoy poniendo pesado, para nada. Lo que ocurre es que usted y yo no nos estam...sí señora, tengo madre. Sí, le juro que sí. Oiga hombre, deje de mirar esa empanada, que me pone nervioso! Ufff.)
Disculpen la interrupción.
Una nota acerca de la señorita Nyx. Visité su blog, http://spaces.msn.com/members/intzone/, y tuve ciertos indicios de que la mencionada es en realidad una agente noruega encubierta. Por supuesto lo desmintió inmediatamente, y hasta prometió desnudar los pies de un noruego auténtico para ofrecer a la humanidad pruebas irrefutables de la verdadera identidad de estos nórdicos superlativos. En fin, que tal vez sea una treta (así como yo atrapé a un uruguayo con mis escasas luces qué no podría hacer una gigante mental noruega) pero por ahora, voy a retirar la acusación aunque más no sea porque me gusta cómo escribe.

Buenas noches

lunes, 9 de enero de 2006

Nooo...así no va, eh?

Señores, hace aproximadamente un año y medio que estoy aquí escribiendo incoherencias. Claro, a ustedes les parecerá fácil, ahora cualquier salame tiene un blog. Es verdad, no hace falta mucho más que un dominio básico de las maravillosas oportunidades que nos ofrece la Internet para hacer un engendro de estos, que permite que millones de potenciales lectores estén al tanto de nuestros devaneos literarios, o no tanto.
Justamente ese es el punto: DONDE ESTAN LOS MILLONES DE LECTORES?
Con la excepción de los 11 (once) privilegiados que al estar en el grupo de Yahoo! reciben los artículos por correo electrónico y por lo tanto no son visitantes de este sitio, el resto de mis lectores se divide en:
a) Lectores fieles y constantes que hasta me dejan comentarios o me mandan mensajes refiriéndose a tal o cual artículo (gracias Rata, Dima, Marcelo, Luiggi, Rony y alguno que se me escapa).
b) Gente que recorre la Internet por medio de buscadores y caen a mi página completamente desorientados y por casualidad. Y huyen despavoridos.
c) Gente que viene por medio de links que hay en otros blogs (que agradezco profundamente). Y huyen despavoridos.
d) Robots de buscadores (no son gente, son unos programas que catalogan páginas).
Con todo, el promedio diario de visitas no supera las 5 o 6.
Así no va, señores. A esta altura yo calculaba que gracias al "boca a boca" mi página estaría siendo visitada por multitudes, se comentaría en las oficinas "viste lo que escribió ese loco ayer?"
y en breve me ofrecerían publicar mi blog en forma de libro, con lo cual llegaría la fama, la fortuna y por fin yo podría dejar de trabajar.
Acaso no escribo sobre temas variados, de modo de aburrir a lectores de toda calaña?
Acaso no escribo en español neutro evitando los localismos pintorescos para no dejar a nadie afuera del asunto?
Acaso no escribo artículos en intervalos completamente irregulares?
Acaso no respondo los comentarios que me dejan, y me abstengo de amenazar a las familias de los que me hacen críticas?
Acaso no escribo sobre lo que mis amables lectores me sugieren? (No, no lo hago, mis amables lectores no me sugieren nada, me tengo que pensar los temas yo solito, como si fuera fácil ser original contando con apenas tres neuronas, una de las cuales está siempre trabajando a su máxima capacidad evitando que me orine encima).

No, señores, así no vale.

Para aumentar aunque sea las visitas de los navegantes desprevenidos, voy a poner a continuación una lista de palabras que no tienen nada que ver con esto, pero seguro que va a
traer visitantes degenerados (que son la mayoría de los usuarios de Internet, qué pensaban?):

pornografía chicas desnudas sexo Britney Spears degenerados dinero gratis trucos hacker gane animales sexo mujeres señoritas asqueroso ultrajante asco raro bizarro rarísimo pervertido sexo nenas teta comida lotería ganancias plata mucho gratis sexo porno pies colas nuevo extremo damas extraño

Si mañana no aumentó mi promedio de visitas, entonces voy a confirmar mi teoría de que los noruegos están tratando de silenciarme.

Buenas noches

lunes, 2 de enero de 2006

Muñeca Brava (final?)

Luego de dos meses de visitas a tres trumatólogos atribulados, habiendo sido examinado por varios especialistas en diagnóstico por imágenes que a su vez consultaron a otros especialistas, en resumen, luego de recurrir al más moderno arsenal médico que la tecnología actual permite, al final me dieron un diagnóstico sobre mi desventurada muñeca.

Al parecer tengo un edema óseo. Por lo menos me sonó interesante cuando el doctor me lo dijo. Sin embargo, el diálogo posterior fue algo como lo que sigue:

YO: Es grave?
DOCTOR: Depende un poco de cada persona.
YO: Aja...bueno, en mi caso...es grave?
DOCTOR: No, no tanto.
YO: Bueno, cuál es el tratamiento?
DOCTOR: No hace falta tratamiento, póngase un poco de hielo, no haga esfuerzos, no practique deportes que le obliguen a usar la muñeca...y tarde o temprano se le va a curar.
YO: Y cuándo va a pasar eso?
DOCTOR: Depende de cada persona...
YO: Aja...y, digamos...si en tres meses me sigue doliendo, qué hago?
DOCTOR: Véngame a ver.

Que maravilla, lo que es haber estudiado medicina. Porque señores, hay que haber dedicado una vida al conocimiento para decirle a un paciente que se va a curar solito, no sabemos muy bien cuándo, pero algún día.

Sospecho que la medicina moderna funciona de esa precisa manera: le encargan al paciente una serie de estudios análisis, consultas e interconsultas, hasta que tarde o temprano la dolencia desaparece. Y si se agrava, la culpa es del paciente por tardar tanto en hacerse los análisis. Lo mejor de todo es que en caso de que el facultativo indique un tratamiento cualquiera, el hecho de que el enfermo se cure es más o menos cuestión estadística. Digamos, si el medicamento A da resultado en la mayoría de los casos, le receto A. Si no se cura, entonces le receto B. En algún momento el paciente se cura o se muere, pero eso sí, supervisado por eminencias.

Claro que ya no nos morimos a montones como nuestros antepásados de la Edad Media, pero eso es más que nada porque la higiene ha mejorado bastante desde los tiempos en que un ama de casa arrojaba las aguas menores de la familia por la ventana al grito de "agua va!". Tampoco hay chanchos corriendo por las calles y si bien hay millones de ratas viviendo en las ciudades, se mantienen en todo caso discretamente ocultas.

Así las cosas, los únicos estados en que obtenemos lo que queremos de la medicina moderna son estar perfectamente sano (en cuyo caso se nos ignora) o gravísimamente enfermos (donde sí nos atienden rápido porque a pesar de todo a los médicos no les gusta que los pacientes anden por ahí muriéndose, con lo malo que es eso para el negocio).
Para la mayoría de nosotros, que tenemos alguna molestia menor, nos queda el sufrimiento y la espera, hasta que el doctor nos recete algo que por casualidad nos cure o entremos a Emergencias volando sobre una camilla. O hasta que, como en mi caso, la Naturaleza nos alivie.

Buenas noches.

Más sobre los Noruegos

Fuente que no puedo revelar por su propia seguridad me han acercado más información sobre la raza de super-hombres noruegos.
Aparentemente durante el proceso evolutivo de estos muchachos, durante el cual se transformaron en los seres superinteligentes que son ahora, también hubo una pequeña mutación funcional:

Señores, los Noruegos son palmípedos. Véanlo aquí :
http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=231100&IdxSeccion=1100795
(Es por eso que nunca vimos un Noruego descalzo, y también esta es la razón por la cual no hay ninguna marca famosa de zapatillas noruegas).
Luego de esta revelación, temo ser abducido por un plato volador escandinavo, pero todo sea por iluminar a mis lectores.

Buenas noches

jueves, 15 de diciembre de 2005

LA VERDAD SOBRE LOS OVNIS


En los últimos días he estado documentándome con empeño acerca de los OVNIS. En Internet se encuentra gran cantidad de información acerca de cualquier tema, de manera que recurriendo a esta fuente puedo afirmar que ya me he vuelto un experto en el asunto.
Según las teorías más aceptadas (por los incautos) los OVNIS:

a) No existen.
b) Vienen del espacio exterior.
c) Son naves que construyeron los nazis y están todavía volando por ahí preparándose para la venida del 4to Reich (miren esto : http://www.dominiosfantasticos.hpg.ig.com.br/id303.htm)

Bueno, ya puedo afirmar basándome en la experiencia de más de 35 minutos de ardua investigación que todos están errados. Voy a refutar cada una de estas teorías así de fácil:

a) No existen. 
Qué ridículo. Si no existieran, qué son todas esas fotos de objetos voladores que se pueden ver por ahí? Eh? (http://www.ovnis.com.mx/fotos/thumbnails.php?album=1). 
Sí, ya sé lo que van a decirme, pedazos de incrédulos. Que todas las fotos están borrosas, que muchas se parecen sospechosamente a un freesbee o la tapa de un cubo de basura arrojados al aire, que otras son sin duda maquetas colgando de un hilo (ahí se ve el hilo!) o una simple luz del alumbrado público captada por la cámara de un fotógrafo con mal de Parkinson.
Pamplinas! Lo único que prueba esto es que los tripulantes de estos ingenios voladores tienen una tecnología superavanzada que arruina nuestras fotografías y videos y hacen aparecer a las de otra forma nítidas imágenes de las naves como tapas de cubos de basura o juguetes borrosos! ¿Es que no es evidente?. 
Se podrán preguntar por qué demonios hacen tal cosa, en vez de aterrizar en la Plaza de Mayo y pedir audiencia con el Presidente. Una vez más la explicación es simple. Supongamos que usted pertenece a una raza superior, y que por alguna razón se ve obligado a circular entre seres que para sus estándares son apenas más inteligentes que las nutrias, aunque no tan simpáticos. Son horribles, peludos, huelen mal, excretan toda clase de asquerosidades, rompen todo lo que encuentran y se matan entre ellos ante la menor provocación. Usted no querría mezclarse con esa chusma. Más bien preferiría que lo dejaran en paz y pasaría lo más inadvertido
posible dedicándose a lo suyo. Pues bien, ahí lo tienen. Estas buenas gentes no tienen el menor interés en conocernos, y apenas si nos toleran. Por eso se esconden y nos estropean las fotos. Está clarísimo.

b) Vienen del espacio exterior
Otra tontería, producto de la equivocada idea de que los humanos somos interesantes para alguien. En ese sentido los humanos parecen los Argentinos del universo. Nos creemos lindos,
simpáticos, vivos, todo el mundo tendría que encontrarnos fascinantes. No hombre, no. Los Argentinos no les importamos un bledo a nadie. Y los humanos no les importamos ni siquiera la mitad de eso a ninguna hipotética raza extraterrestre! Miren si alguien se va a hacer un viajecito de 4,3 años luz (que es la distancia a la estrella más cercana) de ida y vuelta solamente para revolotear por ahí pareciendo una tapa de cubo de basura o (lo que es todavía más inverosímil) raptar a alguien para meterle instrumentos en el cuerpo y dejarlo por ahí, arriesgándose a que al mono abducido se le aflojen los esfínteres en el proceso y nos deje el plato volador hecho una desgracia. Leí por ahí que los OVNIS viene de Betelgeuse, que está a nada menos que a ¡400
años luz de distancia! O sea que el viaje redondo duraría 800 años (según nuestro amigo Einstein), suponiendo que los alienígenas van a todo trapo (no me vengan con esas historias del hiperespacio, por favor, déjenle eso a George Lucas y sus amigos). 
-¿800 años para esto? Se preguntaría el jefe de la misión extraterrestre leyendo el informe de sus expedicionarios, que diría algo así como "Encontramos unos seres medio roñosos que hacían
toda clase de idioteces. Recomendamos no volver ahí. Y queremos aumento de sueldo." Así que nada de espacio exterior, señores. 

c) Naves nazis. 
Bueno, bueno, bueno, esto tiene su jugo. Ya me veo al primer plato volador aterrizando a la
vista de todos, revelando por fin su identidad diciendo: "Hallo jeder, sind wir zurück!" ("Hola a todos, volvimos!"). A ver, sabihondos, si tenían tales aparatos, ¿por qué no ganaron la guerra, eh? ¿Por qué no secuestraron a Truman, a Churchill y a De Gaulle y les lavaron el cerebro y les obligaron a desembarcar en Mar del Plata en vez de en Normandía durante el día "D"?. Eh?. 
Si ya sé, me van a decir que no les alcanzó el tiempo, que prefirieron esperar, qué se yo. 
Bueno, 60 años me parece bastante esperar, ya deberíamos estar todos cantando "Deutschland Uber Allez" y marchando a paso de ganso. Tonterías. Los único platos voladores nazis que existieron fueron los que Eva Von Braun le tiraba a Hitler por la cabeza cuando él volvía
tarde a la casa poniendo excusas increíbles como "Me tuve que quedar hasta tarde en el trabajo porque invadimos Polonia".


Entonces, suficientemente probadas como falsas y absurdas las teorías propuestas, tenemos por oposición:

a) Existen (aunque sean poco fotogénicos en virtud de su asombrosa tecnologia).
b) No son extraterrestres.
c) No son nazis.

El lector se estará preguntando: ¿Entonces qué son? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? ¿Eh? Eh? ¿EHEHEEEEEEE? Calma, calma, esa es la actitud que hace que las mentes desprevenidas acepten cualquier teoría traída de los pelos.
La incontrastable evidencia nos lleva a la conclusión de que son naves de transporte, viene de acá nomás de la Tierra y lo que quieren es no ser molestados. ¿Y quiénes son? ¿Quiénes? ¿Quienesquienesquienesquienes?, pregunta el lector al borde de la apoplejía.
Tendrían que venir de algún lugar con bajo perfil. Una región o país del cual no sepamos casi nada. Un lugar que casi nadie visite, lo que daría oportunidad a sus habitantes a desarrollar increíbles tecnologías y quedárselas para ellos solos. Un país que no salga en las noticias.¿Ya lo tienen? ¿No? ¿Es que tengo que explicarles todo?


Los OVNIS, señores, provienen de Noruega.


..............(pausa para que el lector se recupere de la sorpresa)


Como yo no soy uno de esos charlatanes que dicen alegremente cualquier barrabasada sin aportar pruebas y se quedan tan frescos, paso a fundamentar mi teoría (la llamo "teoría" por humildad intelectual, ya que en realidad es una certeza).

Hace muchísimos años, los Noruegos eran Vikingos y descubrieron América antes que nadie (excepto por los americanos que ya vivían allí, pero ellos ni siquiera sabían que eran americanos, así que no cuentan), pero no les gustó porque allí el bacalao no era tan sabroso y además era carísimo, así que se volvieron a casa. 
Guerrearon un poco con sus vecinos hasta que estos se convencieron de que era mejor no juntarse con gente tan propensa a violar a sus mujeres y prenderle fuego a sus chozas (algunas veces lo hacían al revés, de puro jodones que eran).
Así, se fueron aislando y lentamente se tranquilizaron y dejaron de salir de excursión. 
Su alimentación a base de bacalao noruego (el mejor del mundo) los hizo cada vez más y más inteligentes hasta que prácticamente evolucionaron en una raza nueva, distinta a los humanos perezosos y estúpidos que venimos a ser nosotros. 
Todavía tenían la intención de ayudarnos y enseñarnos sus maravillosos inventos (en 1830 ya tenían televisión, aunque no era muy buena, los programas se basaban casi todos en el mismo esquema: un cómico que contaba una y otra vez chistes sobre fiordos). Pero cuando ya habían decidido en votación democrática y telepática que era momento de darse a conocer al mundo, un vecino desconsiderado entró a su casa por la fuerza y les pisó las flores del jardín: Hitler los invadió (tal vez de ahí venga toda esa historia de platos voladores nazis). 
Claro que huberan podido reducirlo a partículas en lo que se dice "Ut av der", pero eso significaría que todo el mundo conocería su existencia , de manera que decidieron actuar más sutilmente y hacer que los nazis parecieran perder la guerra por sus propios medios. Además, como venganza final hicieron que Hitler se volviera alérgico al bacalao. 
Después de eso, ya no quisieron tener más tratos con el resto de la humanidad y se sumergieron en un planificado ostracismo. 
Los noruegos llegaron a la Luna en 1901, como lo prueban las fotografías tomadas por los astronautas del Apolo 11 mostrando una piedra lunar con una inscripción que reza "Olaf var her" ("Olaf estuvo aquí"). Obviamente esta fotografía fue ocultada por la CIA y el FBI y la Coca-Cola, pero yo la ví y tengo una copia. Se las mostraría, pero se me traspapeló y creo que la tiré a la basura junto con unos número viejos de la revista "La Chacra".

¿Necesita más pruebas el lector escéptico? Bien, digame, ¿dónde más se habla noruego? ¿Eh? Es clarísimo, evolucionaron tanto que hasta crearon su propio lenguaje, que solamente ellos entienden. Y es imposible aprender noruego para nuestra primitiva raza .Vamos, haga la prueba. ¿Lo ve? (Sí, es cierto que yo escribí algunas palabras en noruego en este artículo, pero lo mío es pura fonética).
¿Usted conoce algún noruego? ¡Claro que no! Nadie conoce a ninguno, ellos te borran la memoria si acaso te los encuentras.
¿Tiene usted en este instante el deseo de visitar Noruega? ¿Lo tuvo alguna vez? ¿Ah, sí? ¿Y entonces por qué no se fue a Noruega de vacaciones en lugar de a Las Toninas? No me venga con las excusas de lo largo del viaje, que es caro y esas cosas. Lo que pasa es que ellos no quieren que los molesten. Y entonces nos convencen telepáticamente de que no vale la pena irse hasta allá. Si acaso algún aventurero lo suficientemente obtuso para ser inmune a las ondas telepáticas se costea hasta sus dominios, los noruegos rápidamente se disfrazan de nórdicos aburridos y el visitante tiene la impresión de que nada extraordinario ocurre allí. A los pocos días de ver en la televisión a tipos que cuentan chistes de fiordos en un idioma incomprensible, el turista se larga de ese lugar frío y gris jurando no volver nunca más.Y los noruegos se ríen (solo un poco) y se suben a sus vehículos antigravedad y comen bacalao. A propósito del bacalao, ni se le ocurra intentar un aumento de su escasa inteligencia por el procedimiento de comer grandes cantidades de bacalao noruego. Obviamente ellos le hacen algo al pescado que exportan para que no nos haga efecto. Y además, lo venden carísimo.

En fin, no quiero abrumarlos con más evidencias, supongo que a esta altura quienes tengan una pizca de inteligencia ya estarán convencidos de lo evidente de mis afirmaciones. Y lo que no, pues me importan un comino. Si no quieren salir de su crasitud, allá ellos. Sigan creyendo en enanitos verdes y nazis voladores y hadas y gnomos y fantasmas y hombres lobos y antibióticos. 

Así nunca vamos a llegar a ser como los noruegos.


Buenas Noches

lunes, 12 de diciembre de 2005

Me resuena el magneto

El jueves a la 1:20 de la mañana me fui a hacer la famosa resonancia magnética de la muñeca. Fue un poco difícil de explicar a mis compañeros de tertulia (estaba en una cena donde algunos de mis compañeros de secundaria y yo nos veíamos las caras por primera vez en 20 años) que debía ausentarme por el citado motivo. En realidad no fue tan difícil de explicar, lo difícil fue que me creyeran. Bien, allá ellos. Dentro de 20 años les mostraré las imágenes de la resonancia y tendrán que tragarse sus malévolas murmuraciones (que mi novia no me dejaba quedarme hasta tarde, que me iba a encontrar con otros compañeros de secundaria porque yo llevaba una vida paralela, que ahora que se acordaban en la secundaria yo no era muy amigo de ellos, etcétera).
El asunto es que me presenté al instituto donde hacen estas curiosas cosas y previa espera (no hay procedimiento médico sin espera, creo que está en los estatutos), me hicieron despojarne de mis elementos metálicos o magnéticos, incluyendo tarjetas de crédito, y me guiaron hasta el aparato infernal que habría de bombardearme con partículas subatómicas. Al menos no me hicieron vestirme con unas batas ridículas que lucían avergonzados otros resonados compañeros de desgracia que pululaban por el recinto.
Ahora bien, el aparatejo en cuestión es (para quien nunca ha visto uno) una especie de tubo cilíndrico con una camilla que se desliza por una guía que está en dirección al eje, y que sirve de transporte y apoyo al sufrido paciente. Porque el chiste es que te meten adentro del tubo, que debe tener un diámetro de un metro a lo sumo. Uno queda apretadito.
Yo me preguntaba cómo habrían de colocarme para estudiarme la muñeca, e, iluso de mí, imaginé que me sentaría en una silla y metería solamente el brazo al túnel. Nada de eso, me encajaron de cuerpo completo, en una posición similar a la de Superman cuando vuela con un solo brazo extendido, pero boca abajo. Me pusieron unos auriculares para atenuar los ruidos que se habrían de producir y me recomendaron MUCHAS VECES que no me moviera porque habría de estropear el asunto y tendríamos que empezar de nuevo. Antes que la camilla motorizada se pusiera en posición transportando a su desdichado ocupante (yo mismo), pregunté tímidamente cuánto habría de durar la diversión, y me contestaron que cuarenta minutos.
Trate el amable lector de pasar cuarenta minutos acostado boca abajo con un brazo extendido como la estatua de la libertad y el otro flexionado a 90 grados pasando el atebrazo por debajo de la cabeza apoyada en una almohada maloliente, de suerte que solo se puede respirar con dificultad y todo esto sin mover un solo músculo, y tendrá una pálida aproximación a mi experiencia. Porque a la incomodidad que hace que el cuerpo se queje, se entumezca, duela, homigueee, pique y transpire, hay que sumarle toda una serie de ruidos fortísimos, más propios de una fábrica que de un equipo de avanzada. Y son ruidos cambiantes, no hay una cadencia que haga que uno se termine acostumbrando. Cuarenta minutos? Cuarenta días, parecen!
Lo único que me mantenía firme era que si me movía tendría que repetir el proceso.
Eventualmente, terminó el ruidaje y la camilla retrocedió, y el operador me dijo algo que no escuché hasta que me sacaron los auriculares (que parecen estar diseñados para dejar pasar los ruidos molestos pero no la voz humana); lo que me decía era que ya habíamos terminado y que ya me podía ir. Sí, claro como si fuera tan fácil moverme después de haber estado haciendo de estatua por casi una hora. Y es que los músculos se negaron a responderme por unos minutos, lo único que me funcionaban eran las piernas, así que me senté en la camilla y me bajé con los brazos colgando como si fueran de otro y un ojo medio cerrado y la boca torcida porque media cara había perdido su sensibilidad. "Grfaciafs", le dije al muchacho.
Hoy ya tengo los resultados, son unas bonitas fotos que no tengo la menor idea de los que significan, pero en la notita que las acompaña dice algo así como que para confrmar el diagnóstico deberían hacerme una tomografía. Me parece que me espera un poco más de tecnología de la era espacial.

Buenas noches.

miércoles, 30 de noviembre de 2005

Muñeca brava


Hace aproximadamente dos meses, jugando al básquet con mis sobrinos hice una desafortunada maniobra destinada a repeler el ataque de uno de ellos sobre mi aro, que si hubiera dado resultado me hubiera obligado a dar muchas explicaciones a su madre (mi hermana). Por suerte para el muchacho el único lesionado en el proceso fue este que escribe, quien cayó con la elegancia de un hipopótamo ebrio sobre su muñeca izquierda.
Como premio a mis entusiasmos mal dirigidos me quedó una hinchazón y un dolor insobornables, que como cualquier persona normal decidí ignorar confiando en la capacidad autoregenerativa del cuerpo humano. A los 15 días las clásicas aplicaciones de hielo y el uso de una muñequera de aspecto modernoso no habían mitigado los síntomas, y en una reunión que por esos días tuve con antiguos compañeros de la secundaria uno de ellos, todo un médico traumatólogo de la Armada apenas me vio dijo: "yeso". Es que a los traumatólogos les encanta momificar parcialmente a la gente.
Con estos antecedentes me decidí por fin a ver a un médico (no a mi ex-compañero, que si por él fuera yo ya estaría averiguando cuánto cuenta un sarcófago con poco uso).
El facultativo no pareció muy impresionado con mi historia deportiva, mi heróico intento por cortar el avance del equipo rival , la artera forma en que me eludió mi sobrino y la terrible caída desde 4 metros luego de tres vueltas mortales hacia atrás (bueno, exageré un poco, es un tanto humillante decir : "me tropecé con mi propio pie mientras corría con la prestancia de un astronauta sometido a la gravedad de Júpiter"). Más bien me dedicó unos segundos, me hizo sacar una radiografía, la miró un poco y me dijo "No hay nada roto, póngase hielo 3 veces por día y tómese estos antiinflamatorios, si le sigue doliendo vuelva. El próximo!".
Me sentí un poco maricón por andar quejándome de un dolorcito y seguí el tratamiento al pie de la letra. O más o menos, que no es fácil trabajar en la oficina tecleando en la computadora con un hielo en la muñeca.
Se me deshinchó, pero me siguió doliendo. Volví, y me atendió otro médico, me sacó la correspondiente radiografía y me dió otro tratamiento con tufillo a pseudociencia: ahora debía meter la muñeca durante 15 minutos en agua caliente con sal, e inmediatamente en agua helada.
Lo hice un par de veces cuando estaba en casa, imagínense que no voy a estar en una reunión con clientes explicando ríspidos conceptos técnicos mientras meto alternativamente mi mano en sendas palanganas con agua (reaccionando frente al cambio de temperaturas con sonoros "huy,uy, ahhhhhhhh!"). Probablemente me faltó fe en el ritual, estas cosas son como la homeopatía o la kinesiología, si uno no cree que se está curando no pasa nada. El dolor ahora se había concentrado en uno zona específica y se presentaba ante movimientos precisos, con lo cual un médico calificado ya tenía unos síntomas muy acotados para dar el diagnóstico.
Así las cosas me fui a ver a un especialista en manos, al que por supuesto tuve que esperar una semana para que me diera un turno, el día que su secretaria decidió a la hora que se le cantó (que es el horario al que atienden estos señores).
Munido de las radiografías anteriores fui a la consulta y el galeno me retorció la muñeca lesionada de todas las formas posibles hasta hacerme ver las estrellas y al demonio en calzoncillos. Me pregunto si semejantes ensayos no me terminaron de fastidiar el asunto.
Luego de satisfacer sus tendencias sádicas (le duele? no? y ahora?) el doctor, más consustanciado con las técnicas modernas me mandó a hacer una resonancia nuclear magnética "lo antes posible". Lo antes posible fue 15 días después, que el instituto donde me la mandó a hacer tiene mucho trabajo, no se por qué no me compro un aparato de esos y me forro. Como será que atienden las 24 horas, me dieron turno para un jueves a la 1:20 de la mañana.
Todavía no me hice el estudio, luego del cual tendré que esperar toda otra semana para que el especialista me vuelva a ver, y seguro que lo primero que hace es increparme por haber tardado tanto. Ya lo veo, meneando la cabeza y diciendo que si hubiera ido una semana antes el tratamiento hubiera sido una tontería pero ahora hay que operar y el post operatorio es horrible y me van a enyesar hasta el cuello por 6 meses, y a lo mejor no se me cura nunca más y que mejor vaya regalando mis palos de golf y aprenda a escribir con la derecha.
Por mí que me pongan un garfio, o mejor aún, un muñón con un conector multipropósito, de manera que yo pueda adosar a la extremidad la herramienta adecuada para la ocasión: un cuchillo, una lapicera, un destornillador, una afeitadora, unas palancas para presionar "Alt-Ctrl-Del", un cepillo de dientes. Si al muñon le ponemos una fuente de poder y unas baterías, me podría enchufar toda clase de cosas eléctricas, como una linterna, el teléfono celular, la agenda electrónica, un taladro, una aspiradora, bueno, las posibilidades son infinitas.
Pero no, seguro que me enyesa por 4 meses y me paso el verano rascándome el antebrazo con una aguja de tejer mietras trato de no desmayarme por los hedores que una miríada de bacterias y pequeñas alimañas despiden mientras digieren plácidamente mi epidermis cubierta por la escayola que estos admiradores de Tutankamón tanto aman.
Continuará, aunque sea con una sola mano.


Buenas noches

martes, 22 de noviembre de 2005

Mirandome la nuca

Estaba caminando tranquilamente por la calle, silbando bajito una vieja tonada finlandesa (o tal vez danesa, nórdica en todo caso) cuando sucedió.

En dirección opuesta a la que yo llevaba, con paso ligero y cara de "en cualquier momento salgo en los diarios", apenas si notó mi estupor. Al acortarse la distancia que nos separaba y advertir, ahora sí, que me había quedado estático y mirándolo de hito en hito, me dedicó una mirada de aquellas que harían partir a un diamante por su propia voluntad. Y en ese momento hizo el gesto máximo. Levantó una sola ceja.
Solo entonces reaccioné y le dediqué una semisonrisa, levantando a su vez mi ceja. Y él correspondió de la misma manera.
No se detuvo, de manera que yo reinicié mi caminata, y los dos nos alejamos, ahora con la misma cara de "y eso qué demonios fue?"
Me volví a mirarlo mientras la distancia entre nosotros aumentaba, para disfrutar del raro privilegio de ver cómo es uno de espaldas sin necesidad de espejos.
Y es que, queridos lectores, por si hasta ahora no se dieron cuenta, me encontré con mi doppelganger. La misma calva, el mismo gesto de pocos amigos, la misma mirada de odio ante un idiota que lo observaba insistentemente. Vestido con una ropa que yo mismo podría tener. Apurado como yo mismo puedo estar. Probablemente en este momento esté escribiendo en su propio blog un relato de su encuentro, porque obviamente yo soy "su" doppelganger.

Así que señores, les prevengo. Somos al menos dos. Quién sabe si en otras ciudades, otras provincias, otros países no hay más.

Pero no creo que podamos nunca organizarnos para tomar el mundo, sojuzgar al resto de la raza humana y cambiarle el nombre a todas las personas que no sean nuestros dobles (propongo que todos los demás se llamen "coso" o "cosa") porque por desgracia, yo y por fuerza todos mis doppelgangers somos antisociales y de ninguna manera nos dirigiríamos la palabra. Mucho menos nos reuniríamos en grandes grupos. Con lo que odiamos las multitudes.

Buenas noches.

martes, 15 de noviembre de 2005

Guión para una película

La película empieza con un primerísimo primer plano de la cara del protagonista (que tiene que ser algún actor muy conocido, digamos Kevin Costner, Bruce Willis o Collin Farrel) , con un gesto enigmático, pero se nota que está sufriendo.

Luego vemos durante 167 minutos una historia de inmigrantes senegaleses en Alemania, su difícil adaptación al medio y su voluntad de progresar a pesar de las dificultades. Justo cuando el hijo mayor de la familia es encarcelado por alguna razón desconocida, aparece otra vez Kevin Costner (o Bruce Willis, o Collin Farrel) en primerísimo primer plano y con la misma cara de sufrimiento de la primera escena.
Se escucha un sonoro y largo flato.
La cara de Kevin Costner (o Bruce Willis, o Collin Farrel) se distiende con alivio, y una media sonrisa.

Fin.

lunes, 7 de noviembre de 2005

Selecta minoría

Según las estadísticas, pertenezco al 32 % de la población mundial de sexo masculino de entre 15 y 64 años.
También estoy incluido en el 10% de los habitantes del planeta que son zurdos.
Me cuento entre el 50% de hombres de más de 35 años que son parcial o totalmente calvos.
Además, las exiguas filas de los solteros de más de 36 años, (un magro 17%) pueden considerarme miembro.

Por lo tanto pertenezco a una minoría de hombres solteros de más de 36 años, zurdos y calvos, es decir un 0,272 % de la población mundial. Calculando a grosso modo un total de 6 mil millones de almas, mi grupo es de unos 16.320.000 personas, algo así como la totalidad de los habitantes de Chile.

Si incluimos en el cálculo al porcentaje de la población mundial que pierden el tiempo haciendo cálculos inútiles y erróneos en base a estadísticas desactualizadas, seguro que somos muchísimos menos. Digamos, como la población de Antigua y Barbuda.

Qué importancia tiene esto para usted?
Me tiene sin cuidado. Los zurdos solteros calvos no nos preocupamos por el resto de la humanidad
Buenas noches

viernes, 21 de octubre de 2005

Cositas sueltas 2

Si me preguntan, yo estoy a favor de que todos los empleados que tengan que atender al público en todas las empresas y oficinas públicas sean reemplazados por japoneses sonrientes. Pero nadie me pregunta.

El domingo que viene hay elecciones. Creo que por primera vez en mi vida voy a votar a un candidato que tiene posibilidades de salir electo. Espero que él no esté nervioso por esto.

Por el tema de las elecciones, el domingo no se puede expender alcohol, ni portar armas de fuego, ni hacer reuniones públicas. Por lo tanto, una buena manera de festejar el fin del comicio podría ser reunirse con 300 amigos a romper a balazos botellas de cerveza en medio de la calle.

Tengo un auto color azul oscuro. Cada vez que lo dejo en la calle amanece decorado por una considerable cantidad de excrementos de pájaro. Y eso que siempre me fijo de no dejarlo estacionado debajo de un árbol. Para mí que el avechucho vive debajo del auto y sale para vaciar sus intestinos. Pero tengo miedo de mirar.

Si pudiera reclamarle a todas las mujeres con la que no llegué a nada el dinero que gasté en tratar de conquistarlas, podría dejar de trabajar. Necesito un abogado.

Se me ocurrió un invento maravilloso, pero no se lo voy a contar a nadie. Estoy harto de los inventos maravillosos. Seguro que después es caro y no me lo puedo comprar.

miércoles, 21 de septiembre de 2005

Victoria Pírrica

Cuentan que Pirro de Epiro, el mejor estratega de su tiempo, después de una sangrienta victoria sobre Roma y tras contabilizar sus pérdidas ,al ser felicitado por la victoria dijo: "Otra victoria como ésta y estamos perdidos".

Hoy tuve mi audiencia de conciliación con Motorola en las oficinas de Defensa al Consumidor.
Ayer un abogado de esta empresa me llamó para ofrecerme un arreglo: ellos me dabn un teléfono celular nuevo del mismo modelo que el problemático aparato que venía sufriendo durante estos meses, y todos contentos. Al principio me negué, aduciendo que ya no confiaba en la calidad de ese modelo, y que quería un modelo superior. El abogado, siguiendo la máxima "Si la ley te da la razón, apóyate en la ley", me dijo que ellos no estaban obligados a hacer eso, y que yo solamente tenía el derecho de exigir el reemplazo por un celular de "idénticas características". Siguiendo la misma máxima, que en otro párrafo dice "Si la ley y los hechos no te dan la razón, grita como loco" protesté como enajenado, pero no hubo caso. Ante la perspectiva de ir a juicio, y perder tiempo, dinero y tal vez el caso, acepté con la condición de que si el nuevo celular presentaba cualquier falla me lo cambiarían por uno mejor, sin cargo.
Así las cosas, me fui a la audiencia donde una asistente del citado leguleyo me llevó (toda sonrisas) un reluciente telefonito exactamente igual al anterior. También se hizo presente un abogado de la empresa Telecom Personal, cosa rara porque yo a ellos no los acusé de nada, pero ya que estaba le saqué unos mensajes de texto gratis.
Me fui razonablemente satisfecho, pero después me puse a pensar:
Entre las horas que perdí llevando mi fallido celular a reparar, quejándome por teléfono, redactando denuncias, concurriendo a la audiencia, esperando que el abogadito de Defensa del Consumidor (dicho esto sin el menor ánimo peyorativo, es que era casi un niño) redactara el acuerdo, y tareas varias relacionadas, debo haber invertido unas 25 horas. Mis ingresos por hora, suponiendo que yo trabajara 8 horas diarias multiplicados por la suma de tiempo invertido en todo el asunto arroja un resultado que es ligeramente superior al precio que pagué (bueno, que pagó la persona que me lo regaló) por el dichoso celular. Por lo tanto, podría haber comprado otro teléfono y disfrutar el innegable placer de comportarme como un loco durante la audiencia, durante la cual podría haber colocado delicadamente el aparato sobre la mesa, y luego con toda parsimonia sacarme un zapato y proceder a reducir a añicos el engendro electrónico a zapatazo limpio, y una vez concluída la demolición con mi mejor sonrisa habría declarado "La audiencia ha terminado". El que crea que esto no vale la pena, no conoce la dicha de ver la cara de asombro y miedo de los testigos. En una oportunidad, harto de los errores administrativos de un Banco en relación con una tarjeta de crédito, corté plástico en diez pedazos mediante el uso de un cortaplumas del ejército suizo mientras todo un gerente me miraba atónito alargando tímidamente el brazo hacia el teléfono, supongo que para llamar al guardia de seguridad. Sí. Lo disfruté. Mucho.
De todas formas, obtuve con mucho esfuerzo algo que me correspondía. No es poco. Y a todos los que alguna vez pensaron en acudir a Defensa del Consumidor, si creen tener razón les recomiendo que lo hagan.
A no ser, claro, que hagan cuentas a tiempo y decidan que París bien vale una misa, y que partir en dos con una motosierra el automóvil que no les quieren arreglar adelante del mismísimo señor Ford sería algo digno de contar. En tal caso, por favor avísenme. Les prometo que voy a estar allí ,aplaudiendo.

Buenas noches.

martes, 13 de septiembre de 2005

Bugman contra las corporaciones


Si hay algo que tengo decidido para mi futuro, es que cuando esté jubilado y no tenga gran cosa que hacer durante todo el día me voy a convertir en un viejo francamente molesto. Pero el blanco de mis afanes perturbadores no será la gente común (para los que tengo reservada una actitud entre desagradable y amenazadora) sino las empresas.
Ah...en los momentos en que la actividad diaria me agota, cuando fantaseo con largar todo, la imagen de un viejito escribiendo cartas (o e-mails, que el hecho de ser viejo no me va a hacer alvidarme de la tecnología) a las grandes corporaciones exponiendo toda clase de quejas, denunciando la mala calidad de sus productos y servicios, desenmascarando sus burdos engaños y convirtíendose en la piedra en el zapato de todos y cada uno de los ejecutivos encargados de Relaciones Públicas me da una razón para no desmayar y proseguir en mis esfuerzos.
A modo de entrenamiento, por ahora, me metí con Falabella y Motorola:

Hacia el mes de mayo de este año, mi novia me regaló un teléfono celular muy bonito, marca Motorola, modelo V180. Comparado con el que tenía antes (el venerable StarTac) , este representa un salto tecnológico de vértigo. Puedo enviar y recibir mensajes de texto, navegar por Internet, ponerle musiquitas diferentes según quién me llama, cargarle fotos, usarlo como despertador, reloj, agenda y calendario. Tiene pantalla color y un diseño elegante, y además las baterías duran unos cuantos días. Adicionalmente, a veces hasta puedo hacer y recibir llamadas telefónicas! Si bien he perdido un poco del aspecto excéntrico que me daba el hecho de tener un teléfono celular vetusto en una época en que todo el mundo cambia de aparato como de corbata, en verdad he ganado con el regalito.
Pero ¡Ay! ¡Qué poco dura la felicidad tecnológica! A las pocas semanas el flamante ingenio comenzó a presentar una falla (no los voy a aburrir con detalles, bastante aburridos deben estar para leer esto). Lo llevé al centro de reparaciones, y allí comenzó mi odisea. Hasta la fecha, este simpático aparatejo ha sido reparado un total de cinco veces, y todavía tiene problemas. Las chicas del "service" ya me saludan por mi nombre, y mi caso se comenta entre ellas. He pedido a Motorola que me cambie el adminículo varias veces, y nada. Me dicen que si no anda, lo lleve a reparar. Bueno, me cansé.
La semana pasada fui a Defensa del Consumidor y levanté una denuncia contra Falabella S.A. (que le vendió el telefonito a mi novia) y contra Motorola S.A. (que son responsables por la garantía). Me dieron audiencia el 21 de septiembre, y aprovechando que es el día de la primavera me voy a enfrentar contra los representantes de esas dos empresas y les voy a dejar el c**lo como una flor (disculpen el exhabrupto, pero también estoy practicando para convertirme en un viejo malhablado, que será capaz de sonrojar a un pirata a pura palabrota).
No pasarán!
Prometo tenerlos al tanto de mi cruzada por los consumidores.

Buenas Noches

martes, 30 de agosto de 2005

Los lectores colaboran!


Luego del artículo donde mencionaba títulos de libros que me gustaría escribir, dos lectores se convirtieron en espontáneos colaboradores de este blog y sugirieron sus propias obras. Ni lerdo ni perezoso propongo a la consideración del resto de los amables lectores el aporte de estos escritores en ciernes. ¡Sigan colaborando, así yo no tengo que pensar, que me salen arrugas en la frente y se me seca el cutis!

- El suicido en un paso (Conociendo los acantilados de Dover)
- Sea un nerd ilustrado (en unos pocos pixels)
Colaboración de RonaldusXVI

-Mano a mano con Rene Lavand. No se puede leer mas lento...
-DiccionarioArabe-Español/Español-Arabe -- Comercio Exterior, deIbrahim al Ibrahim, Editorial Yoma. Para llevarsiempre en la valija...
Colaboración de Olaf

Nota: El último título tiene gracia solamente para los sufridos habitantes de la Argentina. El resto del mundo, sepa disculpar el localismo.

Buenas noches

miércoles, 24 de agosto de 2005

Esto es casi espeluznante

Navegando por la red encontré una página donde hay un jueguito casi espeluznante. Se trata del más o menos conocido juego de las 20 preguntas, pero hechas por un software capaz de aprender de las respuestas. A ver si me explico : el jugador piensa en un objeto, y el programa comienza a hacer preguntas. Si se contestan honestamente haciendo click en las opciones, el programa deduce en qué objeto se estaba pensando en 20 preguntas o menos. El grado de acierto de este engendro es sencillamente asombroso. Se puede pensar también en un concepto abstracto (hambre, amor, pasión) y de todas maneras acierta. Por lo que pude entender el programa está basado en lo que se llama una "red neuronal". Los detalles no importan, pero el concepto es que el programa es capaz de "aprender" con el tiempo. Así, cada acierto o cada error se van sumando a una base de conocimientos y mejora la posibilidad de acertar la próxima vez. Claro que también puede aprender cosas equivocadas. Si por ejemplo los jugadores se empeñan en responder que un perro es mineral, tarde o temprano el programa se va a convencer de ello.
Bueno, no los aburro más con explicaciones. Pueden probar el dichoso programa en la siguiente dirección : http://y.20q.net/anon-es. Se puede jugar en varios idiomas, el español de la gente que diseño el juego es un tanto macarrónico, pero no importa. Que se diviertan!

Buenas noches.
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