miércoles, 30 de agosto de 2006

Plutón, estás nominado


El 24 de agosto próximo pasado la XXVI Asamblea General de la Asociación Astronómica Internacional aprobó la Resolución 5a, que cambia la definición de "planeta" para dejar a Plutón afuera del Sistema Solar, y tildarlo de "planeta enano". La noticia la pueden encontrar aquí (gracias a Microsiervos). Entonces a partir de ahora el versito "Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón se queda sin esa terminación tan eufónica para sonar trunco y carente de gracia. ¿Por qué la Asociación Astronómica Internacional decidió despedir a Plutón después de 76 años de discretos y humildes servicios como planeta?

La razón de esta muestra de discriminación planetaria se explica con una sencilla observación: la gente es más estúpida con cada generación. ¿Acaso estoy llamando "estúpidos" a los distinguidos atrónomos de la Asociación?. Nada de eso. Muy por el contrario entendiendo que los demás somos los que perdemos neuronas a lo tonto, los muchachos de los planetas decidieron simplificar las cosas y hacer que las nuevas generaciones tengan que acordarse de menos cosas. "Pero un planeta no es tan difícil de recordar", dirá el lector mientras babea sobre el teclado (no me diga que usted no babea sobre el teclado. Yo lo hago). No, eliminar un planeta no es una gran ayuda, de acuerdo, pero esto es recién el comienzo. La Asociación tiene planes para los próximos años. Después de Plutón, van a ir por Júpiter (planeta obeso), Saturno (planeta anilludo), Mercurio (planeta calentito) y Urano (planeta diurético). Y el Sistema Solar va a quedar compuesto así: Venus, Tierra, Marte y Neptuno. Y los niños en el colegio se aprenderán los planetas así de fácil.

Reconozcámoslo de una vez: los parvulillos de las nuevas generaciones serán muy bonitos, pero no son los más agudos del alfiletero. Algunos desprevenidos se maravillan de que las pequeñas bestezuelas manejen con naturalidad computadoras, teléfonos celulares y controles remotos, pero vaya usted y hágales calcular una raíz cuadrada con lápiz y papel, pregúnteles la fecha de la independencia de su país, interróguelos acerca de un sistema orográfico, pídales que le nombre cinco capitales de Europa y se va a dar cuenta de que estamos criando unas personitas que cuando lleguen a la madurez y nos tengan que cuidar a nosotros probablemente desenchufen nuestros respiradores artificiales para conectar sus Play Station 45.

¿Qué venimos haciendo para remediar esto? ¿Nos esforzamos para que estos pequeñuelos refractarios a las nociones las incorporen aunque sea a patadas? No, qué va. Lo que hacemos es nivelar para abajo. Y ayer dejamos de enseñar latín, que total para lo que sirve, y después decidimos que tampoco era taaaan importante conocer las fechas históricas, que para eso están los libros, y al fin y al cabo los libros tampoco son una cosa que uno vaya a decir "qué bueno que es leer libros" porque después de todo está Internet, y empezamos a simplificar y acotar las cosas y ahí nomás unos tipos vienen y te acortan el Sistema Solar.

Pronostico que esta tendencia, de continuar (y es seguro que va a continuar, las tendencias nefastas continúan y se intensifican con el tiempo) va a lograr que la simplificación llegue a las Matemáticas, al lenguaje, a la Historia, a la Geografía, a la Física, en fin, a todas las ciencias que sobrevivan como tales y no sean reemplazadas por quién sabe qué otras cosas.

El Departamento de Investigación Analítica de Nuevas Tendencias Referenciales y Estudios Sociales (DIANTRES) extrapoló y me preparó un ejemplo del futuro Examen Unico para graduarse de Ingeniero Nuclear (sólo será necesario rendir un examen y aprobar un 12% de su contenido):

Mesa Examinadora: -¿Qué planetas componen el Sistema Solar?
Alumno:- Venus, Tierra, Marte, Marte y Neptuno.
ME: -Muy bien. ¿Cuál es la serie de los números naturales?
A:- Uno, dos, tres, cuatro, cinco, mucho.
ME: -Correcto. ¿De qué se compone un átomo?
A: -De pelotitas.
ME: -Excelente. Exponga el Principio de Gravitación Universal.
A:-Este...que las cosas...o sea...una cosa...que si la tirás para arriba...la cosa es como que...nada, que la cosa...cae...para abajo...después. Bueno, eso, nada.
ME: -Bien. Nómbre a tres científicos importantes.
A: -Newton, etcétera.
ME: -Bastante bien. ¿Cuánto es 5 más 5?
A: -....ehhh....(cuenta con los dedos)...ehhhhh...(con el rostro congestionado por el esfuerzo)...ehhhh....MUCHO!
ME: -¡Muy bien! ¡Felicitaciones, Ingeniero González! Tiene un "mucho".

Resulta un tanto dificultoso imaginar como podrá desenvolverse una humanidad llena de Ingenieros Gonzalez sin desaparecer en medio de una catástrofe provocada por un tipo que se preguntó "y este botoncito rojo para qué sirve".

Bueno, la respuesta está donde están las respuestas a todas las preguntas de este mundo. Sí, señores. Ellos dirigirán el mundo en forma sutil pero precisa, evitando que los torpes se causen daño a sí mismos, como una especie de maestros jardineros globales. La humanidad será estúpida, babeante, feliz y probablemente obesa bajo la tutela de los noruegos, que nos vigilarán con sus ojos iluminados por la inteligencia, y comerán bacalao descalzos mientras hacen comentarios sobre lo mucho que han mejorado sus tutelados, que esta semana hasta supieron que había más planetas que la Tierra, aunque no pudieron recordar cuántos.

Buenas noches

martes, 29 de agosto de 2006

Resultados de la...¿encuesta?



Habiendo recibido cierta cantidad de respuestas correspondientes a la encuesta "
¿En serio usted cree que me parezo a alguno de los tipos que salen en la foto conmigo? ¿Sí? ¿A cual, me puede decir, si es tan amable?" , el Equipo de Análisis Estadístico Aproximado Ambiental Probabilístico Especial Paramétrico Estabilizado (EAEAAPEPE) de Los Sin-logismos de Bugman me acerca las siguientes conclusiones:



- La mayoría de los encuestados opinan que me parezco al actor Terry O'Quinn, conocido por su personaje de John Locke en la serie "Lost", o al menos "seré igual a él dentro de unos años".

- Un gran porcentaje de los encuestados no se sintió cómodo con las limitaciones de la encuesta y agregó opciones un tanto descabelladas (valga la ironía). Así, se dijo que me parecía al actor Patrick Stewart (el Capitán Jean Luc Piccard de la serie "Viaje a las Estrellas, la Nueva Generación) , afirmación que como pueden ver en la foto que acompaña este artículo es del todo antojadiza (a Whopi Goldberg le causó muchísima gracia). Hubo quien aseguró que yo guardaba un notable parecido con Willy Crook (saxofonista, tiene una banda que se llama "Willy Crook y los Funky Torinos"). Otro lector anárquico dijo que "me parezco un poco a todos". Y alguien más, que no me parezco a ninguno.

-Muchos de los participantes no se contentaron con decir que me parezco un poco a éste o aquél personaje, sino que afirmaron categóricamente "usted ES fulano". Esto me obligó a hacer unos cuantos llamados telefónicos para averiguar si en realidad yo era otro tipo y estaba faltando a mis obligaciones, cualesquiera que fuesen.

Lo precedente demuestra:

a) Los lectores de este blog son una manga de indisciplinados, anarquistas y librepensadores que no gustan de atenerse a esquemas cerrados.
b) Yo tenía razón, como siempre: la gente cree que todos los pelados se parecen.
c) Así está el país.

Buenas noches

miércoles, 23 de agosto de 2006

Parecido no es lo mismo


Más o menos desde que decidí raparme la cabeza, la gente suele decirme :"Uy, te parecés a..." (llenar la línea de puntos con lo que corresponda). Tengo la convicción de que a las personas les pasa con los pelados algo similar a lo que a los occidentales les sucede con la raza amarilla: les resultan todos parecidos.
Para probarlo, aprovechando la inmensa popularidad de este blog (????) lanzo la siguiente encuesta : ¿En serio usted cree que me parezo a alguno de los tipos que salen en la foto conmigo? ¿Sí? ¿A cual, me puede decir, si es tan amable?
(Es verdad, para nombre de encuesta es un poco largo, llamémosla "A quién corchos se parece Bugman")


Como ayuda para los amables lectores, los personajes de la foto son, arriba, de izquierda a derecha :
Yo mismo, Terry O´Quinn (Locke, en la serie LOST), el muñeco de GENIOL. Abajo, de izquierda a derecha: André Agassi, Bruce Willis, Darío Grandinetti. La selección no fue al azar, alguna vez me dijeron que me parezco a cada uno de estos tipos. También me dijeron que me parezco a otras gentes, pero no conseguí la foto de "el cuñado de la prima de Martita" ni de "un profesor de Física que tuve en la secundaria". Tampoco puse las imágenes de otros señores conocidos que al decir de algunos comparten algunos rasgos comunes con quien escribe, porque en mi opinión solamente podrían compararme con ellos en medio de una descomunal borrachera o aquejados de un espantoso defecto ocular. Vamos, que ni siquiera son pelados.
Pueden dejar sus votos en forma de comentario en este mismo blog, o dirigir su honesta opinión a buguerto@gmail.com . La encuesta cierra...bueno, cuando se me ocurra algo interesante para escribir aquí. ¡A votar!

Buenas noches.

lunes, 14 de agosto de 2006

Volareeeee!



Acabo de regresar de un viaje de negocios desde Boston, vía Nueva York. Desgraciadamente no pude disfrutar de una visita turística a la ciudad, y digo desgraciadamente porque lo poco que pude vislumbrar me hace suponer que Boston es una de las ciudades más hermosas de la costa este de USA. Pero como mi viaje fue pagado por clientes, no tuve mucha oportunidad de protestar por el hecho de que me hicieran trabajar todos los días, y de que mi percepción de tan histórica urbe se limitara a un hotel al borde de una autopista que había que tomar todos los días para ir a la oficina, a desayunar, a almorzar y a cenar. No me dejaron solo un minuto, y en esas condiciones no es fácil perderse por las calles como me gusta hacer a mí en ciudades que visito por primera vez. Me hicieron sí, el honor de invitarme a un famoso restaurante llamado Union Oyster House, que reclama para sí el privilegio de ser el más antiguo de Estados Unidos, donde me comí una langosta yo solito destrozándola con unas pinzas ad hoc y luciendo un primoroso babero de plástico con el crustáceo rojo como decoración.
Mientras estaba allí, se produjo el intento de atentado terrorista en Londres, dirigido a aviones que volaban hacia USA. Esto puso en estado de alerta a todos los aeropuertos estadounidenses, y las medidas de seguridad, que ya eran molestas, se intensificaron.

Así las cosas, el viernes a las 10 de la mañana me encontraba en el aeropuerto internacional Logan, de Boston, dispuesto a tomar un avión hacia Nueva York a las 6: 30 de la tarde, donde haría la combinación para llegar a Buenos Aires. Despaché mi equipaje rápidamente, y pregunté si a raíz de las nuevas revisiones de seguridad las cosas se estaban demorando un poco más que de costumbre. El empleado de la aerolínea me dijo que probablemente tendría que correr un poco en NY si quería alcanzar mi vuelo de conexión a tiempo. Esto me intranquilizó y dio por tierra con mis planes de aprovechar las horas que tenía disponibles para irme hasta la ciudad y dar un paseo, así que pregunté si no me podían incluir en un vuelo más temprano. No podían. Pero me podían poner en lista de espera, que es como decir que si alguien no se presenta a tomar el avión yo podría ocupar su lugar. Estúpidamente dije que sí, y eso me condenó a quedarme como un idiota esperando el vuelo de las 2 de la tarde, con el previsible resultado de que no hubiera lugar y ya fuera tarde para hacer el paseo pero temprano para abordar mi avión. Así fue que estuve unas simpáticas 8 horas vagando por Logan, de suerte que me sentí una especie de Viktor Navorsky (el personaje de Tom Hanks en "La Terminal"). Les puedo contar como son las 5 terminales del aeropuerto de Boston, dónde están los baños y el restaurante, el exacto lugar donde la alfombra tiene una mancha descolorida de quién sabe qué cosa y los minutos que tarda la cinta transportadora en llevarte desde la terminal E a la A. Podría haber aprovechado para escribir algo, pero como suele suceder, mi laptop se había quedado sin baterías y el lugar estaba repleto de gente que observaba a la gente con diversos grados de intimidación, por lo cual no me pareció prudente sentarme en el piso al lado de cualquier enchufe a aporrear el teclado.

Me dediqué un par de horas a contar los distintos uniformes que adornaban el panorama: estaban los siempre omnipresentes muchachos de la TSA (Agencia de Seguridad del Transporte), unos efectivos de la Guardia Nacional armados hasta los dientes, los del escuadrón de explosivos de la Policía Estatal con sus perros, los policías regulares (con sombreros tipo canadiense), unos agentes del FBI, Policía Militar y no me hubiera extrañado nada ver a los Hombres de Negro, un par de X-Men y tres o cuatro superhéroes de la Liga de la Justicia. Es que estas gentes se ponen sensibles, vea. La gran novedad era que no se podía transportar líquidos ni geles en la cabina del avión, así que además de sacarse los zapatos, el cinturón, todo lo que se llevara en el bolsillo y desparramar toda la electrónica personal por arriba de la mesa en el security checkpoint antes pasar a la sala de embarque, ahora también te cacheaban de líquidos. Todo porque a los terroristas esta vez se les había ocurrido llevar explosivos líquidos. No se qué va a pasar el día que descubran un plan para hacer bombas con dientes. Probablemente vamos a tener que desdentarnos antes de volar.

Luego de la larga espera me dirigí a donde me revisarían un poco más concienzudamente que de costumbre, pasando la inspección sin problemas porque había tenido la precaución de guardar la pasta de dientes y el perfume en el equipaje que fue a la bodega. Pero otras personas no habían sido tan astutas, y ahí nomás las despojaban de shampúes, gotas para el oído, maquillajes y todo lo que no fuera sólido. Y cuando digo "las despojaban" me refiero a que eso no se lo devolvían más. Recuerdo la consternación de un caballero viendo como su frasco de perfume de 50 dólares era arrojado al contenedor de los giles.

Pasado el escrutinio, estuve tentado de hacer una broma y gritarles "¡Idiotas, mi cuerpo está compuesto de líquido en un 80%!", pero la ausencia de sentido del humor de estas gentes es proverbial, de manera que balanceando las probabilidades de provocar una carcajada memorable o pasar cinco años preso en Guantánamo, preferí volver a ponerme mis zapatos en completo silencio.

A uno estas cosas le parecen un tanto sobreactuadas y hasta ingenuas. Imagino que si uno llega a destino bien peinado, con el aliento fresco y oliendo a Polo Ralph Laurent, inmediatamente es detenido.

En Nueva York yo esperaba unas larguísimas colas en la revisión de seguridad, y seguramente unos empleados nerviosos y medio brutales. Ya había visto lo que le pasaba a un mexicano que en Boston había comentido la osadía de no entender inglés, al que le gritaron y se lo llevaron aparte para un examen profundo. Ni me pregunten. Tengo una imaginación muy activa. Sin embargo, en la Gran Manzana los agentes de la TSA estaban distendidos, hacían bromas, me hablaron en castellano y me preguntaron por Maradona. Todo fue rápido y amable. A lo mejor porque mi avión salía de USA, y encima con destino a un país de por allá abajo no se preocuparon demasiado.

Hay gente que me acusa de provocar catástrofes diversas cuando viajo. La leyenda tal vez provenga de que yo estaba en vuelo cuando ocurrió el accidente de Lapa, salí de Colombia justo un día antes de que pusieran una bomba en el shopping donde estaba trabajando, esquivé por poco un par de huracanes y otras cosas. Y claro, ahora esto. Pero no es mi culpa, señores, pasan cosas todo el tiempo, y alguna vez se da la casualidad de que yo ando cerca.

No se donde vamos a ir a parar con esto de la seguridad. Si sigue la tendencia, va a llegar el día en que debamos viajar desnudos y sin equipaje, y al subir al avión a los que tengan la suerte de ir en primera clase les darán una batas de seda y a nosotros los parias de la clase turista unas de hospital, descartables. Tal vez tengan la amabilidad de permitirnos llevar nuestros pasaportes en una bolsa de plástico transparente (ya lo hicieron en Londres) y quién sabe que cosas tremendas nos harán en las revisiones de seguridad. Piénsenlo. ¿Dónde puede transportar cosas peligrosas un humano desnudo? Solamente ruego que tengan la decencia de contratar agentes con manos pequeñas.

Buenas noches

jueves, 3 de agosto de 2006

Miren qué lindo lo que hice!

Si se fijan bien ahora cada vez que entren al blog, debajo del título verán una frase nueva. Por ahora estamos a prueba, así que las frases probablemente sean un tanto anodinas, pero robar este script de
Sospechosos Habituales y adaptarlo para que me funcione me costó un Potosí.
¿Es necesario aclarar que esto es válido solamente para los que visitan el blog y no para los que reciben los artículos vía e-mail y todo eso? ¿No, verdad? Bueno, entonces no lo aclaro.

Oootro tema: En los próximos días van a notar que me demoro todavía más que lo habitual en escribir artículos nuevos. Es que otra vez tengo que viajar por trabajo, esta vez a Boston. (Sí, sí, es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo). Trataré de abrir bien los ojos y conseguir material para publicar una bonita crónica de viaje. Mientras tanto, hagan lo suyo sin molestar a nadie.

Buenas noches.
Blog Widget by LinkWithin